La semana escolar parecía eterna, pero a su vez un parpadeo, dependiendo de la perspectiva de cada quien. Clases, recreo, más clases, salir, las tareas, y finalmente tiempo para uno mismo antes de ir a dormir. Bueno, para la familia era como estar en un campo de guerra. Todos aportaban, desde ideas o crítica sobre la trama, hasta bocetos y detalles cruciales para cautivar al lector una vez el comic esté terminado.

Para cuando finalmente terminaron el comic, se sorprendieron de que ya era sábado, de noche, y se sentían bastante exhaustos mentalmente, y algunos con un leve o hasta intenso dolor en la muñeca por tanto dibujar.

- Creo que está listo ¿Creen que pueda ganar? -Preguntó Lincoln, dudando un poco de su trabajo-

- Oh cariño, estoy seguro que lo vas a lograr, y de no ser así, al menos estarás en los mejores que hay. Se puede sentir tu corazón en cada página, y todo el esfuerzo que tomó dibujar hasta el más mínimo detalle. -dijo su madre, dándole palmaditas en la espalda, como si de un tierno bebé se tratase-

- De acuerdo con mis cálculos, tus probabilidades de ganar varían entre un 70 a 85% variando de las obras de los demás concursantes -dijo Lisa, quien tras su comentario recibió la mirada de todas sus hermanas, lo cual la hizo replantar mejor lo que dijo- Quiero decir, seguro ganarás, hermano mayor.

Tras ello, decidieron darse un merecido festín de pizza de la que cada quien quisiera pedir, y que ganara la que más votos tuviera. Los padres irían con Lincoln mañana a la oficina postal para enviar el comic al concurso. Querían darle todo su apoyo de principio a fin.

Y bueno, luego de comer hasta reventar, y ver una película reciente ya que "cierta persona" tiene contactos con el gobierno, cada quien durmió, sea en el sofá, o ir directo a sus respectivas camas.

Lincoln logró mantenerse despierto, por lo cual fue a lavarse los dientes antes de dormir.

- Sé que estás ahí, Luna. Sabes que uno puede oír los escalones rechinar cuando no hay ningún otro ruido alrededor.

Lincoln rió al escuchar el gruñir de su hermana, saliendo de entre las sombras de su habitación.

- Eres bastante hábil, diría que tus oídos son más agudos que los míos. -le despeinó el cabello en señal de orgullo-

- Ha ha, basta ¿quieres? No lo creo, simplemente uno se acostumbra luego de repetirlo una y otra vez. Es como un patrón -volvió a su labor mientras dejaba que su hermana hable-

- Bueno, de ser así entonces también tendré que idear algunos planes. Llámenme la mujer con el plan -dijo imitando a su hermanito en el proceso, pues sabía lo mucho que presumía cuando se trataba de planes-

Luego de que ambos rieran bastante por el momento cómico, hubo un leve ambiente silencioso.

- Tú organizaste todo esto ¿no es así? -dijo en lo que terminaba de cepillarse, y volteó a verla, esta vez un poco serio-

- Era lo menos que podía hacer, hermanito. Además, Leni estaba muy cerca de descubrirlo también, pero decidí actuar lo antes posible

Pero en ello, Luna se sorprende al recibir un fuerte abrazo de su hermanito. Podría jurar que sentía todo su cariño expresado en ese abrazo.

- Gracias, de verdad te lo agradezco. -dijo al borde del llanto, pero sin perder esa pizca de bondad que lo caracterizaba. Luna no aguantó las lágrimas, sumado a un muy notable sonrojo-

- Haría lo que fuera por ti, mi pequeño ángel blanco.

Lincoln no pudo evitar sonrojarse por ello, aunque ni él sabía el por qué. Duraron así un rato como para dejar pasar el sentimiento, y dicho eso, cada quien fue a su habitación a tomar una merecida noche de sueño, sin saber de lo que estaba floreciendo entre ellos dos.