CAPÍTULO 22 - Muerte y venganza

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Narrador omnisciente

Danny caminaba por los pasillos de calabozos, no quería hacerlo, torturar a alguien era algo inhumano para ella y más si no sabía el motivo por el que se encontraban los prisioneros allí, hasta odiaba matar vampiros, pero al menos de esos ya había exterminado a treinta y dos desde sus doce hasta sus recientes dieciséis años.
Un gran número, pero no tan interesante para su abuelo ni familia ya que el tío Arthur de esa edad ya llevaba mas de cincuenta, ahora que él era mayor había perdido la cuenta.

Se detuvo en el código de celda indicada y el guardia que la acompañaba le abrió el candado.

—Vuelva  más tarde —le ordenó ella antes de entrar.

—El señor Deverus me dijo que la vigilara —se negó.

—Pues la que hará esto soy yo, no él, así que retírese de una vez —exigió con voz amenazante por lo que el guardia no le quedó de otra más que irse molesto.

Danny respiró profundamente antes de comenzar y cuando estuvo de frente se quedó sorprendida. No sabía que esperaba encontrar pero no esto, adentro había una chica de tal vez más de veinte años, su cabello lacio era negro y sus ojos café almendra, su piel era blanca aunque ahora estaba sucia como de hollín. La chica ni se movió.

—¿Cómo te llamas? —preguntó segura y aunque ya lo sabía no hubo respuesta. Danny suspiró negándose a hacerle daño así que se agachó para quedar a su altura—. Oye, ¿estás bien? —insistió tratando de ser amable y ganarse su confianza.

La chica levantó por fin su mirada y Danny se sorprendió de nuevo, pero ahora porque los rasgos de ella le habían recordado a su nueva amiga, la se había hecho en el avión.

—¿Puedes dejar de hacerme preguntas tan estúpidas? —inquirió con la voz ronca por falta de agua. Danny soltó una risa inocente porque su actitud también le había recordado a Scarlette.

—Lo siento —se disculpó ante la mirada asesina de la otra—, pero es que me recordaste a alguien, te pareces mucho a ella... —Danny intentó explicarse y casi se fue de espaldas cuando la chica brincó poniéndose de pié.
—¿Dijiste... ella? —preguntó con voz temblorosa.
—Sí —susurró algo extrañada por su cambio de actitud.
—¿A qué te refieres con ella? ¿Quién ella? —exigió.
—Una chica que me encontré hace un par de días. Ambas veníamos en el mismo vuelo —contestó aún sin saber qué estaba pasando.
—No puede ser, ella no vino, que ni se le ocurra... —murmuró la chica para ella misma mirando al suelo preocupada.

—¿Qué sucede? —quiso saber Danny y la miró sin odio ni rencor por primera vez.

—No eres cómo los otros —afirmó pero Danny negó—, dime el nombre de la persona a la que te recordé, por favor —suplicó.

—Scarlette —respondió Danny sin entender nada y la chica maldijo.

—¿Cómo se conocieron tú y ella? ¿Me refiero a si te dijo algo como a qué venía a Londres? —exigió saber y Danny le contó la conversación como más pudo recordarla  y cuándo le mencionó que iba con un chico ella se sorprendió maldiciendo otra vez.

—¿Entonces El Círculo aún no sabe nada de Scarlette? —dijo esperanzada.

—Claro que no, ¿porque habrían de saberlo? —cuestionó Danny con el ceño fruncido.

—Te suplico que no les digas nada a ellos, la matarán —habló con lágrimas en los ojos refiriéndose a los cazadores.

—¿Por qué? No te entiendo...

—Porque es mi hermana —confesó.
Danny se asombró y comprendió todo, tenía toda la información que su abuelo necesitaba pero no se la daría porque a pesar de todo la chica tenía razón, si se enteraba que la joven de la Piedra estaba en Londres, su abuelo no dudaría en asesinarla para conseguir lo que quería.

—Tranquila Bloodwod, no diré nada, Scarlette es mi amiga —musitó y pudo ver cómo Rachel se tranquilizaba aliviada—, aunque ahora sería bueno idear un plan —añadió y Rachel la miró confundida.
—Para sacarte de aquí, lo mejor es que llame a Scarlette para decirle que tengo contacto contigo y... —comenzó a decir.

—¡No! —Rachel la cortó—, dile que ya estoy muerta, que... que se vaya, que escape antes de que la encuentren.

—No es correcto, es tu hermana y vino por ti —la reprendió Danny.

—Yo aún debo protegerla, cuidarla aunque sea dentro de este calabozo —argumentó dolida.

—No... no sé si pueda mentirle —balbuceó Danny culpable.

—Tienes que hacerlo, quítale las esperanzas de encontrarme, solo así se irá y por favor no hagas que ella venga aquí para cobrar venganza, tiene que irse. Alejarse lo más posible —rogó y Danny asintió.

—Haré lo mejor que pueda —prometió.

—Gracias...

—Danny —se presentó por primera vez.

—Te lo agradezco mucho, no sabes cuánto —dijo Rachel y Danny sonrió con tristeza.

—Verás qué todo saldrá bien y aunque no sea con tu hermana, yo te ayudaré a salir de aquí —aseguró antes de irse para hablarle al guardia y que cerrara de nuevo.

Danny salió del Palacio sin siquiera despedirse de su abuelo, aunque eso atrajera un regaño enorme luego.

Aún seguía nerviosa por lo que estaba a punto de hacer. Sacó con cuidado su teléfono buscando el número de Scarlette y cuando lo encontró con su dedo tembloroso le dio en "marcar".

El timbre sonó varias veces en las cuales Danny cerró los ojos rogando porque no contestara.

¿Hola? —una voz de chica le respondió del otro lado y Danny maldijo antes de tomar un suspiro para decirle la mentira más despiadada que la vida le tenía encomendada.

*     *     *

(Scarlette)

No podía describir cómo me encontraba en ese momento, tenía muchos sentimientos pero los más sobresalientes era la furia y la tristeza.

Sí, me había quedado en shock cuando, (la que pensé que era normal) Danny me confesó que era del Círculo diciéndome que había visto fotos de Rachel y supo que a la que buscaban se llamaba Scarlette, por lo que no le costó mucho deducir que se trataba de mí ya que Rachel y yo éramos parecidas en los rasgos físicos, y aunque su explicación me parecía tan vaga y tan estúpida lo siguiente que me dijo me mató haciendo que olvidara su pobre historia de reconocimiento facial.

Mi hermana había muerto hace un día y yo, yo malditamente había fracasado.

Tiré el teléfono a la pared con una furia que hasta a mí me sorprendió.

Caí de rodillas sobre el suelo de la habitación antes de que un mar de lágrimas brotara de mis ojos.

No podía ser, había llegado demasiado tarde, había perdido a la única persona que me quedaba y ahora sí estaba sola. La  mataron y todo por mi culpa, eso me hizo llorar aún más fuerte haciendo que todos tocaran a la puerta tratando de abrirla pero yo la había asegurado.
Grité, grité de impotencia hasta mis pulmones dolieron y no me importó.
—¡Largo!

—¡Scarlette abre! —me llamaba Dwight preocupado del otro lado.

—¡Vete, déjame sola! —continué—, vete... —susurré tumbándome sobre la cama y abrazando la almohada.
¿Qué podía decir? Yo no era de las chicas que lloraban por cualquier cosa, además era de carácter fuerte... pero esto me sobrepasaba.

Por fin pudieron abrir la puerta aunque solo el que entró fue Dwight y observó la escena extrañado cerrando detrás de él.

—Scarlette, ¿estás bien? Oí tus gritos y... —dijo caminado cautelosamente hacia mí pero yo salté sobre él y lo abrazé llorando horriblemente. Me rodeó con sus brazos antes de sentarse en la cama conmigo encima suyo.

—Hey —susurró apartándome con gentileza para mirar mi rostro, limpió las lágrimas que corrían por mis mejillas antes de quitarme un mechón de cabello poniéndolo tras mi oreja—. Cuéntame, ¿qué es lo que pasa? —pidió observándome preocupado y solté varios sollozos sin poder hablar.

—Vamos, puedes decirme lo que está mal —suplicó.

—La... la perdí Dwight, y todo por mi culpa —balbuceé.

—¿De quién hablas?

—Rachel —solté llorando y me apretó más contra él dejando que mi barbilla descansara en su hombro.
Él frotaba mi espalda mientras yo me iba calmando.

Después de un rato, en el cuál Dwight me había estado tarareando una canción de cuna, me aparté de él.

—Lo siento —dije limpiándome el rostro con el dorso de mi mano.

—No te disculpes, nadie es tan fuerte cómo dice ser —aseguró y me senté a su lado soltando un suspiro aguantándome las ganas de llorar—, ahora dime qué pasó, nos tienes a todos preocupados. ¿Cómo te enteraste? —insistió recordándome que abajo estaban sus hermanos, su tío y Alec.

"Genial...".

Habíamos puesto un descanso para dormir ya que lo necesitábamos después de hablar con Alec y enterarnos sobre Radrick y su hermano, todos se habían ido a sus respectivos cuartos y yo estaba preparándome para dormir un rato cuándo mi celular sonó y todo mi mundo se derrumbó.

—Danny, la del avión, me llamó, es del Círculo —solté y me miró sorprendido—. Eso no es lo peor, me dijo que... que... mi hermana murió hace un día —dije al fin tragándome las ganas de llorar otra vez, le conté pausadamente entre sollozos todo lo que me había dicho.
—Es que no puede ser posible, yo... soy la culpable de todo lo que me pasa. ¿Puedes verlo? Me quedé sola  —espeté antes de terminar llorando a otra vez.

—Eso no es verdad, me tienes a mí, nunca te dejaré —aseguró seriamente enjugando mis lágrimas—, qdemás, no creo que eso sea cierto —añadió.

—¿Por qué mentiría? —pregunté y él tomó el teléfono del suelo e hizo una media sonrisa triste al ver que estaba destrozado pero aún así prendió.

—No lo sé, pero vamos a averiguarlo. —Y le llamó de nuevo a Danny. Yo observé como le pedía que viniera dándole la dirección de la casa—. Llegará en media hora, mientras tenemos que corroborar que lo que dice es cierto —añadió antes de salir por la puerta, y no dudé en seguirle.
Cuando llegamos abajo sus hermanos y Alec me miraron preocupados.

—¿Qué harás? —le pregunté ignorándolos.

—Llamaré a Patrick para que me diga por él mismo lo que está ocurriendo dentro del Consejo. No pueden matar a su  único rehén —contestó Dwight.

—No podrás hacer eso —intervino Balthazar.

—¿Por qué no?

—Patrick fue asesinado esta mañana, salió en el periódico diario —anunció dándoselo, yo me acerqué para ver efectivamente la noticia de su muerte en primera plana—. Además de que los cazadores nos llamaron avisándonos para que tuviésemos cuidado.

—¿Y August fue a investigar al Consejo? ¿Dónde está? —preguntó Alec y Gregory lo miró cómo si fuera el chico más idiota del planeta.

—No genio, es un vampiro, ¿recuerdas? No puede bajar con los cazadores.

—Fue más bien al lugar de los hechos —explicó Balthazar más educado. Por eso no había visto a August cuándo bajé.

—Pero de todas formas ¿para qué querían a Patrick? —habló Gregory curioso y con un suspiro Dwight les contó todo y que por eso me había comportado así.

—¿Osea que la rizada es cazadora? —preguntó Gregory sorprendido refiriéndose a Danny.

—Sí —solté seca rodando los ojos.

—Y llegará en cualquier momento —advirtió Dwight.

—Entonces yo iré al consejo para ver lo que está pasando  y ver si puedo averiguar algo de Rachel —se ofreció Balthazar y Dwight asintió.

—Será lo mejor. —Estuvo de acuerdo.

—Yo te acompaño —dijo Alec y Balthazar ladeó la cabeza.

—Bien, démonos prisa. —Y con eso los dos salieron con rapidez.

Me senté sobre uno de los sofás esperando a quien llegase primero. Después oímos cómo alguien llamaba a la puerta y Dwight tuvo que ir a abrir.

Escuchamos como unos pasos se acercaban antes de que Dwight apareciera junto con Danny.

—¿Qué hay de nuevo piérdete? ¿Me extrañaste? —saludó Gregory burlón y las dos le lanzamos una mirada asesina.

—¿No puedes dejar de lado tus comentarios por un rato?

Él sólo sonrió levantando sus palmas dándose por vencido.

—Ahora, dime que lo que me dijiste no es verdad —pedí mirándola. Ella se mordió el labio avergonzada y nerviosa.

—Sí lo es, lo siento. Tal vez algunos cazadores aún no lo sepan porque es un asunto privado, pero yo me entero de las cosas más importantes porque soy la nieta de Deverus —confesó y los tres la miramos estupefactos.

—Creo que se te olvidó mencionar ese pequeño detalle cuándo me llamaste.

—Lo siento de verdad, pero deben creerme que yo no haré nada contra ustedes ni los traicionaré. Estoy de su lado —aseguró—. Yo tampoco estoy de acuerdo con la forma de manejar el consejo como mi abuelo lo hace —añadió y de alguna forma le creí.

Después ella nos contó su vida como cazadora y lo que hacía verdaderamente en Londres al decirnos que su madre la había obligado a venir para que fuese mejor  siguiendo los pasos de su abuelo.
Yo iba a decirle algo pero el teléfono de Dwight sonó callándonos a todos.

—¿Qué hay de nuevo Balthazar? —preguntó y pude ver su ceño preocupado mientras escuchaba, luego intercambiaron rápidas palabras antes de colgar.

—Dice que él mismo bajó a los sótanos, pero Rachel no se encontraba en los calabozos. Preguntó a los guardias y le dijeron que alguien se la había llevado —contó y pude ver como Danny nos miraba sorprendida al saber que alguien ya había ido a comprobar sus palabras.

—¿Pero estaba muerta? —pregunté desesperada, eso era lo que más me importaba ahora.

—Nadie supo confirmarle eso. Más porque no es de los cazadores más nombrados o de confianza —dijo al fin y sentí ganas de llorar otra vez—, pero sí pudo averiguar que alguien robó su cuerpo o se había escapado y no saben quién se la llevó, dice que todo el Consejo está hecho un lío en estos momentos por  lo mismo —añadió pero ya no era la tristeza la que me llenaba, si no la furia.
No solo se conformaron con matarla, ahora alguien se había robado el cuerpo.

Todo esto me tenía impotente y una sola palabra acudió a mi mente...

Venganza.

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