Capítulo 17: Triángulo para la princesa

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🎭

DOMINICK

♠️

Hace poco hablé de un tal Sebastián y mencioné que me da el mismo repelús que esa Pelirroja demoníaca, pero en realidad, es más. Roxxane es violenta, pero al menos tiene razones para hacer lo que hace. Kara es sádica a secas, mas tiene ciertos límites, pero a diferencia de esas dos, él es un psicópata. No siente empatía del todo.

Creo que ese es el motivo por el que esa zorra de cabello multicolor lo admira, porque a la par de él, ella es un cachorrito. Alice no interactúa demasiado con Sebastián, yo tampoco. Nos limitamos a mantener la cordialidad. Su apellido es Goldschmidt, una de las familias más duras del país, que a su vez es antagónica de los Rosenzweig en ciertos temas.

Ambas son élites económicas, por lo que se pensaría que van en la misma dirección, pero la familia de Sebastián es mucho más reaccionaria. Es decir, los Goldschmidt no permiten ninguna alteración al orden "post guerra" y están dispuestos a ponerse violentos con quien quiera intentar hacer un cambio. Eso es lo que explica que alguien como la Pelirroja sea su enemigo natural.

Sigfried Goldschmidt, el padre de ese mocoso enfermo, es capaz de controlar el tipo de cambio. Hace algunos años, cuando un candidato que no le agradó, iba de primero en los sondeos, él logró junto con la Asociación Nacional de Banqueros desplomar el valor del peso y con ello convencer a la opinión pública de que dicho candidato era perjudicial.

Por otro lado, recientemente en los noticieros, la noticia de la semana fue una serie de camiones remeseros que volaron en pedazos, algunos pertenecientes a la familia Goldschmidt. No dudo que haya sido Roxxane ¿Quién más podría volar un camión remesero con un ataque? Posiblemente hasta la DIS lo sabe y le tienen el ojo puesto, pero...

Lo que me hace pensar, es que, en dicho atentado, no hubo un solo civil muerto. De hecho, en todos los actos terroristas que le adjudican a la Pelirroja solo resultan lastimados policías y militares. No hay que ser Sherlock para entenderlo. Pese a que intenta reflejar una imagen de sádica asesina, en el fondo ella tiene honor y sabe que las personas inocentes no tienen que recibir las consecuencias del conflicto, pero los Goldschmidt no piensan así, ellos sí son capaces de involucrar a personas no beligerantes para hacer daño y por eso me preocupa que Alice se meta en su camino.

...

Colegio Gran Bretaña.

Plazoleta frente al edificio principal.

...

—Luces como alguien banal y sin cerebro, pero parece que tienes una cabecita pensante —afirma Kara con su particular sonrisa burlona.

—Me sorprende que estés aquí luego de la paliza que te zurró Alice —replico también con tono burlón. Lo siento Kara, hoy no tengo ganas de coquetear contigo. Ya estás en la lista.

Kara se ríe con su habitual sadismo. Debo reconocerle que su personalidad es fuerte. Aún luego de la derrota mantiene su forma de ser.

—Fue un lindo vals, sweetie —responde de forma despreocupada—. Sentir el tacto y la respiración de tu main tarjet fue excitante.

«¿Main tarjet?», pienso. «¿Por qué no dijo darling princess?» De seguro considera que mi forma de percibir a Alice es distinta a la de Axl. No es nada tonta.

—En fin. Hay algo que quiero preguntarte —consulto con algo de cautela, pues sé que puedo meterme en temas en los que no quiero ahondar.

—¿Y esa seriedad? —pregunta risueña— ¿Tan oscuro es lo que me vas a decir, sweetie?

Alice te buscó para pelear por lo que le hiciste a Axl, pero también porque quería encontrar respuestas, ¿cierto? —indago mientras pienso en lo fastidioso que es ese emo vengador en mi vida.

It's correct! —Ahora tiene una expresión amable. Quería entender por qué me encanta tanto hacer daño y dijo algo de la dictadura, que para ser honesta, no me importó en lo más mínimo.

—Ya veo. Es todo. Gracias por tu respuesta. —Procedo a irme sin decirle nada más, ni voltear a mirar.

Veinticuatro yoyos, dos trompos con cuchillas y cuatro matones enviados por Ryan. Alice es sin duda impresionante. Admito que me causa algo de incomodidad pensar en que pueda ser más fuerte que yo. Después de todo, un caballero debe proteger a su dama y no al revés.

Desde hace algún tiempo Alice se está volviendo más empática. Se está comenzando a preocupar por la forma en que tratan a las personas becadas, a preguntar por qué las becas son parciales y no completas, a cuestionar los criterios de elegibilidad de las mismas.

A principios de año, hacía preguntas como: "¿por qué no le pides dinero a tus papás?" Ahora pregunta cosas como: "¿por qué el ingreso de tus papás es tan bajo pese a que trabajan tan arduo? Pasó de preguntarse el porqué la mamá de Axl no le daba treinta mil pesos para pagar la mensualidad de la academia, a cuestionar por qué ella recibe un subsidio tan bajo por invalidez.

Que su péndulo político oscile hacia el punto opuesto del resto de los Rosenzweig a mí me es indiferente, pero no así a sus antagonistas. El hecho de que sea más una republicana "irlandesa" que una republicana "gringa" podría mejorar la relación entre su familia y la Pelirroja a mediano plazo, pero conociendo a Alice, pienso que intentará hacer lobby dentro de la JR para posicionar su agenda social. Ah, olvidé mencionarlo. Ella también es parte del mismo órgano político de ese tipo, pero crecía de forma orgánica alineada a las cúpulas, no contra ellas.

...

Arcada de la terminal de buses Centro-Colina.

...

—¿Crees que ese tipo le hará daño solo por pensar diferente? —me pregunta Coba mientras jugamos hockey de mesa en una arcada del centro comercial.

—Depende —respondo.

—¿Depende? —me hace un gol.

—Depende de si dicha discrepancia afecta sus intereses. No es como que el tipo ante por ahí, aplastando toda disidencia. Eso le quitaría legitimidad a su familia. Suele usar métodos indirectos para hacer daño. Eso es lo que lo hace más peligroso que alguien como Kara, quien irá de frente a dañarte.

—¿Indirectos? —dice. Esta vez yo le hago un gol—. ¿Como una especie de policía secreta? —agrega riéndose.

Me preocupa que Roberto sea tan amigo de la Pelirroja. Sí, me molesta su personalidad simplona y bonachona, pero tampoco es como que le desee algo malo. A alguien como Alice no le pueden hacer daño de forma directa por su apellido, pero Roberto es un ciudadano normal, fuerte, sí, pero no intocable.

Para este punto Sigfried y Sebastián deben de estar conscientes de que Roxxane es un ser humano que tiene emociones y atacar a un ser querido de ella para desestabilizarla, parece una opción bastante lógica a tomar en cuenta para ganar ventaja. Quizá estoy sobre pensando demasiado las cosas como lo suele hacer Alice. «El lío de Roberto es con Gamboa no con los Goldschmidt. Estás hilando muy fino», pienso para calmarme.

—Está dentro de las posibilidades —respondo de forma seria y con ello Coba se pone serio también, pues él estaba bromeando. Meto otra moneda en la máquina para jugar otra ronda— Obviamente están métodos como el chantaje y la extorsión, pero el poder militar también es una opción —agrego mientras intento romper la defensa de Coba.

Yuno y Rafthel, los asesinos más precisos de Barrio Fortaleza. Solo ellos se me vienen a la cabeza cuando pienso en quién podría darle lata a dos tipos tan fuertes como Roberto y Roxxane.

—¿O sea que el tipo es como un narco? —me pregunta Coba, que a su vez está concentrado impidiendo que le meta gol.

—Si fuera un narco sería más fácil, pues para un narco, mientras no fastidies sus negocios, todo bien —le explico a Coba— ¿Conoces la diferencia entre paramilitares y guerrilleros?

—No, pero creo que me lo vas a decir —responde riéndose. Le hago un gol.

—Los guerrilleros suelen pensar como la Pelirroja —planteo como ejemplo.

—¿La pelirroja guapa? —pregunta saboreándola en su mente el cabrón.

—Sí. Esa —respondo de forma seca.

Sé que es bonita, pero la sensación de amenaza que me causa es mucho mayor que lo que me pueda atraer.

—Por ese culito, yo me enlisto en la guerrilla —bromea Coba mientras se ríe. Admito que me dio risa.

—Creéme, cuando veas lo loca que está, querrás huir. A ella no le gustan los abusivos como nosotros.

—Que me destruya, pero de las caderas para abajo. —Se sigue riendo y yo me uno. Coba siempre lo hace. Sacarme una risa cuando estoy tenso.

—En fin —continúo—. Los paramilitares por otro lado, suelen trabajar para personas que piensan como el papá de Alice, como el papá de Ryan Stalion o como la familia de Kara.

—Entonces tienen diferentes ideas... Le hago otro gol.

—Más o menos. Al final ambos son grupos armados que trafican perico, pero sí, se podría decir que piensan diferente en ciertos temas.

—Solo entendí que la pelirroja waifu le entra a los pericazos —comenta mientras vamos al juego de las canastas. En este juego lo aplasto porque soy el mejor en baloncesto—. Dile que yo le entro.

—Lo único que hay que entender es que son tipos armados que se odian mutuamente y eso en cualquier lugar, termina mal. —Ese ejemplo si es más comprensible para Coba quien se queda pensativo.

—Si Alice comienza a pensar como la Pelirroja, entonces ¿podría ser problemático porque habría alguien del bloque contrario dentro? —concluye Coba. Se acercó bastante.

—Puede pensar como la Pelirroja y no hay problema, en tanto sea eso, ideas —le respondo mientras termino de darle una paliza en las canastas. El lío es cuando esas ideas se conviertan en acciones. Acciones que puedan ir en contra de los intereses de Sebastián y su familia.

Luego de jugar con Coba, decido tomar un taxi. Voy a visitar a Alice. Aún no me he disculpado por haberle hecho una escena de celos. Tampoco me he disculpado con Axl, pero él puede esperar. Es hora de despedirse del Dominick cauteloso, ocupo al Dominick encantador. No puedo seguir esperando a hacer mi jugada con ese perdedor pisándome la sombra.

Sé que le gusta Alice y contrario a lo que podría parecer, eso no me molesta. Sí, lo sé, hice un berrinche, pero fue más por el calor del momento. De hecho, considero bastante lógico que le guste ¿Quién no se enamoraría de ella? Lo que me fastidia es su falta de honestidad. Preferiría que me dijera abiertamente que irá tras ella y que competirá conmigo por su amor, pero en vez de eso se contiene por lealtad.

No mentiré. Lo entiendo. Antes de que yo entrara a su vida, él estaba solo. Todos en la escuela lo agredían, lo fastidiaban o en el mejor de los casos le eran indiferentes y lo rechazaban. No sé qué tenía ese chico, pero era como si tuviera un demonio dentro. Apenas llegaba a un lugar, todos se marchaban.

Fui la única persona que le tendió la mano, que vio en el un amigo. Un amigo de relleno, sí, pero amigo, a fin de cuentas. En su momento lo hice de forma honesta, porque en el fondo me dolió verlo tan solo. No odio a Axl. Me choca su forma de ser, pero en el fondo lo respeto. Incluso estoy consciente de que, si no entreno lo suficiente, algún día será más fuerte que yo.

Ese respeto que le tengo, le dio más razones para volverse fuerte y esa fuerza es la que lo ha convertido en el tipo medianamente cool que es ahora, pero además de mí, estuvo Roberto. Él fue el único que se preocupó por ayudar a Axl a entrenar en la academia, primero permitiéndole que observara. Luego, logró hablar con el dueño para que le dejara entrenar pagando el día.

Perdió el trabajo precisamente por hacer esas cosas, y pese a todo eso le enseñó una de sus técnicas: la sombra de la hoja bailarina. Es lógico que lo admire. Es lógico que quiera ser como él. Después de todo, son iguales. Roberto puede ser un monstruo en las peleas, pero en el fondo, es un sujeto normal, sin mucho carisma, que logró volverse increíblemente fuerte sin ser un prodigio.

Él es la prueba viviente de que el sueño de Axl es posible. Es ese sentido del honor tan cuadrado que aprendió de él, es lo que le ha impedido perder la compostura cuando ha recibido palizas en la escuela o cuando su madre pierde la cordura y tiene ataques de pánico y ansiedad.

Ese camino del Bushido anticuado que me fastidia tanto, para él es importante, porque hace que pueda afrontar sus situaciones familiares de forma estoica y es lo que le permite seguirse levantando cuando un abusivo lo tumba.

«Pero creo que lo que más me molesta es que si no fuera por lo terco que es para seguir esos principios, quizá yo no tendría esta chance de hoy con Alice» pienso mientras llego al territorio Rosenzweig. Siempre me sorprendo con lo exagerada que es su mansión. Literalmente ocupas un carrito para ir de la entrada principal a la puerta de la casa. En medio hay un camino y un enorme jardín de rosas.

Mientras voy en el carrito, recuerdo que cuando mi hermano me preguntó cómo le hago para salir con chicas tan lindas, yo le respondí para mí no es necesario hablar. A la edad de él, me di cuenta de que con mi apariencia bastaba. Desde niño ya era más alto que los demás, bueno en los deportes y era el "pícaro" que ya sabía besar. Cuando me percaté de que andar con más de una chica no era perjudicial, sino que lo que hacía era "elevar mi estatus" comencé a usar eso a mi favor.

En realidad, no tengo nada en contra de las mujeres, ni lo hago de mala fe. Lo hago por una cuestión meramente pragmática. Es decir, los chicos ven que ligo, me alaban, se inventan rumores sobre mis "hazañas" y eso genera un efecto en cadena que hace que otras chicas se quieran acercar para ver si "es cierto" que soy tan bueno como dicen.

Lo que hago es simplemente interpretar al personaje que los demás quieren ver. Aun así, no quiero que mis hermanitos sean igual de cretinos que yo, así que intento no mal aconsejarlos. La última vez que charlé con Jordan, le dije que sí, a ellas les gusta que las ignores, que está bien tratarlas algo mal, pero sin excederse, que sientan que estás siendo algo presumido, pero no mala persona. Ligar es un requisito para ser funcional en una sociedad. El sistema evalúa a un hombre por la cantidad de éxito que tiene con el género opuesto, pero tampoco me perdonaría si por mi culpa mi hermano se vuelve como mi padre.

Finalmente llego a la puerta y mi main tarjet me espera con un hermoso vestido violeta.

¿Estoy dispuesto a dejar a todas las demás por ella? Claro que lo estoy. Es lista, es linda, se preocupa por los demás, es cariñosa, tierna y hoy me encargaré de explorar su lado pervertido.

A diferencia de Axl, yo no tengo dudas de lo que siento.

Alice realmente se puso rara cuando Kara dijo que amaba a Axl. Es lógico. Está dividida.

No obstante, lo que más me fastidió en estas últimas semanas fue que Alice estuviera más preocupada por la pelea de Axl y Ryan que por mi encuentro con Kara.

«¡Maldita sea! Me cogí a tu rival. Al menos reclámame algo».

«No te pienso quitar a Dominick, eso lo hace cualquiera», fueron las palabras de esa loca de los yoyos. «Debo darle crédito por ese buen punchline».

Quién lo diría, el perdedor, terco, obstinado, hiperactivo, cabeza hueca, ya no es un simple extra.

...

Mansión Rosenzweig. Sala de juegos.

...

—Me siento halagado de que me invitaras a tu casa —comento con Alice mientras acomodo las bolas de billar—. Hoy luces extremadamente adorable. Ella hace una sonrisa irónica mientras flexiona su cuerpo para hacer un saque a puente abierto. Su tiro es certero y logra meter una bola rayada.

—¿Puedo saber a qué se debe esa repentina amabilidad? —pregunta mientras yo analizo mi tiro.

—¿No puedo ser lindo con una chica linda? —respondo mientras junto mi índice y mi pulgar para hacer un puente cerrado—. Además, no me he disculpado adecuadamente por haber sido tan agresivo ese día. —Hago mi golpe. Es el turno de Alice.

—Para ser honesta, no me imaginé que te disculparías —indica mientras toma con delicadeza el taco como si estuviera sosteniendo una taza de porcelana, pero a la vez, su antebrazo está firme e inmóvil. Luego golpea.

—Admito que exageré un poco —reconozco mientras doy media vuelta a la mesa para buscar un mejor ángulo.

—¿Un poco? —me pregunta irónica— ¿Vas a tirar así? —se burla. De seguro notó que mi línea de golpe y la línea de la bola es la misma, por lo que es probable que falle el tiro. En realidad, lo hice solo para ver si lo notaba.

—Sí. Un poco —replico sonriendo de forma arrogante mientras corrijo mi postura— Ese es el precio que se paga para la falta de honestidad.

—¿A qué te refieres con que a Axl le falta honestidad? —La partida avanza y como de costumbre, voy ganando.

Está fingiendo que no sabe a qué me refiero, pero la entiendo. No puede simplemente admitir que forma parte de todo este embrollo. Mi labor como caballero es hacérselo más fácil.

—Le gustas mucho —le expreso lo evidente mientras hago saltar la bola para que impacte otra. «Joder, me lucí con ese tiro»—. Eso lo sabes tú, lo sé yo y lo sabe todo el mundo.

—Te ves linda cuando finges que algo te toma por sorpresa —le expreso antes de meter la bola ocho y ganar la partida.

—Yo... —titubea.

—No tienes que sentirte apenada —le aconsejo mientras le tomo el mentón para que me mire a los ojos. Le doy un beso—. Es normal que cualquier persona quede fascinada por tu belleza y personalidad. —Luego de soltarle el mentón ella se sonroja.

Sé que suelo ser muy banal y de seguro a ella le agrada el perdedor porque él ve las cosas de su interior. Así que no me pienso quedar atrás.

—¿No será que estás adelantando tu jugada? —Está intentando hacerse la desinteresada.

—Yo siempre hago mis jugadas a tiempo —afirmo con una sonrisa confiada. No puedo dejarla pensar que ella tiene algo de razón.

...

Luego de poner todo en su lugar, pues a Alice no le gusta darle trabajo extra a la servidumbre, charlamos frente a una fogata que hay en la mesa de estar.

—Esta sala de estar me recuerda a la mansión de un artista famoso.

—¿En serio? ¿Cuál? —pregunta de forma seca.

—Uno de una banda que te gusta mucho —expreso sonriendo mientras saco un par de boletos. Es una banda de balada pop. No soy muy fan de ellos, pero he oído que las parejas se ponen bastante cariñosas en sus conciertos.

—Entonces, ¿ahora somos pareja según tú? —ironiza con esa sonrisa presumida que me encanta. «Diablos. Como me gusta esta chica».

—Ya te lo dije. Tú eres la que decide eso. —Normalmente dejaría que ella piense que tiene el control, porque me gusta este juego del gato y el ratón, pero no tengo tiempo cuando hay un cazador cerca.

—No obstante, si lo que quieres es que yo decida por ti, entonces sí, me parece que seríamos una linda pareja.

—¿Esa respuesta te la improvisaste o es parte del kit de chico ligador que usaste con Kara? «Finalmente, me reclamará lo de Kara», pienso aliviado.

—¡Oops! —exclamo con una sonrisa pícara—, perdón por eso. Solo sucedió, pero te prometo que si me das una oportunidad seré solo tuyo. —Ella arquea una ceja.

—¿Sabes en lo que te estás metiendo? ¿Verdad? —me pregunta mientras cruza sus piernas. Se ve imponente.

—Anda. Ven conmigo —ordena mientras se pone de pie—. Te mostraré la vista desde el piso más alto.

...

No puedo creer que tienen un jodido ascensor. Estoy seguro de que si Axl viera esto se sorprendería. Alice me deja un momento para ir a... No sé qué demonios va a hacer. De seguro solo está haciéndome esperar para divertirse. Mientras la espero veo ante mí una hermosa terraza que da con un paisaje impresionante.

Ella regresa y tras sentarnos en una linda mesa, una empleada nos trae té, pero Alice le dice que prefiere servirlo ella.

—Dime como sabe mi té —me pregunta.

—Sabe amargo —admito.

—¿No podías al menos disimular?

—¿Por quién me tomas? ¿Por alguien que diría lo que tú quieres oír solo para complacerte? Si te fijas en mí es precisamente porque sabes que no me ando con tonterías de ese tipo. —Puede que haya sonado tosco, pero es porque sé lo que va a responder.

—Creo que tienes razón —admite mientras toma su té. pero supongo que lo que hay entre tú y yo es solamente algo carnal, ya que mi té te sigue pareciendo insípido. «Estúpido Roberto y sus mamadas filosóficas del té», pienso.

—¿Y te molesta que sea así? —le pregunto sin tono arrogante. Genuinamente me interesa saber su respuesta.

—Para ser honesta, no y creo que a ti tampoco. Después de todo, eso es lo que buscas, ¿no? Agregarme a la lista.

—¿En serio crees eso?

—¿Por qué debería pensar otra cosa? Si te ofrezco un revolcón, ¿no aceptarías? «Suena tentador», pienso, pero creo que sé por dónde va la cosa.

—Yo estaría encantado, pero tú no eres alguien banal como Kara. No me interesa que tengamos algo de una noche. —Ella se queda callada. Sabe que ese silencio es incómodo. Estoy casi seguro de que lo hace para probarme— Prefiero que sean mil noches. Si quieres que sea un novio cursi lo seré —le digo con humor. Ante esto, ella sonríe un poco.

—¿Tú, un novio cursi? —se ríe— ¿Es broma verdad?

—No lo es ¿quién crees que envió el ramo de rosas que te llegó hace un par de días?

—Ya veo. Pensé que era alguno de mis admiradores, pero luego vi que eran girasoles y pensé que tenía que ser alguien que me conociese bien.

Alice, fiel a su forma contradictoria de ser me dice que vayamos a su recamara. Más bien parece que es ella quien quiere agregarme a su lista. Hay una vista majestuosa hacia el jardín de rosas. En una esquina de su cuarto están los girasoles que le obsequié.

—Parece que te estás poniendo algo honesto ¿Puedo saber a qué se debe? —comenta mientras se acuesta en una gran cama tamaño queen.

—A que tú eres la rosa más hermosa de todo este jardín —respondo mientras me acerco para besarla—. Te quiero Alice. Ella se sonroja, pero luego intenta volver a su tono pretencioso.

—No es muy original, pero te daré puntos por el esfuerzo —presume sonriendo mientras me deja acariciarla.

No pienso dejar que ganes, Axl. Debo reconocer que te has vuelto fuerte. Perdiste contra Ryan y Kara, pero tu esfuerzo fue impresionante. No obstante, sigues siendo un fracasado y yo un prodigio. No te odio, pero tampoco sentiré compasión por ti. En especial ahora que eres fuerte. Tú fuiste el que decidió seguirme pese a que te dije que soy una mala persona.

Tú fuiste el que se atravesó en mi camino con Alice, pero a la vez te agradezco. Sin ti, no hubiera aceptado lo que siento por ella. Tu premio por ayudarme es que cada vez que nos mires juntos recordarás tus fallos, tu falta de determinación, tu falta de agallas para decirle lo que sentías.

Cada vez que nos veas juntos recuerda que yo soy mejor que tú. Que yo soy un as y tú un comodín. Le quito ese hermoso vestido violeta y lo que hay debajo es aún más hermoso. Finalmente me adentro en mi querida Alice para ser uno con ella.

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