Dos semanas más tarde, sentada junto a su hijo en el avión de camino a Seoul, _______  pensó que sería una estupidez ponerse en contacto con Taehyung durante su estancia en la gran ciudad.

No conseguiría más que ponerse violenta, arrojarse a sí misma a sus pies. Y tenía que mostrar cierto orgullo. No, no podía. No había vuelto a saber nada de él tras el envío del ordenador.

Jackson le había contado que se mandaban mensajes por internet, pero ________ no había hecho una sola pregunta al respecto.

Era muy bonito y considerado por parte de Taehyung mantenerse en contacto de ese modo con
su hijo, y no tenía intención de interferir en esa relación.

Se alegraba de que Jackson
contara con una influencia masculina en su vida, pero no esperaba nada más de él.

Había perdido a Taehyung, y su corazón debía resignarse. Aunque, por otro lado, al menos, estaban sucediendo cosas buenas en su vida literaria, se decía a modo de
consuelo.

Dos días antes su editora la había llamado tan nerviosa y excitada que apenas había logrado explicarse. La última novela de _______, publicada solo una semana antes, había recibido críticas maravillosas.

Incluso había sido nominada para un premio concedido por una misteriosa asociación de escritores. Y su editora deseaba aprovechar aquella buena prensa.

Quería promocionarla, enviarla a múltiples entrevistas y
encuentros para firmar autógrafos. Liz, la editora de ________, lo había arreglado todo para que ella viajara a Seoul, se reuniera con el departamento de marketing y
publicidad y discutieran juntos los planes de futuro.

— ¡Dios, estoy aterrorizada! —Había exclamado ________  justo antes de dejar a su amiga al mando de la tienda—. ¿Qué ocurrirá si descubren que me detestan?

—Relájate, te adorarán —había prometido su amiga—. Y, ¿sabes por qué?

—No, ¿por qué?

—Porque eres auténtica, cariño. ¡Genuina! Allí, en Seoul, se creen que lo tienen todo, pero no.

_______  la entendió solo a medias, pero no discutió. Bien, era auténtica, se repetía una y otra vez. Genuina. Quizá Taehyungacabara también por verla así algún día.

Durante el vuelo, mientras su hijo leía libros y jugaba con un vídeo consola
portátil, ________ estuvo sopesando los pros y los contras de llamar a Taehyung.

Sin embargo, no logró tomar una decisión ni siquiera en el hotel, mientras se registraba en
recepción. Taehyung, en cambio, lo tenía muy claro.

Mientras ella rellenaba la ficha, él susurró:

—Pregunta a ver si hay mensajes.

— ¿Mensajes? ¿Y quién esperas que llame? —preguntó comprendiendo de inmediato la respuesta y sintiendo un nudo en el estómago.

— ¿Quién va a ser? Taehyung, por supuesto —contestó Jackson—. ¿A quién más conocemos en Seoul?

—Jackson, no le habrás avisado de que... ¿le has avisado? —preguntó tomando a su hijo de los hombros y obligándolo a responder.

—Claro que sí —contestó Jackson con inocencia—, ¿Por qué iba a guardarlo en secreto? Pensé... bueno, pensé que te alegrarías de verlo.

________ pensó que si Taehyung se ponía a hablar del tiempo gritaría, no podría evitarlo.

—Estupendo —afirmó Taehyung sin apartar la vista de ella, con ojos negros brillantes—. Estás preciosa,_______.

—Gracias, eres muy amable —respondió ella ruborizándose.

Era cierto, tenía muy buen aspecto a pesar de haber estado horas sentada en un avión. Había encontrado un traje perfecto para la ocasión. De hilo gris, falda larga y chaqueta ajustada. Elegante y sofisticado.

Llevaba además un alfiler antiguo con un ópalo rosa en la solapa y unos pendientes de perla.

—Bueno... ¿quieres tomar una copa o algo? ¿Los llevo a los dos a cenar?

— ¿Podemos, mami? —Preguntó Jackson—. ¡Por favor!

—Eres muy amable, Taehyung —contestó _________ consultando el reloj. Cenar. ¿Tan tarde era? Tenía que prepararse para salir con su editora y los agentes de publicidad. No le quedaba mucho tiempo.

— ¿Pero? —Preguntó Taehyung expectante —Pero me temo que tengo otros planes. Tengo una cita para cenar. Lo siento, pero me es imposible cancelarla.

— ¡Ah...! —exclamó Taehyung sintiéndose violento al haber dado por hecho que ella estaría libre—. Claro, por supuesto.

— ¡0h, mami!, ¿es que no podemos ir con Taehyung?

—Lo siento, cariño. Otro día, quizá.

—Claro, otro día —prometió Taehyung encogiéndose de hombros, como si no le importara.

Pero _______ pudo ver en sus ojos que sí le importaba,________ había esperado impaciente aquel momento, comprendió. Lo había esperado con ansiedad. Aquello le dio esperanzas.

—Escucha, aún me sobra un poco de tiempo antes de... la cita. ¿Quieres
acompañarnos arriba? Tenemos una suite, y espero que sea agradable y acogedora.

— ¿Una suite?, ¿en este hotel? —repitió él.

________ lo observó. Taehyung debía estar preguntándose cómo era posible que pudiera pagar la factura. Sin embargo no se atrevió a preguntar.

—Sí, estoy haciendo un buen trato —explicó ________— Un maravilloso trato.Su editora lo pagaba todo,______ llamo al ascensor—. Entonces, ¿subes?

—Claro, ¿por qué no? —contestó él mirándola con curiosidad.

La suite era maravillosa. Impresionante, pensó Georgia llamando al servicio de
habitaciones para pedir unos refrescos.

— ¡Eh, este sido es estupendo! —exclamó Jackson reclamando para sí uno de los dos dormitorios y tirándose en el enorme cama. Enseguida descubrió una televisión
gigante escondida en un mueble de estilo francés—. ¡Estupendo! —Volvió a exclamar encendiéndola con el mando a distancia—. ¡Mami, mira cuántos canales!

— ¡0h. Dios! —exclamó ella—. Justo lo que me temía. Ahora no podré
separarlo de la televisión ni un minuto.

El último capítulo se aproxima.....