Fragance

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

1/3

Alex entró en el despacho de Liah Hall sin llamar, la ex prometida de Juliana estaba guardando sus pertenencias en unas cajas y se la veía con muchas prisas. Vause curvó la comisura de los labios y se cruzó de brazos mientras se apoyaba en el marco de la puerta. Hall se quedó mirando seriamente a la que fue la dueña de aquella empresa:

— ¿Piensas irte? O ¿es que vas a reformar el despacho?

— Me voy una temporada de la ciudad

Respondió, aun siendo consciente de que no tenía por qué dar explicaciones a Vause, a la única que tenía que rendir cuentas era a Valentina. Alex entró al despacho y se acercó a una de las cajas y sacó un marco de fotos en el que había una donde salía Liah, Lucho y el hijo de ésta, precisamente prestó mucho más atención en ese niño:

— Un buen empresario ha de ser un buen estratega que siempre piensa en ganar— dijo Vause apartando la mirada de la foto para mirar a Liah— eso decía mi padre, esto no se trata de hacer grandes jugadas, se trata de adelantarse al contrincante— Hall le quitó la foto de la mano y la guardó en su caja, no iba a escuchar a esa mujer, hiciera lo que hiciera en el pasado, su rivalidad con Iris llevó a Oliver a la muerte y Juliana por casi muere— Entonces pensé ¿por qué mi querida madrastra sacaría a Charles de la cárcel?— Liah paró en seco— entonces recordé que la traidora de Liah tuvo un retoñito con él

Liah miró aterrada a la mujer que se acercaba de forma altiva a la morena:

— ¿Qué quieres?

Preguntó Liah:

— Son demasiadas con acciones en la empresa y si la señora Allen no lo consigue de un lado, lo hará por el otro— puso cara de buena samaritana y puso su mano en los hombros de Liah— ¿Puedes dejar de mirarme como si fuera su enemigo? Solo quiero ayudar— puso los ojos en blanco antes de admitir— vale que mis buenas acciones van agarradas de la mano con unos fines egoístas eso nunca lo voy a negar, pero en el fondo quiero ayudaros de verdad— Puso la mano en la mejilla de Liah— déjame protegerte, tan solo tienes que decirme si Charles Van der Woodsen o alguien de Ford Models ha intentado amenazarte.

— No te creo— dijo apartando la mano de Alex Vause— a tus ojos soy una traidora, saldrías más beneficiada si me quito del medio...

Alex chasqueó con la lengua, giró un poco la silla que estaba enfrente del escritorio y se sentó mirándola a la cara, cruzó las piernas de forma sensual:

— En otras circunstancias sí que hubiera hecho todo lo posible para echarte a la calle— admitió Alex, dando la razón a Liah— creía que podría tener a Valentina de mi lado, pero entre su hijita la moribunda, que aún está mentalmente distraída por las secuelas de las drogas y su capricho por la vaquerita, me es más una molestia que una alidada, me recuerda tanto a cuando la encontré en el puente a punto de tirarse— se levantó— pero tú, eres ambiciosa y ya ejerciste de espía una vez, yo te ofrezco protección, a ti— y usando su debilidad de madre— y a tu familia, a cambio de que quitemos del medio a Ford Models y va incluido Charles— Le ofreció la mano— ¿Hay trato?

Liah miró dubitativa la mano de Alex:

— ¿Y Valentina? No pretenderás hacerla daño

— Tengo estima a Valentina— dijo alzando las cejas— pero son negocios— suspiró— echaba de menos a mi confidente, Jane se anticipó y usó el plan que yo había planeado, no tan basto, solo lo suficiente para que se separara de Juliana

Liah se separó un par de pasos:

— ¿Por qué me cuentas esto? ¿Cómo has sido capaz de hacer algo así a tu supuesta amiga?

— Te lo cuento— Alex comenzaba a impacientarse— porque no vas a traicionarme, ya estás en la mira de Ford Models— miró las cajas— si no, no saldrías huyendo como una cobarde, es muy simple, puedes ganar una aliada u otra enemiga más— se acercó y aferró las mejillas de la morena, usando su don de dulce persuasión— junto a mi nadie se atreverá a tocar a tu hijo, siendo mi protegida puedes llegar muy alto— dejó escapar un suspiro— está bien, si no quieres que haga nada a Valentina o a su vaquerita no lo haré, siempre y cuando me ayudes a conseguir sus acciones— se encogió de hombros— ella tiene ya sus almacenes.

Liah apartó la mirada, sopesando el ofrecimiento que pros y que contras había, quería a Juliana y bueno a Valentina la había cogido "tolerancia" no es que fueran las mejores amigas del universo, en el fondo le daba igual llegar más lejos en el tema laboral, pero si Alex Vause podía ayudarla a proteger a su pequeño:

— No quiero que Valentina y Juliana sufran, en el momento en que las hagas daño...

Alex suspiró sonoramente y dejó caer los hombros, dándose por "vencida" o ¿era eso lo que quería dar a entender? Acto seguido lentamente fue curvando la comisura de los labios:

— Prometo no hacer daño a Valentina, ni a tu vaquera, ahora dime ¿te han amenazado?

— Con quitarme la custodia de mi hijo

Alex puso expresión de indignación y posó las manos en los hombros de Liah:

— Yo también soy madre y puedo entender tu miedo— Abrazó a la morena— no dejaré que te separen de tu pequeño.

**

La Dra. Gadot estaba aprovechando el pequeño descanso para tontear con su secretaria, porque sí, era una mujer adulta con fantasías y juegos sexuales donde la encantaba ser la jefa sexy que seduce a su preciosa secretaria, justo la tenía sentada en su escritorio y apunto de meter su mano debajo de su falda, cuando la puerta se abrió de par en par, sobresaltando a ambas mujeres y para que mentir, molestar un poco a Gadot:

— Por dios— dijo con molestia mirando a la recién llegada— ¿No sabes llamar a la puerta? Imagina que hubiera estado con un paciente

Valentina se puso con los brazos cruzados y miró a Carol colocarse la ropa:

— Por mí no hay ningún problema, puedes seguir con tus quehaceres— se apoyó en el marco de la puerta— puedo esperar aquí

Carol puso los ojos en blanco antes de mirar apenada a Gadot:

— Culpa mía por no cerrar la puerta de la entrada.

— No te preocupes— dijo la rubia de acento francés, mientras acariciaba con dulzura el mentón de la morena— déjame a solas con Carvajal— elevó un poco la voz para que la escuchara bien— Que no entiende lo que es pedir HORA

Valentina siguió con la mirada a Carol mientras salía del despacho para dejarlas a solas. Después dio un paso y cerró la puerta tras de sí. Valentina no era de pedir ayuda, no a gente desconocida, en ese sentido era muy diferente a Juliana, la vaquera era capaz de entablar conversación hasta con una planta y dado que Gadot era psicóloga especializada en parejas, pero a fin de cuentas psicóloga, quizás ella podría ayudarla:

— ¿Buscas algún tipo de manual para la superación de un divorcio?

Valentina puso cara de pocos amigos, la pregunta sonó con tono irónico. Obviamente, Juliana agradaba más que Valentina y si iban a ponerse de parte de alguna lo harían por parte de la vaquera, por ello notó que la hizo un poco para molestar a la rubia. Valentina tomó aire, llenando su diafragma y lo soltó, en un sonoro resoplido, restregándose las manos nerviosamente:

— No, no quiero divorciarme, pero— se llevó las manos a la cabeza, si antes le dolía la cabeza por las drogas, ahora la dolía por el exceso de sentimientos— es tan complicado

Gadot se sentó en su asiento de cuero y se apoyó en el respaldo:

— No lo es, al contrario, algo tan sencillo como no seguir adelante con el divorcio

— He hecho muchas cosas, he dicho muchas cosas— se levantó y comenzó a caminar de un lado para el otro— En un intento desesperado de buscar algo de emoción, de sentimiento de... joder he visto carreras y apostado

Gadot arqueó las cejas:

— Y no llamaste a Catalina y a Lizzie, se la pasan la vida haciendo apuestas absurdas.

Valentina se volvió a sentar y apoyó los codos en la mesa, puso las manos a la frente:

— Si al menos fuera eso, peleas de perros ilegales también— Gadot puso una mueca— Dios, no sentía nada y no me causaba impresión, pero ahora recordar esos animalitos, si Juliana se enterara me odiaría— su respiración comenzó a acelerarse— Juliana, es la que peor he tratado ¿Cómo pretendes que siga con ella y mirarla a la cara? — Escondió el rostro con sus manos avergonzada y dolida— ¿Cómo hacer como si nada? A veces siento que mi hija está pasando por esto como castigo.

La Dra. Gadot se levantó enseguida, rodeó la mesa y se colocó al lado de Valentina, apartando sus manos de la cara para mirarla a los ojos:

— Valentina, no puedes atribuirte la culpa de que tu hija esté enferma, conoces a Juliana, tiene un corazón precioso, ella lo entenderá...

Valentina la miró con ojos llorosos:

— Y si no quiero que lo entienda y si no quiero que me perdone...

— Tampoco ganas nada martirizándote

Intentó consolar la doctora, Valentina se miró las manos, antes de entrelazar sus dedos para controlar los temblores:

— No me fio de alguien, de una persona que está obsesionada y tengo miedo, Juliana por casi muere una vez y ahora mismo pueden intentar hacerme daño de muchas formas— tragó saliva y se le encogió el pecho de solo pensarlo— Juliana y mis hijos...

— No entiendo ¿Es que alguien te ha amenazado?

Valentina agarró las manos de Gadot:

— Yo no me drogué voluntariamente, me drogaron— Gadot arrugó la frente pensativa— En un principio pensé que Alex Vause me cedió su empresa con intención de ayudarme a vengarme de Oliver— negó con la cabeza— estoy empezando a creer que es una treta para mantenerme de una forma u otra en su vida...

— Valentina, si es cierto lo que me estás diciendo de Alex Vause ¿no te das cuenta de que es enfermizo?

— Tan enfermizo como para creer que es capaz de hacer daño a mis seres queridos, sí

Gadot la miró con desacuerdo y se alejó un par de pasos:

— ¿Y le darás el gusto de someterte solo por gusto a ella?

Valentina se puso seria y se levantó:

— No, solo la haré creer que me someto a ella, a menos hasta que encuentre la forma de deshacerme de todos ellos— Se llevó las manos a la cabeza de frustración— ¿Ves cómo es tan complicado? Tengo que lidiar con la enfermedad de mi hija, con Alex Vause, con los desquiciados de Ford Models...

— Y tu culpabilidad

Valentina agachó la cabeza:

— Sobre todo eso ¿Qué hago?— gruñó— Alex no me va a dejar así como así por mucho que la dé las acciones, de ser así me las habría pedido directamente y en vez de eso se está esforzando demasiado para que me divorcie

— Y le darás el gusto

Acabó diciendo Gadot, se acercó a la rubia que de una forma u otra pues acabó cogiéndole cariño, aunque en sus tiempos casi le saca los ojos de los celos que la daban y todo por acercarse a Juliana:

— No te divorcies por proteger a unos aun creyendo que será para encontrar una solución, acabarás perdiendo a Juliana, encontraremos una solución— tomó aire— Quizás si conozco a esa tal Vause y conociendo su historia, pueda encontrar una solución referente a ese tema y por Ford Models, Valentina— Puso las manos en los hombros de la rubia— en sus tiempos, te llamaban satanás por algo, en cuanto la relación con Juliana, joder que me dedico a salvar matrimonios— puso los ojos en blanco antes de admitir— bueno los hay que no se puede hacer nada, pero el tuyo sí...

Valentina agarró las muñecas de Gadot:

— Me gustaría que usaras el secreto de sumario y no divulgues nada de lo que te he dicho.

— ¿por quién me has tomado Valentina? Tan solo dime que no harás una locura sin haberlo pensado antes.

Valentina asintió con la cabeza y dio unos pasos hacia la puerta:

— Tengo que ir al hospital

— Valentina— la llamó sin moverse de su sitio, la rubia observó como Gadot ponía cara apenada— siento mucho lo de Julia, parecerá difícil pero no hay que pensar en negativo y tener fe en que se pondrá bien.

Valentina sonrió con ironía:

— Fe, un día la tuve y acabé siendo la mano que firmara la muerte de mi hijo.

— No es el mismo caso y lo sabes

— Hasta más ver, Dra. Gadot

Aquella mañana Julia no había amanecido tan animada, todo lo contrario, se había despertado muy cansada y se quejaba mucho de que le dolía, siendo tan pequeña le costaba expresar con exactitud que le dolía y aquello le llenaba de ansiedad a la vaquera, que en más de una ocasión habló con las enfermeras pidiendo que la suministraran algo que aliviara el dolor de su pequeña, pero siempre tenía las mismas respuestas "veremos que podemos darla para el dolor" o "hablaremos con el doctor para ver que podemos darla" sabía que no eran médicos, que eran enfermeras y no estaban autorizadas a recetar nada, pero es que la mataba ver a su niña llorar. Hasta que por fin la aparecieron con un gotero en el que suministrar algo por vía intravenosa para aliviar su dolor:

— Si necesitan algo más solo tienes que llamar

Dijo la enfermera tanto a Lupe como a Juliana, en lo que hacía efecto tanto su madre como la abuela trataron de distraerla, hasta que quedó dormida:

— ¿Qué clase de madre es Valentina que todavía no está aquí?

Criticó Lupe, la vaquera miró seriamente a su madre:

— No hables así de Valentina, es la madre de tus nietos

— Y tú su pelele, hace contigo lo que la da la gana— dijo Lupe con disgusto— Tal y como hacía Liah

Juliana puso una mueca:

— Por dios, ni que tú fueras diferente, tratas a padre de igual manera

— No confundas— dijo Lupe con enojo— tengo mi carácter sí, pero amo a tu padre y nunca lo trataría como lo hace tu mujer muchas veces, yo no le obligo a ser como es y lo respeto y aunque no lo parezca lo mimo— La mujer se colocó al lado de Juliana y la acarició la mejilla— una madre siempre va a velar por la felicidad de sus hijos y me duele que sufras por alguien que no sabe valorarte, yo valoro tanto al bruto de tu padre como a tu hermano o a ti, por eso muchas veces puedo parecer odiosa por sobreprotegerte— Miró a Julia— y quiero a mis nietos— aunque dijo con desacuerdo— aunque los tengas en pecado por no bautizarlos— Juliana puso los ojos en blanco, iba a responder cuando entró Valentina por la puerta con un montón de bolsas— vaya, por fin el diablo apareció

Valentina se mordió la lengua y forzó una sonrisa:

— Buenos días para usted también— se acercó a un sillón que estaba junto a la pared del frente y dejó las bolsas ahí, mientras musitaba— vieja endemoniada

— Rompe penes

Contestó Lupe con el mismo tono de voz. Juliana que hasta el momento las había "ignorado" ya que siempre estaban igual, pareció reaccionar ante el comentario de su madre, palideciendo y poniendo los ojos como platos:

— Madre

Lupe puso una mueca:

— Me voy a por un café

La mujer se dispuso a salir cuando escuchó musitar a la ojiazul:

— Gracias a dios, huele demasiado a azufre demonio

La señora paró en la puerta y rio con ironía antes de contestar:

— Se llama fragance by Valentina Carvajal

Dijo Lupe mientras la lanzaba un besito al aire, Valentina sonrió:

— ¿La gusta? Me inspiré en usted

Y mientras soltaba una risita falsa le enseñó el dedo corazón:

— Valentina

Dijo Juliana a cada vez más alucinada por el comportamiento de la que aún era su mujer y su madre. Lupe hizo un gesto con la mano en el aire y se marchó. Bueno, a diferencia de Liah, es que Valentina si tenía que decir algo a la cara lo hacía, su ex nuera era de las que lo hacían por la espalda, pero bueno, hasta el final de la relación Liah no hizo llorar a su niña, no como lo hacía la mala pécora de Valentina.

La rubia se acercó a la niña que estaba profundamente dormida, no tenía la siguiente sesión hasta el día siguiente, esperaba encontrársela despierta. Juliana miró las bolsas que había en el sillón:

— ¿Qué es eso?

Valentina se sentó en la cama y respondió:

— Compre cuentos, no sé algún juguete y un reproductor de películas portátil, para que se entretenga— La acarició la cabecita con cuidado de no despertarla— ¿qué tal se encuentra hoy?

— Se ha despertado quejándose de que la dolía

En ese momento Valentina miró con el ceño fruncido a Juliana, intentando de controlar el tono de su voz para no despertar a la pequeña Julia:

— ¿Por qué no me has llamado antes?

Juliana se acercó a Valentina y puso sus manos en los brazos de la rubia:

— Valentina, no te hagas mala sangre, el infarto fue hace poco, también necesitas descansar.

Valentina aparó la mano de Julia y las colocó también en los brazos de la vaquera:

— No entiendes que ya no quiero fallarles ma...

Intentó explicar la ojiazul, hasta que tomó aire con expresión de sorpresa y dejó caer una lágrima, Juliana miró a su brazo donde estaba la mano de Valentina, pues es donde se había quedado mirando la rubia, quedándose con el detalle de que en el anillo de casada se le había quedado enredado un mechón de cabello. La vaquera también se quedó un poco consternada, claro que ya las habían avisado de ese detalle, pero ¿tan temprano? Juliana hizo de tripas corazón, agarró la mano de Valentina y retiró el mechón de cabello, aferró de las mejillas a Valentina para fijar su mirada cristalina por la humedad retenida:

— Esto es temporal, en cuanto acabe el tratamiento y se ponga buena volverá a crecer— retiró la humedad de las mejillas de Valentina— necesita a su mamá fuerte, en unos días nos la llevaremos y nos necesitará— la atrajo y la abrazó, para consolarla y porque ella como ser humano también necesitaba a alguien que la abrazara, temía que no lo hiciera, pero Valentina apoyó su cabeza en el hombro de la vaquera y la abrazó más fuerte— Se pondrá bien

Repitió la vaquera casi en un susurro y ya más para convencerse a sí misma que a la mismísima Valentina Carvajal.

_______________

Esta historia NO me pertenece, es una adaptación realizada con la autorización de su autor @Elio_kin

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro