Capítulo 26

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Acecho de Ratón continuaba viéndola con una mirada inquisitiva mientras ella aún se debatía entre decirle o no.

- Yo... hablaba de otra cosa... ya sabes, del Clan del Trueno -. Ronroneó intentando sonar convincente.

- ¿Crees que soy idiota? Yo sé lo que escuché -. Le gruñó fríamente.

- Lo que haya dicho no es tu asunto -. Le replicó.

El guerrero de pelaje blanco comenzó a acercarse a ella amenazadoramente.
Sin embargo Zarpa Enlodada no se inmutó. No le temía al líder, nunca le había temido, ¿por qué hacerlo ahora?.
Sin embargo éste parecía estar tan molesto como curioso.
Ella se puso en posición de combate por si el guerrero se disponía a atacarla repentinamente.

Con una velocidad impresionante que ni siquiera le permitió reaccionar, Acecho de Ratón la inmovilizó contra el suelo colocándole una zarpa en el pecho.
Zarpa Enlodada intentó quitárselo de encima, pero era muy complicado tomando en cuenta el tamaño y fuerza del líder.
Éste se le acercó hasta que su aliento rozó su cara. Por un momento un nerviosismo la consumió.

- Me dirás o hasta aquí acaba todo -. La desafió.

- Vale, te lo diré, pero apartate -. Le gruñó molesta. - ¿Qué acaso no sabes qué es el espacio personal?.

Acecho de Ratón dió un respingo por lo último que dijo y al instante la soltó, girándose de espaldas a ella.
Al cabo de poco volvió a mirarla con más tranquilidad.

- Hagamos un trato, te contaré por qué no me llevo bien con él, pero tú me dirás todo lo que sabes -. Ofreció.

- Entonces... si sabes de quién hablé, ¿por qué me lo preguntabas? -. Murmuró con confusión.

- Porque solamente necesitaba comprobarlo -. Respondió tranquilo.

- Tú me dijiste que tu hermano había muerto hace mucho tiempo -. Puntualizó.

- Tal vez no físicamente, pero para mí él ya está muerto -. Gruñó con desprecio.

- Supongo... pero vale, dime y yo te diré todo -. Aceptó sentándose en frente de éste.

Acecho de Ratón suspiró profundamente y luego asintió.
- Verás... Vuelo Raudo sí es mi hermano. Él y yo antes éramos muy unidos, probablemente los mejores hermanos... hasta que llegó ese día en el que se le olvidó lo que significa ser familia, y me traicionó -. Su voz sonó sombría.

- Pero Vuelo Raudo es fantástico, o al menos todo el mundo lo quiere -. Señaló.

- Eso solamente es una luz falsa que usa para ocultar su verdadero ser. Jamás puedes confiar en él, porque te acabará dando la espalda cuando menos lo esperes -. Replicó con sequedad.

- Y... ¿Por qué te traicionó? -. Murmuró con curiosidad.

- Cosas... -. Fue lo único que dijo.

- ¡Eso no es justo! -. Protestó ella. - Tú me dijiste que me contarías todo.

- Yo te dije que te explicaría el por qué no me llevo bien con él, más no la historia. Ya te dije que te la contaré cuando estés lista para escucharla -. Soltó.

Ella suspiró haciendo una mueca.

- Y, ahora tú cuéntame todo -. Le dijo tranquilamente.

- Bueno... Vuelo Raudo apareció de repente cuando estaba hablando con Zarpa de Fuego... yo la verdad es que ya no sabía como decir las cosas, así que decidí revelarle mi entrenamiento en el Bosque Oscuro a Zarpa de Fuego, pe...

- ¡¿Qué?! ¡¿Estás demente?! -. Le bufó Acecho de Ratón con las pupilas dilatadas a simples rendijas.

Ella lo fulminó por haberla interrumpido.

- ¡NO! No lo estoy. Además él prometió guardar el secreto, y no le revelé que me reunía contigo -. Señaló.

Acecho de Ratón la miró seriamente.
- No puedes andar por ahí confiando en todo el mundo. Si algún curandero o líder se entera de esto, habrá problemas -. Le dijo en tono de advertencia.

- Lo sé. Pero eso no es todo -. Añadió.
- Vuelo Raudo apareció cuando estaba hablando con Zarpa de Fuego... el problema es que escuchó todo... -. Ella agachó las orejas.

- ¡Aghhhh! ¿Acaso tienes abejas en el cerebro?, sé que te gusta ser atrevida, pero ten más cuidado, solamente estás haciendo que todo el mundo se entere de esto -. Le espetó furibundo.

- ¡Ja! No soy estúpida -. Le replicó. - Vuelo Raudo no reveló nada realmente, y dijo que guardará el secreto con la condición de que no vuelva al Bosque Oscuro. Dijo que es un lugar peligroso, y que me alejara si no quería acabar como tú -. Zarpa Enlodada cerró los ojos simulando estar indignada, sin embargo abrió levemente un ojo para ver la expresión del líder.

A Acecho de Ratón se le erizó el pelaje con pura rabia y sus ojos destellaron de una manera rojiza que se fue haciendo cada vez más intensa.

- ¡¡¡¿Cómo se atreve ese idiota a decirme eso cuando él cometió algo peor?!!!.
Sus ojos se derramaron a un rojizo escarlata completamente.

Accidentalmente su cola rozó el costado de éste. Y sólo bastó eso para que su rabia se apagara y sus ojos volvieran a recuperar su tono amarillo.

- ¿Cómo es que puedes cambiar tus ojos de color? -. Ronroneó con curiosidad.

- ¿Qué? -. El guerrero sonó confundido con su pregunta.

- Sí, eso que haces cuando te molestas y cambian a rojizo -. Le explicó.

- Eso no lo hago yo -. Le respondió.

- ¿Ah no? Entonces, ¿quién? -. Preguntó con mirada curiosa.

- El Bosque Oscuro... -. Maulló.

- ¿Por qué? -. Exclamó sorprendida.

- Es la marca del Bosque Oscuro -. Le volvió a decir.

- ¿La marca? -. Volvió a preguntar con más confusión aún.

- La marca es una condición que te da el Bosque Oscuro con el tiempo. Nunca puedes negarte a ella, porque nunca sabes cuándo la obtendrás ni cómo, pero siempre tiene un fin, el poder sobre ti de los guerreros oscuros. Siempre podrán controlarte en contra de tus emociones, y te harán sentir como si estuvieras inconsciente. Esto representa lo que eres y tu lado más oscuro. Sin embargo cuando el Bosque Oscuro te otorga esto, significa que te tiene respeto, y que eres valioso para ellos. Pero a pesar de eso nunca puedes escapar de ella. Es tan desfijable como las vidas que te otorgan, y si esas son malas tu alma es la que paga -. Gruñó.

- ¿Cómo sabes todo eso? -. Dijo sorprendida.

- No es necesario que lo sepa, tan solo te estoy diciendo lo que he vivido.
A veces tengo que controlarme más de lo normal, o podría ocasionar peores cosas de las que te puedes imaginar. Cuando todo ese rojo se esparce por mí, mi cordura y todo lo que me hace evitar cosas indebidas, desaparece... -. Suspiró como si estuviera recordando algo del pasado.

Ella asintió. Sabía que el Bosque Oscuro era un lugar donde la oscuridad acechaba en cada rincón, y era tu elección entrar... pero no tenía opción, era eso o ser débil.

- ¿Entrenaremos? -. Le preguntó ella.

Éste asintió tomando una pose de combate.
- Imítame -. Le ordenó.

Zarpa Enlodada se puso intentando igualarlo lo más posible. Aquella pose era complicada porque dependía de mucho equilibrio.
La pose era una similar a la que usaban para la cacería, pero también tenía cosas diferentes, como que tenías que tener el cuerpo más estirado hacia atrás y las patas delanteras más atrás, haciendo que te tambaleáras. Sin embargo Acecho de Ratón permanecía quieto observándola.

Cuando estaba apunto de lograrlo, el peso la venció y cayó de bruces contra la nieve.
Se levantó soltando un bufído molesto y escupiendo nieve.
Giró la cabeza hacia el guerrero y observó que en su mirada solamente había risa.

- Prueba usar tu cola para equilibrarte -. Le aconsejó.

Ella volvió a intentar hacer la pose y esta vez colocó su cola en una posición firme. Para su sorpresa el equilibrio permaneció en ella, incluso pudo imitar con más claridad a Acecho de Ratón.

- Bien -. Ronroneó el guerrero.
- Ahora has esto.

Con velocidad saltó hacia delante provocando una ráfaga de viento.
Éste se sacudió en el aire y esquivó como si intentara atacar algo invisible.
Al momento de aterrizar al otro lado dió un giro bien y perfecto y con las zarpas dió un girón en el aire.

Ella lo miró boquiabierta. Jamás había visto esa técnica, pero era muy potente, cualquier enemigo que se atreviera a luchar contra ella acabaría muerto por los últimos zarpazos.

- ¿Crees que puedas imitarlo? -. Le preguntó Acecho de Ratón.

- Tal vez... pero... ¡¿Cómo hiciste eso!? -. Exigió saber.

- Con mucha práctica -. Le respondió únicamente.

- Pero... ¿Cómo sabías qué movimientos hacer? -. Volvió a decir con curiosidad.

- Tu enemigo siempre buscará atacar un punto débil para facilitar su combate, así que no es muy complicado saber cómo esquivarlo y hacer que pierda el control.
Cuando aterrices jamás debes de darle la espalda a tu oponente, así que gira rápido, tu enemigo estará ya atacándote, pero no contará que al momento de girar le darás un zarpazo, de preferencia que acabe matándolo -. Dijo.

- ¡Eso es increíble! -. Ronroneó fascinada. - Tú calculas todo.

- Tal vez, pero igual hay muchos movimientos más complicados que este, pero que te harán más fuerte que otros -. Añadió.

- ¿Y me enseñarás más? -. Maulló con entusiasmo.

- No, aprenderemos un movimiento cada noche, y eso sí es que lo dominas rápido. No me importaría enseñarte el mismo movimiento varias veces, con tal de que lo aprendas -. Ronroneó.

- ¡Ey! Suena como si dijeras que soy inútil, ¡te voy a demostrar que soy capaz! -. Aulló determinada.

– Bien, sigue practicando hasta que logres derrotarme en un combate usando únicamente ese movimiento –. Le dijo sentándose de nuevo.

– Espera, ¿¡Qué!? –. Dijo sorprendida. – ¿¡Cómo se supone que voy a hacer eso?!.

– Ese movimiento es poderoso, si no logras vencerme con él entonces no eres buena –. Ronroneó con un tono provocativo.

– ¡Ja! O mejor dicho tú habrás sido el mal mentor –. Le soltó con intención de molestarlo.

– Nah, yo entrené a todos mis guerreros, y ahora son un Clan poderoso –. Ronroneó.

– Supongo –. Dijo acomodándose de nuevo en la posición.

Comenzó a imaginar a sus enemigos enfrente de ella. Miles de caras que la despreciaban…
Cerró los ojos y comenzó a ejecutar el movimiento con toda la tranquilidad e inspiración del mundo.
Dejó correr toda su esencia en los movimientos, haciendo que estuviera coordinada.
Sentía a sus enemigos intentando atacarla, y fallando en cada intento, mientras ella daba zarpazos y se movía rápido.
En aquél momento nada le importaba, su mente estaba despejada, y por primera vez se sentía tranquila.
Sentía todo su cuerpo fluir con rapidez, sus movimientos ágiles…
Disfrutaba de practicar pero en ese momento se sentía tan relajada.
Siguió practicando el mismo movimiento una y otra vez, sintiéndose tan ligera como una pluma.
Por fin abrió los ojos y suspiró.

Acecho de Ratón la miró con la boca abierta.
– ¿Cómo es que hiciste eso?

– Supongo que práctica –. Ronroneó risueña.

– Aprendes rápido –. Observó éste. – Pero veamos como desarrollas esto en un combate con un oponente real –. La desafió.

Ella le sostuvo la mirada con un doble desafío.
– Acepto.

– Bien, ponte ahí –. Dijo señalando un extremo del claro.

Zarpa Enlodada asintió y se colocó mientras Acecho de Ratón se ponía en el otro extremo.

Estaba nerviosa, pero también decidida… era su primera vez combatiendo contra alguien real, y más contra el peor enemigo de los Clanes.
De nuevo esa pregunta vino a su mente, ¿por qué había confiado tan rápido en él?.
Se posicionó en la pose de combate y levantó la cola sacudiendola con determinación.

Con un veloz movimiento Acecho de Ratón se lanzó contra ella intentando emplear la técnica. Sin embargo Zarpa Enlodada estaba preparada, y en vez de retroceder se lanzó aún más veloz hacía el guerrero.
Lo embistió chocando contra su pecho e intentando derribarlo.
Éste se giró y le dió un manotazo en la cabeza desequilibrando a la aturdida aprendiza. Ella retrocedió e intentó escapar de su oponente, pero olvidó no darle la espalda jamás a su enemigo y Acecho de Ratón la agarró del cuello jalándola hacía atrás.
La desesperación la invadió y accidentalmente sus garras quedaron desenvainadas, fue demasiado tarde cuando se giró y golpeó al guerrero con sus garras.
Éste la soltó retrocediendo.
Al instante ella lo miró apenada.

– Lo lamento muchísimo, no era mi intención, solamente me desesperé, y yo esta…

– No estuvo nada mal, parece que has dominado todo de la misma manera en la que yo lo haría, estoy orgulloso de ti –. La interrumpió mirándola con satisfacción.

– Pero… ¿no estás molesto? Te ataqué –. Dijo agachando las orejas.

Acecho de Ratón comenzó a reírse.
– No eres la primera que me da un zarpazo, además no me hiciste daño realmente –. Ronroneó risueño.

Ella sonrió más tranquila al saber que no estaba molesto.

– Es todo por hoy –. Le dijo acercándose.

– ¿No aprenderé más? –. Suspiró desilusionada.

– Lo que has aprendido hoy es más que suficiente, sin embargo asegúrate de practicar constantemente, y sobre todo, jamás le muestres esto a nadie –. Conminó.

Zarpa Enlodada recordó sus antiguos planes con respecto a revelar todo a su Clan, sin embargo después de haber conocido mejor a Acecho de Ratón sentía que no podía traicionarlo de ese modo cuando éste se esforzaba por hacerla aprender movimientos de su propio Clan.

Asintió con un ronroneo.
– Gracias por todo –. Dijo con una última mirada al líder antes de internarse en el bosque de nuevo.



Continuará…

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