Extra 4. Purificación

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Susuki Akiko y Miyamoto Kusaka, habían terminado de limpiar otra bóveda repleta de criaturas raras que habían sido capturadas por la familia Akiyama, muchas de ellas eran animales que despertaron Quirk's pero no conciencia, otros experimentos retorcidos hechos por villanos de otro tiempo, algunos experimentos propios que salieron mal y por su puesto, no faltaban alguno críptidos que ahora sabían eran reales, debido a eso muchas de las cosa ahí eran más cercanas a criaturas míticas que a seres de este mundo, cada uno de esos cuatro infelices tenía armas, monstruos, artefactos y tesoros repartidos por todo el país, lo curioso es que ninguno sabía exactamente que le había tocado a los demás y solo podían administrar lo propio.

El par de jóvenes adultos en la primera mitad de sus veinte tumbaron una especie de serpiente de siete cabezas que disparaba fuego por cada boca y medía mas de siete metros de alto - Si soy sincero me gustaría saber de donde rayos sacaban estas mierdas - Kusaka bajo un cañón sónico de alto calibre que Gentaro le había dejado a su muerte, ya que de entre las cuatro herencias la de Gentaro era la más accesible, eso era debido a que le habían tocado la mayoría de armas que no requerían un doctorado para ser usadas, además de que el se encargó de matar las cosas vivas que le habían tocado, cosa que hacía el trabajo un tanto más fácil.

- A mi también, pero francamente dudo que esas historias sean agradables - Akiko bajo su arma, un rifle de plasma que compensaba su falta de capacidad para la batalla a larga distancia, un arma que le hubiera gustado tener antes, pues con ella probablemente hubiera podido hacer más durante la batalla final.

- Me parece que tienes razón, cada vez que terminamos de limpiar una de estas me pregunto que habría pasado si ellos hubieran logrado replicar estas armas o domar estas cosas - ese era un pensamiento lógico, después de todo con solo poder fabricar armaduras a granel ya se habían vuelto una amenaza del más alto nivel que solo se detuvo por varios golpes de suerte y una sincronización inesperada.

- Yo me preguntaba lo mismo hasta que leí Crossed y me di una buena idea de que habría pasado - el par de héroes se adentraron en lo más profundo de la cueva llegando a una zona repleta de tubos de ensayo y capsulas - Grant Ennis era un enfermo - Kusaka presionó un botón de su armadura provocando que su casco le permitiera entrar en los sistemas de la cueva.

- ¿A quién le tocará invitar la comida cuando todo termine? - Akiko empezó a revisar las capsulas personalmente, con un suspiro cansado se fijo en las formas de las cosas ahí a dentro, pensando en su nueva rutina, en la reconstrucción luego de la gran batalla con Shigaraki, sintiendo genuina pena por Izuku Midoriya y sus amigos, ya que a diferencia de ella, ellos sufrieron todas sus tragedias de golpe y porrazo en espacio de un solo año, mientras que ella lo tomo todo en dosis más espaciadas a lo largo de sus tres años en UA.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por su nuevo compañero - ¡Tienes que ver esto! - al ir a su encuentro en la computadora ambos miraron a pantalla verde fosforescente, leyeron, releyeron incrédulos y empezaron a llenarse de histeria de solo pensar en las implicaciones de su descubrimiento, la joven se llevo las manos a la boca, ahogando sus propios gritos mientras retrocedía varios pasos e incluso caía al suelo de forma estrepitosa - ¡Destrúyelo ahora! - bajo su orden su compañero estuvo a nada de presionar el botón rojo llevado por el impulso del momento - ¡No lo hagas! ¡¿O sí?! ¡Maldita sea! - gritó Akiko, antes de cualquier cosa su compañero se detuvo de presionar el botón rojo y se derrumbo al suelo, esa cosa era más complicada de lo que estaba dispuesto a aceptar.

- Debemos llamar a la jefa - Kusaka estaba confundido y sentía que su jefa tenía mucho más derecho a decidir sobre esta cosa.

********

Akiyama Haruka tomo la llamada de sus nuevos lugartenientes, ella decidió darles está misión, les daría más apoyo pero Shigaraki la dejo casi sin personal y de paso tenía que lidiar con todos los oportunistas que querían el control de este país en ruinas.

Por lo tanto la información que se le dió fue algo tanto esperanzador como espeluznante, bien y mal estaban revueltos entre si, una decisión, una oportunidad, la semilla de Schrödinger, crianza y naturaleza estaban al mismo nivel según está decisión, botón rojo y nos aseguramos de que esa cosa no venga o por el contrario nos perderíamos de algo sorprendente.

Botón azul y traeríamos a un mal tan terrible como el que acabamos de destruir, pero al mismo tiempo podíamos anunciar la llegada de tal vez no un héroe, pero si una buena persona.

- Botón azul, sin embargo, colocaremos una carga de Nanobots en su cuerpo por si acaso - Eso solo era mentira, no se sentía con ese derecho aunque si le pondría un ojo encima.

- Entendido jefa, parecía que teníamos una elección de si o no, pero usted encontró el punto medio - con esa orden se trajo al mundo a un ente distinto, algo que sería su propia cosa o tal vez no.

Dependerá de las circunstancias.

********

- Maldita sea ¡Tu otra vez! - Sugimoto Saori se encontraba furiosa mientras contemplaba a su enemigo, ese calculador maniático, ese idiota testarudo que parecía diseñado específicamente para hacerla sufrir.

- ¡Lo mismo digo ¿Qué haces aquí?! - el tipo junto a ella se veía igualmente furioso, todo ante esa niña caprichosa y manipuladora que no paraba de arruinar sus planes.

- ¡Haciendo mi trabajo, no como tú qué solo vienes a fastidiar! - respondió la chica.
- ¡¿Eres estúpida? Está misión ya era mía, tu fuiste la que se metió! - contesto aquel que tenía una garganta bastante resistente para seguir gritando tanto.

- ¡Si pero yo fui la que descubrió esto la primera vez, tengo derecho de antigüedad! - contesto la joven.
- ¡Eso es irrelevante, tengo órdenes! - respondió el chico.
- ¡Órdenes, órdenes, órdenes ¿No crees que deberías pensar por ti mismo más seguido?! - ambos estaban tan irritados que no se dieron cuenta de que estaban rodeados.
- ¡Tu pensamiento propio se resume en hacer lo que se te antoja porque crees que eres mejor que todos los demás! - si no fuera porque técnicamente estaban del mismo lado ambos ya se habrían matado entre sí.

- ¡No creo ser mejor que los demás, yo sé que soy mejor que los demás, y sobre todo se que soy mejor que tú! - el orgullo en esas palabras era evidente.
- ¡Un día de estos te bajaré los humos de una vez por todas! - el joven seguía ignorando los villanos a su alrededor, que veían al par con una mezcla de confusión y diversión.
- ¡Inténtalo si te atreves! - a este punto las caras de ambos estaban bastante cerca la una de la otra, intercambiando miradas de odió que amenazaban con el inicio de una pelea.

- ¡Ven por mí enana caprichosa! -
- ¡Cállate energúmeno sin cerebro!-
- ¡Bruja descarada! -
- ¡Perro callejero mal alimentado! -
- ¡Bruta sin empatía! -
- ¡Soldadito de pacotilla! -

- Por el amor de Dios consigan un cuarto - uno de los villanos que rodeaban a ese par se digno a hablar.
- Estamos aquí para realizar un golpe no para ver sus riñas de pare .... - el villano no termino de decir nada pues ahora había una bota en su cara.

Otro villano trato de defenderse pero antes de hacer algo ya había perdido la conciencia por un disparo de un círculo de luz que apareció cerca del chico extraño.
Y una vez más el par de orgullosos lunáticos se puso a gritar pero esta vez terminaron coordinados.
- ¡Esto ya no es trabajo, esto es personal! -.

Ambos tenían mentes muy agudas, por lo tanto al escuchar esa frase la imagen mental que llegó a ellos fue bastante súbita y los lleno de más irá de lo normal, los villanos a su alrededor empezaron a tener la sensación de que debieron esperar a que se matarán entre si en lugar de interrumpirlos, dicha sensación se convirtió en certeza mientras un tumulto de golpes fantasmales, ráfagas de luz, impactos de rodilla en la cara, codazos y un golpe con una olla que salió de quien sabe donde, la joven era ágil y devastadora, usando dos bastones cortos y duros con los que daba golpes bien dados por la espalda y en la cabeza, por su lado el chico era extraño, a su alrededor se generaban circulos de luz agua marina con ellos podía combatir el hecho de estar rodeado, pues muchos ataques se dirigieron directamente a el, cincuenta circulos que se movían en todas direcciones disparando rayos y resistiendo a los golpes de aquellos que tenían refuerzo físico, alguien con este tipo de poder generalmente era débil mano a mano, sin embargo, el no es como otros, el corría por todo el lugar, esquivando a los que se abrían paso entre sus poderes y golpeando a estos con sus manos desnudas o con un bastón largo con dos puntas que daban toques eléctricos, en medio de la pelea el arma de la chica se quedo corta, sus bastones no eran suficientemente duros para lastimar a algunos villanos y en caso del chico, debido a los números y ser rodeado su arma se hizo un estorbo.

- ¡Usa tu poder, si cambiamos armas podemos salir de esta!- el siguió disparando para no ser abrumado de forma tan brutal pero aún tenía problemas, la joven suspiro harta e hizo caso y si era honesta el beneficio si era bueno, el bastón doble era pesado pero eficiente, perfectamente capaz de someter a personas con super fuerza, el pago a eso fue que uno de los circulos de su rival evito el ataque de un velocista que aprovecho su pausa, el puño llego al circulo y el rayo de este derribo al enemigo que inmediatamente recibió una pierna rota por el bastón eléctrico - Maldito Sonic de cuarta, ahora estoy  a mano con ese tipo. - mientras hablaba el chico se movió con agilidad, evitando golpes y dando los propios a villanos con los que no requería de muchos tiros para derribarlos.

En un momento Saori estuvo a punto de ser cegada por un ataque de luz que un enemigo iba a arrojar en su cara, si perdía su vista estaría vulnerable, sin embargo, antes de que dicho ataque fuera efectivo, su rival había arrojado a otro villano en contra de este, provocando su caída y que este no hiciera nada peligroso, dicho movimiento dejo vulnerable al joven, por lo que uno de sus enemigos caídos pudo pararse y enterrar una navaja en su pierna, la oportunidad sería aprovechada por otro villano con un martillo que iba por su cabeza, pero en lugar de derribar al fastidioso agente de seguridad nacional, termino golpeando a un compañero suyo que intercambio posición con el joven, todo por obra de Saori, que de un chasquido hizo un intercambio de posiciones.

Ante esas acciones el par de ¿compañeros? siguió peleando por otros diez minutos, durante los cuales realizaron movimientos como el antes descrito y mientras los hacían fueron capaces de verse el uno al otro con un temor inconmensurable, pues el pelear de esta forma les daba más miedo que lo que fuera que esos villanos tuvieran planeado, pero de todos modos ambos siguieron peleando de esa manera hasta que llegaron con el jefe de los villanos.

- Malditos novatos - la verdad es que el par apenas se habían vuelto profesionales hace menos de un año - ¡Mueran! - una especie de sol negro en miniatura se formo enfrente del par improvisado de aliados, el ataque tenía el potencial de irse de largo hasta una zona con civiles por lo que esquivar no era una opción, ese ataque debía ser frenado a toda costa - Per Aspera Ad Astra - una cantidad de aproximadamente 70 circunferencias lumínicas  se puso frente al joven agente que se acomodo los lentes antes de que su propio ataque súper masivo golpeará al villano en cuestión, ambas energías estaban en una incomoda igualdad que permitiría una mutua anulación, sin embargo, eso no podría mantenerse siempre - ¡No seas engreído greñudo, aún puedo usar más poder, BLACK ... ! - una vez más fue interrumpido, Saori, la heroína en ascenso Palakhight, lo había atacado por la espalda con el bastón eléctrico, ante eso su compañero tuvo el tiempo de igualar las energías para provocar un estado de implosión en lugar de una explosión, provocando que sus esferas se rompan en fragmentos microscópicos que no dañaron a nadie. 

- Bien, supongo que podemos dar esto por terminado, Ryoma - Saori termino de patear al último villano que se les opuso, si era honesta estaba cansada y solo por eso no siguió gritando, además, gran parte de su frustración se fue al golpear a esa bola de inútiles.

- Supongo que si - aquel llamado Ryoma se sentó en el suelo mientras retiraba el puñal de su pierna y empezaba su tratamiento para desinfectar su herida. - Solo queda esperar a que lleguen los carceleros - ambos se quedaron en silencio, habían hecho el trabajo y eso era bueno, lo malo había sido tener que trabajar juntos y lo peor era que lo hicieron bastante bien, sabían como pelear sin estorbarse, dejar aperturas que el otro podía aprovechar, quitarse enemigos problemáticos de encima, cubrir la espalda del otro y compartir las armas que usaban.

Para cuando los villanos derrotados fueron tomados bajo custodia cada uno de ellos fue con su respectivo compañero, Saori fue con Midoriya Daisuke alias Graviton mientras que Kai fue recibido por su compañera Todoroki Jinako una joven  con poder de fuego que decidió formar parte de seguridad nacional para no estar a la sombra de sus padres y su hermano Ibuki (el cual era un hombre atrevido con poder de hielo).

Los dos rivales estaban callados, diferente a su costumbre de quejarse del encuentro con el otro, eso alegro a sus compañeros que estaban un poco preocupados por ellos.

- Entonces ¿Cómo te fue esta vez? Se suponía que solo debías investigar pero al final atraparon a 27 tipos - Jinako saco de trance a su compañero y este respondió con voz temblorosa - Me fue bien, pero tengo muchas dudas sobre mi mismo, creo que debo evitar a esa chica por lo menos los siguientes tres meses - su cabeza llego al momento donde la conoció, una ocasión en donde los de seguridad nacional trabajaron en conjunto con los héroes, quiso la mala suerte que ambos se encontrarán haciendo que sus distintas formas de trabajar terminarán arruinando toda la operación, el quería apegarse al plan establecido de defender la retaguardia mientras que ella quería ir a primera línea considerando que ahí eran más valiosos, eso los llevo a pelear y separarse, por lo que al quedarse solo el tuvo que intentar defender la retaguardia sin ayuda recibiendo una soberana paliza que se habría evitado si ella le hubiera ayudado o por lo menos no lo hubiera obligado a desgastarse.


- ¿No te hizo nada ese tarado? - pregunto Daisuke a su amiga, el quería estar ahí para darle apoyo cuando fuera necesario además de que no le gustaba que esos dos pasarán tanto tiempo solos.
- No, al contrario, me ayudo pero ¡Ese es el problema! Seguramente planea engañarme para que lo perdone, pero no caeré en esa - ella también recordó cuando lo conoció, pues ese tipo arruino la operación por obedecer a sus estúpidos jefes, pues los villanos que iban a enfrentar eran más duros de lo que se creía, pero como esos estirados rechazaron la información que ella tenía recopilada, por lo que  si no fuera porque el intento detenerla no habría desperdiciado energías ella habría podido ganar la batalla en primera línea en lugar de  que la línea de fuego fuera sobrepasada y que los villanos escaparán, cosa que le dolía pues ella de verdad quería tener a esos tipos en las rejas y no hacerlo le era insoportable.

Por este roce de egos los llevo a tener peleas, una y otra vez, habían ido a la ciudad en ruinas que todo mundo usaba para tener duelos, usando sus mejores trucos e innovando para vencer al otro, por eso sabían todo lo que podían hacer, de hecho, aún si no era su intención, esas peleas los hicieron crecer de forma desmesurada, todo porque los dos querían ganar al menos una vez, escapar de su interminable bucle de empates, pero aún no lo habían logrado y de hecho alguien decidió abandonar.

- ¡Maldito seas Sengoku Ryoma! - gritó luego de ver su teléfono - ¡Cancelo nuestra pelea del domingo y de paso me bloqueo de todas sus redes! - la chica estaba enojada y quería reclamar, pero una vez se puso a pensar en lo que dijo, además de ver la cara de su amigo, se dio cuenta de que probablemente tenía un problema - ¿Lo sigues en todas sus redes? - Daisuke se veía bastante afligido por ello.

- ¿La tenías en todas tus redes? - Jinako interrogó a su compañero que comentó que la bloquearía como si fuera cualquier cosa - Bueno, teníamos que acordar cuando pelear de algún modo - contesto mientras se daba cuenta del problema - Si, pero para eso bastaba una sola red, no todas - contesto con bastante diversión, si estaba pasando lo que ella creía, iba a reírse de aquí hasta el siguiente siglo.

- No es lo que estas pensando - fue lo que ambos dijeron prácticamente al mismo tiempo mientras se ponían a reflexionar al respecto.

Sengoku Ryoma llego a casa, una casa solitaria en donde solo el vivía, de vez en cuando venían a visitarlo su jefe Miyamoto Kusaka o su compañera Susuki Akiko, todo para evaluar sus comportamientos, este chico Ryoma era uno en una situación muy rara, después de todo, era un homúnculo por decirlo de algún modo, el era el resultado de verter todos los genes de la familia Akiyama en una misma máquina y ponerlos a "pelear", todo en búsqueda de algo cercano a la perfección.

Mente y cuerpo fueron creados a parte, necesitando autorización para unirse una vez estuvieran completos.
Ese proceso duro años de investigación y análisis, seleccionando lo mejor de entre esos genes, por lo mismo está creación paso mucho tiempo sin hacer nada, por lo menos hasta que fue encontrado y se tomó la decisión de dejarlo vivir.

Botón azul, mente y cuerpo se harían uno, botón rojo, borrar la mente y deshacerse del cuerpo, técnicamente no era asesinato ya que no alcanzaría el estado de ser sensible hasta que se unieran sus partes, pero, al mismo tiempo, sería negarle la oportunidad de existir a un ser que ya estaba prácticamente completo.

Y como se sabe, se presionó el botón azul, sin embargo, a pesar de ser el Akiyama más Akiyama en cuanto a material genético, Sengoku Ryoma era completamente diferente a cualquiera de ellos, tal vez por crianza, tal vez porque se le dio un apellido e identidad propia, tal vez porque el experimento no fue perfecto al no ser supervisado de cerca luego de la muerte de los Akiyama, (prueba de ello era que necesitaba lentes).

Pero si, el era su propia cosa, era alguien sobrio, de cabellos plateados con mechones negros en el medio y ojos turquesa, pálido como un vampiro pero lucía mucho más vivo al sonreír más a menudo, alguien que vestía de manera elegante pero sin ser pretencioso, estando en un punto medio que le permitía ir a cualquier lado sin desencajar, mientras que en lo moral también era ajeno a sus ancestros, el podía desobedecer órdenes si estás eran incorrectas.

Si algo no le gustaba o le parecía incorrecto, simplemente no lo haría, era por eso que rechazo la recomendación a UA, el no estaba dispuesto a usar licras, además de que sentía que en seguridad nacional habían más cosas ambiguas que debía juzgar personalmente, tal fue el caso de una ocasión en que detuvo a un compañero que quiso torturar a un villano para sacarle información.

Algunos veían bien esa actitud, otros como moralismo barato, aunque dicho sea de paso su decisión y postura fue respetada, completamente distinto a Saori que no tenía ni el más mínimo respeto por su forma de hacer las cosas.

Eso era todo lo que pedía, no amistad, no algún tipo de relación sentimental, todo lo que quiere de Sugimoto Saori es respeto y tal vez ayudarle para no ser tan arrogante, o al menos eso quiere creer.

Después de todo ¿Qué clase de persona querría algo con alguien que le insulta cada vez que lo ve? Aún cuando sea la chica más linda que ha conocido, no iba a dejarse consumir, por eso era mejor dejarla fuera de su vida al menos por un rato, el apreciaba su libertad y una chica como esa intentaría quitarle su libertad a la primera oportunidad.

Pero, aún así, era la primera persona que no se podía sacar de la cabeza, al verla a los ojos podía sentir que dentro de ella había algo más allá de la arrogancia, que en el fondo tenía una herida profunda que no la dejaba ser completamente feliz.

Era evidente que era algo emocional y el se sentía atraído por ello - Creo que no se trata de algo parecido al amor, creo que es más un deseo de ayudar, el deseo de salvarla de su herida abierta, eso tendría mucho más sentido y ruego al cielo porque sea eso - se dijo antes de ir a su estudio, tomar una guitarra y ponerse a tocar un rato, necesitaba desahogarse y esa era una forma sana de hacerlo.
  

Por su lado Saori tenía exactamente la misma opinión, ¿Porqué se interesaría en un estirado sin imaginación? Por muy prometedor que fuera ese tipo no estaba a su altura, ni importaba que fuera educado y apuesto

Por lo que llegó a casa, saludo a su padre y le pidió un momento para hablar a solas, así de simple.
Ella se veía tensa y su padre un tanto preocupado, Saori tomo aire, ordenó sus pensamientos y dio una conferencia de 47 minutos con 15 segundos acerca de todo su problema emocional, junto con una aclaración de que podría ser eso, todo mientras su padre cambiaba de expresión entre preocupación, enojo, risa, preocupación de nuevo y luego alivio.

- Ya veo tu problema - el hombre tomo un sorbo de su café y hablo con tranquilidad.
- No te gusta, pero tienes ganas de someterlo debido a que es la única persona que conoces que no juega con tus reglas y que puede devolverte el golpe - respondió el padre.

- ¿Entonces es como una presa para mí? - contesto su hija - Exacto, es un lobo salvaje que debora tu ganado y por ello lo quieres colgar en tu pared, porque su existencia hiere tu orgullo - el padre tenía un punto y las dudas de su hija se iban aclarando.

- ¡Tienes razón! No podía ser otra cosa, ya me siento mejor, de solo imaginar que me gustaba me daba dolor de cabeza - la chica estaba aliviada y su padre seguía explicando la verdad.
- La cuestión es que no sabes cómo ganarle debido a que a parte de ser fuerte el es libre - comentó el padre con aire de sabio.

- ¿A qué te refieres con libre? - la chica tenía mucho que aprender de su padre y esta era una prueba de ello - No esta atado a nada ni nadie, mientras tu y yo hablábamos le mande un mensaje a tu tía y ella me dio su expediente, al menos el que no esta sellado por un virus de rastreo, esos malditos de seguridad nacional se han vuelto más listos en el cuidado de sus miembros - el tenía el expediente en su teléfono y lo envió a su hija, la cual al verlo se dio cuenta de la talla de su enemigo. - No tiene a nadie más que a si mismo, tiene algunas relaciones con otras personas pero son demasiado superficiales, nada que le afecte - todo eso estaba en su perfil psicológico, pues de hecho, una vez secuestraron a Kusaka, una persona que le sirvió de figura paterna y a el no le afectó, no lo dejaron ir a salvarlo pero eso no le dolía mucho, se preocupo y les deseo suerte a los que fueron a salvarlo pero el siguió con sus actividades del día, declarando que si se detenía eso sería darle la victoria a los secuestradores.

- Lo ves, por eso te obsesiona tanto, porque no tienes ningún punto débil que explotar en su contra si el decide ir por tu cuello, sin embargo no lo necesitas, eres una heroína no una villana- su análisis no era equivocado, Ryoma la detestaba pero no por eso pensaba lastimarla o arruinar sus sueños.  

- ¡Pero no quiero hacer eso! Sería como huir de el - la chica se puso algo tensa y su padre la vio con cariño - Creo que esta es una prueba para tu carácter, saber cuando una pelea es innecesaria, honestamente a mi me hubiera gustado que mi enemigo hubiese sido tan fácil de evadir -.

- Si, ya me contaste eso, pero el no es tan duro como esos locos - el padre una vez más corrigió a la niña  -   Tal vez, pero aún si, creo que realmente no necesitas pelear con el, sería mucho más conveniente que lo uses en tu beneficio - ahora la joven se puso atenta, escuchando la sabiduría maligna de su padre.

- Tu eres una reina y el una bestia, por lo que ambos pueden coexistir todo lo que debes hacer es alimentarlo y nunca pondrá sus colmillos en tu contra - Saori frunció el seño mientras seguía con su padre - Papá, se que te gustan las metáforas, pero habla claro por favor - 

- Simplemente has que pelee contra tus enemigos,  dale pruebas e indirectas que guíen  su espada en contra de quién se te opone, de la misma forma en que use a Deku en su tiempo - eso era por mucho más claro, ahora Saori entendía que debía hacer solo debía pensar el como y que tan lejos pensaba llegar para lograr eso, aunque tenía un par de ideas - Gracias papá, creo que ya se como lidiar con ese tipo - ante eso su padre formó un gesto arrogante antes de concluir la plática.

- Igual si se sale de control.
Yo lo mataré personalmente, un perro rabioso sirve más como abono que como mascota -

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro