XXIV-Más Fuertes.

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Las heridas de Iris se recuperaron al día siguiente. Las pociones que los Sanadores hacían eran mucho más lentas de funcionamiento, y también eran demasiado caras como para depender de ellas. Aiden se encontraba esta vez bajo la atenta mirada de Iris, nuevamente ambos en su habitación. Era momento que Aiden explique su plan, o lo que sea que había decidido hacer.

Aiden se había pasado el día pensando, intentando hilar acontecimientos y recorriendo el poblado de Sertán para recoger información y trazar un plan infalible. Los Jobirds, pájaros mensajeros habían traído información sobre la situación del reino rápidamente, lo cual le facilitó la investigación.

Estaba seguro de que podría convencer a Iris, a pesar de que ella tenía nuevamente aquella presencia intimidatoria que él recordaba del día en que la conoció, en el despacho del director.

Ese día Aiden le había dicho que lo haría. "Si he de ser el héroe del reino aceptaré dicha labor con honor". Se burló de sí mismo recordando sus palabras. En ese momento se había sentido tan inteligente por crear una salida a la encrucijada en la que se encontró. La vida parecía reírse en su cara. Pero allí se encontraba nuevamente, creyéndose inteligente por los planes que concibió.

"Supongo que soy más terco de lo que pensaba". Pensó el chico.

Iris había terminado de contarle todo lo que ocurrió desde su punto de vista mientras el estaba atrapado en los barrios bajos, para darle una mejor idea del panorama general en el que el reino cayó. Grande fue su desconfianza al oír que Percival Coruto estuvo involucrado en las decisiones provisionales durante la guerra. Cuándo se lo comentó a Iris lo defendió como pudo, diciéndole que él casi moría aplastado al igual que ella, y que Pericia había resultado muy gravemente herida. Aiden sólo pudo recordarle que los Al-tinhoa estaban utilizando a todos a su propio beneficio, y se quedó aún con las mismas sospechas hacia él.

—Es tu turno Aiden Fletcher, ¿qué tienes para mí? —preguntó Iris cruzándose de piernas.

"El pelo azul le queda extrañamente bien". Pensó distraído. Luego sacudió la cabeza y respiró profundamente. Debía de calmar sus ánsias para no pensar en tonterías.

—Primero que nada, vamos a quedarnos en este pueblo, déjame terminar antes de interrumpirme porfavor —dijo casi trabándose al ver el rostro disgustado de Iris.

—Continúa —dijo ella rodando los ojos.

—Lo primero que debemos saber es que estarán buscándonos. Ese hombre, Gunnar Cisub, habrá tomado el mando como habían planeado. Yo sigo pensando que había traidores entre la gente que me vio secuestrarte, solo de esa forma tendrían la capacidad para lograr todo lo que lograron. De ser así, la información falsa que dimos debería ganarnos algo de tiempo, y de no ser así bueno, tendremos que apurarnos.

"Lo primero ahora que te recuperaste, es realizar los exámenes de Aventurero para camuflarnos entre la gente y pasar desapercibidos. También deberíamos ganar dinero para mantenernos unos días.

Iris alzó la mano para preguntar. Aiden rodó los ojos y le cedió la palabra.

—¿No va a ser extraño que dos personas de las características que estén buscando se registren en el Gremio? —preguntó—. Puede que ya estén aquí y debamos ser sigilosos.

—Sí, en caso de estar muy cerca de Verum eso sería un suicidio —Asintió con la cabeza, y como Iris parecía insatisfecha, agregó— ¿Recuerdas que el bosque más cercano era Sertán y que ésta a una semana a caballo por el desierto?

Iris se rascó un poco la cabeza y luego comprendió a lo que Aiden se refería.

—Entiendo... ¿pero como llegamos tan rápido a Sertán?

—Esa es la mejor parte de todo ésto. Los Vrintos que se manejan de manera salvaje tienen la habilidad de alcanzar velocidades inimaginables. Aunque pierden esas habilidades una vez son tomados como vínculo con un mago —dijo Aiden. No supo en qué momento había empezado a caminar por la habitación.

—Pero ése Vrinto no era salvaje, tenía un vínculo con...

—¡Exacto! ¡Si tio Angus rompió el vínculo, el Vrinto podría haber utilizado sus últimas fuerzas para alejarnos!

—Quieres decir que Angus sacrificó su invocación para darnos el tiempo suficiente y que podamos "reiniciar de cero" —entendió Iris.

—Mejor aún. Creo que él sigue vivo. No hay noticias de su muerte, no se comenta de hecho nada de él. Bien podría haber huído, o haber sido capturado —habló rápidamente Aiden. Un halo de esperanza parecía rociar su cuerpo.

Incluso Iris sonrió ante la noticia, aunque lentamente fue volviendo a su semblante serio.

—Entonces la prioridad debe ser encontrarlo, reunirnos con él, que nos indique que hacer —dijo ella.

—No, ésto nos da una oportunidad, pero no podemos hacer nada al respecto —respondió Aiden—. Si escapó, no podremos encontrarlo. Si está cautivo en la ciudad, es imposible que lo rescatemos. Aún así, estaba malherido y envenenado en el momento que me envió a su despacho, por lo que me inclino a creer que lo tienen cautivo.

—¿Entonces que hacemos? —preguntó Iris inclinándose hacia el frente.

—Cómo lo mencioné antes, nos volveremos Aventureros y asumiremos nuevas identidades. Y debemos hacernos más fuertes, Majestad —respondió—. Lo suficientemente fuertes para volver a la capital y buscar a Angus sin que nadie pueda darse cuenta. Si está allí, debemos rescatarlo, y si no, nos quedaremos de infiltrados, intentando informarnos de los Al-tinhoa. Ideaeremos un plan acorde, y... —tragó grueso— los asesinaremos.

Iris volvió a quedarse viéndolo un rato largo mientras alzaba las cejas y apretaba los labios.

—Una pregunta más. Nos volveremos Aventureros, eso sí, y nos haremos más fuertes... ¿Cómo?

—Yendo a los lugares que el tío Angus quería, e investigando allí que secretos se ocultan. Entrenando, adquiriendo experiencia, mejorando como magos, como guerreros, todo —respondió Aiden—. Ayer recordé que el tío Angus me dijo, que sólo siendo más fuerte podré desentrañar lo que el scripta se niega a mostrarme. Si puedo aprender más, encontraré la forma en la que puedas absorber el scripta legendario de ventus. Con él, podrás hacer frente a los Al-tinhoa.

"Y cómo estoy inherentemente seguro de que en esos lugares también se encuentran los demás scripta's, también es posible hacer aliados, y ser aún más fuertes. Si no hacemos aliados, retendremos el scripta para evitar hacer más enemigos que nos igualen en poder.

Una vez terminó, sintió que se sacaba un peso gigante de encima. No había nada más que decir. Los detalles y minucias se solventarían sobre la marcha, claro, si es que Iris aceptaba.

Ella tenía la mirada fija en Aiden. Su rostro era tan expresivo siempre, que Aiden se encogió ante su evidente disgusto.

—En serio fui una tonta —comenzó ella casi en un susurro, que Aiden captó gracias a sus sentidos mejorados—. En serio fui una tonta por creer que de darte la oportunidad, no serías capaz de convencerme para hacer lo que querías, y que sólo serviría para que te des cuenta de que estabas teniendo delirios de grandeza y creyéndote un héroe.

—¿Así creías que era? —preguntó Aiden ensanchando su sonrisa.

—Mejor calla, y preparémonos para hacer ese estúpido exámen de Aventurero —dijo con cara de derrota—. Me convence un niño, por Urahvé. Ojalá haber sido una noble tonta y sin raciocinio para ignorar tus argumentos y ahorrarme esta humillación —dijo sobando su frente.

Aunque Aiden creyó ver una leve sonrisa mientras lo decía.

—No soy un niño, ya tengo diecisiete añitos —dijo regalándole su mejor sonrisa angelical.

Iris solo lanzó un bufido hastiado como contestación.
































Fin de la parte dos.

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