capítulo 13

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Lexa acercó a Clarke a su casa, prefería tener esa privacidad, pues no se sentiría cómoda hablar de ciertos temas con Abby bajo el mismo techo. En un principio iba a deja a Aden en casa de su madre, pero la ojiverde la aseguró que por el momento estaría seguro con ella. Así pues, la ayudó a colocar la cuna portátil en el salón. Clarke cuando entró en su casa sí que notaba el ambiente distinto, menos lúgubre y negativo:

- No puedo asegurar que la limpieza dure mucho, pero al menos tendrás paz por unas semanas- explicaba la ojiverde mientras abría la cuna, Clarke la observaba mientras acunaba al pequeño- espero que sea más que suficiente para librarte de...- colocó el cogin y miró a Clarke- bueno, ya sabes, será mejor no nombrarlo dentro de estas paredes y para alargar la paz todo lo posible, es recomendable que enciendas unas velas que te daré.

Clarke dejó a Aden dentro de la cuna y apoyó ambas manos en la valla acolchada de color azul oscuro, estaba decorado con animalitos y observó como el niño se agarraba los piececitos:

- No sé cómo agradecértelo, ni cómo puedes ayudarme después de todo lo que te he llegado a decir.

Lexa posó la mano sobre la de Clarke, la rubia movió la cabeza para mirar a Lexa que estaba a su lado, mirando a Aden:

- Sí que se parece mucho a ti.

Clarke curvó la comisura de los labios y miró con orgullo a su hijo:

- Sí.

- Ven- dijo Lexa agarrando la mano de Clarke para guiarla hasta el sillón y tomar asiento- tenemos que hablar.

La rubia tragó saliva y se tomó un par de minutos para armarse de valor, minutos que Lexa respetó:

- ¿qué te dijo?

No hizo falta pronunciar su nombre, Lexa supo que se refería a Finn:

- Una de las razones por las que permanecía atado a este mundo era que estaba muy arrepentido, se arrepentía de no haber estado cuando tú más lo necesitabas- Clarke agachó la cabeza y cerró los ojos con pesar- que aun después de todo él nunca dejó de quererte y que espera que algún día puedas perdonarlo.

Clarke miró con ojos cristalinos a Lexa:

- Y él ¿podrá perdonarme algún día?

La ojiverde acarició con dulzura la mejilla de la rubia:

- Él ya te perdonó y encontró la paz allá donde esté- Se separó un poco y dejó escapar un suspiro- era un buen tipo, casi me hace sentir mal por...- miró a Clarke, ésta esperó con cierto nerviosismo a que siguiese hablando- Finn lo sabía, encontró las cartas que nunca me enviaste.

Clarke puso expresión compungida y cerró los ojos, casi avergonzada:

- Quería a Finn, de verdad, le llegué a querer mucho, tanto como para querer formar una familia con él, esas cartas- fue incapaz de mirar a Lexa- una parte de mi fue incapaz de olvidarte, no digo que pensase en ti todos los días, pero sí, había días que veía algo que me recordaba a ti y me preguntaba qué era de ti, si me habías olvidado o si seguías odiándome.

- Te entiendo- dijo mientras agarraba su mano para darle confort- oye, no siempre se ama con la misma intensidad, sé que quisiste a Finn y él lo sabía, en el fondo yo tampoco llegué a olvidarte del todo, Clarke, fuiste mi mejor amiga, mi confidente, la primera en quien pensaba para decirle cualquier cosa buena que me pasaba.

La rubia curvó levemente los labios:

- ¿es demasiado tarde para recuperar eso?

Lexa aferró las mejillas de Clarke y se acercó para depositar un dulce beso en su frente, antes de apoyar la suya, la rubia posó sus manos en los hombros de la ojiverde, anhelaba besar sus labios, pero se contuvo, permaneciendo así durante unos minutos:

- No es demasiado tarde.

Clarke se abrazó a Lexa y apoyó su mejilla en su hombro:

- ¿ahora qué hacemos?

- Terminar las navidades- rio entre dientes- mi madre está empeñada en celebrarlas juntas, así que posiblemente haga una cena por año nuevo- Clarke recordó lo que sabía de la señora Woods y enseguida se sintió incomoda, pues no le concernía a ella decirle a Lexa, es algo que tenía que decirle Indra- Seguramente quieras pasarlo con tu madre, pero ¿por qué no venís? Seguro que le hará ilusión y quizás Aden le quite el mono de ser abuela y de pedirme que me embarace.

Se separó para ver la cara de Clarke, en un principio la ojiverse se permitió sonreír, una sonrisa que no duró demasiado, pues al ver a la rubia algo distraída se preocupó:

- Pero si prefieres pasar el año nuevo solo con tu familia lo entenderé.

Clarke salió de su ensimismamiento:

- No, no es eso, claro que me gustaría y a mi madre le haría ilusión ver de nuevo a tu madre, se lo diré, seguro que juntas les sale la vena cocinillas- Lexa volvió a sonreír y aferró la mano de Clarke algo más entusiasmada- se me ocurre, que podemos recuperar una vieja costumbre.

- ¿cómo cuál?

Clarke curvó las comisuras de los labios y dijo con tono cómplice:

- Tengo palomitas, podríamos ver una película como hacíamos cuando éramos jóvenes.

- Me gusta la idea.

Hacer algo cotidiano después de unos días tan duros, para ambas, resultaba reconfortante, no podían poner el volumen demasiado alto ya que Aden tenía sus horas de sueño. Clarke preparó el bol de palomitas y se arroparon con una manta, entre ambas escogieron una película, las de terror estaban completamente descartadas, suficiente miedo y sustos habían pasado en los últimos días, el drama también lo descartaron, quedando dos géneros, Clarke votó por ver una romanticona y Lexa propuso ver una de comedia absurda, entrando en debate:

- ¿Desde cuando no te gustan las películas de comedia romántica?

- Idealiza el romanticismo comercial, un romanticismo que crea expectativas y luego llega las decepciones, porque el amor es mucho más complejo que una caja de bombones y un te amo.

Clarke alzó las cejas:

- Pero si tengo enfrente al grinch de San Valentin- achicó los ojos- y dime Grinch de ojos verdes ¿la comedia absurda te es más realista?

- Diría que la mayoría de las películas de comedia emplean de una forma u otra la sátira y se puede considerar una forma de critica a la sociedad, pero si quieres escoger la misma historia de Sandra Bullock.

Clarke bufó:

- ¿Cómo qué la misma historia?

- Vista una película de Sandra Bullock, vista todas.

La ojiazul achicó los ojos y señaló con el dedo índice a Lexa:

- Con Sandra Bullock no te metas, es una gran actriz- negó con la cabeza- está claro que no tenemos compatibilidad cinéfila.

- Puedo ver ese tipo de películas, solo que me parecen repetitivas y poco realistas, es todo.

Se defendió encogiéndose de hombros:

- A ver- rebatió la rubia- son películas, su cometido es entretener y hacer que la gente se olvide de su mierda de vida durante dos horas, me parece bien que no sea realista.

Lexa rio entre dientes:

- Está bien, veamos una de comedia romántica.

- No, no quieres ver una comedia romántica.

- Me has convencido con eso de que están para hacernos olvidar la dura realidad.

Clarke negó con la cabeza y comenzó a hacer zaping con el mando a distancia:

- Accedes para complacerme, cuando éramos unas crías también hacías lo mismo.

- Clarke, te aseguro que no lo hago para complacerte y solo por esa mierda de comentario- le arrebató el mando a distancia- escojo yo la película. 

Al final vieron un clásico de la época navideña ¿el Grinch? Ya le gustaría a Lexa, pero en el fondo complació a Clarke viendo "Love actually" y a pesar de ser una película con sus tópicos, Lexa dio su opinión al respecto:

- Esa tal Julliet me cae como el culo, Daniel me cae bien, Liam Neeson siempre es bien.

Clarke frunció el ceño:

- ¿Por qué no te cae bien Julliet? A mi me parece dulce y Keira Knightley siempre me a parecido una actriz muy guapa.

- Tu percepción está siendo influenciada por la atracción que sientes hacia la actriz- dijo Lexa alzando una ceja- pero vamos, se casa y ¿qué hace cuando descubre que el mejor de su amigo está enamorado de ella? Lo besa y le agradece- chasqueo la lengua y negó con la cabeza- la típica chica mona cuyo ego está por las nubes por tener a los hombres comiendo en la palma de sus manos.

Clarke bufó:

- Según tú ¿qué tendría que haber hecho? ¿Escupírle cuando saca el segundo cartel?

- No, ser clara, no darle alas, tiene al marido dentro de la casa...

Clarke posó su dedo índice en sus labios para silenciarla:

- Es solo una película, Lexa.

Lexa dibujó media sonrisa, apartó su mano y acarició la mejilla de la ojiazul con dulzura, Clarke le devolvió la sonrisa y mantuvo su mirada, con cierto magnetismo fueron acercándose hasta que sus labios estuvieron a punto de rozarse, Clarke contuvo el aliento mientras sentía como el ritmo cardiaco se aceleró y cuando estuvieron a punto de culminar en un beso, Aden comenzó a llorar, haciendo que ambas adultas se separasen:

- ya va siendo la hora de su comida- se levantó- prepararé un biberón y calentaré un poco de puré, no tardaré.

Lexa también se levantó:

- yo me voy, volveré mañana para ver como estás.

- No- dijo quejumbrosa- Dijiste que esta casa es segura y ¿no se supone que te quiere a ti?

- El demonio es el perfecto mentiroso, no arrebata almas hay que ofrecersela y yo no haré tal cosa, sin embargo, la limpieza que hice en la casa de mi madre no fue tan elaborada como hicimos en esta- agarró la mano de Clarke, para transmitir confort y seguridad- necesito saber que mi madre está bien, pero sí ocurre algo o te levanta la mínima sospecha, sea la hora que sea, me llamas.

Clarke forzó una sonrisa y asintió con la cabeza:

- Espero, tu visita mañana, podríamos ir a dar una vuelta, es la primera Navidad de Aden.

Lexa dibujó media sonrisa:

- Claro, ahora alimenta a ese pequeño antes de que salga de la cuna y te cante las cuarenta- se acercó y depositó un beso en su mejilla- hasta mañana.

- hasta mañana, Lexa.

Lexa se acercó a la cuna y el pequeño paró sus llantos para mirar a la desconocida de ojos verdes:

- pórtate bien.

Clarke esperó hasta escuchar la puerta cerrarse, miró a su alrededor, la casa parecía segura cuando estaba Lexa, pero sin ella la sentía vacía.

Indra estaba en el baño, recién acababa de tomar su medicación, cerró los ojos y se apoyó en el lavavo, sobresaltandose cuando le vino a la mente una imagen de Gustus a su espalda y posando su mano sobre su hombro derecho, gesto que pudo percibir físicamente, la mujer sonrió y abrió los ojos:

- Ya queda poco para reunirnos.

Espero quieta, algún tipo de respuesta, a sabiendas de que no recibiría alguna. Puso expresión compungida, le echaba tanto de menos. Salió de sus cavilaciones cuando escuchó el cerrojo de la puerta abrirse:

- ¿Madre?

Escuchó la voz de Lexa, quizás, la razón por la que aún no sé había reunido con su amado Gustus en el más allá era porque aún tenía algo que hacer, nada ocurre en ésta vida sin que haya alguna razón e Indra sentía que aún le tocaba ayudar a su hija en su lucha. Se pasó las manos temblorosas por las mejillas para comprobar que no había derramado ninguna lágrima que pudiese delatarla, forzó una dulce sonrisa y salió del baño. Lexa había cerrado la puerta tras de sí y se encontraba colgando su abrigo:

- ¿Clarke está bien?

- Sí, por el momento está a salvo.

La mujer asintió:

- ¿por qué no estás con ella?

Lexa se acercó a su madre, depositó un beso en su frente y respondió a su pregunta:

- Es demasiado pronto, quiero ir poco a poco, a demás que quería saber que todo iba bien por aquí, Finn a cruzado y posiblemente el ente esté enfadado.

- ¿crees que vendrá a por mí?

Lexa meditó la respuesta y respondió con sinceridad:

- no, creo que irá a por Octavia en cuanto sepa que el padre Jaha y Costia han escondido a Raven en suelo sacro.

- Que Dios se apiade del alma de esas pobres muchachas.

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