Capítulo 16: ¡Una casi novia espectacular!

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

🍀

ALICE

🌹

—No hay nada de raro en salir con tu mejor amigo, ¿no? No es como que esto sea una cita, y si lo fuera, ¿por qué deberías dar explicaciones? Dominick y tú no son novios —me susurra al oído la diablita que hay en mi hombro derecho.

—Claro Alice. Continúa con tus maromas —le responde la angelita que está en mi hombro izquierdo.

—Aun así, Dominick se sentiría mal, y quizá se pondría celoso —proclama la voz de la bondad.

—Pero ¿quién rayos se cree para hacerme una escena de celos? —reclama la voz de la maldad.

«¿Saben qué? Lárguense», pienso.

Estoy muy molesta con Dominick por retar a Axl a pelear, y más si se le suma el hecho de que aún no se había terminado de recuperar del todo. También estoy algo molesta con Axl, pero es diferente. No estoy enfadada por el hecho de que haya aceptado pelear contra Dominick. De hecho, me siento muy orgullosa de que haya dado una batalla tan increíble contra su rival pese a no estar en óptimas condiciones.

En el fondo. Me llené de emoción al ver sus ataques y me sentí feliz de que por un momento tuviera a mi presumido pretendiente contra las cuerdas. Sin embargo, tenía miedo. Miedo de que algo malo le pasara y por eso me enojé y lo abofeteé, lo cual estuvo mal. No es correcto que alguien use la violencia de esa forma contra las personas que quiere. Si él o cualquier chico me hubiera dado una bofetada, se vería muy mal. Así que debo pedirle disculpas.

Es cierto que me hizo preocupar, pero eso no justifica mi reacción. Por eso, y porque tengo un ángel y un demonio fastidiándome es que lo invité a salir. Sé que admití mi cinismo y mi sadismo cuando peleé contra Kara, pero no, no puedo ser igual que ella. Quizá lo soy, pero no quiero serlo. Quiero convencerme de que esto, que podría ser considerado una cita, es para decirle a Axl lo increíble que me parece su progreso.

No solo quiero hacer daño, también quiero arreglar las cosas. No quiero pecar de nuevo de ser demasiado tosca y no reconocer cuando lo hace bien y también quiero que me perdone por haber actuado como una loca. Soy un desastre... «Le reclamo a Dominick por hacerme escenas, pero yo la que le hace escenas Axl», pienso.

...

Ruta intersectorial Norte-Oeste.

...

—Perdón. —Le beso la mejilla. Cuando veo que se apena alargo el beso, pues me gusta esa expresión tímida y linda.

—Es una reacción entendible —me responde intentando disimular lo rojo que está—. Hice que te preocuparas mucho.

—Aun así, no tengo derecho a violentarte. Solo es válido que nos demos de golpes en un combate de práctica o en la batalla decisiva que tendremos cuando aspires a ser más fuerte que yo —intento sonar dulce.

Él se sorprende. De seguro es porque antes no reconocía que ese momento llegaría, y ahora, no solo acepto la validez de sus sueños, sino que tengo esperanza de que se cumplan.

—Creí que mis sueños te parecían ilógicos —me responde mientras vamos en la limo camino al Centro Comercial del Oeste.

—Son ilógicos —le respondo de forma seca—, pero tú no eres una persona que acceda a actuar bajo la lógica —agrego sonriendo y recordando lo que me dijo cuando su Dwi Chagi se volvió poderosa. En ese momento sentí un cosquilleo cuando recibí tu ataque. Me gustaría volver a sentirlo. —Eso sonó algo pervertido. De seguro pensará que soy una masoquista. Es decir, quizá lo soy, un poquito, pero me apena lo que pueda pensar de mí por ello.

—No sabía que tenías esas filias —bromea.

Me encanta cuando se ríe.

—Puede ser, pero no me confundas con gente sádica y rara como Kara —admito algo apenada—. ¿Por qué te sonrojaste? —gruño al notar que decir el nombre ella le generó esa reacción.

—Nada —me responde de forma torpe.

—No me digas que te gusta esa zorra de pelo colorido —le reclamo, pero ¿por qué estoy molesta? Yo no soy quién para reclamarle algo.

—La desprecio —sentencia con un tono firme y con una expresión gruñona.

Por algún motivo esa respuesta me da paz y además me encanta que haga esa expresión odiosa a la hora de referirse a Kara. Mientras aprecio sus gestos, también noto que se ve más seguro de sí mismo, sus brazos son bonitos y su rostro me parece lindo.

«Demonios Alice ¡Es el mejor amigo de Dominick!», pienso mientras me doy un par de palmadas en la cara y Axl luce desconcertado al ver ese gesto tan extraño. «No quiero, no quiero ser como Kara. No estoy aquí para dañarlo, quiero darle un momento feliz. Es todo», pienso. Luego de estar atascados en el tránsito, llegamos con algo de atraso.

...

Centro Comercial del Oeste.

...

—Creo que una limosina no es tan buena idea cuando las carreteras son del tercer mundo —bromea mientras vamos al tercer piso.

—Carreteras de tercer mundo... —musito—. Ahora que lo pienso. Cabría un carril completo en esa carretera. Si tan solo la concesión se hubiera hecho mejor, quizá tendríamos una infraestructura más.... —Axl se me queda mirando. «Rayos, debo parecerle una loca, hablando de concesiones de obra pública de la nada», pienso.

—Sí. La gente estaría más feliz si pudiera llegar más temprano a sus casas —me responde mientras me sonríe. «¡Dios! Como adoro verlo sonreír».

—¿Verdad que sí? —le pregunto emocionada porque no me consideró una rara—. Las personas tendrían más tiempo para compartir con sus familias si no duraran tanto tiempo recorriendo la ciudad para llegar a sus trabajos. También si hubiera un mejor transporte púbi... «Rayos. Creo que me volví a exceder con mi cháchara de política», pienso mientras hago una pausa.

—Ya me parecías una persona amable, pero ahora cada vez que puedes, piensas en cómo mejorar la vida de los demás. Eso es genial.

—¿En serio piensas que soy buena persona? —le pregunto algo cabizbaja, pues las palabras de Kara no dejan de resonar en mi mente.

—No digo cosas a menos que esté convencido de ellas.

—Lo sé. Tus palabras y tus actos tienen peso. Axl, ¿te puedo pedir un favor? —le pregunto luego de quedármele mirando como boba un buen rato. «¿Será que cumplirá mi capricho?».

—¿Un favor?

—No me gusta que repitan lo que digo —le replico de forma gruñona.

—Esa no es forma de pedir favores —me responde imitando mi tono gruñón. Me causó gracia. Así que sonrío.

—De acuerdo ¿Cuál es el favor? —agrega intentando apartar la mirada.

—Solo quiero verte sonreír otra vez. —Él se pone rojo como un tomate—. Aunque esa expresión también me gusta mucho. Creo que con eso ya estoy satisfecha.

—Tonta —bromea apenado.

—Gracias —le respondo y eso hace que se apene más.

Creo que lo que más me fascina que me dé muestras de alegría, es saber que soy yo la que lo hace feliz. Eso me hace sentir, única. Llegamos a la tienda de hobbies.

—Tengo algo especial para ti.

—La Cortina de la Bruja —lee sorprendido.

Estás feliz. Lo sé. De seguro quieres actuar como un niño de nuevo y saltar de la emoción, ¿no es así? No me molestaría si lo haces. Después de todo, has tenido que perder tu inocencia para obtener poder y así cuidarte las espaldas. Todo porque tus amigos no nos hemos dignado a tenderte una mano.

—He notado que esa bruja peli morada te protege cada vez que juegas.

Axl es muy malo jugando. Dominick siempre le gana, pero por algún motivo esa carta que sacó en el booster que le di, siempre le sale. Incluso cuando barajamos las cartas y jugamos a ver quién saca la carta con mayor ataque esa carta sale.

Si Dominick la envía al cementerio, a Axl le sale una carta que la revive, si no le sale en primera mano, a Axl le sale un buscador que la trae, si no tiene materiales para bajarla, le sale una carta para disminuir el costo de invocación. De todos modos, pierde, pues nadie puede ganar con una sola carta, pero es increíble la cantidad de veces que ella acude a su rescate.

—Con la Cortina de la Bruja, podrás traer a Nitemare más fácilmente al campo. —En realidad, me tomé mi tiempo para aprender de la carta.

—Esto es genial, Alice —me responde con esos ojitos brillantes como estrellas—. La cuidaré mucho. Estoy segura de que está intentando hacerse el serio, pero en realidad quiere probar su nueva carta.

—¿No quieres jugar con alguien? —le pregunto—. Vas a perder como siempre, pero igual te echaré ánimos —agrego intentando sonar seca, pues he estado muy "poco Alice" en los últimos minutos.

Axl intenta disimular su emoción, pero acepta y yo me siento cerca de él. Los otros chicos de la tienda están algo sorprendidos de que una "persona ñoña" tenga una compañera tan linda como yo. Que no se me note lo presumida.

La baraja de su oponente se basa en un arquetipo. Es decir, cartas de la misma familia que se buscan mutuamente, de modo que, en cuestión de unos minutos, el campo contrario está lleno de enemigos. Como siempre, la Bruja acude al rescate de Axl. Esta vez su llegada es facilitada por la Cortina.

—Perdiste —le señala intentando sonar tosca—. Como siempre.

—Estuviste a mi lado. Yo no siento que eso sea perder. —Yo me apeno. De seguro estoy roja. Si Dominick me dijera algo así, yo respondería con algún comentario pícaro y él lo devolvería con un coqueteo, pero por algún motivo cuando lo hace Axl actúo como la protagonista de un manga shojo.

A nadie le gustan los aduladores —suelto intentando sonar arrogante. Aunque soy una mentirosa. «Me encanta que me adules».

—Vamos a la arcada. Iremos a la máquina de baile —le ordeno. «Me encanta tener control». Le tomo la mano.

—No voy a bailar —afirma, pero bien que no suelta mi mano.

—Sí lo harás. —Sigo intentando sonar gruñona, pero para este punto creo que hasta él nota que me estoy divirtiendo.

—Tengo dos pies izquierdos.

—Lo sé —le respondo con una sonrisa traviesa.

Me gusta mucho bailar. Porque sé que cuando lo hago soy el centro de atención, pero hoy en particular, no me interesa que el mundo me vea, solo que tú lo hagas.

¡Let's dance!

Ver como intenta disimular que le parezco linda me encanta. Apartas los ojos cada vez que te veo. Lo haces por lealtad y te admiro por eso, pero a la vez esa disciplina de samurái es lo que me encanta de ti. Ese honor, esa entrega, esa dedicación que le pones a todo. Intentas alejarme siendo indiferente porque piensas en Dominick, pero lograste el efecto contrario. Solo haces que quiera seguirte más.

«Diablos ¡Sí me gustas!». No soy capaz de respetar códigos. Es más, tiento a quien sí los respeta, pero, también es tu culpa. Soy una más de la lista de Dominick, pero para ti soy la número uno. Es tu culpa ¿Por qué me miras con tanto cariño? ¿Por qué me haces sentir que soy la única mujer en tu mundo? No puedes andar por ahí siendo tan adorable conmigo, sin esperar a que yo responda. A Dominick le fastidia un poco que yo sea más fuerte que él, pero a ti eso nunca te ha molestado. Más bien me admiras y me alientas a ser aún más fuerte.

—Ahora es tu turno de bailar. —Ya ni siquiera intento sonar fría.

—No puedo hacer esto. —expresa de forma torpe mientras falla continuamente los pasos.

—Solo imita mis movimientos —sugiero.

—¿Por qué todos creen que puedo copiar movimientos? «Soy una ñoña. Entendí la referencia», pienso.

—Me divertí muchísimo viendo tus torpes pasos de baile —comento riendo mientras esperamos la limo para ir a un lugar especial.

—¿A dónde vamos? —me pregunta mientras estamos en el vehículo.

—Deja de hacer tantas preguntas —le indico retomando mi gruñonería.

—En fin —prosigue luego de suspirar—. Cualquier lugar está bien si... —No completa su frase.

—¿Si es conmigo? —completo su frase risueña. Me emociono de verlo apenado luego de que le leyera la mente. Aquí decido hacer de comediante y decir algo fuera de lugar.

—Parece que alguien se le quiere adelantar a su amigo. «¿Por qué demonios dije eso?», pienso.

En serio Alice, de todas las cosas que podías haber dicho, ¿cómo se te ocurre decir algo que cuestiona el honor y la lealtad de tu amigo? Dios mío, necesito rebobinar el tiempo y abofetearme.

—Te equivocas. —Asume un tono serio.

Obviamente Alice, le acabas de dar a entender que está rompiendo su código que para él es tan importante como su vida ¡Torpe! Lo peor es que ni siquiera él está haciendo algo deliberado para hacerlo. Soy yo la que está coqueteando.

—Axl, yo... —musito. «No hables más Alice. Deja de arruinarlo», pienso.

—Los fuegos artificiales te animarán. Te lo prometo. —Con ello termino haciendo spoiler de lo que veremos ante la desesperación de pensar que se podría enfadar conmigo.

—Juegos artificiales —musita.

Sí, juegos artificiales. Un cliché de los mangas shojo es que las parejas acuden juntas a un festival de primavera. No es primavera, pero tengo dinero, así que hice una especie de "festival artificial". No debería estar derrochando. Mucho menos después de haberme dado cuenta de lo podrida que está mi familia, pero de verdad sentía muchos deseos de hacer feliz a esta persona que tengo en frente. Así que le pedí a Reyna que me hiciera otro favor. «Reyna me va a extorsionar de lo lindo luego de tantos favores», pienso.

...

Hill Valley-Zona Norte. Country Club Rosenzweig-Jovancevic.

...

—Perdóname por ser tan boba, ¿sí? —me excuso mientras bajamos del auto—. Honor, cortesía, modestia, paciencia, autocontrol y coraje. Esos son los principios que aprendiste de Roberto y que te convertirán en un gran peleador como él. Jamás cuestionaría la lealtad que le tienes a tu mejor amigo. —Temo tomarle la mano. Creo que no es el momento, pero él parece entender cómo me siento y me deja tomarle el brazo.

El festival luce como luciría en una típica escena de anime romántico. «Reyna se exageró. Hasta contrató a personas para que fueran transeúntes», pienso mientras vamos a los vestidores, pues no sería un festival de primavera sin yukatas. «Creo que tendré que darle un riñón como compensación», pienso mientras jugamos a atrapar los peces, tiro al blanco y comemos algodón de azúcar.

Luego de que vemos los juegos pirotécnicos reflexiono ¿Por qué le dije eso? ¿Quizá porque en el fondo sí quiero que Axl de un paso al frente pese a que me gusta su mejor amigo? Solo sé que soy una persona horrible, y pese a eso tú me quieres, y eso me gusta, pero a la vez me hace pensar ¿mereces una persona como yo?

Yo creo que no. Mereces a alguien mejor. Por primera vez, me siento inferior a la persona que me gusta. La Alice cínica y sádica que Kara menciona es real. Quizá no en la dimensión que ella considera, pero es un hecho que no soy una persona altruista.

Si hoy me hubieras puesto un dedo encima, yo habría accedido sin pensarlo dos veces, pese a que eso implicase no darle importancia a tu camino del guerrero. Quizá la mejor elección sea Dominick, porque justamente eso es lo que merezco: una persona superficial que me quiere por capricho. Puede ser que no esté mal que alguien me vea como una novia trofeo. Probablemente eso sea lo que yo soy.

No creo ser tan perfecta como tú piensas. De hecho, si lo pienso bien, no tengo nada más para ofrecer que lo que hay en el exterior. Quizá lo que tú ves en mí es solo producto de la idealización, de que fui tu primera amiga. Lo que estás convencido de observar, puede ser un espejismo. Puede que más bien seas tú quien es demasiado bueno para alguien como yo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro