Capítulo 4

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– ¡No! ¡No! ¡Vuelo de Páramo, no! –. Los gritos de dolor de Nutria resonaban por el bosque, la aprendiza estaba paralizada de horror y dolor, sólo sus gritos revelaban su sufrimiento.

Él se acercó paladeando el aire en busca de olor a intrusos o alguna señal de perros, tejones o zorros, pero no captó nada más que el espeso olor a sangre fresca que inundaba el aire.

– Será mejor que le avisemos a Estrella Moteada, querrá saber quien a cometido tal monstruosidad –. Dijo con voz cálida , acercándose a la joven y lamiéndole la oreja para tranquilizarla.

Ella tembló a su lado con un brillo de agudo dolor. – Era mi mentor, el guerrero con el que compartí tantos buenos momentos, el único guerrero que realmente me escuchó ahora está muerto –. Dijo con una voz tan aguda  que parecía que ni ella misma se creía aquello.


Él y Nutria llevaban el cuerpo a rastras de Vuelo de Páramo, el guerrero tenía un tajo en la garganta y sus ojos vidriosos miraban el cielo, inexpresivos. Al entrar al campamento, todos los miraron horrorizados ante la espantosa escena.

– ¡No, Vuelo de Páramo, No! –. Un aullido de puro dolor brotó del claro, al volverse vio a Patas Blancas la pareja de Vuelo de Páramo, tenía la mirada quebrada y llena de dolor, la guerrera se tambaleó airadamente.

Oreja Parda acudió en su ayuda y le dijo:

– ¡Tranquilizate Patas Blancas! Eso puede afectar a tus futuros cachorros –.

Estrella Moteada surgió mirando horrorizada, – ¿Quién á hecho esto? –. Preguntó con una voz temblorosa.

– No lo sé –. dijo él.

– ¡Pues yo si! –. Bufó una voz a sus espaldas.
Al volverse vió a Zarpa de Halcón.

– Es más que obvio que a sido el Clan de la Sombra, desde la asamblea pasada han dicho que tomarían todo territorio, no me sorprende que hayan comenzado matando a nuestros guerreros para debilitarnos, ¿No crees Estrella Moteada?–. Finalizó furioso.

– No lo había pensado, pero si es así entonces no podemos quedarnos de patas cruzadas viendo como nos matan, vengaremos a Vuelo de Páramo cueste lo que cueste, ¡Atacaremos a la medianoche! Los que quieran velar a Vuelo de Páramo pueden quedarse, añadió en dirección a Corazón Florecido, Nutria y Patas Blancas –.

– Por supuesto que no –. Dijo Corazón Florecido. – Yo no me quedaré quiero vengar a Vuelo de Páramo al igual que los demás así que asistiremos los tres, ¿No es así? –. Preguntó a las dos gatas, que asintieron con la cola.

– Bien, entonces atacaremos a la medianoche –. Concluyó con la voz tensa de rabia.

Él se sentía incapaz de controlar su confusión, no había captado ningún olor del Clan de la Sombra y tampoco el olor de algún perro, no alcanzaba a comprender como era que Estrella Moteada podría lanzar un ataque sin buscar una explicación primero.

Él se acercó a Nutria quien estaba agachada con una expresión de dolor en su mirada – Lo siento muchísimo no pensé que esto pudiera pasar –. Le dijo a la aprendiza cálida y suavemente.

Estrella Moteada se incorporó de su vigilia y miro a los gatos que estaban agachados en torno al cuerpo del guerrero.

– Corazón Florecido ¿Te gustaría decir una palabra para tú hermano? –. Éste asintió.

– Vuelo de Páramo fue un gran guerrero y también un gran hermano, le debo la vida, me salvó la vida muchas veces y nunca pude agradecerle lo suficiente –. Y con un último susurró lleno de dolor, dijo:
– Te juro que vengaré tu muerte hermano, la vengaré –.

– Bien, ¿Patas Blancas? –. Preguntó Estrella Moteada, mirando con tristeza a la guerrera.

– Vuelo de Páramo fue mi mentor y siempre se preocupó por mi, me gustaba pensar que había heredado sus habilidades y que me parecía mucho a él. Él siempre quiso tener cachorros, le hubiera gustado ver crecer a los nuestros, ni siquiera han nacido y yo no se si los pueda cuidar sola. Vuelo de Páramo vengaremos tu muerte, te lo prometo –. Finalizó con la voz quebrada en tristeza.

Nutria se incorporó y dijo:

– Vuelo de Páramo también fue mi mentor y un gran guerrero, le debo mis habilidades en combate y cacería, fue el único gato que me escuchó cuando tenía tantos problemas y al que le confíe tantos secretos, nunca lo olvidaré tuvo mucho que dar al Clan –. Terminó con dolor.

•     •     •

– Bien, ya casi es la medianoche y será mejor que nos marchemos, enterraremos el cuerpo de Vuelo de Páramo cuando regresemos –. Dijo Estrella Moteada fríamente.



Él avanzó por la maleza sigilosamente, sus compañeros lo seguían con dolor frío.
La luna se mecía sobre el cielo y unas nubes amenazaban con tapar la esfera blanca.

La aúlaga espinosa del campamento del Clan de la Sombra se alzaba ante ellos.

Un bufído de guerra lo sacó de sus pensamientos, Estrella Moteada había entrado al campamento y la batalla había comenzado.

Una gran guerrera negra y marrón con el pelaje mezclado en atigrado y moteado, se abalanzó contra él haciéndolo rodar por el suelo, él la pateó en la barriga con las patas traseras y le arañó la cara, pero esta con una de sus enormes patas le dió un golpe en la mandíbula mandándolo contra una roca, la sangre comenzó a escurrir por su boca debido al golpe.

La guerrera se abalanzó contra él de nuevo y sus ojos amarillos brillaron con odio cerca de su cara, la guerrera se le acercó y le bufó con odio:

– Yo soy Pétalo Sombreado y te haré padazos, que seas más grande que yo no te hace más fuerte –. Y lo empujó mordiendo su cuello, él sintió la presión que hacia la guerrera asfixiandolo y casi matándolo.

– ¡Ustedes asesinaron a Vuelo de Páramo! –. Le bufó a la guerrera con rabia.

– ¿De qué hablas? Nunca hicimos tal cosa –. Bufó con la cara pegada a la suya.

– Nosotros no lo hemos matado ni siquiera sabíamos que había muerto, no seríamos capaces de matar solo por territorio y presas –. Dijo más confundida que enojada.

– Entonces… ¿Quién a sido si ustedes no lo han hecho? –. Preguntó con confusión.

– ¡Detengan la batalla! ¡Detengan la batalla! –. Bufó la guerrera lanzándose al frente.

Todos se detuvieron mirando a la guerrera confundidos, a lo lejos el silbido de un pájaro resonó a la distancia.

– ¿Por qué habríamos de parar la batalla? –. Espetó el líder del Clan de la Sombra furioso.

– Todo esto es una confusión, los guerreros del Clan del Trueno atacaron porque uno de sus guerreros fue encontrado muerto en su territorio y nos culpan a nosotros –. Respondió Pétalo Sombreado con firmeza, le sostuvo la mirada furibunda a su líder.

Que valiente era la guerrera para no intimidarse ante su líder.

– ¡El Clan de la Sombra no ha matado a ninguno de sus guerreros! –. Gruñó el líder, erizando el pelo con rabia.

Estrella Moteada se alzó sobre una roca con autoridad y dijo:

– ¿Entonces quién a sido el asesino de Vuelo de Páramo? –. Su voz sonó fría y desconfiada.

– No lo sé, tal vez un proscrito o un minino doméstico –. Dijo el líder con voz dubitativa.

Él estaba seguro de que incluso Estrella Diurna había comenzado a dudar un poco de la situación.

– Entonces si no ha sido el Clan de la Sombra, vámonos –. Dijo Estrella Moteada con voz firme.

– No nos iremos sin antes comprobar que no están mintiendo, ¿Verdad? –. La voz furibunda de Zarpa de Halcón resonó entre la multitud.

Varios guerreros del Clan de la Sombra comenzaron a erizar el pelaje ante la insinuación del aprendiz.

– ¡Cierra la boca idiota! –. La voz de un guerrero del Clan de la Sombra se encaró a Zarpa de Halcón.

Pétalo Sombreado y él se miraron con miedo, no podía ser que por culpa de un aprendiz, la batalla estallara.

– ¿Quién es tu compañero? –. Le preguntó a Pétalo Sombreado.

– Se llama Sombra de Lagartija… es un idiota de primera… –. Dijo con rabia.

– Tú no me callas –. Le espetó Zarpa de Halcón al guerrero negro.

– ¡Ya basta! –. Estrella Moteada fulminó a Zarpa de Halcón con la mirada.

El ambiente comenzó a relajarse y el guerrero del Clan de la Sombra le dió la espalda a Zarpa de Halcón.

El rápidamente miró a Pétalo Sombreado y le dijo:

– ¡Hey!, gracias por detener la batalla y explicarme que ustedes no fueron los que mataron a Vuelo de Páramo –. Le dijo con voz grata.

– Si, no hay problema y cuando quieres que te salve sólo dime, y ahora ¡Marchate! –. Le gruñó.

•     •     •

El viento era fantasmal y frío en el Bosque sombrío, iba de camino a su entrenamiento con Paso de Alce y Reflejo Solar.

– Saludos Acecho, me sorprende que te hayas retrasado tanto –. Lo saludó la voz siniestra de Paso de Alce.

– Hola Paso de Alce –. Saludó él algo tembloroso.

– Supongo que Vuelo de Páramo estará cazando con el Clan Estelar –. Ronroneó con malicia.

– ¿Qué saben sobre Vuelo de Páramo? –. Bufó él con miedo.

– Que Reflejo Solar y yo lo hemos matado –. Ronroneó con un brillo de risa en la mirada.

– ¿¡Por qué!? –. Preguntó horrorizado.

– Porque no servía y además en lección de entrenamiento, para que aprendieras a luchar como un verdadero guerrero –. Le Bufó.

Él se quedó paralizado te terror y miedo al descubrir que en el Bosque Oscuro te podrían matar incluso en sueños, el miedo lo ahogó y se sintió helado hasta el punto que su mente comenzó a dar vueltas, pero eso no fue lo peor  si no que detrás de un arbusto un poderoso rayado salió con un brillo de orgullo.

– Hola Acecho supongo que estás contento –. Dijo con voz tan dulce como la miel.

El guerrero que había salido era su mentor ¡Pelaje Rayado!.

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