( Maratón 2/2 )

No sabe cuanto ha bebido, perdió la cuenta varios shots de soju atrás. Lo único que sabe en ese momento es que está demasiado ebrio y que Soobin es demasiado lindo.

Una parte de él aún le dice que todo esto es un error y que algo malo va a suceder en cualquier momento pero Yeonjun lo ignora con todas sus fuerzas porque esta es la primera vez en muchos años que en verdad se está divirtiendo como un adolescente común y corriente sin preocuparse por su horrible maldición. Además, ¿cómo podría negarse a pasar tiempo con Soobin?

Taehyung continúa enviándole miradas de vez en cuando, la mayor parte es cuando sucede algún "accidente" como Jungkook dejando caer una botella vacía de soju o Hoseok rompiendo la pantalla de su celular; ese tipo de cosas que sólo se pueden culpar a la mala suerte... en este caso, Yeonjun. No obstante, el peligris no le toma mucha importancia porque Soobin sigue diciendo que no es algo de que preocuparse, siempre con sus comentarios optimistas y ofreciendo ayuda a todos. ¿Puede haber alguien más lindo que él?

El mayor de todos los chicos, al que Yeonjun apodó como "abuelo", cuenta un chiste demasiado pasado de moda haciendo reír a todos, incluyéndolo. Las carcajadas son suaves y burbujeantes, vienen de alguna parte en su interior y la sensación es nueva para él, es mucho mejor de lo que recordaba. Cuando su risa para y vuelve a abrir los ojos, se encuentra con el azabache observándolo con una expresión en su rostro que sólo podría describir como maravilla; las cejas enarcadas, sus preciosos ojos castaños brillando con diversión y una sonrisa ligera que muestra sus encantadores hoyuelos en sus mejillas.

Soobin es lindo.

— ¿Qué sucede? — pregunta con timidez sin apartar la atención del menor.

— Hyung, esta es la primera vez que lo he visto reír desde que nos conocimos — responde sin más ni más y parece totalmente fascinado por lo terriblemente adorable que luce su extraño vecino sonriendo con pena justo como lo está haciendo ahora — Me gusta su sonrisa.

Y de pronto, lo comprende... Su corazón latiendo con fuerza y el revoloteo en su estómago, todo eso tiene una simple explicación: está enamorado de Choi Soobin.

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No sabe exactamente cómo han llegando hasta ahí pero definitivamente no le molesta ni un poco. Puede recordar vagamente a su primo Taehyung interrumpiendo su animada charla con el azabache, diciendo cosas como "Junie, estás demasiado ebrio" y "es hora de volver a casa" pero Yeonjun aún no quería dejar a su vecino. Sin embargo de alguna forma los dos chicos habían acabado en el apartamento del peligris, desparramados sobre el sofá y su anime favorito de voleibol reproduciéndose en el televisor mientras están inmersos en una conversación vaga.

En algún momento Yeonjun se siente mareado y demasiado cansado, así que se echa sobre el regazo del menor, su cabeza apoyada en las piernas que le sirven como almohada y mirando fijamente al chico con total admiración.

— Tengo un secreto — se le escapa de pronto. Yeonjun habla con pereza, arrastrando las palabras mientras sus ojos se pasean por la expresión de curiosidad en el bonito rostro de Soobin.

— ¿Un secreto? — repite con interés su vecino.

Yeonjun asiente lentamente y sonríe con complicidad, en este estado le resulta mucho más fácil expresarse con honestidad e incluso puede permitirse sonreír ante el chico que le gusta. Oh por dios, le gusta tanto Soobin.

— Te lo diré si prometes no asustarte — dice el peligris y aunque parece que está bromeando, lo dice totalmente en serio.

— Lo prometo hyung — asegura Soobin levantando su mano derecha al aire y con la otra trazando una equis sobre su corazón, la sonrisa nunca se borra de sus labios rosados. Yeonjun emite un sonido de aprobación e inspira hondo, dándose valor para confesarse...

— Yo... soy un gato de la mala suerte — suelta antes de que pueda arrepentirse y decide no acobardarse ahora, así que continúa hablando — Soy un gato de la mala suerte y es por eso que actúo extraño muchas veces, sobre todo cuando tú estás a mi alrededor porque no quiero que algo malo te suceda por culpa mía.

Soobin no responde por mucho tiempo, simplemente lo observa con un sentimiento distinto y por un momento Yeonjun cree que lo ha asustado con su confesión, tal vez ha ido demasiado lejos. Entonces el azabache le sonríe con gentileza y acaricia su cabello, cepillándolo delicadamente con sus dedos.

— Hyung, está bien si actúa extraño a veces, realmente me agrada incluso cuando no puedo comprenderlo — dice con amabilidad y Yeonjun puede percibir que lo dice con honestidad, eso lo alivia.

— También me agradas Soobinie~

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El suave ruido de un ronroneo es lo que lo despierta esa mañana. Su cuerpo se siente adolorido y le cuesta abrir los ojos, finalmente Soobin logra desperezarse y sacudirse el sueño solo para darse cuenta de que se encuentra acostado en el sofá de su vecino favorito y está abrazando un peluche, o mejor dicho, un gato real. A lo lejos, en alguna parte del apartamento se logra escuchar los maullidos alegres de unos mininos.

Lo más alarmante de la situación es que recuerda cada momento de la noche anterior y aún así no puede comprender cómo es que había despertado completamente sólo en el apartamento de enfrente. Claramente no hay rastro de la presencia de Yeonjun en ningún lado, desconcentrando al azabache aún más.

— Buenos días — saluda amablemente y con voz adormilada al gato gris que descansa entre sus brazos, parece no tener intenciones de despertar pronto.

Después de pensarlo por unos segundos, Soobin decide que debe volver a su hogar pero no sin antes ayudar a su vecino con algunas cosas sencillas pues está seguro que hoy tendrá una resaca severa después de haber bebido tanto la noche anterior.

El azabache se toma la libertad de andar por todo el departamento recogiendo algunas cosas que parecen fuera de lugar, luego entra a la cocina y encuentra un tazón para mascotas que termina llenando de leche para los gatitos que Yeonjun había acogido en su casa y también un poco de alimento para el gatito gris que tanto le gustaba. Finalmente recuerda dejar algo para Yeonjun, así que llena un vaso con agua fría y rebusca en los cajones hasta encontrar una pastilla para calmar el dolor que termina dejando a un lado junto con una nota escrita sobre una servilleta de papel donde se lee:

Me divertí mucho anoche, gracias por haber venido a acompañarme hyung! Espero que cuando su resaca no sea tan fuerte pueda visitarme de nuevo, estaré ansioso por encontrarnos.
PD: los gatitos ya tienen leche y alimento.
PD 2: cuídese mucho, si necesita algo más ya sabe dónde encontrarme.
PD 3: no lo mencioné anoche pero me gustaría intercambiar números, seamos amigos en KakaoTalk~
Atte. Choi Soobin

Soobin deja el apartamento con una alegría invadiendo su pecho y el recuerdo de Yeonjun sonriendo sólo para él.