Subestimé a Elliot y ahora todo está explotando en mi maldita cara.

¿Cómo pude dejar que esto pasara?

Resulta que ya no soy el principal inversionista en la empresa de mi hermano, sino que ahora recibe proyectos del gobernador y está construyendo las mansiones de sus amigos políticos.

Además, está comprando e invirtiendo en pequeñas compañías que hacen crecer su empresa. Y es ahí donde entra la empresa de los Steele.

El cabrón es listo.

Levanto de nuevo el informe de Welch sobre Diseños Steele y miro la fotografía de Raymond, el padre de Ana. Parece un hombre sencillo, envejecido por las dificultades de la vida después de que su esposa lo abandonara hace unos meses y me resulta obvio ahora por qué su hija es la cara pública de la empresa.

—Elliot compró Diseños Steele. —digo en voz alta, tratando de unir los puntos del jodido rompezabezas—. Todavía no explica por qué Ana se va a casar con él.

Sobre todo cuando me prefiere a mi, incluso Elliot lo sabe.

Lo que solo me deja dos opciones: o ella termina esta estúpida farsa con él o la dejo yo.

Vuelvo a leer la información en caso de que haya omitido algo y le envío otro texto a Welch, pidiéndole que investigue a las empresas que ha comprado Elliot en el último año porque tengo una corazonada.

¿Por qué compró una empresa que parece más una carga que una ganancia? No lo sé.

Encuentro, por debajo de todo, el informe que pedí sobre Melanie Torres y leo rápidamente, descubriendo por qué no volví a escuchar de ella en años. Vive en París. ¿Qué carajos hace allá cuando podría ser una socialité aquí?

Los garabatos del puño y letra de Welch dicen que los rumores de embarazo eran reales, y que Elliot pagó por su aborto en alguna clínica europea especializada. Desde entonces vive en París estudiando Artes con una pensión más que decente, que dudo mucho que provenga de su padre.

Otro texto a Welch:

*Averigua lo que puedas sobre el dinero de Elliot, quiero saber de dónde proviene cada jodido dólar que entra en sus cuentas y a dónde van.*

Sé que Welch encontrará la forma de hacerlo, o bien podría pedírselo a mi amigo Barney, pero eso implica que Alexander se entere y lo último que necesito es su culo burlón en mis asuntos.

No puedo más, empujo los papeles de vuelta en el sobre y lo guardo en el cajón, esperando que permanezcan ahí el tiempo suficiente para que pueda concentrarme en mi trabajo. Reviso algunos de los asuntos mas importantes con Andrea y Alexander, luego vuelvo mi atención a los proyectos del departamento de tecnología.

Lo próximo que sé es que es la hora de ir a casa, y mi mente va de nuevo a Ana. ¿Vendrá a mi? Supongo que debo averiguarlo.

Taylor me lleva a Escala para la cena y espero, mirando el ascensor con impaciencia. No timbra. Me levanto de la silla y voy por la licorera y el vaso de cristal para servirme whisky, mi método infalible para calmar mis nervios.

Esta vez no lo hacen. Cada vez que el ascensor timbra en los pisos de abajo, mi cabeza gira como un puto resorte aunque mi mente me dice que ella no vendrá. No lo hará porque Elliot lo sabe, y si conozco a mi maldito hermano como lo hago, la retendrá de cualquier forma que le sea posible.

Ligeramente ebrio y enfadado, me voy a la cama por un par de horas de sueño. Intento seguir mi rutina normal los días siguientes, saliendo a correr por la bahía, con Taylor siguiéndome de cerca y luego sumido en trabajo hasta que es la hora de dormir. Incluso retomé las sesiones con Claude.

Nada puede apartarla de mi cabeza.

Tal vez quien está equivocado en todo este asunto soy yo, y necesito apartarme antes de que la bomba estalle. Su distanciamiento podría ser lo mejor.

Cuando regreso a Escala después de mi usual carrera de la mañana, ya me está esperando el desayuno y la primera plana del Seattle Times. La salto y voy directamente a la sección de finanzas para verificar mis inversiones, pero la curiosidad por echar un vistazo a la sección de política me pincha los dedos.

Solo un vistazo.

Reviso rápidamente las notas principales, feliz de encontrar todo en absoluta normalidad hasta que mis ojos se fijan en una fotografía sobre una cena importante ayer en la noche.

La fotografía muestra a un candidato a gobernador, pero la pareja detrás de él tiene toda mi atención: Elliot y Ana.

Siento que contento la respiración mientras bajo la vista al último artículo con otra foto de mi hermano y Ana, un párrafo muy breve y conciso al pie de la foto.

“... El futuro candidato Elliot Grey y su prometida Anastasia Steele están felices de compartir con nosotros la noticia de la futura llegada de un nuevo miembro a su familia...”

Mierda.

¿Es esto lo que creo que es?

¿Ana está embarazada?

Mi plan de mantenerme alejado acaba de esfumarse porque no hay forma en que me mantenga al margen mientras ella podría estar llevando a mi bebé.

¿O es de Elliot?

Oh, carajo.

Me paso las manos por el rostro con frustración, antes de mandarle un mensaje a Andrea para que cancele todas mis citas de hoy.

Estoy obteniendo una respuesta de ella, así tenga que interrumpir su maldito desayuno de todos los días con Elliot.

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¡Continuamos con las actualizaciones!

Quiero desearles Felices Fiestas ☺️ Un abrazo muy fuerte a todos y todas 💙✨

lalika18 Hermosa, muchas felicidades en tu día 🥳 Espero que haya sido un día grandioso.