Capítulo 6

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

—Acabamos de recibir noticias del consejo, al parecer el grupo de GwangJu volvió a atacar, esta vez asesinaron al alfa y los centinelas de una pequeña manada de perros en la costa de Jeolla del sur —HoSeok informó a NamJoon y YoonGi en cuanto entró a la oficina de este último—. También se llevaron a todos los civiles hombres mayores de quince años.

—Maldición. Tenemos que detener a esa gente ya —YoonGi gruñó, pasándose una mano por el rostro—. ¿Qué hay del resto? ¿Están todos bien? —Cuando HoSeok hizo una mueca y se removió en su lugar, supo que lo que diría a continuación no eran buenas noticias.

—Realmente no sabemos con seguridad lo que sucede dentro de la manada, la gente de Choi plantó un campamento en el lugar y no dejan que nadie salga del de la manada, y los que entran son rigurosamente revisados. Todo parece haber sucedido hace algunos días, por como se ve el asentamiento. —HoSeok miró del uno al otro con preocupación.

—Por lo que esa gente podría estar siendo masacrada en este momento y nosotros no podríamos saberlo. —NamJoon bufó con inconformidad—. Encima, hace días que no recibimos ningún reporte de Khang.

—¿Podría haber estado en la manada cuando todo sucedió? La última vez que nos habló, dijo que tenía que ir a hacerle una visita a alguien en el sur de la provincia, ¿podría él estar...? —YoonGi no terminó la pregunta, sin embargo, todo el mundo supo lo que insinuaba.

—No puede ser, esa sería demasiada coincidencia y no de las buenas. —NamJoon negó.

—Pero podría ser perfectamente una posibilidad. —GeumJae señaló—. Sería una mierda si sucediera, pero no podemos descartar el hecho.

—La cosa es, ¿por qué estaban interesados en una manada tan pequeña?

—¿Creen que estén abriéndose nuevas rutas? —GeumJae preguntó.

—¿Qué quieres decir? —NamJoon cuestionó al menor de los Min.

—Piénsenlo, es viable, hemos cortado casi todos sus medios de transporte marítimo, ya no pueden contrabandear sus armas tan fácilmente como en un principio, aún más desde el decreto del consejo en evaluar cada carga de los puertos con rigurosidad.

—Creo que estoy entendiendo tu punto. —HoSeok asintió—. Todos sabemos que la manada que atacaron no era muy grande y sin embargo, contaba con su propio pequeño puerto pesquero, ellos podrían tratar de camuflar el tráfico de las armas con el negocio de la pesca, tal vez no podrían llevar cargamentos en grandes cantidades, pero aún así podrían comenzar a hacerse con sus armas, ¿no es así?

—Exactamente.

—Por lo tanto, deberíamos hacer una prioridad el recuperar el control de la manada —NamJoon dijo.

—Y tal vez prestarles un poco de cuidado extra a las manadas costeras de la provincia —YoonGi agregó, de acuerdo con el plan que comenzaba a formarse—. Ok, hagamos esto. Hablemos las cosas con el consejo y pautemos una reunión con los lideras de todas esas manadas, plantémosle nuestras sospechas y consigamos un poco de ayuda para recuperar la manada de las manos de los Renegados.

—Comenzaré a hacer las llamadas —GeumJae se ofreció, sacando su celular del bolcillo para, seguramente, reunir información y ponerse en ello.

—Bien, con eso cubierto, ¿qué haremos en cuanto Khang? ¿Quieren que envíe a algunos hombres a que se aseguren de que no esté entre las víctimas?

—Creo que lo más factible sería esperar unos días más, tan preocupado como estoy, no quiero arriesgarme a que el hombre sea descubierto si pudo haber tenido la oportunidad de infiltrarse —NamJoon respondió a su beta—. Si para el final de la semana no se ha reportado, entonces enviaremos a alguien a averiguar lo que le pudo haber pasado.

—Como prefiera. —HoSeok inclinó la cabeza en aceptación.

—Supongo que deberíamos avisarle a Park sobre esto —YoonGi llamó la atención de ambos—. Sé que ha estado en un infierno de mierda en los últimos meses y que probablemente no pueda prestarnos demasiada ayuda, pero creo que apreciaría el estar informado de lo que planeamos, todo esto se ha vuelto algo personal para él.

—Hablando de ChanYeol, estuve hablando con él la pasada noche —NamJoon informó.

—¿Sucedió algo nuevo?

—Algo así, me dijo que su compañero está en cinta.

—Bueno, mierda. —YoonGi hizo una mueca—. Sé que un cachorro es una buena noticia, pero que sucediera justo en este momento es un poco...

—Lo sé. —NamJoon comprendía a lo que se refería—. ChanYeol está feliz por tener un cachorro, pero también está muy preocupado, teme que su tío o cualquier persona del bando enemigo se entere y lo hagan su principal objetivo.

—No es de extrañar.

—Estuvo planteándose la posibilidad de sacar a BaekHyun de la ciudad, más bien del país, pero este se negó, al parecer la Luna Park no está dispuesto a dejar a su compañero solo en un momento de crisis como este.

YoonGi no pudo evitar la sonrisa que tiró de sus labios al escuchar eso último. —¿A quién será que me recuerda ese comportamiento? —Canturreó burlón. NamJoon le blanqueó los ojos.

—Mis chicos lo llevan en la sangre.

—Oh, ellos definitivamente lo hacen. A veces desearía poder amarrarlos —HoSeok gruñó.

—Si aprecias tus bolas, no lo intentaría. —HoSeok hizo una mueca de dolor ante las palabras de su líder.

—Te juro que tienen algo con patear la entrepierna de todos —el beta contestó con un estremecimiento—. De todas formas, volviendo a lo del alfa Park, ¿cree que necesite algo de apoyo extra? Tal vez traerlo a alguna de las manadas, aquí definitivamente ha estado más tranquilo que en Seúl.

—Se lo ofrecí, pero BaekHyun está empeñado con mantenerse junto a ChanYeol en todo momento.

—¿Creen que ser así sea algo de las Lunas de manada? —YoonGi preguntó al aire, GeumJae bufó desde su lugar.

—Por supuesto, YoonGi, no serían Lunas de manada sin carácter —dijo—. Aunque TaeHyung no es ninguna Luna y es igual —puntualizó.

—Pero tiene sangre Kim —NamJoon y HoSeok contestaron a la vez. Ambos hermanos Min rieron.

—TaeHyung es un caso aparte. —YoonGi asintió de acuerdo, una divertida sonrisa tirando de sus comisuras.

JiMin sonrió hacia Min cuando salió del gimnasio y lo encontró recostado en su camioneta esperándole. El Alfa se veía caliente, su pose despreocupada, la forma en que la brisa alborotaba levemente su oscuro cabello y la sonrisa en sus labios, hacia casi imposible el pasar junto a él y no tener el deseo de lanzarle un par de miradas. Por supuesto, no es como que JiMin fuera a admitir algo de eso en voz alta, al menos no en un futuro cercano. Aún no estaba listo para eso.

No importa lo caliente que se sintiera su conejo y lo mucho que deseara arrastrarlo a alguna habitación y hacer su travieso camino en él. JiMin rodó los ojos, su conejo siempre estaba caliente, si fuera por él se la pasaría follando durante horas todos los días, eso era una de las desventajas de ser esa clase de cambia forma, eso era la única herencia que realmente hubiera deseado no tener de su contraparte animal.

—Hey, no solo te quedes ahí mirándolo y babeando el pavimento. —TaeHyung apareció junto a él, codeándolo levemente y moviéndole las cejas—. Ve junto a él, no le hagas esperar.

JiMin entrecerró los ojos hacía el omega menor, más este solo se rio divertido y comenzó a avanzar hacia los alfas, gritando el nombre de su hermano animadamente. Solo entonces JiMin se dio cuenta que YoonGi reía de algo que JungKook le decía, había estado tan concentrado en Min que ni siquiera había notado a su hermano parado junto a este.

YoonGi giró la cabeza en su dirección y su sonrisa pareció volverse imposiblemente más resplandeciente. JiMin finalmente comenzó a caminar hasta él, parando cuando estuvo solo a unos pasos y le devolvió la sonrisa.

—Hola, lindura —YoonGi saludó jocoso, JiMin gruñó.

—No soy ninguna lindura. —Entrecerró los ojos amenazadoramente—. No vuelvas a decirme así.

—Como digas, lindura.

JiMin resopló, fulminando a JungKook y TaeHyung cuando estos comenzaron a carcajearse ante la provocación del alfa. JiMin se sentía halagado de que YoonGi pensara que era lindo, pero él no estaba aceptando que le llamara así, eso era un poco, demasiado, empalagoso para él.

—Oh, estoy teniendo dulces recuerdos justo ahora —JungKook dijo, dándole una más que amorosa mirada a su pareja—. Sé de alguien a quien tampoco le gustaba que le llamara con motes cariñosos.

—No es que no me gustaran los motes cariñosos, es que el que me diste me hacía sentir en conflicto —TaeHyung se defendió, sonriendo cuando JungKook se inclinó y dejó un beso en su mejilla mientras murmuraba un "lo que digas, dulce".

—Entonces, con YoonGi estuvimos hablando de pasar a comer algo, ¿qué dicen?

—Solo si puedo tener un poco de carne hoy, y uh, tal vez un baño antes de ir. —TaeHyung hizo una mueca, JiMin se sentía igual al respecto.

—Hum, entonces, ¿qué les parece si mejor compramos algo de comida para llevar y cenamos los cuatro juntos en el patio trasero? Parece que esta será una linda noche —JungKook propuso.

—Es una gran idea, ¿qué piensan chicos?

—Por mi no hay problema. —YoonGi se encogió despreocupadamente de hombros—. ¿JiMin?

—Supongo que también estoy dentro.

—¡Excelente! —TaeHyung aplaudió y comenzó a tirar de JungKook hacia su auto—. ¡No reuniremos en el restaurante del centro! ¡Vayan con cuidado! —Y ambos subieron al auto y se marcharon sin que JiMin pudiera decir nada acerca de ello.

—¿Vamos? —YoonGi le abrió la puerta del copiloto.

—Vamos.

.

.

.

.

.

La cena fue bastante agradable y divertida, JiMin notó que se sentía cada vez más relajado junto al león, todavía había cierta cautela, pero al menos ya no tenía el impulso de correr a las colinas lejos de él cada vez que lo tocaba, bueno, por lo menos el impulso ya no era tan fuerte como para no poder controlarlo.

Además, YoonGi era muy cuidadoso y mantenía la cercanía y los toques al mínimo, lo que facilitaba las cosas aún más.

Era fácil ver la clase de alfa y persona que Min era, y a JiMin le gustaba cada vez más lo que iba descubriendo con el pasar de los días. Había notado que no le tenía miedo a su forma de León, al contrario, extrañamente tanto JiMin como su conejo se sentían muchísimos más cómodos con el animal que con la misma parte humana.

Tal vez porque JiMin sabía que todo a lo que el animal aspiraría sería a descansar en su regazo y que le rascara alguna parte del cuerpo, en cambio la parte humana... JiMin no iría ahí ahora.

—Sería grandioso si pudiéramos poner una pequeña estufa aquí en la mesa y asar un poco de carne. —TaeHyung suspiró, tomando un trago de su soda—. Es una lástima que JiMin no pueda soportarlo.

—Lo siento, sabes que no es que me moleste en sí o que no quiera, pero realmente no puedo soportar el olor. —JiMin le miró culpable.

—Está bien, Minnie, no te estaba reprochando, solo lo decía porque pensé que podría ser divertido. —TaeHyung desestimó con un ademán de manos.

—Entonces es cierto que no puedes soportar el olor de la carne cruda. —YoonGi sonrió—. ¿Por qué crees que sea?

—Es algo que hemos tratado de averiguar por años, pero nunca hemos encontrado una razón en particular, JiMin simplemente no puede tolerarlo —JungKook respondió por él.

—¿Es así?

—Lo es —JiMin confirmó—. Llegué a pensar que era algo de mi parte animal, pero desde que ni Kook, ni mis padres o cualquier cambia formas conejo que he conocido tiene el mismo problema, simplemente deduje que era algo mío.

—Bien, me aseguraré de tener cuidado con eso en un futuro —Min dijo y por alguna estúpida razón, JiMin sintió que su cara se calentaba.

¿Qué infiernos le pasaba? ¿Acaso había vuelto a sus días de adolescencia, sonrojándose por todo? Aunque pensándolo bien, ni siquiera de adolecente JiMin había actuado así. Uh, JiMin tendría que tratar más duro de dejar de hacer un tonto de él.

Gracias a la diosa, la charla cambió de dirección y se centró en un caso que JungKook estaba tratando, algo sobre una mujer que le había cortado el pene a su pareja por una supuesta infidelidad. JiMin hizo una mueca ante eso, sus muslos apretándose inconscientemente, eso debió ser un infierno de dolor.

En algún momento TaeHyung comenzó a bromear con JungKook de que tuviera cuidado con que se enterara de alguna aventura "extramarital", porque en caso de, tendría el mismo destino que el desdichado hombre, cuando YoonGi se puso abruptamente de pie.

—¿Sucede algo, Min? —JungKook preguntó, mirando con cautela hacia el mismo lugar donde el león lo hacía, a la vez que comenzaba a ponerse de pie.

YoonGi no respondió, solo soltó un bajo y amenazante gruñido antes de comenzar a correr en dirección al bosque, cambiando justo cuando se perdió entre los árboles. Ellos no tuvieron tiempo de ver o hacer mucho más cuando JungKook comenzó a arrastrarlos al interior de la casa, bajo las incesantes protestas de TaeHyung.

—Pero no podemos dejar a YoonGi solo, JungKook —TaeHyung discutió cuando JungKook impidió que fuera tras el alfa, diciéndole que debía quedarse en casa—. No sabemos quién pueda estar ahí o si estén armados.

—Y justo por eso, no te estoy dejando ir a ninguna parte fuera de aquí —JungKook respondió, ignorando el gruñido de TaeHyung mientras se acercaba a una de las estanterías y sacaba una pistola y un par de cargadores que JiMin no tenía ni idea de que estaban ahí, para ponerlos en sus bolsillos—. TaeHyung por favor, no discutas conmigo, necesito que te quedes aquí con JiMin, ¿sí? Por favor, dulce.

—Está bien —TaeHyung aceptó a regañadientes—. Pero tendremos una sería conversación cuando vuelvas, sabes que odio esto.

—Gracias. —JungKook besó la frente de Tae y lanzando una mirada en su dirección, salió de la casa y corrió hacia el bosque.

JiMin se sentó en el sofá, mirando ansiosamente hacia las puertas corredizas, estaba preocupado por YoonGi, el alfa se había lanzado a perseguir quien sabe qué o quién sin esperar por apoyo o preocuparse de que, como dijo TaeHyung, podría ser alguien armado.

Él se estrujó las manos, queriendo, al igual que TaeHyung, salir allí y ayudarle de alguna forma; comenzando a estresarse y ponerse cada vez más ansioso con el pasar de los minutos, aún más por el constante pasear de TaeHyung frente al sofá.

—Estúpido JungKook, sabe cuánto odio que me deje atrás. —El omega menor refunfuñaba una y otra vez por lo bajo. JiMin se encogió entre sus hombros, sintiéndose culpable.

—Lo lamento, Tae, es mi culpa que tengas que quedarte —dijo, llamando la atención del menor, quien detuvo su pasear.

—Eh, no digas eso, JiMin, estoy seguro de que JungKook me hubiera querido dejar atrás incluso si no estuvieras aquí.

Eso no hacía que JiMin se sintiera mejor, más asintió, ocultando la mueca involuntaria que se formó en su rostro. Tal vez TaeHyung tenía razón y JungKook querría dejarlo seguro en casa, no obstante, sabía que el omega lo habría mandado a la mierda y hubiera salido tras YoonGi en cuanto este corrió al bosque, era obvio que la única razón por la que seguía encerrado en la casa, era él.

JiMin estaba cansado de ser siempre el eslabón débil, harto de que todo el mundo se viera obstaculizado por tener que cuidar su trasero todo el tiempo, infiernos, JiMin quería saltar a la lucha junto a los demás cuando se veían en peligro, odiaba el congelarse y encogerse aterrorizado todo el tiempo.

Él había estado trabajando duro en su entrenamiento justo para eso y sin embargo, no había sido capaz de aplicar una mierda de todo lo que TaeHyung le había enseñado, siempre alguien tenía que saltar a su rescate.

JiMin admiraba la ferocidad de TaeHyung, independientemente de su especie, sabía que el menor no dudaría en saltar a la ayuda de quien le necesitara, no importaba lo que peligroso que eso pudiera resultar, ni a quien tuviera que enfrentarse, TaeHyung estaría determinado a patearle el trasero, ni siquiera le importaría su estatus.

En ocasiones como esta, JiMin sentía que hacía al omega perder su tiempo en entrenarlo, y TaeHyung era un infierno de entrenador. El menor había dejado de ser suave con él después del primer mes, él lo había trabajado duro, JiMin ni siquiera podía contar las veces en que su trasero o espalda terminaron contra el suelo.

Con el tiempo, JiMin pudo adaptarse a ello y había llegado a ser bastante bueno, en palabras del propio TaeHyung, con todo lo que ahora sabía, podía ser perfectamente capaz de patear el culo de cualquiera.

"Si tan solo pudiera empujar mi miedo lo suficiente como para poder poner en práctica mi entrenamiento", pensó con pesadez.

— ¿JiMin? ¿Estás escuchando lo que digo? —TaeHyung le sacó de sus penumbrosos pensamientos, solo entonces JiMin se dio cuenta de que se había sentado a su lado.

—No, lo siento, estaba distraído, ¿podrías repetir lo que me dijiste? —TaeHyung le dio una preocupada mirada.

— ¿Estás bien?

—Sí, solo un poco disperso, no puedo dejar de pensar en si ellos estarán bien y qué podría ser lo que YoonGi captó.

—Lo sé. —TaeHyung asintió y luego gruñó—. Si JungKook deja que le pase cualquier mierda, voy a patear su culo.

Después de esa declaración, TaeHyung cambió de tema, según él, porque sería peor si seguían mortificándose con pensando en ello. Comenzaron a hablar sobre sus clases de la universidad y las ocurrencias de su amiga SookMin, quien por cierto le había invitado a una salida para ese fin de semana; por las anécdotas que acababa de escuchar, JiMin no estaba seguro de querer aceptar.

No fue hasta media hora después, que JungKook y un YoonGi aún en su forma de león, entraron a la casa, TaeHyung prácticamente saltó encima de JungKook comenzando a hacerles un montón de preguntas, no deteniéndose ni un segundo antes de lanzar la siguiente.

—Tranquilo, Tae, toma un respiro, dulce —JungKook tranquilizó, posando sus manos en los hombros del menor.

—¡Pero quiero saber qué sucedió!

—Y lo sabrás, pero tranquilízate antes.

JiMin ignoró a los otros dos y se acercó al león, acariciando su melena suavemente. —¿Estás bien? —El león movió la cabeza de arriba abajo—. ¿Qué fue lo que viste? ¿Encontraron algo? —Esta vez él negó y señaló hacia el armario con la cabeza, JiMin asintió, dando un paso atrás—. Te esperaré justo aquí.

Después de abrir el armario para él, JiMin volvió junto a Kook y Tae, quienes conversaban por lo bajo can las cabezas casi juntas. Se sentó en el sillón nuevamente y esperó por Min, quien volvió solo unos cuantos minutos después, ya vestido.

—Tengo que traer algo de ropa, esta es la última muda. —YoonGi se pasó la mano por el pecho, alisando su camiseta.

—Muy bien, ¿pueden comenzar a explicar lo que sucedió ahora? —TaeHyung movió los brazos a sus lados con exasperación, JungKook rodó los ojos y tiró de él hacia el sofá individual, sentándolo en su regazo. YoonGi hizo lo mismo, solo que se sentó en el sofá junto a JiMin.

—Capté un olor extraño cuando estábamos en el patio y luego vi algo de movimiento entre los árboles, por eso corrí en esa dirección, cambie cuando vi unas sombras alejarse rápidamente —YoonGi explicó—. Fue difícil seguirles el rastro debido a que el viento estaba en contra, con JungKook los rastreamos hasta las afueras del bosque, pero cuando llegamos no había señales de ellos.

—¿Creen que pudieron a haber sido dos personas curiosas que se internaron demasiado en el bosque y se asustaron cuando comenzaste a perseguirlos? —TaeHyung preguntó.

—¿Crees en esa posibilidad? —YoonGi arqueó las cejas en su dirección.

—Infiernos, no —TaeHyung bufó—. Sería muy difícil que algo así pasara por como están las cosas.

—Entonces, ¿por qué siquiera lo sugieres?

—Porque aunque sea difícil de creer, es algo que puede pasar. —TaeHyung entrecerró los ojos, mirando de un hermano a otro.

—Me declaro culpable, aunque nosotros no llegamos a internarnos tan profundo en el bosque —JungKook aceptó.

—De todas formas, es imposible que este sea el caso —YoonGi negó—. Creo que sería bueno si volviéramos a poner un par de guardias en los alrededores, me encargaré de avisarle a NamJoon del inconveniente y mandaré a alguno de mis hombres más confiables a que se encarguen del trabajo.

—Concuerdo contigo, y no aceptaré ninguna clase de negativas —Kook agregó lo último cuando TaeHyung abrió la boca para, seguramente, rebatir—. Sabes en la situación que estamos, dulce, este no es momento para dar ninguna cabida al enemigo para que pueda golpearnos, solo por testarudez.

—No estaba tratando de discutir contigo, puedo ser terco, pero incluso yo sé que este no es momento para eso, ¿de verdad crees que contribuiría a que algo como lo de hace unos meses volviera a pasar? —TaeHyung rodó los ojos, claramente haciendo referencia al secuestro fallido de JungKook unos meses antes en el ataque que recibió la manada—. Solo iba a sugerir quedarnos nuevamente en la casona, no quiero correr ningún riesgo otra vez.

Era obvio que aquello había golpeado al omega y JiMin no le culpaba, tener que ver como tu compañero te deja atrás y prácticamente sacrifica su vida por ti, no es algo que nadie querría vivir dos veces.

Verlo caminar hacia el enemigo sin poder hacer nada más que dar la vuelta y huir cuando era obvio que estos planeaban matarle... JiMin no estaría actuando diferente al menor.

—Sé que puede ser una buena idea, pero real, realmente no me apetece volver a vivir bajo el mismo techo que tu cuñado, gracias. —JungKook hizo una mueca y TaeHyung blanqueó los ojos.

—Y ahora quién está siendo el testarudo, ¿eh? —JungKook solo se encogió de hombros.

—Creo que con la ayuda de YoonGi estaremos perfectamente bien, iremos allí solo si no hay más remedio.

JiMin miró a YoonGi quien ya estaba viendo en su dirección, el alfa le sonrió, tal vez haciendo un vago intento por tranquilizarle. JiMin asintió, deseando en su interior que toda esa mierda acabara de una vez por todas y finalmente poder tener un verdadero momento de paz.

— ¡¿Qué quieren decir con que los descubrieron?! —SeoHyuk rugió hacia sus centinelas—. ¡¿Qué mierda fue lo que les dije antes de ir ahí?!

—No sabemos cómo sucedió, señor —uno de ellos contestó, sus ojos abajo en una señal de sumisión—. Nos aseguramos de mantenernos contra el viento todo el tiempo para que no pudieran captar nuestro olor, nos mantuvimos fuera de vista, incluso cuando los seguíamos tomamos cuidado de mantenernos lo sufrientemente lejos como para no parecer sospechosos.

—Eso es cierto, no tenemos idea de cómo Min pudo darse cuenta de que estábamos ahí —secundó el otro.

Dong se estrujó el rostro con las manos, cuestionándose seriamente si debía dispararle a los dos ineptos, justo entre las cejas.

—¿Los vieron? ¿Podrá conectarlos con nosotros?

—No creo, pusimos especial cuidado en no dejar ningún tipo de rastro, Min nunca llegó cerca de nosotros.

—Bien —SeoHyuk aceptó, decidiendo que lo dejaría pasar solo por esta ocasión—. Denme su reporte, ¿qué han averiguado hasta ahora? —Uno de ellos se acercó y dejó un sobre en su escritorio, el cual abrió, descubriendo unas fotos dentro.

—Su rutina sigue casi sin ningún cambio, lo único relevante es que Min ha estado siendo aún más frecuente en casa de los Jeon y que ha estado pasando bastante tiempo con el omega.

—Por la forma en la que actúa, creemos que lo está pretendiendo —el otro agregó—. Lo pasa a recoger con frecuencia y lo lleva a dar paseos.

Dong sonrió ante la información que las fotos evidenciaban. Esas eran buenas noticias para él.

—Por loque, si los atacamos, no solo estaríamos golpeando a la manada de Kim, sino quetambién la de Min, interesante. —SeoHyuk asintió satisfecho para sí mismo,comenzando a planear en su mente su próximo movimiento, esta vez, mataría dospájaros de un tiro y se aseguraría de que todo saliera perfecto.

Stars_Of_Saturn.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro