Capítulo 25. Christian

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Todos los que importan fueron invitados. Ahora, aparecer por aquí o pueden irse a la mierda. Lo único que necesito es a Ana para que este espectáculo comience.

Hice que Andrea reservara el salón de eventos del Fairmont para una cena privada y envío las invitaciones a nuestro selecto grupo de invitados. Y para aliviar un poco de las preocupaciones de Ana, tengo a Welch monitoreando las noticias en busca de reportajes maliciosos.

—¿Todo está listo? —Alexander echa un vistazo a la habitación elegantemente decorada—. Esperaremos a que llegue la invitada de honor para servir el licor.

El cabrón lo está disfrutando demasiado.

—Sírvete algo y sal de mi maldita vista, me estás poniendo los putos nervios de punta.

Tiene el descaro de reírse.

—No soy yo quien parece un charco de nervios porque va a comprometerse, Christian. Ya pasé por eso una vez.

Su esposa aparece de la nada con una gran sonrisa y se cuelga de su brazo.

—Ella está aquí. ¿Deberíamos apagar las luces?

Miro a la habitación y, aunque estan nuestros empleados más allegados y los ex trabajadores de Steele, son los Grey a los que estoy buscando.

Su pérdida.

—Luces encendidas, quiero ver su expresión cuando se de cuenta.

Apenas termino de decir las palabras, las puertas de cristal de colores se abren y entra Raymond Steele con su hija del brazo. Ella lleva un bonito vestido de color coral que se ajusta a su cuerpo.

Su boca cae abierta de la sorpresa y sus ojos azules brillan sobre todas las personas que los miran.

—¿Pero qué es esto? —su cabeza gira en mi dirección—. Christian, dijiste que sería una pequeña cena.

Lo hice.

Mencioné una pequeña cena en un restaurante conocido y sugerí que trajera a su padre con nosotros. Omití la parte de invitar a nuestros amigos y familia, y el anillo de diamantes que resguardo en mi bolsillo.

Su padre parece percibir mis intenciones porque frunce las cejas con molestia.

—¿Qué es esto?

No puedo ignorarlo, me acerco a ellos y me pongo sobre una rodilla frente a Anastasia. Cuando le dije que no íbamos a esperar por nadie, lo dije en serio.

—¿Christian? —sus ojos lucen sorprendidos pero esboza una sonrisa—. ¿Qué haces?

—¿No es obvio? —si no lo es, el diamante dentro de la caja debería resolver las dudas—. Te lo dije, no voy a esperar para convertirte en mi esposa. Todos deberían saber ya que eres más mía que de él.

No hace falta que lo mencione, pero me refiero a mi maldito hermano. Necesito despejar la idea de que ellos tenían algo más profundo de lo que en realidad era.

Algunos jadeos de sorpresa se escuchan, pero lo único a lo que estoy prestando atención es a los ojos llorosos de Ana. Sus dedos se estiran para tocar el borde de la caja y tiemblan.

—¿Estás seguro? —dice en un tono muy bajo.

—Lo estoy.

Le toma algunos segundos, luego su cabeza sube y baja en un asentimiento vigoroso.

—Entonces si, por supuesto que quiero casarme contigo.

Un Gracias a Dios de Alexander se escucha antes de que todos los invitados vitoreén la buena nueva. Los eficientes meseros empujan copas de cristal con champaña en las manos de los invitados, incluso en la de Raymond Steele que no parece muy contento.

Deslizo el anillo en su dedo para sellar el trato y la aparto de su padre, puedo hacerme cargo a partir de aquí. Cuando está segura bajo mi brazo, me dirijo a él.

—Raymond. —ofrezco mi mano para que la estreche—. Será un placer tenerte en la familia.

Sus ojos se entrecierran ligeramente antes de tomarla.

—Lo único que deseo es que mi Annie sea feliz, y te agradezco por tomarme en cuenta. —no sé si es sarcasmo o el hecho de que Elliot simplemente anunció el compromiso sin consultarle a nadie—. Deseo que tenga un feliz matrimonio.

Me aseguro de pedir un whisky para él y para mí, un brindis silencioso por todo lo que nos espera, pero no puedo evitar que mis ojos busquen de nuevo en la habitación por los Grey.

Nada.

Mis padres simplemente eligieron ignorarme como hicieron cuando me volví un adolescente problemático. Eso explica por qué Elliot siempre obtuvo todo el apoyo, y también que no soy su hijo biológico.

Libero el cuerpo de Ana para reciba un abrazo de su padre, luego Alexander y su esposa se acercan para las felicitaciones. Mi mejor amigo y sub director palmea mi espalda.

—Felicidades, Christian. Espero que te tomes unas largas vacaciones de luna de miel, sabes que me haré cargo.

—Lo sé. —sus intenciones me resultan confusas—. Pareces demasiado feliz con la idea de sacarme de la oficina.

Alex se ríe.

—Solo porque pareces tremendamente feliz, te lo aseguro. No porque quiera tener tu puesto.

¿Feliz? Desplazo mi atención a la mujer que ahora es mi prometida, sonriendo y aceptando abrazos de los antiguos trabajadores de su papá. Si, hice que todos vinieran a Seattle para una importante noticia.

—¿Tienes la papelería lista? —pregunto y Alex pone el sobre en mis manos—. Tengo un asunto más qué tratar.

Me aparto de todos, luego voy por Anastasia y rodeo su cintura con mi brazo. La guío a través del salón con nuestros invitados hacia el jardín privado del otro lado.

—¿Qué sucede?

La sonrisa de satisfacción en mi cara es única.

—Grey Enterprise Holdings compró a Diseños Steele y este es el documento de la nueva fusión. —pongo la carpeta en sus manos, pero ella solo me mira—. Tu padre recibirá la transferencia de la venta y espero que asuma la dirección de Diseños Grey-Steele. A su elección si se instalará en Portland o en Seattle.

La única reacción que obtengo es de sus cejas fruncidas.

—¿Cómo? La empresa se declaró en banca rota. ¿No?

—Eso es precisamente a lo que me dedico. —tomo la tarjeta de mi bolsillo y se la extiendo a Ana para que la tome—. Ya que nunca me presenté oficialmente contigo, aquí tienes mi tarjeta. Por favor, llámame, me gustaría volver a salir contigo.

La carcajada de su risa es todo lo que necesito.

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Capítulo dedicado a Fatima3025 por su cumpleaños. De nuevo, muchas felicidades hermosa ☺️😚❤️

Nos acercamos al final 🤭

💙✨

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