Respetate

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Alex Vause, no mataba, a no ser que amenazaran directamente a sus seres queridos, no, ella usaba juegos muy sucios y ya tenía en la mira a los lacayos de la señora Allen, como bien le comentó a Liah, "Los peones de un ajedrez son sobrevalorados y no es hasta que se convierten en damas peligrosas cuando se les toma en cuenta" así que fue a la primerita que la traicionó, su querida "prima" Jane. Llevaba días estudiándola, como buena acosadora, sabía sus movimientos y no iba a esperar que la pillaran usando sus drogas de diseño, ya tenía su ficha policial, así pues, con la ayuda con un colega del departamento de policía, obviamente que no dudaba en ser un corrupto si le daban buenas sumas de dinero y con la ayuda de Liah Hall, esperó a que Jane saliera del gimnasio y justo cuando estaba guardando su mochila en el coche, una Alex Vause en ropa deportiva abordó a la joven Jane justo cuando estaba metiendo sus cosas en el maletero:

— Vaya— dijo Vause con fingido disgusto— Una no puede ir al gimnasio tranquilamente— Se apoyó en el techo del Ford Fiesta color rojo de Jane— me he tenido que encontrar con la rata de Jane

Jane que no tenía ningún miedo a Vause, aun sabiendo de que si se la apretaba demasiado podía sacar los espolones venenosos para acabar con su vida, se acercó a ella para encararla:

— ¿Ahora soy una rata? No dijiste lo mismo cuando acudiste a mi— se cruzó de brazos y con la cabeza bien alta— entiéndelo, al igual que tú hago negocios y la señora Allen me ofreció una mejor tajada que tú— Curvó las comisuras de los labios con mMariana— es una lástima que Carvajal no la palmara

— Ya sabes, mala hierba— Vause miró disimuladamente a una mujer un poco más baja que ella acercarse al maletero e intercambiar la mochila de Jane por otra— nunca muere— en cuanto Liah se alejó a paso ligero, Alex dejó de apoyarse en el coche— Hiciste mal en tocar lo que es mío

Jane comenzó a carcajear como si la hubiera contado un buen chiste:

— Te importa una mierda Valentina Carvajal— se encogió de hombros y fue hasta el maletero para cerrarlo— lo que pasa es que tu amada mujer, a la que le niegas el divorcio, te dio la patada— La expresión de Alex cambió— Y ahora que estás sola, quieres tener a tu lado a la sumisita de Carvajal, pero sabes ¿qué? — estaba arriesgando al enfadar a Vause— No veo que siga lamiéndote el culo

Alex dio unos pasos para seguir a Jane:

— Cuidado, será mejor que me respetes o...

Jane paró junto a la puerta del piloto y miró altiva a Alex:

— ¿O? ¿Me vas a matar aquí? — preguntó altanera— vamos, deja el camino libre a tu enemigo— Alex paró y Jane sonrió triunfante— ya decía yo

Alex contó hasta tres antes de volver a sonreír con frialdad:

— Cuidado, el Karma existe

Jane abrió la puerta del coche y se montó:

— En ese caso nos veremos en el infiero, perra

Cerró la puerta del coche y encendió el motor. Alex se apartó y después de observar como el coche se alejaba, comenzó a sonreír triunfante. Liah se acercó a su nueva "aliada" que no dejaba de mirar la dirección por donde se había marchado la que fue su confidente:

— ¿Qué había en la bolsa? — quiso saber Liah, pues Alex la había contado parte del plan, no de que iba el plan en sí— pesaba mucho

Alex miró a Liah y sin borrar la sonrisa, pasó su brazo por los hombros de la morena:

— Todo a su tiempo— con su mano libre sacó el móvil de su bolsillo y marcó un numero— Agente Gómez puede proceder— Colgó el móvil y miró a Liah— ¿nunca te has planteado tener 365 días de placer?

Liah se separó incomoda de Alex:

— Estoy casada y quiero a mi marido

Alex curvó la comisura de los labios:

— Ya...

Jane se había desviado a la autopista, se puso la radio para distraerse y no pensar en el encuentro que había tenido con Alex. De hecho, llevaba días con mal genio y maldiciendo que la pequeña mocosa de Carvajal y Juliana se hubiera puesto enferma, sería demasiado raro tener un encuentro "fortuito" en el hospital con la vaquera, se la pasaban metidas en el hospital, las dos y aunque había rumores de que se iban a divorciar, no iba a correr el riesgo de acercarse con Valentina Carvajal. Unas luces azules y rojas reflejadas en el retrovisor del centro la llamó la atención. Extrañada se hizo a un lado, no había excedido la velocidad, bajó la música de la radio y bajó la ventanilla cuando un policía se acercó al vehículo:

— ¿Puedo ayudarle en algo? Agente

El policía miro el coche y después a la chica que estaba al volante:

— ¿Puede darme documentación y los papeles del coche?

Jane comenzó a sacar su documentación y los papeles del coche. Era molesto parar, pero optó por colaborar, total, no tenía nada que ocultar. El agente de policía miró los papeles y después la documentación, que enseguida se lo pasó a su compañero para que revisara que estuviera en regla:

— Recibimos una llamada en el que robaron un coche con estas características— dijo el agente mientras la pasaba los papeles del coche, todo en regla— solo es rutina

El compañero del policía salió de su coche totalmente serio y se acercó al agente que estaba junto a la ventanilla, le susurró algo que hizo reaccionar al agente, separándose de la puerta y ordenó:

— Puede salir del coche con las manos en alto y abrir su maletero

Jane puso los ojos en blanco, maldijo tener el lastre de su ficha policial, alguna vez ha tenido que pasar por eso, "uy, una narcotraficante de drogas modernas puede llevar drogas" la chica salió del coche con las manos en alto y se acercaba al maletero:

— Oigan, llevo tiempo limpia— dijo abriendo el maletero— esto ya es acoso policial

El policía que tenía la mano en la empuñadura de su arma reglamentaria hizo una señal con su cabeza en cuanto vio la mochila idéntica a la que usaba para ir al gimnasio:

— Abra la bolsa

— O por el amor de Dios— dijo quejumbrosa la chica— es una bolsa de deporte, acabo de salir del gimnasio...

En cuanto abrió la bolsa quedó paralizada y boquiabierta, había un montón de fardos de droga. El policía que estaba detrás sacó su arma y la apunto a la cabeza:

— LAS MANOS A LA CABEZA Y ALEJESE DEL COCHE ¡AHORA!

Jane rápidamente hizo lo que le ordenó el policía y se alejó:

— Oigan, esto no es mío, alguien lo ha puesto ahí

— Claro y yo soy Mery Poppins

Dijo el policía mientras esposaba a la mujer y comenzaba a tirar de ella para meterla en la parte trasera del coche policía. Jane enojada repasó mentalmente los pasos que había dado aquel día y solo se le ocurría un nombre "Alex Vause" pues si pensaba que había ganado estaba muy equivocada, solo conseguiría enfadar aún más a la señora Allen.

Alex estaba en su despacho junto a Liah, esperando la llamada del agente confirmando que su plan había funcionado. Hall prefería mantener el silencio, la presencia de Alex muchas veces podía llegar a ser muy perturbadora. Hasta que después de una larga espera, la eterna espera para Liah, el teléfono que estaba encima del escritorio comenzó a sonar. Alex descolgó y respondió:

— Despacho de la señora Vause

Hall achicó los ojos, por lo que tenía entendido, Valentina solo había dado autorización a través de un notario para sustituirla temporalmente, pero en ningún momento la había dado la posesión de sus acciones, de ser así, no la necesitaría para conseguir las acciones de Juliana y Valentina, evidentemente, se le pasaba por la cabeza la posibilidad de que también quisiera los suyos. Temía que la empresa cayera en manos de Alex, la fama de Valentina fue gracias a que aprendió de Vause, aquello pasaría de democracia a dictadura. Vause colgó el teléfono y sonrió satisfecha, la foto que tenía de Jane sobre la mesa boca arriba la giró:

— Nuestra querida Jane no molestará durante un buen tiempo

Liah asintió con la cabeza:

— Ahora Charles, me quedan dos días antes de que mande un abogado queriendo quitarme la custodia.

— No, primero está Roan— Liah miró con desacuerdo a Vause— quiero que llames a Charles, conciertes una cita y trates de averiguar todo lo que puedas de Ford Models, de la señora Allen, si tienen más aliados— Hall se iba a quejar cuando Alex insistió— no te preocupes, al igual que Jane nos quitaremos del medio a Charles, Liah— dijo acercándose a la morena y la agarró de la mano— de verdad que has hecho un buen trabajo y ahora entiendo por qué Iris te contrató como espía, eres buena en esto.

Liah acabó sonriendo sorna:

— No te puedes imaginar cuanto— miró las fotos que estaban aún boca arriba, estaba Roan, Charles, la señora Allen, también Valentina y Juliana— ¿Qué tienen que ver en esto?

Dijo Liah señalando con la cabeza las fotos de Valentina y Juliana. Vause se apartó de Liah y retiró a un lado las fotos de Valentina y Juliana:

— Nada, no te tienes que preocupar de que las haga nada

Hall asintió con la cabeza y se dispuso a marcharse, bueno, Valentina no tenía cabeza para encarar todo, de veras que sentía lo que estaban pasando con la pequeña Julia. En parte también lo hacía por protegerlas, aunque Alex la había hecho reflexionar y despertar en ella una pequeña parte que había permanecido dormida por mucho tiempo, su ambición. Después de salir del despacho miró a la puerta cuya placa había sido cambiada por la de "Sra. Vause":

— Soy buena y también aprendo muy rápido

Musitó la chica antes de marcharse de la empresa. En su casa ya estaba Lucho, cuidando de su pequeño.

Valentina y Juliana tuvieron una acalorada discusión, todo por la suegra, Valentina quería quedarse en el hospital, la tocaba quedarse en el hospital, pero Lupe se había encaprichado con quedarse esa noche y a Juliana le pareció buena idea, no por llevar la contraria a Valentina, simplemente porque eran humanas y aunque quisieran estar junto a su hija las 24 horas, la preocupaba la salud de la que aun era su mujer, desde que la habían dado el alta estaba de idas y venidas, pasando largas noches en el hospital, cuyo sillón no era para nada cómodo:

— Valentina— dijo Juliana parando en el pasillo antes de llegar a la puerta de su piso— Solo será esta noche, ya la dejé claro que si pasaba algo no tardará en llamarnos— La ojiazul seguía mirándola con enfado— Tienes que descansar también

— Ya descansé anoche, Juliana

La respondió dejando caer los hombros, ya cansada de discutir pues ya era inútil, ella estaba ahí y la irritante de su suegra con su hija. La vaquera la aferró de las mejillas para fijar su mirada y seguir hablándola con dulzura:

— Mañana te quedas tú con nuestra niña y si mi madre dice algo, le digo a Diego que la convenza de ir a Aspen o diga que su mujer está otra vez embarazada, seguro que la da un infarto

Valentina curvó la comisura de los labios:

— Los Valdés siempre tan brutos— aferró la mano de la vaquera y dijo con expresión afligida— al menos tu cuñada se merece a Diego, yo soy solo la súcubo que sedujo a la inocente Juliana Valdés y quedó en estado en pecado— Juliana dibujó media sonrisa— y como pasó en mi primer matrimonio no supe cuidarte

La vaquera puso cara seria, casi de enfado:

— Valentina, tu no tuviste la culpa de que te divorciaras de Oliver, lo siento si ahora es difunto, pero no fue un santo y...

— Ahora soy yo que te ha tratado de igual forma...

La vaquera se puso seria, bueno, Ballesteros antes de pedir el divorcio ya había tenido como amante a Iris y a varias más, así que aquello no sonó muy bien:

— Valentina— Dijo con miedo de escuchar la respuesta de su mujer— ¿no me habrás sido infiel?

Valentina miró con sorpresa a la vaquera, quizás en otros momentos se hubiera enfadado y gritado "¿Qué la pasaba?" toda indignada, pero dado que durante meses había sufrido sus desplantes, después de haberla ignorado y que vergüenza la suya, por el contrario, haberla acosado y la palabra "violar" era muy fea, pero algo así a la pobre vaquera que aún seguía ahí, enfrente, mirándola como desde el primer día. Valentina negó con la cabeza y puso sus manos detrás de su nuca:

— Jamás te he sido infiel— dijo mirándola a los ojos y llena de convicción— quisiera decirte que "nunca" te haría eso, pero dado como te he tratado los últimos meses

— Valentina— dijo Juliana con voz suplicante y juntó su frente con la de la rubia— No me dejes yo te amo y...

Valentina se separó y la miró casi estupefacta, caminó un par de veces de un lado para el otro, la mirada marron de Juliana brillaba por la humedad:

— ¿Cómo puedes ser capaz de decirme eso? — dijo Valentina sin comprender— ¿Cómo puedes ser capaz de querer tenerme a tu lado después de cómo te he tratado? ¿Qué hay de la vaquera llena de dignidad que conocí? Juliana, te he gritado, te he insultado, te he pegado, te he dicho que no te amo y te he maltratado de todas las formas existentes— Juliana se puso con los brazos en jarra y retiró la mirada, Valentina dio unos pasos a la vaquera y la aferró de las mejillas para fijar su mirada— Deberías de pensar en buscar a alguien que te quiera y te respete, alguien que te merezca más que yo...

— Valentina no solo eres la madre de mis hijos y debe ser que perdí mi dignidad, porque incluso después de todo eso sería capaz de interponerme entre una bala y tú

Valentina acabó abrazando a la vaquera y apoyó la cabeza en su hombro, Juliana la estrechó entre sus brazos:

— No puedes hacer esto— Acabó diciendo— No puedes ponerme en un pedestal y perdonarme cualquier cosa, es hora de que vayas respetándote

La rubia se separó de la vaquera, se quitó las lágrimas de las mejillas y se acercó a la puerta, a punto de llamar al timbre, pues se escuchaba a los culos inquietos de sus hijos volviendo loco a su abuelo:

— No quieres que te perdone, te sería mucho más fácil para tu autocastigo— Acabó diciendo la morena mucho más seria, comenzó a caminar hacia Valentina— ¿Hemos vuelto "Soy mala" y solo valgo a utilizar a la gente y que me utilicen? Querer perdonarte es mi decisión, no tuya— Apretó los músculos de su cara— ¿Y si me niego a darte el divorcio?

— No vayamos a discutir eso ahora

Acabó diciendo Valentina entre susurros, llamó al timbre y espero a que Macario abriera, gracias a dios que no tardó mucho, pues la situación con Juliana en esos momentos estaba siendo demasiado incomoda, la cosa es que una versión "diferente" a Macario abrió la puerta del piso, pues estaba vestido con un tutú rosa del cual desconocía de su existencia, una peluca rubia con una enorme trenza y la barba recogida con una goma. El hombre con toda su seriedad respondió ante la reacción estupefacta de Valentina y Juliana:

— Soy la princesa Rapincel

— Princesa Rapuncel

Dijo Mariana corriendo a abrazar a su madre Valentina. La vaquera entró con terror de encontrarse la casa patas arriba y sus miedos fueron enfundados cuando encontró al perro también con un vestidito en una esquina con las orejas agachadas, en el salón un intento de cabaña y maquillaje hasta en las sillas, a Valeria con una espada de juguete apuntando a Mateo que estaba atado y amordazado:

— Valeria cariño— dijo la vaquera mientras se agachaba a desatar al niño— ¿Qué haces?

— Jugar, el hace de ogro malo

Valentina estaba boquiabierta, con Mariana en brazos, mirando el salón, si es que se podía llamar así:

— Está bien, creo que es hora de ducharse— dijo mientras controlaba sus nervios— cenar, dejar al abuelo y dormir porque mañana hay cole

— Noooo

Comenzaron a decir quejumbrosos los tres niños, Valentina dejó a Mariana en el suelo:

— Mañana juegan más con el abuelo

Aquello se iba a convertir en un campo de batalla, cuando se escuchó el timbre. Juliana decaída pasó por el lado de Valentina, para que fuera con la pequeña Valeria al baño, abrió la puerta y no le dio tiempo a mucho cuando sintió que estaba empotrada contra la pared y en el aire mientras que el bruto de Jacobo la agarraba de la pechera, Lucia casi estaba colgando de su brazo para separarlo de la vaquera:

— ¿Cómo que vas a dejar a mi niña?

— Jacobo detente

Decía Lucia intentando que soltara a Juliana. Valentina al ver el percal corrió para agarrarle del otro brazo y tirar de su padre:

— Papá para, que no sabes por dónde van los tiros

El único que fue capaz de separar a Jacobo de Juliana fue Macario:

— Suelte a mi hija animal

Jacobo que había chocado con la pared miró de pies a cabeza al señor Valdés:

— Cariño, no recordaba a la señora Valdés tan grande y barbuda— dijo Jacobo con su genio— su hija me tiene que dar muchas explicaciones— Macario achicó los ojos, Jacobo hizo lo mismo, como si ya estuvieran amenazándose con ese gesto— Vieja pajarraca

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Esta historia NO me pertenece es una adaptación realizada con la autorización de su autor @Elio_kin

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