[5] Me gusta la carne humana...

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Maratón 4/5 


YeonJun estaba respirando erráticamente, sus ropas estaban mojadas de sudor, su cabello estaba pegado a su frente, estaba acostado en el suelo tomando de una botella de agua que parecía no poder saciar la sed que sentía. Ya habían pasado las dos horas de entrenamiento extra, el hada gruñona le había exprimido.

Como a un limón.

—Ve a ducharte, hueles a gorila —habló dicha hada acomodando las armas que habían usado en una mesa con el ceño fruncido.

—No sé en dónde están las duchas —dijo levantándose, parecía haber salido de una ducha en realidad, sus mejillas estaban sonrojadas por el esfuerzo incluso.

SooBin rodó los ojos fastidiado y bajó de la plataforma para empezar a guiar al humano a las duchas, diciéndole entre dientes que podía comer también.

YeonJun asintió y agradeció, sintiendo una luz encenderse en su cabeza, quería preguntar más sobre la especie, quería preguntar más sobre SooBin para averiguar más profundamente por lo que había pasado para desarrollar aquel odio a los humanos, el día del altercado había mencionado algo sobre que a los humanos no les importó cuantas súplicas y lágrimas botó y eso lo dejó con una gran incógnita en la cabeza, ¿qué había pasado? ¿Lo habían torturado, secuestrado? ¿Qué le habían hecho al hada?

Sabía que no obtendría esa información en un día ni en unas horas pero para obtenerla poco a poco debía empezar a ganar la confianza del hadita.

Por eso, antes de que se fuera le preguntó si quería comer con él, SooBin lo miró por encima del hombro y lo analizó con sus orbes oscuros y profundos que se notaban, guardaban muchas cosas, muchos odios y rencores pero de alguna manera eran inocentes.

El hada gruñona aceptó con simpleza retirándose de allí para seguir organizando la plataforma en donde habían estado entrenando dejando a YeonJun solo en las grandes duchas en donde no tardó en meterse y relajar su cuerpo con la fría temperatura que había seleccionado, ¿qué estarían haciendo sus otros compañeros? ¿Les estaría yendo bien? ¿Sus entrenadores también eran hadas gruñonas o SooBin era el único?

Salió de la ducha con una bata de baño y se dio cuenta de que no podría colocarse la misma ropa sudada de antes así que se colocó su ropa interior y sus zapatos para salir así, con la bata de baño puesta, claro está.

— ¿Eres idiota? —volteó a la conocida voz, SooBin estaba recostado de la pared de brazos cruzados— Allí puedes tomar algo de ropa y cambiarte.

—No sabía —contestó caminando a loa cubículos en donde había variedad de ropa para entrenar, buscó una de su talla y se la colocó saliendo ahora con la bata de baño en las manos.

La dejó en un perchero dentro del baño y se acercó al hada gruñona.

— ¿Qué me ves? —preguntó revoloteando sus pestañas mientras rodaba los ojos.

— ¿Puedo hacer otra pregunta? —preguntó empezando a caminar siguiendo al hada al posible comedor.

—Si no me gusta, no la contesto —le dijo saludando a algunas personas con una sonrisa y algunos choques de manos, volteó a verlo con su típica expresión neutra.

YeonJun pensó un poco su pregunta, tenía la opción de hacerla pero si no le agradaba al peli azul no tendría la respuesta así que debía pensar.

Volteó a verlo y lo captó acomodándose los adornos del cabello, eso podría ser una buena pregunta, ¿no?

— ¿Cómo no se te caen esos adornos de la cabeza? —preguntó estirando su dedo para intentar tocar uno, ganándose un manotazo del peli azul.

—No son simples adornos, son armas y poderes que me otorgaron mis ancestros y mi familia —explicó moviendo inocentemente la cabeza para que los adornos tintinearan.

—Osea que... De una de esas cositas puedes sacar un arma u obtener un poder —SooBin asintió entrando al comedor— ¿Puedo ver?

—No.

Y con eso, tomaron asiento en las mesas de cuatro asientos en el comedor, había varias personas, algunas solas, otras en pareja y algunos grupos en las esquinas, comiendo diferentes cosas.

YeonJun tomó la tableta del medio de la mesa y abrió el menú.

— ¿Te gusta la carne? —Le preguntó al hada que asintió de brazos cruzados— ¿De qué tipo? Aquí hay variedad de carne...

Sus ojos se encontraron.

—Me gusta la carne humana, ¿hay de esa en el menú? —preguntó mostrándole sus ojos con el azul que igualaba su cabello, YeonJun pegó su espalda a la silla y tragó grueso, otra vez ese azul en los ojos del hada al parecer carnívora.

¿Era enserio? ¿Le gustaba la carne humana? ¿Y si lo estaba entrenando para comerlo y luego...

Detuvo sus pensamientos cuando escuchó una risa, alzó la mirada y encontró al peli azul negando con su cabeza mientras que reía suavemente.

—Tan miedosos —dijo quitándole la tableta al oficial que aún estaba en estado de shock— No me gusta la carne humana, nenita, ya cálmate —manoteó el aire seleccionando algunas cosas para luego pedir y dejar la tableta en el centro— Pedí por los dos, no vas a comer cochinadas si estás entrenando.

—Pero necesito energías —se quejó ya sin sentir miedo del hada.

—Que necesites energías no quiere decir que vas a comer una hamburguesa, pizza o quien sabe qué cosa, debes comer sano —le dijo como toda una madre preocupada por su hijo amante de la comida chatarra, YeonJun rodó los ojos sin decir más nada, ya no podía hacer nada ya que el hada gruñona había pedido y seguramente la comida ya vendría en camino.

Entonces mientras se imaginaba que cosa había pedido el hada esta habló.

—Es hora de una lección —dijo subiendo sus pies a la mesa mostrando sus botas muy bien pulidas al pelinegro que no dudó en quejarse, acaban de salir del entrenamiento, no quería otro en ese momento. Pero como sabemos, a SooBin no le importa así que siguió hablando fingiendo no haber escuchado las quejas de YeonJun— Aquí hay Seres Elementales y Hadas comunes, quiero que me digas cuáles son las Hadas comunes y cuáles son los Seres Elementales junto al elemento que controlan —le dijo acomodando su camisa.

YeonJun bufó y colocó sus codos en la mesa, tenía que recordar lo que le había dicho SooBin al inicio, le había dicho como identificarlos pero su poca memoria le estaba haciendo una mala pasada en ese momento.

Paseó sus ojos por las personas del comedor, identificó a un chico castaño comer solo y en silencio, tenía una camisa de tirantes y sus brazos no estaban tatuados así que debía ser un Hada común.

—Él es un hada común —dijo, señalando al chico. SooBin manoteó su mano con fuerza— ¡Ay! ¿Qué te pasa? ¿Acaso me equivoqué? —preguntó sobando su dorso algo enrojecido por el golpe.

— ¿Tu madre no te enseñó a no señalar a las personas? Ten algo de decencia —le regañó con el ceño fruncido— Pero si, él es un Hada común, sigue —dijo moviendo su mano con desinterés.

YeonJun siguió acariciando su dorso con el ceño fruncido mientras intentaba identificar a las demás personas.

Como ya saben un Ser Elemental es un hada capaz de controlar un elemento ya sea Tierra, Aire, Agua o Fuego, pero las Hadas comunes que eran las que predominaban en el APRSE son hadas que no son capaces de dominar un elemento pero siguen teniendo sus respectivas habilidades.

Como SooBin. YeonJun aún no podía creer que el hada gruñona no podía manejar ningún elemento, no entendía porque los cinco Seres Elementales que había identificado tenían el cabello de color, un color representativo o simplemente decorativo para sus atuendos mientras que las Hadas comunes tenían su cabello de colores naturales, Rubio, Azabache, Negro, etc.

SooBin no controlaba un elemento, pero tenía el cabello azul, ¿qué era él entonces? ¿Seguía siendo un Hada común o era especial?

Cuando su comida llegó YeonJun ya había terminado con su lección del día acertando con todas las personas del comedor.

Frente a él había carne de cordero en salsa con arroz blanco y ensalada de vegetales salteados mientras que SooBin tenía un cuenco con lechuga, tomate y vinagre.

— ¿Puedo hacer una pregunta? —preguntó mientras masticaba. SooBin rodó los ojos pero asintió— ¿Qué eres? Es decir, ya sé que eres un Hada pero no puedes ser un Hada común, no controlas algún elemento pero tu cabello es de color azul, lo que te identifica como un Ser Elemental, ¿qué eres?

SooBin suspiró y miró su ensalada.

—Sigue comiendo —le dijo metiendo una rodaja de tomate en su boca dándole a entender a YeonJun que esa pregunta no sería respondida.

Ahora debía quedarse con la duda, que maravilla.

Al terminar de comer y recoger todo siguieron caminando, esta vez sin ninguna dirección predeterminada o eso pensaba YeonJun.

— ¿Qué elemento crees que controlaría? —preguntó SooBin con sus manos metidas en los bolsillos de su pantalones de tela.

—Agua —contestó sin dudar mirando por unos segundos el cabello azul del hada que solo soltó una risa seca.

—Que mi cabello sea azul no significa que controle el agua, analízame —le dijo señalándose a sí mismo. YeonJun recorrió al hada con la mirada y luego miró el suelo para repasar las actitudes del hada.

Pensó y pensó sin dar cuenta de que su compañero, Min YoonGi estaba en frente encima de la base de intermedios siguiendo las indicaciones de un chico de cabello rojo.

—Aire, controlarías el aire —contestó llegando a esa conclusión que se confirmó al ver que el peli azul asintió sin ninguna expresión.

—Yo sería un Ser de Aire, pero mi proceso de transformación se detuvo debido a que mis padres no pudieron estar conmigo, así que solamente adquirí el cabello y algunos tatuajes. Casos como estos se ven mucho aquí, él, el que entrena a tu amigo —dijo, apenas dándose cuenta de que estaba viendo el entrenamiento de Min YoonGi, el cual estaba en el suelo quejándose— Sus padres tampoco estuvieron para completar el proceso, sería un Ser de Fuego si hubieran estado con él.

— ¿Tus padres te abandonaron? —preguntó alzando las cejas, esa era la conclusión a la que llegaba con tales palabras, sin pensar más allá.

—Nosotros no somos como los humanos, no abandonamos a nadie —negó con su cabeza acercándole más a la base.

— ¿Entonces...—se quedó callado cuando el peli azul lo enfrentó con esa expresión indescifrable y ojos profundos que le daban escalofríos.

—Mis padres murieron, YeonJun, al igual que los de ese chico a manos de tu raza —y con eso, se dio la vuelta para apoyar sus manos en la plataforma— ¡Hey, TaeHyung hyung! ¿Cómo va con el humano? —preguntó con una media sonrisa chocando los cinco con el mayor que hizo una mueca empezando a quejarse de lo nenita que era su aprendiz.

Creo que todos dicen ese apodo. Pensó YeonJun algo conmovido por lo que había dicho SooBin sin ningún titubeo, sus padres habían muerto a manos de los humanos y por eso no pudo completar su proceso de transformación para ser un Ser Elemental.

—Lo siento, por lo de tus padres... —le dijo cuándo partieron de allí, YoonGi se le había acercado a saludar pero estaba tan ensimismado que no pudo seguir con una conversación más extensa.

—Eso no cambia nada. Pero gracias por tu lástima —subió sus hombros. YeonJun frunció el ceño.

No era lástima lo que sentía por el hada, en verdad le estaba dando un pésame por tal cosa, no se imaginaba lo mucho que dolía perder a sus padres, no estaba teniendo lástima con SooBin pero no le insistió porque no quería causar otro altercado en donde las flechas del peli azul estuvieran trazando si silueta y atravesando su corazón si no llegaba nadie a ayudarle como ese día.

— ¿Por qué estás tan interesado en nuestra raza? —Volteó el peli azul con una mueca que no demostraba más que su confusión y desconfianza— ¿Para qué la quieres?

YeonJun abrió la boca, retrocediendo un paso.

—Solo quiero saber más de ustedes —dijo simple, algo que a SooBin no pareció agradarle mucho porque achicó los ojos así que YeonJun decidió darle una explicación más extensa— Siempre me han interesado estos temas de vida en el espacio, seres mitológicos y demás. Desde que tengo uso de razón sé que los humanos no estamos solos en este mundo, hay más vidas, hay otros seres, hay más razas y más mundos, me interesa demasiado saber de otras especies ajenas a los humanos. Las sirenas son algo que a muchos les parece irreal pero que a mí me atrae demasiado, sé que ellas existen, e incluso más seres en el océano que es otro mundo ajeno y...

—Las sirenas existen —interrumpió el peli azul con el ceño fruncido, parecía estar analizando al humano.

— ¿¡Enserio!? —preguntó emocionado. SooBin asintió ganándose una sonrisa del pelinegro— ¿Ves? Yo... Estoy muy interesado en vida que no sea humana, hadas, cíclopes, sirenas y todo aquello que te puedas imaginar y que suene como un libro de fantasía, yo creo en eso, porque sé que no estamos solos en este mundo. Yo no quiero hacer daño, no quiero secuestrar a alguno de ustedes ni mucho menos matarlos por no ser iguales que yo, yo solo quiero saber más... Es lo único y lo siento si sueno como un científico loco o te asusté con mis preguntas.

SooBin lo miró de pies a cabeza y conectó sus miradas, sus ojos se iluminaron en aquel azul intenso que logró sacar un respingo del humano. SooBin se quedó así, con sus ojos de color detallándolo.

—Te creo —le dijo sin más, dándole la espalda para darle la espalda, siendo esa la última vez que vio YeonJun a SooBin en el día.

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