Despertar luego de casi morir no es algo doloroso que digamos, o eso depende de cuantos huesos te hayas roto, o la cantidad de personas que han esperado una eternidad por ti. Y así como suponemos fue el caso para Lincoln luego de despertar y ver a toda la familia frente a él. La verdad el abrazo no fue tan intenso debido a que Luna seguía dormida junto a él, y de hecho era muy difícil poder liberarlo de su abrazo.

- Hola familia. Supongo que les tengo mucho que explicar. -dijo bastante avergonzado por la situación-

Y con ello, pasó al menos una hora explicando todo lo sucedido, respondiendo cualquier pregunta que tuvieran, y evitando que le echaran la culpa a alguna de sus hermanas, tal como fue el caso con Lucy ya que ella le daba las charlas emocionales, y no les dijo a los demás por el hecho de habérselo prometido. Y con ello, ya todos en paz y calmados, esperaban el momento en que ya pudieran darles de alta en el hospital.

- ¿Puedo pasar? -dijo el doctor, llegando como alguna clase de invitado sorpresa en el caso-

- Adelante, Doc. Por cierto, aún no nos dijo su nombre -Dijo Lori, ya que estuvieron tan concentrados en el caso como para leer el gafete del doctor, o haber escuchado su nombre-

- Oh, cómo pude olvidarlo. Quizás fue el drama familiar lo que hizo que olvidara presentarme -dijo riendo como si se tratara de una broma- Soy el doctor Shepard.

Cada miembro de la familia estrechó su mano con el doctor Shepard, y seguido de uno que otro chiste y consejo médico, llegó el momento de una charla privada entre doctor y paciente.

- Supongo que me van a recetar algún psiquiatra o llevarme a una correccional por esto -suspiró ante el posible resultado luego de todo esto-

- Por lo general es lo más recomendable, pero sé que no será necesario. Todos alguna vez hemos sufrido por amor, y en las peores situaciones el propio ambiente nos puede llevar al borde de la locura.

Lincoln se sorprendió por el hecho de que el doctor supiera más sobre él de lo que esperaba. Es eso, o no era gran cosa para él.

- Lincoln, no soy nadie para decir cómo vivir tu vida, pero la vida no te dará la felicidad en bandeja de plata. Habrá momentos buenos y malos, pero ante todo debes seguir adelante, y nunca conformarte con lo que consigues. Cuando menos lo esperes tendrás a la persona indicada a tu lado, y te aseguro que en ese momento pensarás "cielos ¿acaso fui tan ciego como para no verlo?"

Ver reír al doctor le dio gracia también. Una parte de él sentía que el doctor Separad ya lo sabía por experiencia. Aún así decidió volver a tomar una siesta, faltaba poco para anochecer, y según lo que escuchó, podría volver a casa a primera hora mañana. Separad salió poco después, sin notar que Luna llevaba despierta desde hace horas, solo que fingía seguir dormida para disfrutar del tiempo junto a su hermanito, y protegerlo con todo su ser.