Capítulo 10

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

El aroma suave y la brisa lo despertaron.
Nutria dormía acurrucada a su lado. Sentía cada músculo de su cuerpo latiendo de dolor.

Al ver su lecho vió que este estaba manchado de sangre. Tengo que ir con Oreja Parda y Tormenta, pensó algo nervioso ante la idea de dar explicaciones sobre qué había ocurrido.

Nutria se sacudió y se despertó debido al olor penetrante de su sangre. La joven se levantó horrorizada con pánico en su mirada azul.

– ¡Por el gran Clan Estelar Acecho! ¿Qué a ocurrido aquí? –. Preguntó con pánico y horror.

– No ocurrió nada Nutria, debí de haberme golpeado con algo, pero enseguida voy con Tormenta y Oreja Parda –. La tranquilizó.

– Pues espero que sea pronto –. Replicó la joven saliendo de la guarida.

Él corrió hasta la guarida de la curandera.

Al llegar miró a Tormenta que acomodaba hierbas en un rincón.

– Hola Tormenta, me puedes dar algo para los cortes, por favor –. Le pidió a la aprendiza.

– Hola Acecho, ¡Por los erizos voladores! ¡¿Qué te ha pasado?! –. Le preguntó sorprendida.

– Nada, probablemente sólo me enganché con algo mientras dormía y me abrí los cortes –. Aseguró rápidamente.

– Pues bien, espero que así sea Acecho –. Replicó la joven dudosa de lo que realmente había pasado.

– ¿No está Oreja Parda? –. Preguntó curioso.

– No, no está, salió a recoger hierbas para reabastecer nuestras provisiones –. Le contestó mientras tomaba telaraña y otras hierbas que no conocía.

– ¿Qué es eso? –. Preguntó señalando la hierba que mascaba para hacer una pasta.

– Es caléndula y cincoenrama –. Le explicó. – Sirve para detener una infección y curar una herida –.

– Ah bueno, eres una muy buena curandera por cierto –. Le dijo. 

– Gracias –. Ronroneó la aprendiza complacida por el elogio.

– ¿Cuándo recibirás tu nombre oficial? Supongo que pronto ¿No? Después de todo ya llevas más tiempo entrenando –. Intentó cambiar la conversación.

– Creo que aún no… Arenita debió ya de haber recibido su nombre de curandera, espero poder verla en la próxima asamblea, sus hermanos también ya se habrán convertido en guerreros –. Dijo algo alegre.

Él había escuchado hablar de los hermanos de la aprendiza del Clan del Río: Cedrino y Arbolino, eran los únicos con los que se llevaba bien pues a Zarpa de Zorro ni le iba ni le venía, era idéntico a Zarpa de Halcón, arrogante, envidioso, orgulloso y sobre todo violento y agresivo.
Al pensar en el aprendiz se le revolvió el estómago de miedo y a la vez odio, como era que había llegado orgulloso y arrogante a decir que él iba a ser el líder del Clan Oscuro.

Y luego las escalofriantes palabras de Paso de Alce "el código oscuro es matar al líder y a sus hijos" ¿Es que lo había dicho por asustar a Escarlata y a él mismo o lo decía enserio?
Él jamás se atrevería a matar a alguien, y mucho menos a alguien que era inocente y ni siquiera se lo esperaba. «Yo no haré eso» gruñó para si mismo.

– Ya está Acecho, puedes marcharte –. La voz de la curandera lo sacó de sus pensamientos.

Se había sumido tanto en sus pensamientos que ni siquiera había sentido cuando la curandera le había puesto las telarañas y la caléndula.

– Gracias Tormenta –. Ronroneó despidiéndose.

Salió de la guarida y examinó el claro.
¿A dónde iré ahora? Se preguntó, no veía a su mentor Pelaje Rayado por ninguna parte.

– Está cazando con Destello Soleado y Tormenta de Fuego –. La voz dulce de Flor de Ceniza le respondió como si hubiese leído sus pensamientos.

– Gracias Flor de Ceniza, saldré a cazar por mi cuenta –. Dijo encaminándose hacia la salida del campamento.

Al salir sintió la brisa suave y el musgo acariciando sus zarpas y su pelaje. Se encaminó hacia las tierras de exilio.

Repentinamente alguien saltó sobre él haciendo que rodara por el suelo, se esperó sentir unas afiliadas garras clavándose en su pelaje, sin embargo el enemigo las tenía envainadas.
Al ver mejor a su atacante descubrió que se trataba de Zarpa de Junco.

El joven se quitó de encima y lo miró risueño.

Un poco más allá lo observaba Florecida con un brillo burlón.

– Hola Acecho, perdón si te asusté –. Lo saludó Zarpa de Junco.

– Hola Florecida y Zarpa de Junco –. Ronroneó amistosamente.

Florecida se incorporó y lo miró risueña. – Jamás pensé encontrarte por aquí, nosotros acudimos aquí a cazar cada mañana –. Dijo entusiasmada.

Él pensó en lo distinta que era cuando la había visto en el Bosque Oscuro.
– Yo pertenezco al Clan del Trueno ¿Y ustedes? Supongo que algún Clan ¿No? –.

Florecida se le erizó el pelo de rabia.
– Cómo te atreves a decir que pertenecemos a los clanes, por supuesto que no, nosotros provenimos del poblado de los dos patas –. Dijo bruscamente.

– Lo lamento, no sabía eso… bueno entonces conocen a más gatos ¿Cierto? –. Preguntó cauteloso.

– Si, conocemos a muchos más gatos del poblado, son muchos, y también algunos mininos domésticos y proscritos –. Le respondió Zarpa de Junco.

Unos arbustos de atrás comenzaron a moverse y un aroma familiar se coló por su naríz.

– ¡Alguien viene! –. Exclamó asustado.

– Por aquí –. Susurró Florecida.

Él rápidamente siguió a los dos aprendices bajo la maleza, siguieron avanzando por entre los arbustos hasta que salieron a un claro rocoso con un río en el centro.

– Este es territorio del Clan Oscuro. ¿Qué hacemos aquí? –. Preguntó curioso y emocionado.

– A explorar –. Dijo Zarpa de Junco. El joven salto a una roca y con una expresión de placer y gusto dijo:
–¡Miren, vengan acá! –.

– ¡Ya voy! Dijo él. Saltó a la roca donde estaba el aprendiz y miró hacia abajo.

Un claro boscoso y verde se extendía hacia abajo, una enorme cascada discurría sobre un enorme muro rocoso, pero eso no fue lo que más lo sorprendió, sino que del otro lado se encontraba un risco que parecía infinito, una brisa árida y tierrosa le alboroto el pelo.

– ¿Qué hay allá? –. Preguntó curioso y sorprendido.

– Esas son las tierras del Clan Oscuro –. Dijo Florecida. – Tú deberías de haber estado ya aquí –. Replicó la joven. – ¿O es qué acaso fue mentira lo de Escarlata? –.
Le preguntó algo recelosa.

– No, no, no fue mentira, fue verdad, es solo que Pelaje Rayado y Salpicadura Dorada no me llevaron por aquí, no tengo idea por donde cruzamos, tal vez fue por ahí –. Dijo señalando un bosque poco espeso que se adentraba en territorio del Clan Oscuro.

– Por ahí son las tierras del Clan de la Sombra –. Dijo Zarpa de Junco.

– Conectan con parte del Clan Oscuro, esto no favorece mucho pues el Clan Oscuro no es un Clan oficial, y lamentablemente cuentan con un líder tan patético y débil –. Dijo asqueada Florecida.

– Ah ya comprendo, y ¿Por qué llamas débil a Colmillo de Tejón? A mí me parece un líder bueno y justo, no se mete en problemas con nadie –. Dijo confundido.

– Ese es el problema, que no se mete con nadie, un líder fuerte tiene un Clan enorme, busca expandir su territorio y sobre todo, no le teme a mancharse las patas de sangre –. Ronroneó Florecida, con un brillo malévolo en su mirada.
– Yo sería una líder estupenda, lamentablemente el puesto es para ti, algún día yo también lideraré a tu lado –. Maulló con un brillo en su mirada que no pudo descifrar.

– Ser líder… ¿Yo?. Yo no puedo ser líder, no tengo lo necesario, además soy leal al Clan del Trueno y me gustaría llegar a ser líder de ese Clan, por mí no hay problema en cederte mi puesto –. Murmuró.

– ¡Tú no puedes renunciar a lo que te espera! –. Una voz familiar y fría lo sorprendió, al volverse se encontró cara a cara con Paso de Alce.

– Hola Paso de Alce –. Dijo inclinando la cabeza a modo de saludo.

– No es necesario Acecho, lo único que quiero que me digas es ¿Por qué no quieres liderar el Clan Oscuro? ¿Sabes lo afortunado qué eres?

Sólo te advierto una cosa Acecho, ocurrirá algo que te hará cambiar de opinión, y me lo vas a agradecer, tu destino ya está marcado desde que naciste, nadie lo puede cambiar, nadie puede cambiar lo que ocurrirá, pero puedes mejorarlo. Escucha esto y hazme caso «El trabajo que demuestres con tu Clan, no valdrá la pena, nada ni nadie cambiará tu destino» –. Dijo en tono frío y gélido.

Por un momento se quedó petrificado y lleno de miedo. ¿Qué conocía Paso de Alce sobre su destino? ¿Qué era lo que lo iba a hacer cambiar de opinión?

Si su destino estaba predecido y su destino era liderar el Clan Oscuro... Entonces para que estuve dentro del Clan del Trueno, pensó.

Si ése es mi destino...entonces ¡Adelante!



Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro