Querido diario:

Mi piel cada vez palidecía más ,las madrugadas eran una tortura , varias veces vomité sangre
tenía miedo, demasiado.

Pero siempre he sido la chica fuerte que no necesita de nadie , así que seguí , no quería comenzar aún con la quimio , quería disfrutar un poco más antes de hacerlo.

El venía cada día a verme , a planear cosas distintas para hacer, salíamos , íbamos a nuestro parque y pasábamos horas mirando a la nada, simplemente existiendo.
Se sentía genial estar allí, estar con él .

De un momento a otro sentí sus labios presionarse sobre los míos, era una mezcla de azúcar con el amargo sabor de la tristeza, quería alejarme, juro que quería hacerlo, pero temía que si me alejase mi corazón explotaría .
Le seguí el beso y me sentí la persona más completa del universo, me sentí tan viva, tan  llena de  esperanzas, que temí, temí a la muerte que tanto me asechaba.
Sabía lo que quería , y mi prioridad en la lista de deseos,
él

pero ese era un deseo incansable que no me podía permitir.

Salí corriendo  como siempre,huía de mis sentimientos, me era difícil demostrar cualquier tipo de emoción, era como debilitarme ante alguien , pero él , por él.

Volví hacia atrás y aún se encontraba allí, me lancé a sus brazos y su calor me hizo sentir segura ,esa pequeña niña que albergaba en mi corazón volvió a resurgir.

Ese mes fue de pura felicidad,nunca me había sentido así , tan feliz, tan enamorada, era raro , y molesto , y también me odiaba por mostrar cariño, pero si , se sentía todo tan perfecto que no importaba si era amor.