★★Clínica ★★

—Lo siento señora, su hijo ha desarrollado el trastorno dismórfico —manifiesta el doctor mirando al chico de 10 años, quien ocultaba su rostro bajo una caja de cartón.

—¿Ah? ¿El trastorno dismórfico? —interroga la madre mirando a su hijo—. ¿Puede ser más específico? No entiendo de que está hablando, jamás escuché tal término.

—El trastorno dismórfico corporal es una enfermedad mental en el que no se puede dejar de pensar en uno o más defectos percibidos o defectos en la apariencia, un defecto que parece menor o que no puede ser visto por los demás. Pero puedes sentirte tan avergonzado, intimidado y ansioso que es posible que evites muchas situaciones sociales —responde el doctor.

—En pocas palabras, ¿mi hijo estará así hasta que se acepte nuevamente? ¿Cuánto tiempo puede llevar esto? —pregunta la madre.

—Puede que sea un proceso, lo indicado sería que su hijo Gulf empiece con un tratamiento psicológico y buscar el porqué el de la noche a la mañana solo quiere usar una caja en su rostro —responde el doctor—. Pequeño… ¿Te pasó algo? ¿Puedo ver tu rostro?

—¡No! —grita Gulf levantándose y apartándose—. ¡Soy un monstruo! ¡Soy feo! ¡Todos mis compañeros dicen que parezco una niña en vez de niño! ¡Dicen que soy un fenómeno! ¡En el equipo de fútbol no puede jugar una niña como yo!

—Hijo, tranquilo, no es así, son envidiosos de tu belleza —responde la madre tratando de acercarse.

—¡No te acerques! —grita Gulf llorando, sujetando su caja.

—Señora, no se le acerque, ahora sabemos el motivo de su trastorno —dice el doctor—. Su hijo debe tomar terapias y verá con el tiempo aprenderá a aceptar su rostro, que estoy seguro de que no tiene nada malo.

—Mi pequeño hijo es hermoso —dice la madre sollozando—. Mi pequeño es hermoso, su cara es como la de un ángel, no entiendo cómo existen niños tan crueles de dañar su psicología diciendo tonterías. ¡Ellos son monstruos!

—Cálmese señora, lamentablemente eso ocurre demasiado —responde el doctor—. Una palabra duele más que un golpe y puede muchas veces ocasionar daños irreversibles.

—Buscaré toda la ayuda necesaria para que mi hijo esté bien otra vez, estoy segura de que mi hijo volverá a ser como era antes —manifiesta la madre limpiando sus lágrimas.

—Aquí tendrá todas las redes de apoyo, señora Kanawut, ya lo verá —responde el doctor—. Entonces partamos por las terapias con la psicóloga, veré una hora y la llamaré.

—Muchas gracias, doctor —responde la madre mirando a su hijo que miraba por la ventana—. Gulf, mi amor, vamos a casa.

—Sí, mamá —responde Gulf haciendo una reverencia y sale con su madre detrás.

—Pobre pequeño, espero sane pronto de todo esto, tantos niños que hacen bullying y no saben lo que ocasiona en otros niños.
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5 años después.

La señora Kanawut recibió un nuevo puesto de trabajo en una pequeña localidad y acepto sin problema al saber que era una buena oportunidad para que su hijo cambiara de ambiente.

★★ Comedor ★★

—¿Está bien tu nueva habitación hijo? —pregunta la madre viendo a su hijo sentarse.

—Sí, mamá —responde Gulf dejando de lado su caja.

—¿Irás a estudiar así? —pregunta la madre—. Mi amor, nos mudamos de la ciudad a esta localidad, por qué aquí nadie te conoce, eres realmente hermoso mi amor.

—Por eso iré con mi caja mamá, por qué aquí nadie me conoce y no permitiré que otros me vean y me llamen niñita —responde Gulf comiendo.

—Está bien hijo, al menos ahora puedo ver tu rostro —manifiesta la madre—. Después de años puedo verlo nuevamente.

—Mamá, me vienes viendo desde hace 6 meses —responde Gulf tomando su jugo.

—Para ti no es importante hijo, pero para mí sí, fueron 4 años y medio sin poder verte como correspondía —responde la madre acariciando el rostro de su hijo—. Eres tan bello mi niño.

—Mamá, tengo 15 años, no soy un niño —manifiesta Gulf mirando su celular—. Ya me queda poco para entrar a estudiar, comeré rápido.

—Hazlo, también voy a terminar porque tengo que llevar tu documentación al nuevo colegio —responde la madre comiendo—. ¿Estás seguro de que irás con tu caja?

—Mamá, por favor ya no preguntes nada, no me voy a exponer a que me digan feo o fenómeno o cara de niña —responde Gulf frunciendo el ceño—. Bajo mi caja soy feliz, no me importa lo que los demás digan.

—Está bien, hijo, pero cambia tu cara de enojo —pide la madre presionando las mejillas de su hijo.

—¡Mamá! Duele —se queja Gulf masajeando sus mejillas.

—Sorry jajaja —se burla la madre.
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★★Colegio ★★

Gulf y su madre llegan al colegio, Gulf baja mientras la madre acomoda el auto.

—Mira esa persona —dice un chico a otro.

—¿Por qué usa eso? —interroga otro.

—¿Será que es muy feo? —pregunta otro—. Es muy extraño, ¿qué piensas Mew?

—Nada, no pienso nada, cada uno con su vida —responde Mew entrando.

—Mew jamás opina nada —manifiesta Bright siguiendo a su amigo—. No pierdan el tiempo interrogándolo.

—Sí —responden ambos chicos y entran.

—Mi amor, ¿estás seguro? —pregunta la madre mirando a su hijo y ver a todos que lo miraban con desagrado.

—No empieces mamá —regaña Gulf—. Entonces vámonos.

—Tranquilo hijo, no te alteres —pide la madre—. Vamos a la oficina del Director.

—Vamos —responde Gulf siguiendo a su madre.

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★★ Oficina Director★★

—Sean bienvenidos al colegio Supschool, tomen asiento —dice el director—. Me presento, soy Intad Suppasit y soy el director y dueño de este colegio.

—Gracias —dice la madre—. Soy Love Kanawut y él es Gulf Kanawut, mi hijo. Hijo siéntate.

—De pies estoy bien mamá —dice Gulf mirando por la ventana.

—Como verá, mi hijo porta una caja en su rostro con un diseño que una amiga del otro colegio le hizo —cuenta la madre—. Aquí traigo unos documentos médicos que acreditan que mi hijo tiene El trastorno dismórfico desde los 10 años.

—El trastorno dismórfico si no me equivoco es que no se aceptan así mismo —responde el Director mirando a Gulf—. Sé lo que es y créame que aquí tendrá todo el apoyo necesario para su hijo, aquí ayudamos a diferentes chicos y chicas a controlar sus crisis de ansiedad, estrés y más. Es un colegio pequeño por lo que puede ver a su alrededor, no tenemos muchos alumnos, ya que es una pequeña localidad. Todos los viernes aquí son días recreativos después de una semana de estrés con las labores escolares, verá que trataremos que su hijo Gulf se sienta bien y pueda un día dejar de lado su trastorno.

—Se lo agradezco enormemente de verdad, ya hemos avanzado mucho —dice la madre—. Hace 6 meses volví a ver su rostro y no es por ser su madre, pero es tan bello.

—Imagino que sí —responde el Director llamando por celular—. Permiso.

—📱 Profesora Dávika, venga a mi oficina, llegó un nuevo alumno a su clase.

—📱 Qué felicidad, iré ahora.

—📱 Gracias (colgó)

—La Profesora Dávika es una profesora muy amorosa, verá que su hijo estará muy bien con ella —manifiesta el director mirando la carpeta de Gulf—. Aquí se ve que es un alumno con excelentes calificaciones, Hmmm… Si está bajo en participación, seguro por su trastorno que no hace una vida social, es comprensible. ¿Cómo te sientes Gulf?

—Bien Director —responde Gulf mirando por la ventana.

El Director se levantó y fue a su lado a mirar por la ventana.

—Aquí hacen mucho deporte, ese de rojo es mi hijo, Mew Suppasit. Es capitán del equipo de fútbol —cuenta el director—. Es curioso que lo sea porque odia el fútbol jajaja, solo le gusta mandar parece, pero jamás han perdido un partido, ya que él es el arquero, nadie jamás le ha metido un gol.

—Oh, antes me gustaba jugar fútbol —responde Gulf—. Pero me decían que pateaba como niña, que yo no servía para jugar fútbol y lo deje.

—Seguro que eras muy bueno y los envidiosos te decían cosas para bajar tu autoestima —manifiesta el director—. Mew como lo ves lo he tenido 5 veces aquí y lo he tenido que suspender por días, no permite el bullying, quizás podrían ser amigos.

—No gracias, solo estoy bien —responde Gulf viendo la puerta abrirse.

—¿Dónde está mi nuevo alumno? —pregunta la profesora Dávika entrando.

—Profesora Dávika, él es Gulf Kanawut —presenta el director—. Sé que le sorprende su caja, pero este alumno tiene El trastorno dismórfico.

—¡Uy! Que penita, seguro eres tan bello —responde la profesora—. No te preocupes hermoso que todo está bien y no te voy a obligar a quitarte esa caja que por cierto está hermosa, el diseño que panda es hermoso.

—Gracias profesora —dice Gulf.

—Ahora la clase está en educación física, ¿puedes realizarla? ¿Existe alguna contraindicación? —pregunta la profesora a la madre.

—No, puede hacer todo normal —responde la madre—. Solo que no sea algo que lo obligué a quitar su máscara o entrara en un cuadro de ansiedad y llorara mucho.

—Entiendo —responde la profesora—. Me llevaré a Gulf a su clase, por ser su primer día y si no existen inconveniente venga por él a medio día.

—Muchas gracias —responde la madre acercándose a su hijo—. Hijo, pórtate bien, cualquier cosa me llamas o vienes aquí.

—Lo sé mamá —responde Gulf—. No soy un niño pequeño, tengo 15 años.

—Lo sé, qué pena, no puedo besar tu mejilla —dice la madre.

—¿Pueden voltear por favor? —pide Gulf.

—Sí —responde el director y la profesora para voltearse.

Gulf quita su caja y besa la mejilla de su madre y ella a él. El director con la profesora se quedaron mirando cuando vieron el rostro de Gulf reflejado en el estante de vidrio frente a ellos.

—Te amo hijo.

—Yo más mamá —responde Gulf poniéndose su caja nuevamente.

—Me voy Gracias —dice la madre para salir.

—Perdón joven Gulf, pero vi su rostro por el estante que está aquí y su rostro es tan hermoso —dice el director—. Parece un bello ángel.

—Demasiado —responde la profesora—. Joven Gulf, es un chico muy hermoso, pero tranquilo, que nadie lo sabrá, cuando usted esté listo lo mostrará.

—Muchas gracias —dice Gulf con una reverencia.

—Ahora nos vamos a clases —dice la profesora abriendo la puerta y guiarlo a la clase.

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