Capítulo 19

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

—Todos en posición, procederemos a neutralizar al objetivo —ChanYeol dijo en voz baja a través de su intercomunicador, recibiendo afirmaciones por parte de sus hombres de inmediato.

Ellos estaban rodeando el pequeño asentamiento donde tenían a BaekHyun, y finalmente, ChanYeol podía hacer un movimiento y sacar a su testaruda pareja de allí, con quien por cierto, aún estaba supuesto a tener una muy larga y muy sería conversación.

Era vital discutir con él sobre su sentido de auto conservación.

—Señor, el objetivo está en movimiento, cambio. —Un informe llegó a través de su comunicador solo un par de minutos después—. Listos para proceder a su señal.

—Muy bien, entonces...

"¡ChanYeol!"

ChanYeol se tambaleó, sosteniendo su cabeza cuando el grito de BaekHyun le llegó de repente, demasiado potente para que pudiera aguantarlo sin repercusión

"Nos mintieron, todo era una farsa, son traidores".

¿Baek? ¿Estás bien? ¿De qué hablas?

—¿Señor? Esperamos indicaciones, el objetivo ha comenzado a abordar las camionetas —el mismo centinela de antes informó, mas ChanYeol le ignoró, más preocupado por lo alterado que podía sentir a su compañero.

¡BaekHyun, respóndeme! ¡¿Estás bien?!

"Nos traicionaron, ChanYeol, ChanSook y BongSung trabajan para SeungYeop, nos engañaron para que pudieran capturar y crear..."

BaekHyun calló de repente y el corazón de ChanYeol dio un vuelco, sintiendo, sabiendo que algo malo había pasado.

¿Baek? ¿BaekHyun? ¡¿BaekHyun?!

ChanYeol tomó una profunda respiración, que quedó enganchada en su pecho cuando no recibió respuesta de su omega por más que le llamara. Intentando calmarse a sí mismo, se concentró lo suficiente como para alcanzar su lazo y buscar directamente en la conciencia de su compañero.

Fue entonces cuando se dio cuenta de que la razón por la que este no le daba ninguna clase de respuesta, era porque aparentemente estaba inconsciente. Por supuesto, esto no hizo que ChanYeol se sintiera mejor, pero al menos ahora sabía que sea lo que sea que hubiera pasado, no podía ser demasiado malo.

Al menos le rogaba a la Diosa Luna porque no lo fuera.

—Cambio de planes. —ChanYeol golpeó su intercomunicador para hablar una vez más con sus hombres—. El objetivo es rescatar a BaekHyun y capturar a ChanSook y BongSung, a partir de este momento, son considerados traidores.

—¿T-Traidores, señor? ¿BongSung? —Uno de sus centinelas preguntó con duda.

—¿No fui lo suficientemente claro, soldado? —ChanYeol gruñó.

—Señor, sí, señor —este respondió rápidamente.

—Tiene carta blanca con ellos, al único que deben preocuparse por atrapar con vida, es a Kwang ChulMoo, ¿entendido?

—Sí, señor —respondieron sus centinelas a coro.

—Entonces, vamos a patear sus asquerosos culos, en marcha —ordenó.

La primera escuadrilla se puso inmediatamente en movimiento, ChanYeol se encontraba en la segunda, esperando para también ponerse en movimiento. El caos se desató y él estuvo a punto de dar la orden para que también avanzaran cuando su celular vibró en su bolsillo, ChanYeol se detuvo y le hizo una seña al resto para que se unieran a los otros. Sus centinelas obedecieron de inmediato.

ChanYeol metió la mano en su bolsillo y tomó su celular, normalmente no cargaba alguno en este tipo de misión, pero dadas las circunstancias en la que se encontraban debido a Choi, él había aprendido a cargar siempre con él.

Cuando vio el nombre de JongIn brillar en la pantalla, supo inmediatamente que algo malo estaba pasando. Contestando la llamada, se llevó el celular al oído.

—¿Qué está mal?

—Estamos bajo ataque —su beta contestó sin miramientos, ChanYeol maldijo—. Nos abordaron desde el sureste, estamos enviando refuerzos hacía allí y al resto de las entradas de la manada. Esta vez no los dejaremos entrar.

—Asegúrate de que todos sigan el protocolo, todo el mundo debe cargar por lo menos dos viales con el antídoto del Contritionem, no deben dejar que nadie del grupo de SeungYeop de con ellos o se enteren de su existencia, al menos no por el momento. —ChanYeol miró a los cuatro hombres que se habían quedado atrás con él para protegerle—. Llama al resto de las mandas y ponlos al tanto delo que está sucediendo, si Choi aún no ha llegado a ellos, eso les dará tiempo para que al menos se preparen.

—Lo haré de inmediato —aseguró JongIn.

—Y JongIn, trata de mover al menos un camión con el antídoto para cada manada, toma todos los que ya estén listos y envíalos, quédate con lo justo para nosotros. —ChanYeol se pasó una mano entre el cabello y se estrujó la frente cuando el estrés solo se triplicó en él—. Pon a la manada bajo alerta roja, que todo el mundo se refugie, quiero que la menor cantidad de civiles salgan heridos en esto.

—SeHun ya se está encargando de eso —informó su beta.

—Muy bien, ¿está el doctor Lee en la manada de Kim, ya?

—Así es, salió ayer.

—Entonces, comunícate con él y con Min, haz que el doctor se ponga a trabajar en producir la mayor cantidad del antídoto que pueda en tan poco tiempo como sea posible, hazles llegar mi petición a Kim y a Min de que se le facilite cualquier cosa que el doctor necesite.

—Anotado.

—Una vez hagas eso, procura mandar a SeHun con refuerzos hasta mí. Tengo el firme presentimiento de que los necesitaré. —ChanYeol hizo una mueca.

—¿Estás insinuando que...? —JongIn no terminó la pregunta, pero ChanYeol no necesitó que lo hiciera para saber a lo que se refería.

—Así es —contestó—. Choi nos tendió una trampa y nos zambullimos directamente en ella, estoy casi seguro de que es cuestión de tiempo antes de que seamos emboscados.

—Enviaré esos refuerzos ahora mismo —JongIn aseguró con voz ronca—. Todavía tomará un par de horas sin embargo, solo mantente en pie hasta entonces, yo me haré cargo del resto.

—Gracioso —contestó, aunque su voz no guardaba ningún tono de gracia—, lo que dices podría ser más literal de lo que piensas.

—No empieces ChanYeol, estoy cansado de tener esta conversación contigo cada que estamos en este tipo de situación. Vas a estar bien, vas a salir de esta, como siempre —JongIn gruñó.

—Hum —murmuró en su garganta—. No soy invencible JongIn, nadie lo es. Ahora, haz lo que te dije y mantén la manada segura.

—Dalo por hecho. —Con esto, ChanYeol colgó y se giró hacia sus hombres.

—Vamos, tenemos que conseguir a BaekHyun seguro antes de que la mierda nos embarre a todos. —Moviendo la cabeza hacia sus centinelas, ChanYeol comenzó a trotar, dirigiéndose directamente hacia el caos.

Tres horas después de recibir la llamada del beta de ChanYeol y a hora y media de que todo DaeGu entrara en cuarentena, NamJoon se encontraba entrando en el laboratorio privado en el que de alguna forma YoonGi se las arregló para conseguir acceso y permitir que el doctor Marcus Lee pudiera trabajar.

NamJoon caminó a grandes zancadas a través de los impolutos pasillos, siendo guiado casi en un pequeño trote por la asistente del que sabía era dueño del lugar, hasta donde este, YoonGi y el doctor Lee se encontraban reunidos.

NamJoon había estado haciendo malabares durante la mayor parte del día para poder organizarse, desde que su beta HoSeok no estaba en la manda para secundarlo, había tenido bastante mierda de papeleo y reuniones con las que tratar.

—Tengo que darle un aumento —murmuró por lo bajo para sí mismo.

Lo peor era que, un par de horas antes de recibir la llamada del beta de Park, NamJoon se enteró de que HoSeok había sido capturado por JaeMin, todo debido a la llamada que Khang JuWon había hecho, antes de según sus palabras, salir a por él.

NamJoon había tratado de razonar con el hombre, diciéndole que solo lograría que fuera capturado también y que el sacrificio de HoSeok para que tanto él como su protegido pudieran escapar, sería en vano, mas el hombre no atendió a razones, colgando justo después de decir que habría un niño de quince años a quien tendría que recoger para alrededor de las diez de la noche ese día.

Él estaría en una cafetería de un pequeño pueblo en los límites del sur de la manada y lo reconocería por su chaqueta color verde militar y porque le diría la frase "el pastel de chocolate siempre será mejor que el de vainilla". NamJoon suponía que debía haber alguna historia tras eso, pero él no cuestionó.

Había enviado a uno de sus principales centinela por el protegido de Khang y lo había apurado aún más desde que se supone que todas las comunidades cercanas a los límites de la ciudad, habían comenzado a ser evacuadas después de la posible amenaza de ataque.

Fue entonces cuando WoongJoon llegó hasta él y NamJoon le envió a respaldar a HoSeok, o a rescatarle más bien. Media hora después de que su primer centinela al mando hubiera salido, recibió la advertencia de Kim JongIn y más mierda fue agregada a su plato.

—¡Mal nacido hijo de puta! —Solo debido a sus reflejos, NamJoon pudo atrapar el celular que voló por el aire directo a su cara, cuando la puerta se abrió—. Joder, ¿estás bien? Lamento eso.

NamJoon arqueó las cejas hacia YoonGi, dueño del celular en su mano y quien había gritado el anterior improperio.

—Supongo que has recibido nuevas noticias y no de las buenas —afirmó. YoonGi gruñó.

—Dong SeoHyuk acaba de llamarme —YoonGi contestó, estrujándose la barbilla con la palma de la mano—. El hijo de puta me prohibió, me prohibió —YoonGi repitió para mostrar su enfado e incredulidad—, ayudar de cualquier forma a la manada de ChanYeol, me dijo que no metiera mis narices en sus asuntos y que si le desafiaba, JiMin sería quién pagaría las consecuencias. El muy bastardo —gruñó lo último.

—No es una acción sorprendente de su parte, esperaba que sucediera y sé que tu también lo hacías, YoonGi. —NamJoon ladeó la cabeza y le miró con curiosidad—. ¿Qué te causa tanta conmoción?

—El tono con el que me habló, te lo juro NamJoon, cuando sea capaz de poner mis manos en él, lamentará el día en que nació. —YoonGi exhaló con fuerza y por alguna razón, le recordó a NamJoon a un toro embravecido.

—Lo sé, te creo —aseguró, finalmente poniendo su atención en el resto de los hombres en la sala—. Doctor Lee, señor Sun. —Saludó a ambos hombres con un inclinamiento de cabeza, acercándose a este ultimo para estrechar su mano—. Le agradezco que coopere con nosotros y nos permita utilizar sus instalaciones.

—Cualquier cosa que necesiten alfa, además, nunca podría negarle ayuda a un amigo y socio. —El señor Sun miró a YoonGi y NamJoon sonrió, por supuesto, eso tenía mucho sentido.

—No tenía conocimiento de ello —NamJoon aceptó, soltando la mano del hombre y tomando asiento cuando este se lo ofreció.

—Sun fue voluntario junto a mí durante años, nos conocimos tres meses después de que llegara a África y trabajamos juntos hasta que tuvo que volver —YoonGi explicó, dejándose caer pesadamente en uno de los sofás—. Siempre había hablado de su sueño por formar su propio laboratorio para crear medicamentos accesibles para la población más vulnerable y por supuesto, me pareció una excelente idea, por ello le ofrecí ayuda, una cosa llego a la otra y me termine convirtiendo en socio.

—Lo que en realidad significa que es cofundador del laboratorio, pero a YoonGi no le gusta recordarlo. —El señor Sun tomó asiento justo a YoonGi y palmeó su pierna—. Mi buen amigo aquí, ni siquiera me deja dar a conocer su identidad al resto de los socios, prefiere actuar como un donador constante.

—Te dije que te estaba donando el dinero, nunca te pedí que me hicieras socio —YoonGi gruñó al hombre, quien rodo los ojos y descartó sus palabras con un ademán.

—No tendré esta discusión contigo otra vez. —El hombre se giró hacia el doctor Lee—. Entonces doctor, ¿en cuanto a los materiales que decía que necesitaría?

—Le haré un listado —Lee contestó—. Lo malo es que hay algunos que podrían ser algo difíciles de conseguir y podría no contar con ellos.

—Haga esa lista y revisaremos, si algo falta, nos las arreglaremos para conseguirlo —aseguró Sun—. Bell, acompaña al doctor Lee hasta nuestras bodegas y haz que tenga absolutamente cualquier cosa que necesite, ¿ya ha liberado el área que te pedí para él?

—Está casi lista, señor. —La secretaria del señor Sun asintió, tecleando algo en una tableta que cargaba en manos—. Según el personal, debería estar lista en una media hora más.

—Excelente, entonces por favor guía al doctor Lee.

—Enseguida, señor. —La secretaría se giró hacía el susodicho—. ¿Sería tan amable de acompañarme, doctor?

—Por favor. —Lee se puso de pie y dejó que la chica saliera antes de seguirle.

—Entonces, ¿qué tan malo es en realidad este veneno? Eh... Contitionem, ¿no? —Sun cuestionó.

—El doctor Lee me estuvo explicando sobre ello —YoonGi respondió—. Al parecer el químico fue explícitamente creado para matar la parte animal de cualquiera que sea inyectado y dependiendo de la concentración que se utilice, la persona solo tendrá máximo veinticuatro horas antes de morir si no recibe el antídoto.

—Entonces, esto fue lo que pasó, por eso TaeHyung...

—Sí y lo siento NamJoon, pero según me dijo Lee, las probabilidades de que TaeHyung recupere su tigre son más bien nulas. —YoonGi se mostró sinceramente afligido, NamJoon asintió lentamente.

—SeokJin no se lo tomará bien, JungKook mucho menos.

—JungKook ya lo sabe, él tuvo una discusión con el doctor Lee ayer, él tampoco se tomó muy bien saber que fue este quien creó el químico que puso a TaeHyung en ese estado.

—No puedo culpar al hombre, hubiera hecho lo mismo de haber estado en su situación. —NamJoon negó con la cabeza—. También estaría dispuesto a hacer cualquier cosa si eso significara salvar la vida de mi hijo.

—Por lo que dicen, hay mucho más en esto de lo que realmente podría parecer —Sun intervino y ambos líderes se giraron para mirar al hombre.

—Sí, lo lamento, debes estar bastante perdido con nosotros hablando sobre esto —YoonGi dijo—. Estamos teniendo bastantes problemas con los renegados, su líder fue quien obligó al doctor Lee a crear el Contritionem para atacarnos y reducirnos rápidamente.

—Ya veo —Sun murmuró—, y dices que también lograron secuestrar a tu compañero, eso es bastante mierda para tratar.

—Nos tiene cogidos de las pelotas, sí. —YoonGi asintió con la cabeza—. Estamos seguros de que es cuestión de tiempo antes de que comiencen a atacarnos al igual que a Seúl, con la ventaja de tener a mi compañero en sus manos, saben que no hay mucho que realmente me atrevería a hacer.

—Lamento toda esta situación, YoonGi. —Sun apretó el hombre de este, tratando de transmitir su apoyo.

—Tendremos muchas bajas si no logramos crear una buena cantidad del antídoto para cuando eso pase —NamJoon señaló, llamando la atención de los otros hombres—. Por eso es tan urgente su ayuda, señor Sun.

—Cierto, por eso me gustaría que ayudaras directamente al doctor Lee, quiero que le asistas, lo haría yo mismo, pero a diferencia de ti, esa no es realmente mi área. —YoonGi miró a su amigo con seriedad—. También está el hecho de que aún debo tratar de recuperar a mi compañero y asistir a la manada.

—Sabes que te ayudaré en lo que sea, YoonGi. —Sun asintió—. Deja esto en mis manos, me aseguraré de que todo esté listo tan pronto como sea posible y si necesitas cualquier otra cosa, solo debes decirme.

—De hecho, sí lo necesitamos. —YoonGi le miró y NamJoon asintió—. Además de producir el antídoto para suplir la manada, debemos distribuirlos al resto de nuestros aliados.

—Será bastante trabajo, pero no es imposible, lo único sería reabastecernos para la producción. —Sun se golpeó barbilla con su dedo índice, luciendo pensativo—. Necesitaré una aprobación firmada de ambos, pero creo que podría resolver eso si tiro de unos cuantos hilos.

—No obstante, debemos mantener esto en secreto, nada puede salir de estas instalaciones. Es de suma prioridad que nadie del grupo de renegados se entere sobre este antídoto —NamJoon llamó la atención de Sun—. Tenemos esta ventaja contra Choi, debemos mantenerla tanto como se nos sea posible, ¿entiende eso señor Sun?

—Perfectamente. —El hombre asintió.

—Entonces, contamos contigo, Sun —YoonGi dijo, mirando a su amigo directamente a los ojos.

Algo grande estaba pasando, JiMin lo sabía, porque no era precisamente normal la cantidad de movimiento que había en el lugar, además del claro hecho de que Dong apenas había entrado a su celda. Por supuesto, no es como que JiMin lo extrañara, pero era bastante inusual desde que el hombre le visitaba cada día para torturarlo por horas.

Enderezándose como pudo, JiMin apretó los dientes cuando el dolor hizo que sus ojos se nublaran, sus heridas aún estaban abiertas y su genética no podía ayudarlo demasiado rápido dado el constante abuso al que estaba siendo sometido, además por supuesto, de lo débil que actualmente se encontraba.

—¿Está él despierto?

—¿Cómo voy a saberlo?

JiMin escuchó voces por fuera de la puerta de su celda. Para ser justos, el lugar era en realidad una habitación y por lo que JiMin había logrado ver mientras era arrastrado de un lugar a otro, debió servir como alguna clase de instalación medica en algún momento.

La cerradura de la puerta sonó justo antes de que esta se abriera con un chirrido.

—Bueno, eso resuelve tus dudas, él lo está —uno de los hombres dijo.

—Eso nos ahorra el tener que arrastrar su trasero al hombro —el otro hombre respondió, acercándose hasta JiMin para agarrarlo del brazo y tirar de él sobre sus pies.

—Cuidado —gruñó, pero como era de esperarse, simplemente fue ignorado.

—Cállate y camina, el alfa quiere verte. —El tipo siguió tirando de él, no importándole cuando JiMin tropezó con sus propios pies y casi cayó de cara al suelo.

JiMin se mareó y solo siguió erguido debido a que el tipo apretó su agarre y volvió a tirar de él para enderezarle.

—¿Ni siquiera puedes caminar como es debido?

El hombre era un imbécil en toda la palabra, él podía ver perfectamente el estado en que se encontraba, tenía que saber que incluso respirar ya era un gran esfuerzo para JiMin.

—Eres un idiota, Suk, solo mira al chico. —El otro guardia bufó, acercándose a su compañero para quitárselo de encima y ser él quien sostuviera a JiMin—. Aquí, con cuidado —dijo, guiando a JiMin con mucha más suavidad.

JiMin pudo percibir que el hombre en realidad parecía compadecerse de él, que no era más que la pena lo que hacía que actuara con ese grado de amabilidad. JiMin tuvo que preguntarse a sí mismo una vez más, qué tan jodido estaba realmente.

—A este paso, llegaremos mañana.

—Solo lárgate si estas muy desesperado, Suk, estoy harto de oírte quejarte por absolutamente todo. —El guardia que le sostenía hizo una pausa en su caminar, girándose para fulminar a su compañero—. Vamos, lárgate, yo me encargaré de llevar al prisionero hasta el alfa y responderé ante cualquier reclamo por la tardanza, prefiero eso a tener que seguir escuchando tus incesantes lloriqueos.

El guardia, Suk, por como el hombre que le sostenía le seguía llamando, pareció enrojecer de rabia, sin embargo, no dijo una palabra cuando pisoteó en zancadas lejos de ellos.

—¿Estás bien chico? ¿Necesitas apoyarte un momento?

—Preferiría no tener que moverme en absoluto —JiMin murmuró por lo bajo para sí mismo, mas por la mueca que el hombre hizo, él debió escucharlo.

—Lamento eso —él dijo—, solo estoy haciendo mi trabajo.

—Lo sé. —JiMin asintió—. Estás siendo desconcertantemente amable, en realidad, ¿por qué? ¿Es esta alguna clase de extraño truco?

—Nada de trucos. —El guardia negó con la cabeza, comenzando a caminar de nueva cuenta, sin embargo, él mantuvo un paso lento—. La verdad es que no estoy de acuerdo con la mayoría de las cosas que esta gente está haciendo, pero como ya dije, es mi trabajo y debo cumplir —susurró.

—Si no te gusta, ¿por qué continuas aquí? ¿Por qué no buscar otro trabajo?

—Supongo que por la misma razón que por la que la mayoría se queda a pesar de todo, necesito el dinero y para un ex convicto no es fácil conseguir trabajo, todo el mundo mira tú historial e inmediatamente después te cierran la puerta en la cara. —El guardia sonrió amargamente—. Cometes un error una vez y eres catalogado por ello por el resto de tu vida.

—Lamento escuchar eso. —JiMin era sincero en ello—. Si no es demasiado atrevimiento, ¿puedo saber qué fue lo que hiciste?

El guardia se encogió de hombros. —Maté al tipo que abusó de mi hermana pequeña.

Un nudo se formó en el estómago de JiMin al escuchar eso, era una situación demasiado familiar, fácilmente podría ponerse en el lugar del hombre, solo que JiMin tendría el papel de la chica y JungKook sería este hombre.

—¿E-Ella está bien?

—La terapia está haciendo lo suyo, tenía quince en aquel entonces y el bastardo veintiséis, no me arrepiento de haberlo hecho y nunca lo haré. —Algo oscuro pasó por los ojos del hombre y JiMin no dudó de sus palabras ni por un segundo—. No me importan las repercusiones que me estén trayendo ahora y que sea la razón por la que tenga que estar aquí.

—Entonces, ¿dices que muchos de lo que están aquí lo hacen porque son ex convictos que solo buscan ganarse la vida?

—Básicamente, sí, muchos de ellos son realmente unos bastardos, pero la mayoría solo quiere conseguir algo de dinero para poder sostener a los suyos. —Él volvió a encogerse de hombros, parando una vez más para permitirle descansar.

JiMin tomó una profunda respiración y se apartó el sudor que se formó en su frente debido al esfuerzo y el punzante dolor en sus piernas y espalda. Sin embargo, todavía puso atención en lo que el hombre tenía para decir.

—No es la mejor forma y sabemos que lo que esta gente busca no es lo mejor, pero son los únicos que estuvieron dispuestos a darnos una oportunidad sin ninguna clase de problema.

—¿Por qué me estás diciendo todo esto? —JiMin preguntó, porque era extraño que casualmente un guardia simplemente insinuara su desagrado por las acciones de Choi y Dong, que le contara todo aquello de la nada.

—Porque de alguna forma, me recuerdas a mi hermana —el guardia confesó—. He visto cómo el retorcido de Kwang te mira, lo he escuchado hablando con algunos de sus amigos lo que quiere hacerte. —El hombre retorció el rostro en una clara mueca de asco—. Terminé en la cárcel y en esta situación por un tipo como él, no puedo tolerar a los de su clase.

JiMin frunció el ceño y comenzó a caminar por sí mismo, ellos pasaron algunos de los otros guardias, que solo fruncían el ceño o apartaban la mirada cuando le veían.

—Quería decirte que, aunque no pueda ayudarte a salir de esto, si hay algo que necesites, puedes decirme en cuanto me veas, trataré de tenerlo para ti.

Aún dudoso por la inusual y demasiado sospechosa actitud del hombre, JiMin decidió arriesgarse, de cualquier forma, aunque fuera una trampa, no es como si podría irle peor de lo que ya lo hacía.

—¿Puedes conseguirme una hoja de papel y un lápiz? —Susurró, tan bajo que por un momento pensó que el hombre no lo había escuchado.

—Eso no está entre mis posibilidades —el guardia respondió de igual forma.

—Por favor, si lo que temes es por la seguridad de tu hermana, de tu familia, puedo hacer que les lleven a un lugar seguro, solo necesito esa hoja de papel y que lo hagas llegar hasta mi compañero.

JiMin ya sabía que el hombre diría que no antes de que le respondiera, él se mostró demasiado reacio e inquieto, así que cuando finalmente contestó, su sorpresa no pudo ser más grande.

—Veré lo que puedo hacer.

Stars_Of_Saturn.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro