Capítulo VII

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Capítulo VII

La ceremonia de la boda fue la mejor que Gulf había visto en su vida. Todo había salido perfecto, la novia había estado hermosa, el novio muy guapo, la iglesia magnífica y todos los invitados habían asistido.

Gulf miraba al lado izquierdo para observar a su familia, pues de ese lado se encontraban los invitados del novio, pero todos los ignoraban, seguramente por órdenes de su padre.

Sintió como la mano de Mew tocaba la suya y se giró para observarlo, pudo contemplar la cara tan perfecta que éste poseía, se le notaba tranquilo lo que suavizaba sus rasgos. Estar al lado de Mew lo hacía sentir sensaciones que ni con San experimentó, era un extraño calor que recorría todo su cuerpo, quería dejar de pensar en eso, no quería atormentarse con nada que tuviera que ver con aquel hombre que estaba a su lado.

Al terminar la ceremonia todos salieron de la iglesia para tomarse las tradicionales fotos en familia, Gulf no quería salir en ellas pues no formaría parte de ese grupo por mucho tiempo, pero Mew insistió mucho por la presencia de Jai.

- Aunque sea solo por hoy, eres parte de la familia – le dijo Mew al oído.

- Bien sabes que no tengo derecho a estar aquí – regañó.

- Jai nos está observando – comentó el mayor besando con dulzura su oreja.

- No hagas eso Mew – lo dijo en voz baja para que nadie los escuchara.

- Vaya, ahora sé cuál es tu punto débil cariño – sonrió triunfal.

Una vez que cada quien se había tomado la fotografía con la pareja, era el momento de los saludos y los buenos deseos, y Gulf no pudo evitar pensar que muchos de ellos no se los decían de corazón, pero era una tradición que la familia Supassit no pensaba romper.

Joo saludó con especial cariño a Gulf y a su hermano y les dijo que deseaba verlos pronto y que sería interesante hacer un viaje de parejas. Gulf sonrió de lado ante la idea, la recién casada sabía que seguirían siendo cuñados pero solo porque se había casado con Mild.

No obstante, Mild solo había estrechado la mano de Mew y a Gulf prefirió ignorarlo, nadie le dio importancia a este hecho porque cada uno de los invitados estaba en su propio mundo, sin embargo a Gulf le dolió esa actitud por parte de su hermano. 

Aprovechando la oportunidad de que todos se saludaban, Jai se acercó a Mew para abrazarlo y decirle que se sentía muy feliz de que su hermana se hubiera unido en matrimonio. Y sin descaro alguno le dio un fugaz beso en los labios. Ese detalle no pasó desapercibido por los ojos del padre de Mew y Gulf se dio cuenta, además de que una oleada de inesperados celos se apoderó de él y caminó directamente hacía la mujer para tomarla del brazo y apretarlo con fuerza.

- No vuelvas a besar a Mew porque no sabes de lo que soy capaz – le forzando una sonrisa.

- ¿De qué hablas? – la mujer fingió inocencia.

- No te hagas la inocente conmigo, yo soy mucho directo que Mew y no me ando con medias tintas, no me importa que seas la mujer del padre de MI novio – Gulf enfatizó la palabra "MI".

- No me amenaces Gulf, te sientes muy importante porque Mew está conmigo, pero no te hagas ilusiones porque no será por mucho tiempo – dijo la mujer con mucha seguridad.

- Si es o no por mucho tiempo, yo me encargaré de que no seas tú la causante de destrozar mi noviazgo con él –

- Vaya, me sorprende mucho tu exceso de confianza, pero verás que Mew te bota de buenas a primeras –

- Quiero ver tu cara cuando Mew Suppasit me elija por sobre todas las cosas – Gulf no sabía porque se comportaba así, pero estaba decidido a dejarle muy en claro que su jefe jamás se fijaría en ella y que de una vez lo dejara en paz. No iba a permitir que la relación que tenía Mew con su padre se viera más perjudicada por esa mujer.

Después se alejó de Jai y se dirigió a saludar a su hermana que encontraba alejada de su familia, sin embargo solo pudo darle un fugaz abrazo y se fue porque su padre podría aparecer en cualquier momento. Le murmuró un "te quiero" al oído y se fue de ahí porque las lágrimas estaban a punto de traicionarlo con salir. De pronto sintió la calidez de unas manos sobre sus hombros.

- Lo siento mucho Gulf, sé que lo estás pasando mal – le dijo Mew con suavidad.

- Lo superaré – quiso verse fuerte.

- Tómate esta copa de vino, te hará bien –

- Gracias –

- Ahora, tenemos que asegurarnos de que tu hermana y tu padre puedan alejarse del general – comentó el mayor.

- ¿Tenemos? –

- No pienso dejarte solo en esto Gulf, ahora también es mi problema –

- ¿Solo porque tu hermana se casó con el mío? – preguntó el menor – No, Mew, olvídalo yo lucharé solo por mi familia –

- No es por lo que dices – refutó Mew – he visto como te ha hecho sufrir ese sujeto y no quiero que vuelva a hacerte daño ni a ti ni a tu familia –

- Vaya, sí que sabes dar un buen discurso – comentó el menor con sarcasmo.

- ¡Maldita sea Gulf! – dijo desesperado – no puedo creer que solo veas cosas negativas en mí –

A Mew le había costado mucho mantener las manos alejadas de la persona que en esos momentos más deseaba llevarse a la cama para hacerlo suyo, pero ahora debía soportar el dolor que le causaba que esa misma persona pensara tan mal de él y que no creyera que sus intenciones de ayudarlo eran genuinas. Bufó molesto y se dio la vuelta para no tener una discusión con Gulf. Después de todo, si lo pensaba por un momento, solo él era el responsable de que su empleado pensara así.

Sin embargo, no pudo ir muy lejos porque la mano de Gulf lo detuvo.

- Lo siento Mew... yo... sé que todo lo que hago es pensar mal de ti... y... - no pudo seguir pues fue interrumpido por el mayor.

- No te preocupes, yo tengo la culpa – le dijo con seriedad – con permiso – estaba a punto de irse otra vez pero Gulf se lo impidió.

- Perdóname Mew – le digo abrazándolo por la espalda.

- Gulf... - susurró despacio, sentir las manos de Gulf rodeando su cuerpo era una tortura para él, no podía evitar sentir deseo por ese chico, deseo que solo se vería satisfecho en la cama.

- De verdad lo siento Mew... - repitió el menor su disculpa – trataré de ya no pensar solo cosas malas de ti – le dijo con sinceridad – después de todo, has hecho un par de cosas buenas por mí –

- Mi intención de ayudarte es genuina – le dijo girándose para mirarlo a los ojos.

- Te lo agradezco – sonrió.

- Te ves mucho mejor con una sonrisa en tus labios – halagó el mayor sin quitar la vista de aquellos labios color sandía.

- Exagerado –

- No exagero – afirmó – solo mírate en un espejo, eres la cosa más hermosa sobre la faz de la tierra, despiertas en cualquiera un abrumador deseo –

- No digas tonterías – Gulf no sabía que decir y estaba seguro que sus mejillas estaban adornadas con un visible sonrojo – mejor vamos a disfrutar la fiesta –

- Como digas cariño – dijo Mew tomándolo por la cintura para caminar a la mesa que les habían designado.

Gulf no podía olvidar el hecho de que Mew pensara que era sexy, y por dios, le había dicho que era la cosa más hermosa sobre la faz de la tierra. Si tan solo él supiera que era capaz de provocar escalofríos en su cuerpo cada vez que lo sentía cerca, y que ahora que tenía su mano en su cintura era un infierno, sí, todo su cuerpo era un infierno porque se sentía caliente. Jamás imagino sentir un deseo tan grande por Mew, después de todo habían trabajado juntos más de dos años y ahora las cosas comenzaban a cambiar entre ellos. Pero, había algo que aún le costaba reconocer a Gulf, pues no era solo deseo lo que sentía por su jefe.

- ¿Acaso me ha crecido una segunda cabeza? – preguntó Mew al notar que Gulf no le quitaba la vista de encima.

- ¿Eh? –

- Me miras con mucho detenimiento, pensé que me había crecido otra cabeza –

- ¿Otra? Por favor, con un solo Mew es más que suficiente – bromeó el menor.

- ¿Tú lo crees así cariño? – preguntó con sensualidad.

- Si –

- Es que bueno... yo pensaba que... - hizo una pausa para sonreír mostrando sus impecable dentadura blanca – tenía la esperanza de que estuvieras analizando y memorizando mis rasgos para poder soñar con ellos –

- Mew, tu cara es inolvidable – le dijo Gulf con aire de colegiala enamorada – es más probable que aparezca en una pesadilla que en un cuento de hadas – remató con burla el menor. Cosa que Mew respondió con una sonora carcajada - ¿De qué te ríes? –

- Gulf, sabes bien que yo no soy el causante de tus pesadillas –

- Bueno, entonces eres alguien increíblemente vanidoso al pensar que yo podría soñar con alguien como tú –

- ¿Por qué no? soy un hombre... digamos... bien dotado –

El sonrojo acudió a las mejillas de Gulf de forma inmediata, y sin decir una sola palabra se dio la vuelta dispuesto a marcharse pero cuando apenas había dado tres pasos escuchó la voz de Mew.

- Cariño, será imposible que me saques de tu mente, como para mí ha sido imposible sacarte de la mía –

Inmediatamente el menor se dio la vuelta para iniciar una ya acostumbrada pelea.

- Mew ¿Por qué tienes que ser tan arrogante, vanidoso, engreído y patán? –

- Y tú, ¿Por qué tienes que ser tan sexy, coqueto, cariñoso y apasionado conmigo Gulf? - respondió con una pregunta.

- Eres un hombre imposible –

- Y tú eres el chico más increíblemente guapo que he visto en mi vida, ¿Por qué no me di cuenta antes de que eres tan atractivo?, es muy fácil perderse en tu mirada – dijo Mew colocando una mano sobre el pecho del menor.

- No te preocupes, no te perderás, te compraré una brújula – respondió Gulf a sus palabras. Palabras que jamás pensó en escuchar.

- Gulf... por favor... déjame perderme en tu cuerpo –

Gulf iba a responder algo pero Joo llegó a interrumpirlos. Mew bufó molesto y el menor agradeció la aparición de su cuñada.

- Ustedes dos – los apuntó – esas cosas se hacen en la habitación –

- Es lo que le estaba proponiendo a Gulf hasta que llegaste a interrumpir – el color rojo se hizo presente en las mejillas y orejas de Gulf, nuevamente no podía creer que Mew fuera tan cínico, había perdido la cuenta de cuantas veces se había ruborizado en menos de veinte minutos y todo por culpa de ese hombre –

- ¡Descarado! – le dijo Joo mientras le daba un golpe en el hombro – es hora de comer, vengan –

- Considérate hombre muerto Mew – susurró Gulf al oído mientras que Joo caminaba delante de ellos.

- ¿Por qué? –

- Te has pasado con lo que has dicho –

- Pero no mentía con lo que le dije, además no hay problema con Joo – encogió los hombros.

- Mew, tomas todo tan a la ligera – reclamó el menor.

- No es eso cariño, pero la vida es bastante dura como para hacerla más ¿No crees? – le guiñó el ojo – un buen ejemplo somos nosotros –

- ¿Nosotros? –

- Sí, ¿Acaso no te parece divertido lo que nos está pasando? –

- Uy sí, es muy gracioso – dijo con ironía – no veo que te estés riendo –

- Piénsalo un poco Gulf, esto parece una broma del destino –

- ¿A qué te refieres? – preguntó inquieto.

- Desde que nos conocemos hemos estado peleando todo el tiempo, cada día, cada hora, cada minuto, cada segundo y seguro que hasta dormidos llegamos a pelear en sueños –

- ¿Y eso qué? – Gulf no entendía de lo que hablaba el otro.

- Pues que desde ayer, desde aquel beso que me diste lo único que deseo es estar en la habitación, desnudarte con pasión y hacerte el amor lentamente para que puedas experimentar un placer inimaginable... llevarte al borde del paraíso, hacerte sentir en la gloria, hacerte mío, sentirte mío, penetrarte toda la noche... poder sentir tus caricias y escuchar tus gemidos que de seguro son muy excitantes – Gulf se quedó mudo. Abrió la boca pero de ella no salió ni un solo sonido. Sentía que no podía respirar con normalidad e hizo un esfuerzo sobrehumano para poder responder.

- No... tú... tú no eres... no eres muy modesto con tus habilidades en la cama – dijo como pudo debido a la excitación que el otro había provocado en su cuerpo.

- Es que nadie se ha quejado – sonrió de lado.

- ¿Sabes qué, maldito arrogante? – dijo Gulf sumamente molesto por su comentario y Mew pudo notar que eran celos.

- Dime cariño –

- Siempre hay una primera vez para que eso pase –

- ¿Eso quiere decir que vas comprobarlo para después quejarte tú? –

- No quiero decir nada – reclamó el menor.

- Gulf, no te quedaría aliento para ni para quejarte –

- Mew, no estás ayudando a que las cosas se enfríen – dijo Gulf con mirada seria.

El mayor solo sonrió y Gulf caminó hacia la mesa en donde los demás invitados los esperaban. Empezaba a sentirse muy vulnerable cerca de Mew, lo único positivo que podía pensar era que pronto, todo eso terminaría... o al menos eso pensaba.

Dos horas después, una vez que todos terminaron de comer, la orquesta se marchó y llegó el DJ para amenizar la pista de baile. Muchos de los parientes invitaban a bailar a Gulf y este por amabilidad había aceptado, a pesar de que el baile no se le daba muy bien.

Primero bailó con uno de los primos de Mew, un chico simpático unos centímetros más alto que él, cabello corto y ojos negros que combinaban con su tez blanca. Su nombre era Tong. Bailaron dos piezas y después alguien más pidió bailar con Gulf. Esta vez era un amigo de la familia, Boat Naphat, con el cual también había bailado dos piezas. Y fue así que por más de una hora Gulf estuvo bailando con casi todos los solteros de la fiesta que incluso debían tomar turno para bailar con él, hasta que pudo respirar y volver a su mesa.

- Vaya, resultaste ser muy popular con los chicos – dijo Mew molesto.

- ¿Celoso cariño? – preguntó Gulf con malicia.

- ¿Yo? ¿De ti? Claro que no, tan solo que no me ha hecho nada de gracia verte bailar con todos los solteros de la fiesta –

- No fueron todos – rio el menor.

- Lo que sea – gruñó Mew – no me ha gustado ver que te estaban acariciando, ni siquiera a mí me lo permites –

- No me estaban acariciando – dijo mirando detenidamente a Mew – bueno uno de tus primos intentó algo más, pero estaba algo ebrio –

- Pues tenías todo mi permiso para darle un puñetazo – comentó furioso.

- No seas exagerado Mew –

- Se estaba pasando y eso no me gusta –

- Pues le hubieras dado un puñetazo tú – retó Gulf a modo de broma.

- Haberlo dicho antes –

Mew se levantó furioso de la mesa y caminó directamente al lugar en donde se encontraba su primo con la firme convicción de dejarle muy en claro que Gulf era solo suyo.

Gulf se sintió feliz por el ataque de celos que había manifestado su jefe, pero debía pararlo para que no cometiera una tontería, después de todo, su primo tan solo le pidió un beso y Gulf lo rechazó a lo que el pariente de Mew no volvió a insistir.

- Mew, será mejor que regresemos a la mesa – lo tomó del brazo para detenerlo.

- ¿No querías que lo golpeara? –

- No seas ridículo – dijo Gulf entre risas.

- ¿Te tengo que amarrar o qué? Tú tienes que estar conmigo – dijo Mew un poco molesto, ya no había rastro de que aquello se tratara de una broma.

- Estoy aquí contigo, ¿Aunque sabes? Estoy empezando a arrepentirme – le dijo Gulf serio.

- ¿Problemas en el paraíso? – preguntó una molesta voz para los dos.

- ¿Estás enferma o quieres amargar mi vida? – preguntó Gulf enojado porque ella había escuchado su conversación.

- Tú no me importas, he venido a invitar a Mew a bailar – dijo la mujer.

Gulf pensó que Mew se iba a negar, pero lo que contestó lo dejó algo confundido.

- Está bien, tengo que cumplir con los deberes familiares – Mew se fue pero no se molestó en tomar la mano de Jai, simplemente caminó con semblante frío a la pista de baile.

El menor se molestó tanto de verlos bailar juntos que prefirió ir al baño para refrescarse un poco, cuando llegó se miró al espejo. ¿Cómo podría pensar Mew que era sexy? Sus pensamientos fueron interrumpidos por un chico que entró al baño.

- ¿Eres Gulf Kanawut? – preguntó.

- Si, ¿Por qué? –

- Una chica te espera afuera – comentó y salió sin decir más.

- Gracias – susurró Gulf.

Gulf se secó la cara y salió del lugar para ver quién lo buscaba, inmediatamente pudo distinguir que se trataba de su hermana.

- Poom –

- Gulf ¿Podemos hablar en otro lugar? –

- Claro – y ambos caminaron al jardín trasero donde nadie pudiera interrumpirlos - ¿Qué es lo que pasa Poom? –

- Gulf, conocí a un chico maravilloso –

- ¿En serio? –

- Sí, y lo amo, él es muy importante para mí pero... -

- Ya lo sé – interrumpió Gulf – mi padre quiere casarte con otra persona... -

- Así es –

- ¿Y quién es el chico? –

- Es un pintor, aunque no muy famoso, se llama Team Khongkao, lo quiero mucho, pero como no tiene dinero ni procede de una familia reconocida... -

- Me lo suponía – dijo Gulf con tristeza.

- Planeó escapar de casa, el problema es que no tengo a dónde ir – le dijo la chica con mucha seguridad.

- No seas tonta hermana, puedes ir a mi departamento, espera – Gulf sacó una tarjeta de su cartera – esa es mi dirección y mi número de teléfono –

- Pero... ¿Mew no se enojará? –

- ¿Por qué habría de hacerlo? – preguntó confundido su hermano.

- No quiero invadir su privacidad –

- Ah, eso, verás Poom solo soy un actor – confesó.

- No entiendo – dijo la chica.

- Yo no soy novio de Mew, solo estoy fingiendo para ayudarlo, nada más –

- ¿Y esperas que te crea eso? – preguntó Poom levantando la ceja y cruzando sus brazos.

- ¿No me crees? –

- Por supuesto no, se les ve muy bien juntos, pareciera que en lugar de novios son una pareja de casados –

- No digas tonterías –

- Bueno, me voy porque papá se preguntara dónde estoy –

- De acuerdo –

Ambos se despidieron, pero prometieron verse de nuevo.

El reencuentro con su familia se lo debía a Mew, gracias a él había podido ver a su familia de nuevo, y ahora estaba dispuesto a ayudar a su jefe para que se reconciliara con su padre. La atracción que sentía por él podía desaparecer de eso estaba seguro, bueno quizás no tan seguro como él quisiera. Pero no iba a caer ante las garras de su libertino compañero.

Continuará... 

Nunca digas nunca Gulf. 

Nos acercamos a la recta final de la historia, solo tres capítulos más lo que quiere decir que a partir del siguiente capítulo se viene lo mejor. ¿Gulf caerá o no en las garras de Mew? 

Recuerden que se aceptan todo tipo de comentarios pero me reservaré de responder ofensas e insultos. 

¿Nos leemos en la próxima? (๑'•.̫ • '๑)

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