Capítulo 7

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ChanYeol sintió los pelos de su nuca erizarse en cuanto entró a su oficina y vio quien estaba sentado en uno de los sillones frente a su escritorio, él sintió como sus colmillos y garras se alargaban.

—¿Qué infiernos haces tú aquí? —Ladró.

—Alfa Park. —Él se paró del asiento y se apuró a arrodillarse, ladeando su cuello en una clara muestra de sumisión donde demostraba que reconocía quién era el lobo más fuerte en aquella habitación.

Eso hizo que ChanYeol se calmara en un buen grado, pero no lo suficiente como para bajar la guardia.

—Creí haberte dicho que no quería volver a ver tu rostro cuando te dejé ir meses atrás —gruñó—. ¿Acaso nuestros esfuerzos por salvarte la vida fueron en vano? ¿Has venido a buscar tu muerte?

—No es así, señor, he sido yo quien lo ha traído hasta aquí. —BongSung llegó tras él.

ChanYeol vio rojo, sintiéndose traicionado por uno de sus propios hombres. Alargó una de sus manos y agarró al centinela del cuello, alzándolo por encima del suelo y gruñendo justo frente a su rostro.

—¿Cómo te atreves a traer al enemigo a mi casa?

—N-No es lo que p-piensa, alfa —BongSung contestó sin aliento, envolviendo su muñeca entre sus manos—. P-Por favor escuche l-lo que tiene que d-decir, nunca t-traería a nadie que p-pusiera en peligro s-su integridad o la de n-nuestra l-luna. —El rostro del centinela se volvía cada vez más rojo ante a falta de aire.

—No menciones a mi pareja —gruñó con un bajo tono que solo demostraba lo cerca que estaba de despellejarlo.

—Vine aquí en busca de refugio, alfa. No quería causar ningún problema —ChanSook dijo desde su lugar, manteniendo su cabeza gacha—. Me iré de inmediato, solo por favor, no lastime a BongSung.

—Por supuesto que te vas a ir de aquí, tienes cinco minutos para estar fuera de las tierras de mi casona antes de que mande a mis guardias tras tu culo. —Le señaló—. Ahora, ¡largo!

—Como ordene, alfa —ChanSook respondió, apurándose a ponerse de pie y salir de la oficina.

—¡Espera! —BongSung gritó con el poco aliento que le quedaba, ChanSook le lanzó una mirada de disculpa, más no se detuvo—. ¡N-No puedes i-irte!

—¡¿Estás desafiando mi autoridad?!

—¡Nunca! —BongSung gritó con ojos empañados, el chico comenzaba a ponerse lapso entre sus garras—. Pero él es m-mi compañero, si s-se va, yo i-iré con él.

—¿Qué acabas de decir?

—Él e-es mi... mi com...ñero. —Los ojos del centinela comenzaron a cerrarse y solo entonces ChanYeol aflojó el agarre, dejándolo libre.

BongSung cayó en una pila contra el suelo, tosiendo con fuerza mientras trataba de tomar grandes bocanadas de aire, a la vez que llevaba sus propias manos a su cuello, en un vago intento de disminuir el dolor en la zona. ChanYeol esperó con la poca paciencia que le quedaba hasta que estuvo medianamente recuperado, entonces le volvió a interrogar.

—¿Cómo es eso de que Kwang ChanSook es tu compañero?

—Es lo que es, alfa, lo descubrí hace un par de semanas cuando me envió a aquella misión de reconocimiento —BongSung jadeó—. ChanSook se escondía en una pequeña manada de zorros en los límites del norte de Gyeonggi-do.

—¿Ocultándose? —ChanYeol arqueó una ceja, no creyendo del todo las palabras de su centinela.

—Él no quiere volver a estar bajo el mando de SeoHyuk, se esconde porque no quiere que descubra que sobrevivió y lo obligue a volver. —BongSung carraspeó, sin embargo, aquello no mejoró la ronquera en su voz—. ChanSook nunca estuvo de acuerdo con lo que Dong hace, en realidad siempre ha odiado al hombre.

—Si lo que dices es cierto, entonces, ¿por qué seguía sus ordenes? ¿Por qué no escapó y buscó ayuda antes? —Cuestionó escéptico.

—¿De verdad cree que Dong SeoHyuk no habría encontrado una forma de dar con él? ¿Qué no lo mataría? Eso en el mejor de los casos. —Muy a su pesar, ChanYeol, debía aceptar que el centinela tenía un punto—. Hacía lo que tenía que hacer para sobrevivir, alfa.

—Digamos que lo que dices es cierto, ¿cómo puedo saber que no te mintió? ¿Qué me asegura que no te está utilizando para llegar a mí en nombre de SeoHyuk o SeungYeop? —ChanYeol pudo ver un rastro de duda en el rostro del águila, aunque el mismo se extinguió tan rápido como llegó—. No puedo poner a mi gente en peligro deliberadamente, BongSung, no importa lo que él puede significar para ti, no puedo permitirme eso de ninguna forma, mucho menos ahora que BaekHyun está en cinta.

Agachando la cabeza, BongSung asintió. —Entiendo, haré mis maletas y marcharé de inmediato. —Su centinela se puso de pie, metiendo la mano tras su espalda para sacar su arma y entregársela—. Siempre estaré agradecido por todo lo que me ha dado y por haberme cuidado hasta ahora, sin importar qué, seguiré respondiendo a usted como mi alfa, pero no puedo abandonar a mi compañero justo cuando por fin he logrado traspasar sus barreras y necesita de mi.

ChanYeol tomó el arma y BongSung se reverenció comenzando a caminar fuera de su oficina. Apretando los dientes, ChanYeol maldijo interiormente, BongSung era uno de sus hombres más leales y diligentes, pero su manada y familia estaban primero.

"Entonces, ¿piensas dejar que se vaya sin más?", la voz de BaekHyun se escuchó en su mente.

No hay nada que pueda hacer, él ha tomado su elección, respondió, sin importar lo leal que siempre haya sido, nunca antepondría a nadie ante ti ni nuestro cachorro. No expondré a toda la manada por un hombre, como alfa, debo tomar la decisión correcta por su bienestar, lo sabes, no importa que en ocasiones esa decisión no me agrade.

"Entiendo eso perfectamente, ChanYeol, pero como acabas de decir, buscas siempre el bienestar de toda la manada, ¿no? BongSung es parte de tu manada", señaló, "y lo estás pateando fuera sin más, justo ahora le estadas dando la espalda a uno de los tuyos, privándolo de la seguridad que se supone debes brindarle en todo momento, sin siquiera pararte a escuchar detenidamente una explicación del chico".

ChanYeol apretó los labios con inconformidad, BaekHyun tenía cierto grado de razón, pero temía equivocarse y la repercusión que todo aquello podría llegar a tener, pensaba que era mejor arrancar el problema de raíz. No obstante, no podía evitar pensar en si estaba siendo completamente justo con su centinela.

"Deja de mortificarte y simplemente dales la oportunidad de explicarse", BaekHyun indicó, "sabes que BongSung nunca lo hubiera traído aquí si tuviera la más mínima sospecha de que él le pudiera haber estado mintiendo, no importa que él fuera su compañero".

Pero Baek, ¿qué pasa si su juicio se ha visto nublado precisamente por eso?

"Por una razón lo ha traído ante ti, ¿no? Él quiere que lo juzgues por ti mismo". ChanYeol resopló.

Espero no estar cometiendo un error con esto, contestó a su omega, dándose por vencido, y luego se acercó hasta el teléfono en su escritorio, llamando a JongIn para que se hiciera cargo de traer a ambos hombres ante él nuevamente.

Una vez los dos hombres junto con JongIn y SeHun estuvieron presentes en su oficina, ChanYeol les pidió que tomaran asiento, mirando a BongSung directamente a los ojos solo para decir: —Espero que seas consiente que no será solo la vida de Kwang la que tomaré si me traiciona.

—Nunca esperaría algo diferente, alfa —BongSung respondió con absoluta firmeza. ChanYeol asintió, dirigiéndose esta vez a ChanSook.

—Muy bien, habla.

NamJoon acababa de terminar con el último de los archivos pendientes que tenía, cuando su celular comenzó a sonar, dejando la carpeta en la pequeña pila a un lado del escritorio, tomó su celular, frunciendo el ceño con vio el "número desconocido" que presentaba la pantalla. Él contestó.

—¿Aló?

—Alfa Kim, habla JuWon. —NamJoon contuvo el aliento y luego lo dejó escapar en un suspiro de alivio.

—Diosa, Khang, estaba a poco de mandar a alguien para saber de ti, casi creímos que estabas muerto —confesó—. Pensamos que podrías haber quedado en medio de la invasión a la manda de perros en las costas de Jeolla, ¿escuchaste algo de lo que sucedió?

—De hecho, si estuve allí —Khang respondió, hubo algo de ruido de fondo y unas voces amortiguadas antes de que este volviera a hablar—. Llegué justo a tiempo para ver como fusilaban al alfa y sus centinelas justo en frente de toda su manada, incluso de los pequeños niños —él gruñó lo último y el propio NamJoon tuvo que luchar para no dejar salir el rugido de rabia que se construyó rápidamente en su pecho.

—Me estás jodiendo.

—Quisiera —JuWon contestó penumbroso—. Los bastardos incluso se llevaron a los niños para entrenarlos, hay al menos quince niños con menos de dieciséis años aquí. Creo que quieren utilizarlos como bala de cañón.

—Esos bastardos, no me sorprendería. —NamJoon negó con la cabeza—. Entonces, supongo que tu infiltración fue un éxito.

—Lo fue —confirmó—. No he podido averiguar demasiado aún, pero ya sé quién es el líder del asentamiento en GwangJu y un poco sobre su próximo ataque.

—¿Quién es el infeliz?

—Park JaeMin, el primo del alfa Park. —Una maldición brotó de los labios del alfa, ChanYeol iba a estar furioso—. Sí, lo sé, al parecer la familia del líder de Seúl no es la más unida.

NamJoon blanqueó los ojos. —No eres gracioso.

—Nunca dije que lo fuera —Khang respondió con el mismo plano tono de voz—. Tengo que irme, solo he llamado para reportarme, no quiero levantar sospechas por desaparecer por demasiado tiempo, escucha con atención, un nuevo cargamento de lo que supongo son armas, llegará al puerto de la manada de los perros dentro de tres días, no pude averiguar una hora exacta, pero sí que será en algún momento entre las nueve PM y las doce de la madrugada.

—Entiendo, nos pondremos en movimientos y trataremos de interceptarlo. —NamJoon apuntó el resto de datos que JuWon le pasó antes de que este repitiera que debía colgar—. Está bien, nos mantendremos en contacto, cuida tú trasero.

—Lo haré, me comunicaré contigo nuevamente dentro de cinco días. —Entonces Khang colgó.

No pasaron ni diez segundos después de ello, cuando su celular volvió a sonar, está vez mostrando el nombre de Park ChanYeol en el identificador de llamadas.

—Park, justo pensaba en comunicarme contigo. —Fue el saludo que dio en cuanto contestó.

—Pues me he adelantado —bromeó, aunque no sonaba para nada divertido.

—¿Sucedió algo?

—Sí, necesito tu ayuda para que compruebes algunas direcciones a las afuera de tu manada, ya me comuniqué con Min para que hiciera lo mismo —ChanYeol respondió—. Acabo de obtener información sobre la ubicación de algunos asentamientos y almacenes de SeungYeop y SeoHyuk.

—¿En serio? ¿Dónde la conseguiste? —En realidad, a NamJoon no le importaba demasiado, siempre y cuando esta fuera genuina y pudieran reducir las fuerzas de Choi y Dong.

—De Kwang ChanSook —ChanYeol gruñó, el nombre se le hacía conocido a NamJoon, aunque le tomó un momento realmente figurar a la persona de la que Park hablaba en su mente.

—Estás bromeando, creí que el tipo había muerto —declaró con genuina sorpresa.

—Estuvo a punto de, pero al final logró zafarse de ello, ha venido hasta aquí hace unas horas en busca de refugio, resulta que es compañero de uno de mis centinelas. —Un resoplido se escapó de los labios de NamJoon antes de que pudiera detenerlo.

—No jodas, infiernos de personas los que la diosa Luna ha destinado a nuestros hombres —bufó.

—Y que lo digas, la cosa es que, no me fío de él y quiero comprobar la veracidad de la información que me ha dado antes de darle el beneficio de la duda.

—¿Si sabes que aunque resulten ciertas, esto podría no ser más que un cebo? —Tuvo que señalar.

—Sí, pero aunque no confío en él, sí lo hago en mi centinela, así que tomaré este riesgo, solo puedo esperar que no se dé la vuelta y me muerda el trasero. —ChanYeol soltó lo que sonó como un pesado suspiro. —Por favor avísame en cuanto reúnas toda la información, ya tengo algunos de mis hombres trabajando en el resto. Luego les explicaré con más calma los detalles de lo sucedido.

—Cuenta con ello, hermano.

—Gracias.

—No hay de que, saluda a Baek de mi parte y dile que SeokJin quiere hacerle una visita, si no te molesta.

—Sabes que no. Hablamos después. —ChanYeol colgó.

NamJoon era consciente de que no le había pasado la información que él mismo había recolectado de JuWon, pero el hombre se escuchaba tan agotado que decidió que eso podría esperar hasta mañana, mientras tanto, comenzaría a planear las cosas con YoonGi.

—Esta va a ser una larga noche —murmuró para sí mismo antes de volver al trabajo.

SeungYeop caminó tranquilamente por el silencioso pasillo, apenas arrugando el ceño cuando el olor a desinfectante y medicamentos picaron en su nariz. Él se detuvo frente a las puertas cristalinas que dejaban ver la pequeña área del laboratorio del otro lado y paseó la vista por todo el lugar, vislumbrando las probetas, los tubos de ensayo, los morteros y demás instrumentos hasta dar con la espalda del hombre que se inclinada sobre el mostrador viendo algo a través de un microscopio.

Levantando la mano, tocó sus nudillos en el cristal. La cabeza del hombre se levantó de inmediato y miró en su dirección, SeungYeop apuntó hacia las puertas y él asintió, moviéndose a través de la sala para oprimir el botón que abría las puertas automáticamente, mismas que se deslizaron a los lados permitiéndole el paso.

—Señor SeungYeop —el hombre saludó en cuanto él dio un paso dentro del lugar, haciendo una respetuosa reverencia en su dirección—. ¿Qué lo trae por aquí tan pronto?

—Doctor Lee. —SeungYeop ladeó la cabeza mirando como el hombre se retorcía las manos nerviosamente—. No sabía que no podía venir a verificar los avances de la investigación, que amablemente estoy costeando, cuando yo quisiera.

—N-No es lo que quise decir. —Él negó con las manos y la cabeza, sus ojos abiertos a más no poder—. Por supuesto, usted es bienvenido en todo momento, es solo que me sorprendió la visita, aunque, como ya dije, no es mal recibida.

—Me alegra escuchar eso —SeungYeop respondió, comenzando a pasearse por el lugar, mirando con interés las innumerables formulas plasmadas en los papeles que se encontraban encima del pequeño escritorio a un lado del lugar—. Pero ¿sabe qué cosa me alegraría mucho más, doctor Lee?

— ¿Q-Qué sería eso, señor?

—Escuchar que finalmente ha tenido avances en la investigación —respondió, descartando los papeles, pues no es como si realmente entendiera demasiado de lo que había impreso en ellos. Girándose, encaró al doctor—. Estoy comenzando a ponerme ansioso y yo realmente odio el sentirme de esa forma, doctor Lee. —El doctor tragó ruidosamente y el olor a miedo comenzó a inundar el lugar—. Por lo que realmente espero que tenga buenas noticias para mí.

—De hecho, las tengo. —Él asintió vigorosamente, moviéndose torpemente hacia una pantalla que había en una de las esquinas y encendiéndola, imágenes de algunas formulas y lo que parecía la cadena del ADN comenzaron a mostrarse—. He logrado avanzar bastante desde su última visita, he logrado encontrar casi todos los compuestos y neutralizarlos, como puede ver, el químico ya afecta directamente a las células cambiaformas y las debilita.

—Pero no las mata.

—Pero no las mata —el doctor Lee confirmó, removiéndose en su lugar antes de cambiar la imagen a una pequeña demostración de lo que el químico provocaba en las células y el ADN cambia formas—. Aún no logro encontrar el compuesto final, pero sé que estoy bastante cerca de ello.

—Que esté cerca no me sirve, doctor Lee, yo necesito que usted lo encuentre de una vez por todas. —SeungYeop dejó de ponerle atención a la pantalla y miró al doctor, asegurándose de demostrarle con su semblante lo muy inconforme que se encontraba—. Hace casi un año que está trabajando en esto y es francamente decepcionante los avances que ha tenido.

—Me e-estoy esforzando tanto como puedo, señor.

—Pues a mí me parece que no lo está haciendo lo suficiente. —SeungYeop entrecerró los ojos—. Me pregunto si debería darle alguna clase de incentivo, tal vez si lo motivo lo suficiente, sus esfuerzos podrían multiplicarse y finalmente podrá obtener los resultados que deseo.

— ¿Q-Qué quiere decir? —SeungYeop sonrió al pequeño hombre.

—Dígame, doctor Lee, ¿qué tal está su hijo Mark?

El doctor Lee palideció, dando un paso hacia atrás y sosteniéndose del escritorio. SeungYeop se mostró satisfecho de que el hombre captara a la perfección su indirecta, él ya estaba cansando de que el hombre le siguiera dando largas.

—Pondré más de mí a partir de ahora, le juro que cuando vuelva a saber de mi, tendré todo listo para usted, y-yo... por favor deje a mi hijo fuera de esto, señor Choi. —Lee tartamudeó casi cada palabra que pronunció y SeungYeop tuvo que esforzarse para entender todo.

—Realmente espero que así sea, doctor Lee, porque realmente no me gustaría tener que llegar al pequeño Mark solo por su aparente incapacidad para terminar este simple trabajo.

—No, no, no va a ser necesario, se lo juro —el hombre insistió y SeungYeop le dio una última mirada antes de salir del lugar.

—Espero tener buenas noticias de su parte, pronto, doctor Lee, de lo contrario, ya sabe que esperar —lo despidió.

SeungYeop no pensaba esperar por muchos más tiempo a que Lee terminara el químico, si el hombre no lo tenía listo para final de mes, simplemente se desharía de él y buscaría a alguien más para que hiciera el trabajo. Desde que se supone que el tipo es uno de los mejores científicos del país, SeungYeop había esperado que el hombre no se tomara más de unos cuantos meses en tener todo listo, pero tal parece que el trabajo le ha quedado grande.

SeungYeop necesitaba contar con ese químico para su próximo ataque a Seúl, él ya había fallado una vez y no pensaba hacerlo de nuevo. En aquel entonces, él ya se había encontrado furioso porque este no estuvo listo, necesitaba la ventaja que este químico le daría.

Había estado invirtiendo en la creación de un compuesto que matara el componente cambia formas en sus enemigos, pero hasta ahora lo único que habían conseguido eran algunas pobres inyecciones que los debilitaba o enfermaba a quienes la recibían, más esto sanaban a la semana si se trataban con algo de medicación para la influenza, eso no era lo que él deseaba.

SeungYeop quería que una vez la persona fuera inyectada con el químico, no hubiera vuelta atrás, que su desconexión con su parte animal fuera inmediata y solo fuera cuestión de horas para que esta se perdiera para siempre. Si morían en el proceso, sería un plus, aunque él prefería que estos vivieran en la agonía de saber que habían perdido una parte de su existencia, no podría haber peor tortura.

—Necesito que me lleven a casa del doctor Lee, tenemos que pasar a recoger a un pequeño amigo —SeungYeop dijo a uno de sus hombres en cuanto salió de las instalaciones del laboratorio—. Veremos cuanto tiempo le tomara ahora, doctor —murmuró para sí mismo una vez estuvo dentro del vehículo.

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Eran cerca de las 2 a.m. cuando SeungYeop finalmente llegó a la manada de SeoHyuk en Daegu. Sabía que el alfa no estaba allí, SeoHyuk estaba en GyeongSang del norte, en la manada de KhyungHyun, tratando con este sobre los nuevos movimientos que llevarían a cabo en la ciudad.

Mirando a su lado, vio al pequeño Lee durmiendo acurrucado en su costado, él tomó al niño de no más de seis años en brazos y bajó de la camioneta tomando cuidado de no despertarlo. Una vez frente a la puerta de la casona, se encontró con Dong SeoMin esperándolo.

—Señor Choi, no esperaba su visita. —SeoMin le recibió, mirando con curiosidad al niño en sus brazos—. Debo informarle que mi padre no está en casa.

—Sé eso —SeungYeop respondió, entrando a la casona una vez SeoMin le dio el paso, él siguió al chico a través de la casa—. No he venido en busca de tu padre, sino por el pequeño Mark. Voy a necesitar dejarlo a tu cuidado por un tiempo.

— ¿A mi cuidado? —SeoMin frunció el ceño, mirando nuevamente al niño. — ¿Quién es el pequeño, de todas formas? ¿Y sabe usted que ya estoy bastante ocupado entre la universidad y cuidar de mi madre?

SeungYeop sabía que la Luna Dong está enferma, la mujer lo había estado desde hace algunos años al parecer, puesto que cuando SeungYeop conoció a SeoHyuk hace ya casi dos años, ella ya lo había estado por un tiempo para entonces. Sabía también que nadie fuera de la casona estaba enterado, nadie en la manada a parte de los hombres de confianza de SeoHyuk lo sabía.

Según lo que le contó Dong, ella había tenido un grave accidente donde su cabeza recibió un fuerte golpe que le dejó con problemas desde entonces, ellos pensaron que la mujer moriría, pero de alguna forma esta lo logró.

En palabras del mismo Dong, "ella es una luchadora y se aferró a la vida con todo lo que tenía", es una lástima que esta quedara con grandes lagunas mentales y perdiera muchos de sus recuerdos, ella todavía suele olvidar cosas de vez en cuando.

—Confío en que sabrás sobrellevarlo —respondió finalmente—. En cuanto a quién es, Mark es hijo de uno de nuestros trabajadores quien nos pidió amablemente que lo cuidáramos, el hombre no tiene familia en el país ni nadie a quien confiarle a su hijo, él estará indispuesto por un tiempo en lo que termina el trabajo que le hemos asignado, por lo que nos lo ha confiado.

El ceño de SeoMin se frunció y había dudas en sus ojos cuando volvió a mirar al niño, era claro que no le creía del todo. No es como si a SeungYeop le importara demasiado si lo hacía o no, de todas formas, el chico terminaría haciendo lo que le dijera.

—¿Desde cuándo cuidamos personalmente de los hijos de nuestros trabajadores? ¿Por qué simplemente no le han asignado una niñera a tiempo completo? —Él preguntó, deteniéndose frente a la puerta de una de las habitaciones de invitados y abriéndola para él—. Pase, en breve enviaré a alguien para que prepare una habitación para el niño.

—Está bien —SeungYeop respondió, yendo hasta la cama para depositar su carga en ella, tomando una manta para cubrir al pequeño una vez le acomodó—. Él puede quedarse aquí por esta noche, de todas formas pienso partir mañana temprano, entonces él quedará a tu cargo —agregó, quitándose la chaqueta y dejándola sobre la mesita de noche.

—Eso no responde a mi pregunta, señor Choi. —SeungYeop suspiró ante la insistencia del chico y tuvo que recordarse a sí mismo que este no era uno más de sus subordinados.

—Lo hacemos desde que su padre, más que un trabajador, es prácticamente un socio para nosotros, el señor Lee es alguien importante y no podía defraudarlo entregándole a su hijo a cualquier desconocido. ¿He satisfecho tu curiosidad? —Cuando el chico abrió la boca para discutir, SeungYeop se apuró a despedirlo—. Ahora, apreciaría si me dejara descansar, es tarde y como ya te he dicho antes, tengo que levantarme bastante temprano para volver a ponerme en marcha.

—Está bien, mis disculpas, supongo que hablaremos mañana antes de que se vaya.

—Tal vez. —SeoMin hizo una mueca, inconforme con su respuesta, más se limitó a asentir en su dirección.

—Que tenga una buena noche, señor Choi.

—Igualmente, SeoMin.

Cuando el chico finalmente se fue, SeungYeop se desnudó y tomó un baño, poniéndose un pijama que encontró en el closet una vez estuvo listo, y luego se metió a la cama. El pequeño Mark no se despertó en ningún momento y SeungYeop no pudo evitar mirar su pequeña cara por un rato, antes de apagar la luz en la mesita de noche y acomodarse para dormir. Hizo una mueca cuando el niño se arrastró y se acurrucó en su costado como lo había hecho en el auto, más le dejó ser, después de todo, solo sería por esa noche.

Stars_Of_Saturn.

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