30. El rescate del guardián

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"¿Cómo conociste esa historia?"

"La hermosa Aerith me la contó."

"Al responderme a esa pregunta no me doy cuenta de un pequeño detalle que yace en sus ojos, pero Flubber se posa con luz púrpura en mi hombro y empieza a vibrar de manera que no lo ha hecho jamás, esa vibración me lleva a un estado de serenidad y calma completa, haciendo que sea capaz de ver ese brillo que segundos antes no había visto en los ojos de él, sin poder remediar mi miente y mi don indagan en el interior de su alma pudiendo ver más allá de lo que él me estaba mostrando por primera vez en mucho tiempo, sabía que no estaba bien lo que estaba haciendo, pero mi curiosidad y la insistencia de Flubber me dominaron haciendo que entrara en trance y tuviera una visión."

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"No importa, yo quería que lo vieras, quiero que entiendas el latido de mí ulular, quiero que sigas en esa visión y que sepas como conocí a Aerith, me resulta más fácil de esta manera."

"Dos mentes unidas por una visión, dos cuerpos ilusorios mostrándose libremente sin ataduras, un espacio sin barreras ni limites donde esconderse, donde cada pensamiento es una voz proyectada, donde dos almas desnudas y equidistantes intentan darse la mano. El deber de una de esas voces la retrocede mientras la otra voz por dolor y por amor se paraliza, será que el camino más fácil no deja de ser difícil."


"En ese instante vi como su corazón rebosaba de alegría al recordarla, pero también vi negrura tejiendo ese recuerdo, vi derramar la lágrima más negra y pesada que he visto en mi eterna vida."

"Nació en mí una irremediable e imperiosa necesidad de abrazarlo, avance siguiendo mi insisto decidida a hacerlo, pero Flubber se interpuso entre nosotros, irradiando en color verde fluorescente y vibrando intensamente para sumergirme de nuevo en los recuerdos de su mente, en nuestra visión..."

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En mi mente ha acontecido toda una aventura en la que era la observadora indiscreta, donde sufría y disfrutaba cada uno de los momentos junto a los personajes que aparecían en mi visión, he visto varias veces el anochecer, incluso vi el amanecer de un día lluvioso; sin embargo, en la vida real el tiempo había transcurrido mucho más lento. Siendo consciente del yo y del ahora, observo que "el festival de la creación de la vida" aún se está retirando, lo que me confirma que ha transcurrido un tiempo relativamente corto mientras estaba teniendo la visión.



Desde una distancia prudencial, Kramnco, el ave rapaz de Madame Blavatsky, esta observando cada detalle de todo lo acontecido en el lago y como compañero de una maga azul sabe a la perfección cuando un ser está teniendo una visión, esa capacidad de detectarlo le ha ayudado en innumerables ocasiones cuando repentinamente Madame Blavatsky ha tenido una visión que la ha dejado inconsciente, él ha podido estar allí todas y cada una de las veces para protegerla y velar por su integridad. Kramnco recuerda a la perfección las últimas palabras de Madame:

"Mi querido Kramnco vuela a su vera, pero lo suficientemente alto para que ella no te descubra, y si él ha regresado atácalo para que ella vea quien es realmente."

Kramnco no necesitaba más detalles, Madame y él tienen una fuerte conexión capaz de hacer que sobraran las palabras, pero a ambos les gustaba comunicarse de la manera convencional, les hacía sentirse más como una unidad familiar, les hacía sentir el calor de una grata compañía. Desde su posición, el ave observa todos y cada uno de los movimientos de los presentes en el lago, pero pone atención especial en ella.


Mientras las diferentes criaturas se retiran, intento serenarme, dejando a un lado todas las emociones que he sentido en mi visión, como de costumbre, el último en retirarse fue el imponente ciervo de cornamenta peculiar que siempre nos acompañaba, el mismo que sin duda alguna era el guardián de aquel bosque. Una vez solos me levanto para acercarme a  él, mi sátiro poeta. 


Kramnco entendió que había llegado el momento que había estado esperando durante toda la noche, así que sin más como buena ave rapaz alzo el vuelo amenazante.


Un movimiento entre las copas lejanas de los árboles llama mi atención, la oscuridad de la noche no me deja ver con claridad que hay en los cielos que se postran detrás del poeta, levanto la vista buscando en el horizonte una pista que aclare mis dudas. En ese momento logro ver como una ave rapaz de plumas grises y azuladas, muestra ante la luz de la luna sus grandes alas y sus destacados ojos anaranjados. Por un lapso corto de tiempo quedo hipnotizada por esos ojos, pero el ver como saca sus imponentes y afiladas garras, despierto de mi trance y me doy cuenta en la dirección en la que el ave se dirige.

Compruebo atemorizada que el ave rapaz va directa a él, hacia mi sátiro poeta, intento inútilmente alertarlo, pero él no entiende mis gritos y está altamente confundido por mi extraño comportamiento. Corro lo más que puedo para evitar el ataque inminente, en el último momento decido saltar y abalanzarme sobre el poeta para empujarlo y sacarlo de la trayectoria del ave rapaz, pero lo que sucede a continuación rompe todos mis esquemas y algo me quiebra por dentro.

Para mi sorpresa tanto yo como el ave rapaz atravesamos el cuerpo del poeta, en mi mente ese instante se hace eterno, mis manos se hunden en su cuerpo creando que este se vuelva translúcido, perpleja y sin entender lo que está pasando cuando mis ojos se adentran es su cuerpo alzo la mirada y veo con perfecta claridad como el ave rapaz justo a escasos centímetros de mí también atraviesa con sus garras y todo su cuerpo el cuerpo del sátiro con una facilidad extrema a la par que aterradora. Contengo el aliento sin acabar de entender qué está ocurriendo exactamente y entonces caigo y me golpeo con fuerza en las rocas de la orilla del lago.

Con mi cuerpo dolorido giro sobre mí para mirarlo él, veo en su rostro el temor de la verdad revelada y ante mis ojos él se desploma. De la nada surge el elegante ciervo, el guardián del bosque que al parecer vigilaba desde la distancia, carga en su lomo al inconsciente sátiro y se lo lleva entre la espesura del bosque.


Kramnco marcha por el horizonte, ha cumplido su misión, ya puede retirarse y desvanecerse por el horizonte, mientras el ave rapaz se retira, Flubber se acerca velozmente hacia ella intentando despertarla y sacarla del trance que al parecer ha entrado. Todos en nuestro interior tenemos temores ocultos en nuestro ser, y parece ser ley de vida que cuanto más grande es nuestra bondad, más secretos ocultos ella esconde.

Ella claramente no es una excepción y mientras se retuerce dolor, las voces del pasado atormentan su eterna existencia, voces que se presentan en otras Seraphines, en aquellas mismas seraphines con las que una vez compartió hogar, ella era una de ellas, aunque era y es diferente a todas, esos recuerdos esas voces carcomen su conciencia y no la dejan respirar.


"Nunca serás como nosotras"

"Eres una vergüenza para todas nosotras con ese cuerpo tangible y esas alas inexistentes"

"toda Seraphine está destinada a hacer el bien y proteger a los seres que habitan en Zeehïro, como vas a hacerlo con ese don tan débil"

"Acaso no lo entiendes, no podemos cambiar el transcurso de la naturaleza ni el destino de cada criatura que habita en este mundo, la pena es algo de seres inferiores"

"Eres la peor vergüenza que podemos tener"

"Nunca serás como nosotras, nunca serás una Seraphine, márchate lejos de aquí"

Mis queridos Ululantes hasta aquí llega el capítulo de hoy que espero que sea de vuestro agrado de ser así, por favor muestren su apoyo de la mejor manera que consideren.

En este capítulo hemos descubierto que nuestra vidente es una Seraphine, si quiere saber más sobre esa especie característica de Zeehïro les recomiendo que se pasen por el libro "Atlas de las criaturas etéreas de nuestros mundos" donde podrán ver la fichas técnicas de todos los seres que aquí aparecen junto a algunas leyendas y culturas de todo Zeehïro.

Les mando un fuerte abrazo mis queridos Ululantes, sin más me despido hasta el próximo capítulo.


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