XXVI-Planes y exámenes.(II)

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Una vez terminada la prueba de Aiden, tocaba la de Iris. Le había advertido que no podía causar mucho revuelo. Iris se había mostrado recelosa, como siempre, le costaba aceptar las indicaciones que él le daba.

La prueba de Iris no fue muy diferente a la suya. En el bioma desértico, había una serie de plantas verde negruzcas, como troncos blandos con púas por todo el cuerpo. Estos no podían desplazarse, pero de entrar en su rango de alcance, podían lanzar zarpazos que rasgaban la tela normal, y también podían capturar a los Aventureros de poco porte físico.

—¡Bah, los Cactilions son facilísimos de vencer! —gritó el hombre a su lado. Aiden simplemente asintió.

La Diosa Urahvé había querido que escuchara hablar a Rosnri y Nuria en una taberna durante su segundo día en Sertán. Desde entonces, los había estado investigando. Supo que era el momento indicado de tomar la prueba cuando escuchó que Circle, el clan del que eran líderes, iría a observar las pruebas del día para supuestamente reclutar Aventureros.

Iris le comentó mientras lo curaban, que habían estado observando su prueba, y que se mostraron bastante interesados en él, lo cual afirmaba que los rumores eran ciertos.
Por más que Aiden buscara evitar por completo la interacción social, era cierto que necesitaban unirse a dicho grupo.

—¡No seas desubicado, Rosnri! Cada uno hace lo que puede, al ritmo que puede —dijo Nuria dirigiendo una mirada condescendiente a Aiden, como disculpándose por su pareja.

Rosnri y Nuria eran tal cual los imaginarías de sólo escucharlos hablar mientras tienes los ojos cerrados. El hombre de metro ochenta portaba una musculatura que exhibía con orgullo gracias a su escasa armadura, con una barba algo larga y descuidada. El pelo marrón presentaba escasas canas en los costados. Nuria en cambio desprendía un aire maternal, con la trenza castaña que llegaba a su cintura, sus ataviados trajes de cuero eran más de utilidad que de apariencia, al contrario de Rosnri.

Aiden simplemente le devolvió la sonrisa y volvió la vista a Iris, no se le estaba complicando la prueba, y probablemente tampoco lo haría cuando aparecieran los monstruos de tipo D. Luego de varios minutos en los que Iris debía aguantar las apabullantes condiciones climáticas del desierto, en las cuales se incluían tormentas de arena y mini-tornados que nublaban su visión, trampas de arena movediza y Cactilions camuflados entre cactus normales. La condición que le habían dado era la de sobrevivir y eliminar al menos a diez Cactilions, sin dejar de moverse por el bioma.

Lo consiguió con facilidad, combatiendo los vientos que la azotaban con los suyos mismos, y despejando su visión del polvo Dominando dyn. Una vez localizaba a los monstruos los cortaba con su espada, que tenía mayor alcance que los Cactilions. Terminó con ellos y los siguientes monstruos aparecieron. Eran de tipo insecto como los que había enfrentado Aiden, sólo que estos no volaban, reptaban.

La primera alimaña tenía seis patas del tamaño de su antebrazo, un exoesqueleto negro de pinta resistente, y un aguijón coronando su larga cola de látigo. Aiden observó atento, pero fue muy sencillo para Iris vencerlo. De un vendaval que Aiden percibió fue un Mutate básico, mandó a volar al bicho, que cayó aturdido luego de chocar con un Cactilion. Este le dio un zarpazo en el lomo y lo capturó, enzarzándose ambos en una batalla de aguijones y púas.

—¡Mira cómo se deshizo de ese Skorp, que inteligente! —dijo Nuria tomando de brazo a su pareja. Éste solo emitió un gruñido raro en lo que Aiden supuso era una afirmación.

El segundo Skorp (ahora Aiden sabía el nombre de esos bichos) fue vencido también, con la imprudencia de Iris atacándolo con su espada, casi llevándose un aguijonazo en el pecho.

Luego fingió estar muy cansada y haber consumido mucho dyn, por lo que pidió concluir la prueba. Los mismos evaluadores que antes lo habían atendido a él, concluyeron también la prueba de Iris.

Aplaudió al igual que la pareja de Aventureros, mientras Iris abandonaba con cuidado el bioma de prueba, sin los torrenciales vientos y la polvadera. Cruzó miradas con ella, lo había hecho bien, de hecho, mucho mejor que él. Los evaluadores debían seguir con más Aventureros que hacían las pruebas, por lo que debían ser pacientes y esperar por un rato antes de obtener sus tarjetas.

Aiden vio susurrar a los líderes de Circle, y volteó fingiendo no darse cuenta que ambos estaban en el punto de mira.

—¡Chicos, pequeñajos! —les silbó.

Iris volteó alzando las cejas, pero no dijo nada, Aiden en cambio festejó internamente mientras lo atendía.

—¿Se le ofrece algo señor? —preguntó con inocencia fingida.

—Mi nombre es Rosnri, jovencito. ¡Tienes suerte muchacho! ¡Decidí que tu y tu amiga son perfectos para unirse al clan Circle, mi clan! —habló él señor en voz quizás demasiado alta.

Aiden ocultó su sonrisa y alargó la farsa. Debía ser cuidadoso y evitar que sospechen de él y de Iris.

—Aún no sabemos si seremos aprobados señor, es nuestra primera vez haciendo el exámen —dijo frotándose las manos.

—¡Oh jojojo! —rió Rosnri—. Aprobarán sin dudas jovencitos, mi esposa Nuria y yo los estuvimos viendo. Son un talentosos pero inexperimentados. Uniéndose a nuestro clan tendrán muchas ventajas, y aprenderán de la experiencia de Aventureros experimentados.

—No sólo eso, también recibirán una paga acorde a su participación, y les brindaremos equipamiento que se ajuste a su rango, haciendo más fácil su inserción a la comunidad Aventurera —indicó Nuria sonriente.

Aiden fingió estar sorprendido, y tironeó de brazo a Iris para discutir con ella sobre la decisión.

—Te daré un tiempo para pensarlo hijo, sólo denme sus nombres para buscarlos luego —pidió Rosnri.

Aiden e Iris compartieron miradas cómplices. De no haber estado planeando nada en los últimos dos días, una inocente pregunta como esa podría suponer una catástrofe total.

—He decidido que mi nombre de Aventurero será Indra, señor —comenzó Aiden—, y mi compañera responde al nombre de V.

—¿Nueva vida, nuevos nombres eh jovencitos? —preguntó Rosnri entre sonrisas.

—Cariño, no preguntes cosas de mal gusto —dijo Nuria tomándolo del brazo.

—No se preocupe señora —habló Iris por primera vez—. Indra y yo hemos pasado por mucho, a causa de gente malvada. No teníamos pensado unirnos a un clan debido a... —mintió la antigua princesa.

"Es bastante buena. ¿Todas las mujeres saben mentir así?". Se preguntó Aiden con amargura.

—No era mi intención traer esos recuerdos al presente señorita V —se disculpó Rosnri luego de que Nuria le pellizcara el costado.

Ésta vez, Aiden le dedicó la mirada más lastimera que podía evocar.

—Unos Aventureros Mercenarios... nuestras familias... —mintió bajando la cabeza.

—No hace falta que hables más, joven Indra —pidió Rosnri—. Nuestras intenciones no son esas, para nada. Mi clan está reclutando gente para un viaje largo, quizás una semana a caballo, más al sur, cruzando el Gran Desierto y la Cordillera Volcánica.

Aiden no sabía mucho de Geografía, sólo lo básico. Verum estaba rodeada por el Gran Desierto, dentro de éste había pequeñas ciudades o poblados que se asentaban donde grandes formaciones de árboles o montañas interrumpían el desierto, Aiden venía de uno de dichos poblados. El terreno era más amable hacia la frontera con Petram, donde grandes campos y llanuras fértiles funcionaban para el ganado y la agricultura. Aún así no se comparaban con la naturalidad que cargaba Costadía, ni la aspereza de Saggita. Hacia Lingum, ásperas montañas de minerales cubrían toda la frontera, y cientos de kilómetros de éstas pertenecían al reino de Artis. El lugar que nombraba Rosnri, estaba cerca de la boscosa tierra de los elfos de arbores. Costadía.

—¿Porqué ir tan lejos? —preguntó Aiden, aunque ya suponía la respuesta. Si los rumores eran ciertos, ellos se dirigían a...

—Las Montañas Naranjas, para luego encontrar y completar la Mazmorra de la que tanto se ha oído hablar últimamente —respondió el—. Aquella de la que no ha salido ningún Aventurero.

Aiden abrió la boca nuevamente de asombro. Le molestaba un poco fingir ser un tonto, pero no había de otra.

La simple mención de las Montañas Naranjas enviaba a su cerebro descargas de imágenes amontonadas que lo hacían cerrar los ojos del dolor. Esta vez se aguantó la reacción con un sublime autocontrol. Estaba hecho.

Un clan entero los escoltaría directo al lugar que el scripta le había mostrado.

La razón por la que había seguido a Rosnri y Nuria en primer lugar, es que oyó dos días atrás a otros Aventureros mencionar que Circle buscaba internarse en las Montañas Naranja. Cuando lo oyó, su cerebro de llenó de imágenes que ya había visto cuando lo capturaron los insurgentes. Era uno de los lugares clave que debía visitar.

Ambos mantuvieron un poco más la farsa sobre los Aventureros Mercenarios, y su reticencia a unirse. Ésto no era mera casualidad. Aiden había descubierto a miembros de Circle mencionar un ataque sobre este tipo de Aventureros. Una calaña de gente que no le importaba seguir cualquier orden por más repugnante que sea. Todo con el tal de enriquecerse. Aiden aún recordaba el anonadado rostro de
Iris cuando le propuso el plan para unirse. Sí, estarían manipulando y utilizando gente para su propio beneficio. "Aunque tampoco estamos forzándolos a reclutarnos, ellos se ofrecieron solitos. Bueno, casi". Pensó Aiden.

—Piénsenlo chicos, nosotros no somos como esa peste Mercenaria. Somos gente con honor —expuso Rosnri mientras se retiraba de la sede de Aventureros—. Nos iremos en unos días, si deciden unírsenos solo búsquenme a mi, o a mi esposa.

—Está bien señor, muchas gracias por esta oportunidad —agradeció Aiden. Quizás la primera cosa genuina que pronunció.

El plan había sido un éxito rotundo.

Se quedaron observando como los líderes de Circle iban saliendo de la zona de pruebas. Una vez dejaron de estar a la vista, Aiden suspiró audiblemente, y sonrió al ver que Iris hacía mismo. La chica parecía querer decir algo.

Aiden alzó la mano tímido, con una mueca de duda en el rostro. Iris rodó los ojos y chocó los cinco con él.

—Bien hecho —dijo secamente.

Recordó la simpleza del nuevo apodo de su compañera, "V" había elegido como nombre en su tarjeta. La muchacha debía ocultar su identidad. Para Aiden era quizás menos estricta la situación, y aunque Iris lo tachó de pretencioso por su elección, Aiden también decidió usar un nuevo nombre: Indra.



Al día siguiente, buscaron a Nuria y Rosnri por el poblado. Ellos los recibieron con los brazos abiertos, nunca mejor dicho. Luego de una charla algo extensa dentro de una taberna, ellos decidieron que ambos jóvenes eran de confiar. Aiden se sentía una completa escoria, pero cómo tal, no es que ellos fueran malas personas.

Cuando la entrevista terminó, fueron guiados a la plazoleta del poblado. Alrededor bullía el mercado, donde los Aventureros hacían sus compras pertinentes. Los líderes les explicaron que tenían una misión de caza, en la cual Aiden e Iris participarían con el fin de integrarse y aprender a trabajar en equipo. Aiden estaba más emocionado de lo que podía demostrar.

Rosnri tomó el papel de líder y se dispuso a presentar al grupo que había reunido a su alrededor.

—Chicos, atención ¡Atención! —gritó dando una palmada a la espalda de un chico rubio—. Éstos se unirán al clan, son Indra y V, ambos de rango D.

Aiden saludó con la mano, vio de reojo como Iris recorrió con la vista a los Aventureros, por lo que hizo lo mismo, con un poco menos de mala cara.

—Este orejas puntiagudas es el religioso Sacerdote Hover, es el sanador principal de nuestro grupo —dijo poniendo una mano gigante sobre la cabellera rubia de un elfo— Se viste así por más que haga calor, supongo que no le molesta. También cuida y enseña a estos dos Sanadores novatillos.

Dijo señalando a dos chicos de unos veintitantos que se encontraban detrás de él.

—Un gusto jóvenes, bienvenidos —dijo Hover inclinando la cabeza con respeto— Interesante nombre —añadió mirando a Aiden.

—Estos dos gemelos tétricos son Dago y Dagan, dan miedo pero en realidad solo son tímidos, se visten siempre de negro y no hablan mucho. Ambos son de rango B, y tienen algunos rango D como ustedes aprendiendo.

Eran idénticos, iban vestidos de negro y daban bastante miedo. Ambos portadores de dagas. No miró mucho en dirección a ellos, por si acaso, aunque sus pupilos no se veían tan aterradores. De hecho, una de las chicas estaba mirándolo con ligera curiosidad. Cuando Aiden cruzó miradas con ella, se enrojeció y bajó la mirada antes que el pudiera incluso saludar.

—Mi nombre es Erl —se presentó a si mismo un enano, con la barba larga descuidada que llegaba a su abdomen. Tenía en la espalda un hacha a dos manos, cuya doble hoja ya era más alta que él.

—Erl entra en confianza con unos tragos, tiene un corazón de pollito —rió Rosnri—. Siempre está conmigo en la primera línea, es de rango A.

Aiden asintió, y dirigió su vista en los miembros faltantes, ambos humanos, aunque uno de ellos no parecía muy amable.

—Bah, ¿Cuánto tiempo más vamos a tardar? La espera es una puta mierda.

Su cabello gris estaba recortado al ras, y su musculado cuerpo joven le daba un aspecto de temer.

—Calma, por favor Firth —habló esta vez Nuria con tono conciliador.

—Ésto es estúpido hermana, no necesitamos más mocosos débiles para ésto, solo van a estorbarnos —respondió el muchacho cruzándose de brazos.

—¡A tu hermana le hablas con respeto niño! —refutó Nuria con los brazos en jarra, y luego suavizó su expresión mientras se volvía hacia Aiden—. Mi hermano y su pareja Melan son ambos de rango S, igual que Rosnri y yo.

"Mi rol es en el grupo es el de atacante a distancia, junto con Melan. Rosnri, Firth y Erl son la primera línea, luego Dagan y Dago cubren los flancos, además de a los atacantes a distancia y a Hover. Tu rol, Indra será similar al de ellos, y el de V al mío.

—Genial, unos inútiles molestos —escupió Firth— Quédense detrás y no molesten mucho, ya que...

Firth siguió hablando, y Aiden notó como algunos rodaban los ojos. V parecía a punto de irrumpir y responder de la peor manera posible al Aventurero, Rosnri se acercó a él, y Nuria abrió la boca para reprimirlo. Sólo que ninguno de ellos habló, o al menos no lo hizo debido a que Aiden tomó la palabra primero.

—No nos interesa —suspiró, y todos giraron sorprendidos a verlo, incluso Firth—. Decidimos unirnos y confiar en el señor Rosnri y la señora Nuria, así que tus quejas no llevarán a ningún lado.

Aiden terminó de hablar, y aunque supuso por la personalidad explosiva de Firth que no terminaría bien, no esperó que éste se lanzara directamente a él sin mediar palabra.

El Aventurero se tambaleó al no golpear nada, y Aiden vió en su ojos una chispa de asombro. Claro, Firth tampoco esperaba que Aiden sea capaz de esquivarlo, al final era solo un Aventurero de clase D. Ellos no sabían que los sentidos y el físico de Aiden habían superado con creces a los de un humano promedio.

—¡Cariño, detente!

A pesar de que Firth se había movido a una velocidad apabullante (probablemente Concordando dyn), no había utilizado ni de lejos su velocidad máxima. Aiden lo sabía, cómo sabía que el siguiente golpe sería imposible de esquivar. Lo recibió en el pecho sin poder captar más que el movimiento frente a él. "Sigue sin golpear lo suficientemente fuerte". Se dió cuenta sentado en el piso. Los gritos y golpes llamaron la atención de los transeúntes, que dirigían miradas de desaprobación hacia ellos.

Empujó aquel familiar calor que curaba las heridas hacia su dolorido pecho, y se levantó con cuidado. Su agresor parecía querer decir algo, pero fue abruptamente interrumpido.

—Suficiente Firth —la voz de Rosnri era firme y demandante—, además que el niño tiene razón. Tu opinión no cambiará nada, y nos vendrán bien más Aventureros de Rango D y para cumplir los requerimientos de las mazmorras SS. Ellos quieren hacer dinero y vivir como Aventureros. Además que su potencial fue valorado como sobresaliente por nuestra parte.

Firth viró a mirarlo como una serpiente colérica, luego escupió al piso.

—Cuando alguno de nosotros muera por la incompetencia de ellos, no digas que no te avisé —dijo caminando en dirección a la salida del poblado. Rosnri tuvo que apartarse para no chocar con él.

—Discúlpenlo por favor, no es un hombre malo, sólo se preocupa mucho por el grupo.

Melan se veía apenada. Arco y carcaj colgaban de su espalda, y se bamboleaban al ritmo que ella se acercaba a tomar las manos de Aiden. Él las retiró con calma y le dedicó una sonrisa de boca cerrada, y extrañamente Iris no dijo ninguna palabra.

Extrañamente, una chica más se acercó a él. Tenía pecas en el rostro, el cabello pelirrojo crespo y una mirada tierna. La muchacha que lo había mirado antes.

—¿Estás bien? —preguntó mirando al piso.

—No fue nada —respondió algo confundido por su interés.

Vio que Iris rodaba los ojos en su dirección y se ponía a hablar con Nuria. Decidió ignorarla, Iris siempre rodaba los ojos por cualquier cosa.

—Ji-Jina —dijo ella dándole la mano.

"¿Un apretón?". Pensó algo sorprendido, aunque cedió y le pasó la mano.

—Un gusto conocerte Ji-Jina, yo soy Indra. Nuevo en esto de ser Aventurero.

Ella lo miró entrecerrando los ojos. Aiden no pudo evitar darse cuenta que la chica parecía muy joven, y que sus gestos eran demasiado tiernos.

—Jina, no Ji-Jina —dijo ella.

Aiden asintió con una sonrisa. Antes de explicarle que era una broma, sintió el repentino peso de ser taladrado con la mirada. Alzó la vista y encontró que los gemelos estaban mirando en su dirección, mientras... ¿sujetaban sus dagas?

—Eh... —Dijo señalando levemente en dirección a ellos.

Jina giró para ver hacia donde apuntaba, y luego volvió a mirarlo a él con los ojos entonados y moviendo los brazos con nerviosismo, como si quisiera explicar algo con urgencia. Antes de que pronunciara cualquier cosa, uno de los pupilos de Hover se acercó (el más joven).

—No les hagas caso, no te harán daño —dijo con una sonrisa galante. Su cabello rubio estaba peinado tan pulcramente que ni uno de sus cabellos se salían de lugar.

—No parece —respondió Aiden a tono de broma, aunque aún asustado.

—Ellos acogieron a Jina desde muy pequeña —dijo aún sonriente—, y se pusieron algo celosos cuando ella se interesó en ti.

Esas palabras fueron suficientes para que Jina vuelva a enrojecer profusamente y hacer que sus pecas se coloreen.

—Yo no me interesé —dijo ella cabizbaja, bamboleándose.

El rubio rió sonoramente antes de hablar nuevamente.

—Bueno, se puso muy feliz cuando se enteró que alguien de edad similar a la suya podría unirse al clan —explicó—. Por cierto, mi nombre es Dalvio.

—Indra —se presentó nuevamente— un gusto conocerlos a ambos, espero nos llevemos bien. Creo que somos casi de la misma edad los tres —dijo al darse cuenta.

Jina asintió repetidas veces y Dalvio sonrió.

"Que sonrisa más grande". Pensó Aiden.

—Bueno vengan —dijo Dalvio apuntando con la cabeza hacia donde el clan comenzaba a formar un círculo— Explicaran los detalles de una misión de caza.

Su vida como Aventurero había llegado mucho más rápido de lo que el esperaba, pero había llegado. Sólo que ahora cargaba con algo mucho más grande que la idea de lanzarse a disfrutar de sus travesías.

Tendría que hacerse mucho más fuerte. Y no esperaba que sea fácil.

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