CAPÍTULO 18 - Amiga y enemiga

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

En ese momento me encontraba en el suelo, ni siquiera había llegado a tocarlo.

—No actúes precipitadamente —observó Oklinazz mientras me miraba con calma, lo que me enfureció más.

Me había lanzado a golpearlo porque él no tenía derecho a crearme falsas esperanzas y más si eran tan ridículas como eso de que mi madre era un vampiro.

—Miente —escupí y no se inmutó.

—Lo que digo es verdad, si quieres seguir en la ignorancia, bien —dijo seriamente.

—Pero si fuera así, ¿por qué no me buscó en todos estos años? —reproché más para mí que para él.

—Eso se lo tendrás que preguntar tú misma.

—Ahora no estoy tan segura de querer verla —hablé amargamente, me sentía como en un sueño—. ¿Y dónde se supone que está?

—¿Dónde crees? —inquirió y negué mientras reía irónica.

—No me vaya a salir con la mierda de que se encuentra en Londres.

—Ahí es donde la vi —contestó encogiéndose de hombros.

Yo no sabía si reír más, gritar o llorar, porque sinceramente me sentía como un basura. Así que hice las tres cosas, empecé a reír como una loca desquiciada para luego convertirse en gritos y terminar con un llanto furioso.

Dwight me miró preocupado.

—Scarlette... —pronunció con cuidado y sacudí la cabeza violentamente mientras me dirigía a la salida. No quería estar ahí, en esos momentos me sentía claustrofóbica.

Salí por fin al aire fresco, pero no sentí alivio, así que comencé a correr directo al bosque. Pero me detuve al oír pasos detrás de mí y  me giré para ver a Dwight siguiéndome.

—¡Vete, déjame sola! —exclamé molesta, él no me escuchó y se acercó a mí—, por favor —insistí y negó.

Yo golpeé con frustración al árbol que estaba a mi lado, dolió, había dejado un gran hueco pero no me importó.

—¡¿Por qué?! —grité—. Todo este tiempo sin buscarnos, somos sus hijas. No le importó cuan destrozada me dejó cuando tenía once años —dije tan furiosa como jamás lo había estado. Y es que eso no era ser una madre.

—Debe tener sus razones, debes dejarle explicarte —comentó con calma.

—No, ni si quiera ha venido a verme... no se lo perdonaré nunca —aseguré—. Encima me deja el problema de una jodida piedra que todos quieren; al menos debería tener la decencia para decirme en dónde está y no dejarme una estúpida carta con acertijos —añadí.

—La encontraremos, y te prometo encontrar una explicación —susurró mientras se acercaba a mí y me rodeaba con los brazos—. Sin embargo, debes entender Scar que la vida de un vampiro nunca es fácil. Así seas malvado o no.

—Toda mi vida es una jodida mierda, no me queda nada. Mi mejor amiga me odia, mi hermana está secuestrada por mi culpa y mi madre es un vampiro al que nunca le interesé —solté entre dientes antes de apoyar mi frente en su hombro, por lo que apretó más su agarre. Sí, quizá no era fácil su vida pero la mía tampoco lo era.

—Todo saldrá bien, confía en mí. Haré todo lo que pueda para que seas feliz —dijo confiado y reí amargamente.

—Entonces te rendirás en el intento, desde que era niña no he vuelto a tener ese sentimiento —murmuré.

—Yo tampoco he sentido felicidad desde... bueno, nunca —confesó rascándose la nuca, yo lo miré fijamente y él sonrió enseguida—, pero ahora te puedo decir que me siento muy bien —añadió y alcé una ceja.

—¿Cómo puedes decir eso con todo lo que está pasando? —pregunté y sonrió aún más mirándome con cariño.

—Por que te encontré a ti —susurró e hice una mueca.

—¿Sabes cuan gay sonó eso? —me burlé y asintió.

—Lo sé, pero solo es la verdad —dijo en voz baja.

Él se acercó a mi rostro pero no intentó nada esta vez.

"No  lo  hagas  Scarlette, me advertía mi subconsciente, no  lo  beses..." insistió.
Pero cuando vi sus perfectos labios frente a mí, no me detuve a pensar y lo hice.

Dwight se sorprendió pero en menos de un segundo me correspondió devolviéndomelo con urgencia, aunque no quería admitirlo, esto era lo que necesitaba, besarlo era como estar en casa.

Nos separamos un rato después y él pegó su frente contra la mía.

—Me gustas mucho —susurró sonriendo, pero yo en vez de responderle me alejé. No podía gustarle... yo no podía quererlo. Él me miró confundido—. ¿Scarlette? —preguntó extrañado al ver que daba pasos hacia atrás.

—Eso fue un error lo lamento —solté y me miró dolido.

—No lo fue, tú también sientes algo por mí, admítelo —aseguró acercándose pero yo negué.

—Lo que yo sienta no tiene importancia, no estamos en una época para querernos.

—¿Eso es lo que necesitas? Que te deje tranquila, ¿y que nunca te vuelva a decir: te quiero? —dijo y no iba admitir que eso me había dolido.

—No... No lo sé Dwight. Solo sé que no tengo mente para algo más que no sea mi hermana —murmuré.

—Solo dime, ¿Te gusto? —preguntó expectante e ilusionado, yo tragué saliva.

—No puedo responderte a eso. Tampoco lo sé... —mentí.
Me gustaba, eso no podía negarlo.

—Bien, puedo vivir con eso... Por ahora; luego lograré convencerte —dijo con una media sonrisa—. ¿Volvemos? —preguntó tendiéndome la mano y la tomé para caminar de regreso.

Pero cuando estaba a punto de entrar en la casa mi teléfono sonó y por un segundo creí que era Alec, pero eso lo deseché al ver que el numero era desconocido.

—Hola Cazadora —Radrick saludó en cuanto respondí.

*     *     *

Ésta sería la noche en la que August acabaría con Radrick. Después de que me había llamado nos pusimos a idear un plan, yo le había dicho que tenía la Piedra, supongo que me creyó, porque me citó en el bosque cerca de la escuela —en donde nos habíamos visto por ultima vez—, me advirtió que no fuera con nadie y me dijo que llegara puntual, odiaba los retrasos.

Así que aquí me encontraba yo, sola a medianoche esperándolo, o eso creía él, porque los tres hermanos Wellyntong y August se encontraban esperando la señal del Oklinazz el hechicero, él les diría cuando fuera la hora.

Confiaba en que todo saldría bien, y si era así, después podría irme a Londres por fin, para rescatar a mi hermana y buscar a mi madre.

Balthazar que había estado vigilando a Honor nos contó que no había amenaza para preocuparnos, por lo que ahora él se encontraba aquí.

Estaba preparada con estacas y mi arco al hombro por si algo salía mal.

Escuché un crujido a metros de distancia y mi amuleto comenzó a vibrar antes de que un vampiro de cabello blanco saliera de entre los árboles, Radrick. Que por suerte iba solo, no como la última vez.

—Me da gusto verte de nuevo cazadora —saludó amablemente.

—Lástima que no puedo decir lo mismo —dije seca y sonrió.

—Bueno, no tengo mucho tiempo, ¿dónde está mi piedra? —preguntó y le alcé una ceja.

—¿Tu piedra? No creí que tuviera dueño —escupí.

—Pues querida, aunque no lo creas soy heredero por derecho —contestó y lo miré confundida—. ¿Alguna vez has oído la historia de Édagon, el primer vampiro?

—¿Tú eres... ? —no pude ni terminar de solo pensar que podía ser él.

—¡Oh no! —exclamó riendo—, pero sí soy su descendiente, su nieto para aclarar —añadió haciendo que lo mirara sorprendida.
>>—Pero dejemos de hablar de cosas irrelevantes en estos momentos, quiero verla —ordenó.

—Lo único que verás será mi puño en tu trasero —replicó Gregory llegando con Dwight y Balthazar por detrás.

Radrick no pareció sorprendido si no que sonrió.

—Ah Gregory, siempre tan gráfico. Me preguntaba cuánto tardarías en salir de tu escondite —dijo sonriente, yo solté una maldicion, se había dado cuenta.

—Terminemos con esto pronto —volvió a decir Gregory mientras se acercaba a él.

—Si das otro paso, podrías arrepentirte —advirtió Radrick y Gregory rió.

—Entonces veamos —habló antes de abalanzarse sobre él.
De los arboles salieron cinco vampiros de entre los cuales se encontraba Angus —el vampiro que había cargado a Honor inconsciente—, yo no dudé y salté sobre él.
Caímos rodando y lo golpeé, él me dio con su rodilla en las costillas y gruñí pero saqué de mis vaqueros una estaca, iba a clavársela pero él fue más rápido y se movió haciendo que cayera sobre su estómago, él siseó mostrando sus colmillos antes de sacársela y apuntarme.

Estaba preparada pero alguien llegó por detrás de mí (August), saltó encima de Angus y le arrancó la cabeza de golpe.

Oklinazz no se veía por ningún lado, pero los cinco vampiros que habían llegado ahora estaban despedazados en el suelo, August se encontraba caminando alrededor de Radrick y este sonreía.

—August, ¿cuánto tiempo? ¿Cómo te ha ido con tu existencia de vampiro? —dijo en saludo lo que hizo que August tensara los hombros.

—Te arrepentirás de todo lo que me hiciste —espetó y Radrick alzó las cejas.

—Para ser un vampiro eres muy débil —dijo y con eso August se lanzó sobre este.

Yo iba a ir también pero Dwight y Balthazar se adelantaron para ayudar a su tío.

Gregory estaba concentrado en algún punto fijo del bosque.

—¿Gregory? —le llamé pero no me miró.

—Hay otro aquí —aseguró y con eso él salió disparado perdiéndose entre los arboles. Miré a Balthazar que se encontraba en el suelo con los ojos cerrados, pero rogué que no fuera nada grave y seguí a Gregory.

Corrí por varios minutos pero no lograba encontrarlo.

—¡Gregory! —le grité molesta, de pronto escuché un ruido a mi derecha y me dirigí hacia allí.

Cuando llegué mi amuleto cobró vida de nuevo y vi a lo lejos a Gregory de espaldas sosteniendo a lo que parecía una vampiresa.

Pero solo la estaba reteniendo, ¿por qué no la mataba de una vez?

—Mátala ya, ¿a qué esperas? —pregunté irritada.

—Scarlette no te acerques —advirtió con voz angustiada.

—Solo es un vampiro... —comencé a decir cuando estuve a su lado pero enmudecí al verla... Esa persona que ya no era humana por que me mostraba los colmillos de manera amenazante, esa vampiro que antes había sido como otra hermana para mí, Honor.

—¿Qué...? —susurré con ojos llorosos.

No podía ser, mi mejor amiga, ahora era un vampiro, y no me reconocía, solo quería morderme por la sed de sangre, por lo que deduje que la habían convertido hace unas horas, ¿pero quién?

De repente ella pudo soltarse del agarre de Gregory y eché a correr para huir de ella, no podía atacarla, además de que seguía en shock por la impresión.

Llegué en donde Dwight y August sostenían con dificultad a Radrick, pero cuando yo aparecí una sonrisa se dibujó en el rostro de Radrick. Dwight nos miraba sorprendido por lo que se distrajo y Radrick pudo escapar justo a tiempo para atrapar a Honor.

—¿Qué les parece mi nueva aprendiz? Cuando vi que ese vampiro dejó de vigilarla no perdí tiempo y la transformé —dijo mirando a Balthazar aún en el suelo.

—Eres un... —gemí con odio puro y sonrió.

—Yo te lo advertí cazadora, ahora si no me dejan ir, le arrancaré la cabeza —advirtió y pude ver como Honor al escuchar la voz de Radrick, se calmó.

Eso era así, primero la transformación, (que no duraba mucho), tenían que morderte tres veces, no importaba si no eran en el mismo instante, pero solo bastaba con esas veces para que comenzaras a sentirte enfermo, si no bebías sangre de un vampiro en menos de una hora, morías, pero si lo hacías te convertías en una de ellos, y el vampiro que te convirtió podía tener el poder de controlarte, así como Radrick a Honor.

—¿Por qué ella? —pregunté destrozada.

—Era un seguro por si algo salía mal, como ahora. Por cierto te recomiendo que encuentres a tu madre pronto, porque si no me entregas la piedra, te aseguro que tu amiga no será a la única que perderás —dicho esto, nadie pudo detenerlo y antes de irse completamente se detuvo—, oh y Oklinazz envía saludos —añadió sonriente llevándose a Honor con él.

Apreté los dientes furiosa de solo pensar que tuve a ese maldito hechicero frente a mí y no lo maté.

Nos había traicionado, si no fuera por él, tal vez mi amiga ahora fuera humana. Al menos ahora sabía que mi madre vivía...

Miré a August que se veía molesto por no matar a Radrick, pero se veía mas furioso con el asunto de Oklinazz.

—Lo siento Scarlette —dijo apenado.

—No fue tu culpa —murmuré fríamente, esos dos malditos me las pagarían.

Gregory y Dwight de pronto se encontraban sobre Balthazar.

—¿Cómo está? —preguntó August con preocupación.

—Inconsciente, pero bien —respondió Dwight.

—De acuerdo, hay que irnos, mañana partiremos a Londres —anuncié inexpresiva, si quería arreglar todo este problema, lo primero que tendría que hacer sería encontrar a mi madre.

Ya debía de verla de nuevo y pedirle una explicación.

Después rescataría a mi hermana y a mi amiga aunque fuera lo ultimo que hiciera.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro