ᶜᴴᴬᴾᵀᴱᴿ ᴵ

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

゚⚜️・:* winter is coming *:・゚⚜️

THE WOLF PACK


Los mellizos y el bastardo se encontraban con el pequeño Bran, ayudándolo con su puntería del arco. Aún era joven, alcanzaba los diez años, pero comenzaba a entrar en la era que lo llevaría formalmente a la madurez.

Eddard y Catelyn Stark observaban al pequeño grupo de hombres en aquel jovial entrenamiento. Como era costumbre, los mellizos—Beau y Robb—, se encontraban uno junto al otro, siempre inseparables; examinando a su hermano menor. Jon por su parte, cumplía el rol de ser aquel más agradable con los mas jóvenes: Bran, Rickon y por supuesto, Arya.

Bran había demostrado no ser tan bueno en aquello, la flecha que había disparado había ido más allá de la diana que se alzaba a algunos metros frente a todos. Tras los buenos ánimos de su padre—y el implícito pero astuto sermón hacia sus hermanos para que dejaran de burlarse—, el entrenamiento pudo haber continuado igual que antes. Sin embargo, la dueña de la flecha que dio directo en el blanco se había llevado consigo aquella oportunidad, con su pequeña reverencia e inocente sonrisa, haciendo reír a todos los presentes.

El primero en salir tras Arya fue Bran bastante molesto, pronto siendo seguido por Beau, quien corrió a separar a sus hermanos menores, despeinando un poco a ambos cuando los alcanzó. Cargando a cada uno en uno de sus brazos, separándolos . Arya con agilidad se soltó del agarre y salió corriendo de vuelta con Sansa y las septas. Ella habría querido quedarse más tiempo junto a sus hermanos, pero sabía que le regañarían, ya que no era "correcto" para una lady comportarse de aquella manera y en cualquier instante saldrían a buscarla para regresar a la absurda y aburrida tarea del bordado.

"No es justo", habló Bran una vez que Arya se retiró, mirando a su hermano mayor quien aún reía recordando la simpática escena de minutos antes. Su hermana menor siempre había demostrado ser demasiado ágil con las armas de hombres y la situación no era más que una demostración de aquello. "Ella viene, se roba mi tiro, hace que se burlen de mi y se va".

    "Bran, hermano... no se te puede robar algo que nunca fue tuyo. Cuando algo te pertenece está destinado. Por ahora solo te hace falta algo de práctica para poder dar en el blanco. Yo mismo lo necesité, el tiempo hará lo suyo. Ya verás", dijo dejando de reír mirando a su hermano menor con una sutil sonrisa.

    "¿Qué si nunca soy bueno?"

    "Bueno, en ese caso te apoyarás de otras armas. Están las espadas, ballestas, hachas... igualmente eres bueno escalando. Es una habilidad que pocos tienen. Yo no la tengo, Robb y Jon tampoco".

    "Lord Bran ha sido llamado para acompañar a su padre", lo interrumpió una tercera voz. "Lo esperan".

    "Gracias", agradeció Beau con una sonrisa y volteó a ver a su hermano, "Corre con papá. Yo iré a ayudar al resto a juntar las flechas", dijo sacudiendo por segunda vez el cabello del menor.

    "Sus hermanos y usted también deben venir", habló de nuevo el hombre llamando la atención de Beau, quien se limitó a asentir como respuesta.

※✥※

Todos se encontraban impecables, formados correctamente, uno junto al otro. Bran, era el que encabezaba la fila; seguido por Sansa, la tercera más grande de los hijos Stark, una joven de cabello semejante al fuego y unos hermosos ojos azules. Robb era el siguiente, su rostro perfectamente afeitado y cabello bien peinado hacia atrás, su semblante ligeramente serio. Un espacio entre Robb y Ned, correspondiente al mellizo mayor—Beau—, para finalmente cerrar la fila con Catelyn y Rickon.

"¿Donde están Arya y Beau?", preguntó la madre de todos los jóvenes. "¿Sansa donde está tu hermana? ¿Robb?", el silencio fue aquel que otorgó la respuesta. Ninguno tenía idea de donde se encontraban sus hermanos.

Segundos tras el pequeño cuestionamiento, corriendo llegaron los dos desaparecidos riendo. La pequeña niña sentada en el hombro de su hermano mayor con un casco sobre su cabeza.

Minutos antes, Beau había encontrado a su hermana corriendo de un lado a otro presenciando el desfile de los caballeros y las carrozas. Debido a su estatura, la pequeña tenía problemas para ver, por lo que, la mejor solución fue subirla a sus hombros y al ver que se les hacía tarde, habían decidido correr hacia la formación de la familia, aún sin bajarla para no perder más tiempo. En ocasiones Arya jalaba ligeramente el largo cabello de su hermano, que era tan largo como el de su padre, simulando que era su caballo, haciendo que ambos rieran.

    "¿Qué haces con eso?", preguntó Ned acercándose a ambos retirando de la pequeña cabeza el gran casco que la cubría; mirando a su hijo mayor con una ceja arqueada mostrando un poco de diversión al verlo corromper a la joven niña.

    Beau bajó a su hermana al suelo y se encogió de hombros con una sonrisa divertida y cómplice. De vez en cuando disfrutaba romper la rutina de la pequeña o ayudarla explorar lo que tanto añoraba: la vida de combate.

    "Lo siento, padre. Arya y yo estábamos jugando un rato. Fue mi culpa totalmente".

    "A sus lugares", dijo la cabeza de la casa palmeando el hombro de su hijo para que ambos fueran a su lugar antes de que el rey llegara junto a su familia.

    Aquello no tardó en suceder. Escoltados por numerosos caballeros, llegó la familia real. Winterfell al instante se arrodilló ante la llegada de Robert Baratheon, rey de los ocho reinos.

    El hombre se acercó y con una gesto de su mano le indicó a Eddard que se pusieran de pie, haciendo que todos a su alrededor también lo hicieran. Los hombres se miraron fijamente.

"Su majestad".

    "Engordaste", las palabras abandonaron la boca del rey, haciendo que Beau intentara ir donde este, pero la mano de Robb sobre la suya y un suave meneo negativo de cabeza le indicaron que no era lo más sensato.

    Aquello era una de las cosas que más diferenciaba a los mellizos Stark. Desde temprana edad, Robb se había destacado por ser el más responsable de los dos, más sensato y el líder nato. Por otro lado, Beau era descuidado, irresponsable y solía pensar con el estómago y el corazón mucho antes de hacerlo con la cabeza. Su padre continuamente le sermoneaba repitiéndole las mismas palabras de siempre: «No empieces una guerra que no sabes como vencer. Piensa con la cabeza, no con el corazón, hacerlo te puede llevar a la muerte inmediata».

A los segundos los hombres rieron amistosamente Robert Baratheon se acercó a saludar a Catelyn y al pequeño Rickon.

"Nueve años... ¿por qué no te he visto? ¿Donde te habías metido?", preguntó animadamente Robert.

"Custodiando el Norte para usted, su majestad. Winterfell es suyo", de la carroza detrás de Robert bajo una mujer con largos y sedosos cabellos dorados—Cersei Lannister—quien a diferencia de su esposo no parecía estar muy emocionada de encontrarse en un terreno tan gélido y lejos de casa. A pesar de su presencia, fue ignorada, manteniéndola a la sombra de su esposo.

"¿Qué tenemos aquí?", dijo parándose frente a los mayores. "Los mellizos... Robb y Beau", dijo y estrechó ambas manos. "Ya creo que sus padres tuvieron dolores de cabeza con ustedes dos", dijo moviéndose donde Sansa.

"Aún los tenemos, créeme", habló Eddard con los ojos puestos en Beau, haciendo reír a Robert.

"Vaya, eres bonita", dijo finalmente examinando a la pelirroja, quien sonrió placentera ante el elogio. Continuó avanzando. "¿Tu nombre es?"

"Arya", el hombre le dedicó una mirada antes de girarse al último de la manada.

"Muéstrame tus músculos", obedientemente Bran levantó su brazo flexionado. "Serás un soldado".

▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃
THE DRAGON'S REIGN

Pentos siempre había demostrado ser un lugar con vistas—que a pesar de ser áridas—eran verdaderamente hermosas. En sintonía con el cálido clima, Lasain Targaryen, disfrutaba de su estadía ahí.

"¿Qué piensas, hermana?", habló mirando a su hermana menor, quien tenía la mirada perdida en el horizonte. Cuando los rosados labios se separaron para dar camino a su respuesta, una voz masculina ahogó la oportunidad de que saliera.

"¡Daenerys! Daenerys", la cabellera platinada de Viserys entró donde sus dos hermanos se encontraban. "Ahí está la novia. Mira, un regalo de Illyrio. Tócalo. Anda, siente la tela", Daenerys se acercó pasando sus dedos por la suave tela, nuevamente aún con un silencio profundo. "¿No es un glorioso anfitrión?"

"Si por glorioso te refieres a pervertido, probablemente estés en lo correcto", habló Lasain levantándose de la silla donde se encontraba sentado segundos antes, examinando desde la distancia la transparente tela del vestido que acababan de obsequiar a su hermana.

"Hablo con nuestra hermana", dijo tratando de mantenerse sereno, procurando ignorar la presencia de Lasain.

"Hemos sido sus huéspedes por más de un año. Y nunca nos ha pedido nada", comentó Daenerys en un susurro.

"Illyrio no es idiota. Sabe que no olvidaré a mis amigos cuando llegue a mi trono", todos guardaron silencio. En el fondo de la escena Lasain sacudió con desaprobación la cabeza por el comentario de su hermano. Sin embargo, los ojos de Viserys no abandonaron a la única mujer de la familia. "Te sigues encorvando", dijo y dando el vestido a una doncella que estaba en la habitación, se dispuso a retirar el que lleva puesto.

"No", ordenó Lasain aún desde su lugar, no se había movido a pesar de ponerse de pie hace un rato. No hizo falta que Viserys riera, sabía que se divertía ante la situación. A pesar de las prácticas de incesto que los predecían como familia, Lasain se encontraba en total desacuerdo con ello y esperaba una vida distinta para su hermana menor, alejada de las malas tentaciones, más ahora que solo eran ellos tres.

Retirando completamente el vestido que Daenerys llevaba puesto, Viserys la dejó completamente expuesta a los ojos de ambos Targaryen. Con suavidad la hizo girar en sus talones para que Lasain la mirara. Instintivamente, el mayor de los tres apartó la mirada, concentrándola en el suelo.

"Ella tiene que dejarlos ver. Tiene cuerpo de mujer ahora", dijo tocando los pechos de la joven a pesar de estar a espaldas ella. Daenerys procuró no expresar nada y mantenerse en completo silencio a pesar de que sus ojos hablaran por sí mismos. No le gustaba como estaba siendo tocada.

"Eso es suficiente", dijo el mayor demasiado incómodo y molesto por la situación, caminando donde ellos se encontraban, levantó el vestido de su hermana y apartó la mano de su hermano con brusquedad.

"Necesito que esté perfecta hoy", dijo alzando la mirada para conectar la mirada con Lasain, quien era más alto por algunos centímetros. "No me importa como lo harás, pero debe estar perfecta. Si no quieres que la trate yo, encárgate. No querrás despertar al dragón, ¿verdad? El verdadero".

"No", interrumpió su hermana, respondiendo en nombre de Lasain.

"Cuando escriban la historia de mi reinado, hermanos. Dirán que empezó hoy. Con el falso dragón y su hermanita en un baño en Pentos", cuando Viserys abandonó la habitación, Lasain le entregó su vestido a la menor.

"Me retiro, hermana. Te esperaré abajo cuando estés lista", dijo saliendo del enorme baño, permitiéndole entonces bañarse con tranquilidad.

※✥※

Se encontraban reunidos en la puerta. Algunos soldados a su alrededor dispuestos a proteger en caso de que algo saliera de sus manos. Illyrio estaba al frente, vistiendo una túnica naranja y la barba peinada en dos pequeñas trenzas, paraleala una con la otra. Lasain examinaba todo a su alrededor en silecio con las manos tras su espalda y completamente erguido.

"¿Dónde está?"

"Son Dothraki", habló con demasiada tranquilidad Lasain algunos pasos más atrás de todos. Desde que Viserys se había propuesto a casar a su hermana con un Dothraki, se había dado a la tarea de informarse tanto como fuera posible de ellos.

"¿Qué se supone que signifique eso?"

"Los Dothraki no se conocen por su puntualidad", Illyrio explicó con la misma tranquilidad que la que el mayor de los Targaryen había usado.

Los galopes sobre la tierra llamaron la atención de los presentes, y la entrada de los Dothraki robó el aliento de todos los que se encontraban ahí, eran hombres robustos de largos cabellos oscuros. Illyrio se acercó a aquellos que montaban sus caballos musitando palabras en su idioma que el resto no comprendía en lo absoluto.

"Permítanme presentarles a mis honorables huéspedes. Viserys de la casa Targaryen, tercero en su nombre, el próximo rey de los Ándalos y los primeros hombres. Su hermano, Lasain de la casa Targaryen, primero en su nombre, antiguo heredero al trono, y su hermana, Daenerys de la casa Targaryen".

Illyrio avanzó a los hombres en caballos aún musitando palabras desconocidas para el resto. Daenerys tuvo la intención de unirse a él, sin embargo, la mano de Viserys sobre la suya la detuvo.

"¿Ves cuan largo es su cabello? Cuando un Dothraki es derrotado en combate, cortan la trenza para que vean que ha sido avergonzado", explicó.

"Khal Drogo nunca ha sido derrotado", agregó Lasain al discurso de su hermano, sus manos aún se mantenían detrás de su espalda inspeccionando al hombre en el caballo. "Es conocido por ser un gran asesino. Khal es el título designado para los líderes del khalasar", continuó explicando a su hermana. "Siendo él el Khal, que es como un rey salvaje, tú vendrías convirtiéndote en...".

"Su reina", esta vez completó Viserys, una sonrisa apareciendo en sus labios.

    "Supongo que seré el único Targaryen que no será parte de la realeza", bromeó Lasain para reducir la tensión en el ambiente tan denso que se instaló entre la tríada, logrando que la platinada sonriera, esta vez de una manera más sincera que la que había visto Lasain los últimos meses.

"Acércate, querida", pidió Illyrio. La mano de Daenerys buscó la de su hermano mayor a su espalda, sin embargo, Lasain consideró que lo mejor sería que se acercara sola.

Desde donde se encontraba, Lasain podía mirar la respiración agitada de su hermana y el nerviosismo saliendo por sus poros con cada paso que daba hacía los enormes hombres en caballo.

Daenerys se detuvo frente a Khal Drogo; a sus espaldas Lasain se irguió aún más de ser posible, disimuladamente colocando su mano en su espada, jamás se había destacado por ser un excelente espadachín, pero de ser necesario usaría su espada para cuidar de su hermana. Viserys se acercó hasta donde él estaba.

"Él podría asesinarte con sus propias manos", dijo en un susurro al mayor con la vista aun sobre la pareja que se conocía por primera vez, "Si eres tan inteligente como te haces querer ver, quitarás la mano de esa espada antes de que alguno de sus hombres se dé cuenta y en lugar de proteger a Daenerys nos traigas la muerte a todos", siguiendo el consejo de su hermano, retirando su mano de la espada y nuevamente la colocó detrás de él.

Bastó un intercambio de miradas entre ambos, Drogo y Daenerys, para que los Dothraki—sin dar palabra alguna—, se retiraran dejando a todos, exceptuando a Illyrio, bastante confundidos ante su acción.

"¿A dónde va?", preguntó con tono sereno Lasain caminando a su hermana.

"La ceremonia ha terminado", explicó el hombre de túnica naranja.

"Pero no dijo nada. ¿Le gustó?"

"Confié en mi, Su Alteza. Si no le hubiese gustado, lo sabríamos".

※✥※

"No falta mucho. Pronto cruzarán el mar angosto y recuperarán el trono de su padre", dijo Illyrio con seguridad.

"Yo lo recuperaré. Lasain fue claro al renunciar al trono y sus responsabilidades".

"Por supuesto, Su Alteza. La gente brinda en secreto por su salud. Claman por su verdadero rey", explicó Illyrio mirando de reojo a Lasain, aprovechando que Viserys miraba concentrado al horizonte.

"¿Cuándo se casarán?"

"Podemos esperar".

"No, no podemos, hermano".

"Todo lo que puedo decir es que será pronto, Su Alteza. Los Dothraki no se quedan quietos mucho tiempo".

"¿Es verdad que se acuestan con sus caballos?"

"No le recomendaría sugerírselo a Khal Drogo?"

"¿Me toma por un idiota?"

"Lo tomó por un rey. Los reyes carecen de la cautela que el resto de los hombres tienen. Mis disculpas si le he ofendido".

"Yo sé cómo jugar a un hombre como Drogo. Yo le doy una reina y él me da un ejército".

"Yo no quiero ser su reina", el agudo timbre de voz en comparación al resto de los hombres llamó la atención de todos haciendo que se detuvieran y la miraran con atención. "Quiero ir a casa".

"Yo también. Y probablemente Lasain también. Quiero que los Targaryen regresemos a casa. Pero nos lo arrebataron. Así que dime, dulce hermana, ¿cómo iremos a casa?"

"No lo sé".

"Vamos a casa con un ejército. Con el ejército de Khal Drogo", explicó mientras acariciaba su rostro. "Dejaría que toda su tribu te follase. Todos sus 40,000 hombres y sus caballos también si es lo necesario. Y si crees que mi hermano", dijo mirando sobre el hombro de Daenerys a Lasain, ", te ayudaría, no lo haría. Es tanto cobarde como inservible. Yo mismo dejaría que la tribu lo mataran y follasen su cadáver si así lo desean. Tenemos una meta como familia, Daenerys. Haremos lo necesario para ir a casa", finalizó besando su frente.

▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃
BETWEEN US FOXES

"Starr", la llamó Arwen, con tranquilodad desde el pequeño balcón donde se encontraba; un libro abierto reposando en su regazo, mirando en dirección a las minas que se alzaban a algunos kilometros de distancia, que le eran posibles ver por la altura en la que se encontraban. El sol comenzaba a esconderse y los pájaros volavan de vuelta a sus nidos a descansar.

La mujer de piel canela se acercó donde ella. Starr se había convertido en la doncella de Arwen Sionnach desde algunos años atrás, en el momento que esta se negó a tener a una septa cerca. Ellas se habían conocido por accidente, fuera de un burdel, en una ocasión que Arwen había abandonado el castillo en busca de su ilegitimo hermano.

    Starr había sido lo suficientemente amable para ayudarla a encontrarlo dentro del lugar. Dejó de ser una mujer más que trabajaba en el burdel, para convertirse en la única y mejor amiga de Arwen Sionnach, otorgandole así una vida más digna trabajando para la familia.

"¿Qué puedo hacer por usted?", preguntó siguiendo la mirada de la contraria en dirección a las minas durante unos segundos, antes de regresarla buscando sus ojos celestes. Arwen con tan solo la mirada le pidió que tomara asiento junto a ella y así hizo.

A Arwen se le había escapado el mes entero pensando en que hacer ahora que lo peor podía avecinarse. Debido de la cercanía a King's Landing, así como la estrategica comunicación de su padre en todos los reinos, se enteró que la mano del rey había muerto sospechosamente, lo cual le daba la idea de que en cualquier momento inoportuno el rey mismo podría estar en peligro. Rey que actualmente estaba en territorio norteño.

Necesitaba otro plan, conociendo que su padre apostaría por poner a Louis como el siguiente Rey, antes de pensarla a ella como la siguiente reina. Sabía que Louis no era la elección más sabia, pero nada le haría cambiar su opinión a Suile. Ella prefería que si un hombre de su familia iba a gobernar, Mercutio fuese esa persona. Evidentemente, Mercutio también era ese plan.

"Necesito que busques a Mercutio", la morena se tensó ante la idea de estar en completa soledad con el bastardo de la familia, por su antigua historia.

Cuando Starr aún trabajaba en el burdel, en ocasiones había tenido la oportunidad de cruzarse—y atender— al hermano de su mejor amiga. Sabía que Mercutio era un hombre gentil, pero estando en completa intimidad con él siempre creyó ver algo más oscuro detrás de su fachada natural. Quizá la oscuridad que el joven cargaba en el corazón se había extendido, llegando a sus profundos ojos negros.

La razón misma por la que los oscuros ojos le molestaban a Starr, era por la creencia de que los ojos eran el reflejo de su alma. Los Sionnach contaban con claros ojos, que pocas veces se veían oscurecer y ella misma de ojos marrones no alcanzaba el negro profundo de Mercutio.

"¿Quiere que...?"

"Por los Dioses. ¡Jamás te enviaría a eso con mi hermano! Ni con él, ni con nadie. Eres mi amiga", rió contagiando a la contraria, "Solo necesito que lo mantengas alejado de venir por aquí hoy".

"No será difícil, tomando en cuenta que su padre y él no pueden verse durante más de dos minutos".

"No es una tarea, compleja", coincidió Arwen, lo difícil lo tendré que hacer yo, así que deseame suerte".

"¿Que es lo que hará?"

"Convencer a mi padre de darle su apellido a Mercutio".

"Buena suerte", nuevamene ambas rieron.

※✥※

Suile miró a su hija acercarse y depositar un beso en su mejilla. Desde que era una pequeña niña, tenía la costumbre de hacerlo cuando algo estaba por pedir.

Acomodandose en la silla en su habitación—una de copa de vino en su mano—, la miró con una ceja arqueada expectante de cualquier asunto superficial que su hija quisiera, otra tiara con diamantes, otro vestido, otro libro...

"¿Qué es lo que quieres, hija mía?", preguntó encontrandose con la mirada de Arwen, siendo la propia mucho más intensa y profunda.

"Solo algo pequeño, nada que no puedas darme", declaró la joven con una pequeña sonrisa.

"Lo cual es..."

"Deseo que legitimices a mi hermano, a Mercutio", dijo tomando asiento frente a su padre. Lo que siguieron a las palabras fue Suile mofándose; una expresión fusionaba entre molestia y diversión por aquella absurda petición.

"No. Eso es algo que no pienso darte. Deberías saberlo. Ahora... ya puedes retirarte".

"No me iré hasta que me des lo que he pedido".

"¿Ahora intercedes en nombre de los pobres, hija? ¿O solo de los bastardos?"

"Intercedo por mi hermano. Es un Sionnach tanto como lo somos Louis y yo. Tu sangre, padre, corre por su venas".

"¿Este corto discurso debería conmoverme? ¿Hacerme cambiar de opinión sobre Mercutio?"

"No, pero al menos te podría ayudar a ver lo que es necesario hacer. Al menos por el bien de lo que deseas".

"¿Lo que yo deseo?"

"Sé que planeas enviar a Louis a King's Landing a...", meditó la palabra, buscando darle un poco de suspenso a lo que decía, "conquistar a la princesa Myrcella Baratheon. Dándole un esposo que pueda tomar el trono".

"¿Quién te ha dicho?"

"No eres el único que tiene una red de comunicación, padre", orgullo se instaló en el rostro de Suile. Su hijo había heredado su ambición por el trono, pero su hija su brillante mente.

"Tienes mi atención como deseabas, pero eso no significa que tengas todo en tus manos, Arwen. Ten cuidado como continuarás este discurso".

"Lo sé y todo mi discurso, como le llamaste tú, fue planeado, padre. Por eso tengo en mente un acuerdo para ti", Suile guardó completo silencio, esperando la propuesta de su hija. "No podemos confiar en nadie. Nada nos asegura que los Tyrell, los Tully, los otros Baratheon o incluso los Stark deseen el trono tanto como tú. Necesitamos un plan en caso de que algo ocurra. Louis está destinado para Myrcella, mientras que tienes otra oportunidad conmigo. Puedes apostar por otra casa, la que gustes. Apostar por nosotros mismos sería estúpido, nuestras tierras son demasiado pequeñas, y destacamos por una leyenda mal contada y joyas. Si quieres el trono debes buscar otra forma de llegar a él, otra casa..."

"Los Stark", dijo con rapidez. "Los Stark tienen el territorio más grande. Si unimos casas sería una oportunidad como ninguna".

"Y si llegan al trono también significa que tendrás control de los reinos. Todo lo que debes hacer es..."

"Darle el apellido a Mercutio".

"Él también podría ser de ayuda. Solo piensalo, un tercer hijo a quien unir en matrimonio con otra casa poderosa. Margaery Tyrell no tiene pareja y Highgarden es otro vasto territorio con muchas cualidades".

"Darle nuestro apellido sería ensuciar nuestra familia".

"Padre, nuestra familia se ensució cuando decidiste acostarte con una septa, engañando a mi madre. No culpes a Mercutio por tus pecados. Te dejaré que lo pienses, solo recuerda que el tiempo sigue avanzando y nunca se detiene. Considero que es un plan que a pesar de ser predecible, podría salir ventajoso para nosotros los zorros. Buenas noches, padre", se puso de pie y beso nuevamente su mejilla antes de salir de la habitación.

▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃
THREE DRAGON EGGS

La blanca tez y platinada cabellera de los hermanos Targaryen resaltaba entre la numerosa cantidad de hombres y mujeres de tez bronceada y cabellos azabache. A los pies de la menor de la casa llegaron cientos de regalos, conmemorando su matrimonio con el Khal, desde animales exóticos, hasta comida. Las prácticas de los Dothraki los desocncertaba un poco, incluso a Lasain quien presumía de concer sobre ellos y su llamada cultura.

"¿Cuándo podremos encontrarnos con el Khal? Necesitamos comenzar a planear la invación", preguntó Viserys.

"Si Khal Drogo le ha prometido una corona, la tendrá".

"¿Cuándo?"

"Cuando los presagios sean favorables para la guerra".

"Al diablo los presagiso de los Dothraki. He esperado diecisiete años para tener mi trono de vuelta".

"En realidad, hermano, has esperado mucho más de diecisiete años. Te suplico que no olvides de mi existencia".

"Tus comentarios comienzan a molestar e importunar, hermano", frente a ellos una pequeña pelea se alzó en nombre de una de las mujeres del khalasar, la cual terminó con la muerte de uno de los hombres; una muerte bastante violenta. Las expresiones de Viserys y Daenerys expresaron lo que el mismo Lasain pensó al enterarse.

"Una boda Dothraki sin al menos tres muertes, es considerada algo aburrida", explicó el platinado mayor mirando al nuevo esposo de su heramana, quien se encontraba completamente fascinado por la reciente muerte. Su hermana por otro lado se miraba incómoda.

"Jadi, zhey Jorah andahli!"

"Khal vezhen", otro hombre de tez clara, no tan clara como la de los hermanos hizo acto de presencia y caminó hasta donde Daenerys se encontraba. "Un pequeño obsequio para la nueva khaleesi. Canciones e historias de los ocho reinos", dijo mientras le entregaba una pila de libros, los cuales recibió, sorprendiendo a los hermanos al hablar ambos idiomas.

"Gracias, ser. ¿Es usted de mi país?"

"Ser Jorah Mormont, de la isla Oso. Serví a su padre por muchos años. Esperemos los Dioses sean buenos y me permitan siempre servir a mi legitimo rey", dijo mirando en dirección de los hombres de la familia, recibiendo una pequeña sonrisa de parte del mayor en agradecimiento.

Illyrio se puso de pie después de que Jorah bajara de las escaleras tras haber entregado el regalo de bodas, era ahora su turno. Tras hacer señas a sus hombres, una pesada caja se acercó a la joven mujer, en el interior un obsequio para aquellos con esperanza. Acomodado uno junto al otro, reposaban 3 huevos de dragón en perfecto estado.

"Huevos de dragón, Daenerys", dijo y Lasain se puso de pie a la par de que su heramana tomaba uno de la caja, esto con el fin de poder ver el obsequio desde la distancia. ", de las tierras oscuras más allá de Asshai. Los años los han convertido en piedra, pero siempre serán hermosos".

"Y simbólicos", terminó Lasain, ganando una sonrisa de parte de Illyrio.

"Gracias, magistrado", agradeció Daenerys aún con el huevo verde entre sus manos, Illyrio volvió a tomar asiento en la caliente piedra dónde antes se encontraba.

Khal Drogo se puso de pie y miró a su nueva esposa, quien después de la introducción de los huevos, finalmente lo regresó a su caja, comprendiendo que también debía ponerse de pie. Silenciosamente lo hizo. Drogo comenzó a caminar, dejandola por mucho detrás de él, esperabdo a que lo siguiera. Con lentitud Daenerys comenzo a caminar, hombres y mujeres del khalasar se acercaron donde ella siguiendola, todos habían guardado completo silencio, haciendo el momento más angustiante al quedar en expectativa.

Al llegar al final, se encontró con su esposo sujetando la correa de un hermoso caballo blanco, uno que parecía ser tan blanco como su propia cabellera y la de sus hermanos. Daenerys se acercó a acaricair al animal.

"Ella es bellísima", escuchó desde la distancia Lasain decir a su hermana. Por la cantidad de gente que se había juntado para presenciar la escena, no podía ver a pesar de haberse puesto de pie. "Ser Jorah, no sé como decir gracias en Dothraki", dijo mirando en su dirección cuando su hermano finalmente logró llegar al inicio del gentío y la miró.

"No hay una palabra para decir «gracias» en Dothraki", explicó a la vez que el imponente hombre se acercó a la joven invadiendo su espacio. Con suma facilidad, colocando sus manos bajo sus brazos, la levantó del suelo, subiendola al caballo; Daenerys se acomodó sobre él.

Viserys a su vez había encontrado su paso al inicio, caminando hasta quedar junto a su hermana, tomándola de la pierna, presenciando cuando Drogo subió a su propio caballo. Todo mundo supo que era momento...

"Hazlo feliz", musitó Viserys, a la vez que ambos caballos comenzaban a avanzar. haciéndolo soltar a su hermana. Tras verlos alejarse se dirigió a su hermano. "Espero no estés preocupado por lo que sea que nuestra hermanita va a pasar ahora. La noche de bodas se debe consumar. Si me permites darte otro sabio consejo, hermano, ya que he visto que requieres un poco de ayuda ocasionalmente, elije a alguna de las Dothraki y ten tu propia diversión, tomando en cuenta su cultura, como la llamas tú, seguramente pueden complacerte un rato".

N/A: SOOOOOO creo que el capítulo no fue aburrido a ningún nivel, evidentemente está completamente influenciado por el episodio uno, lo cual ayuda bastante a una introducción un tanto larga y con tantos personajes.

    En esta ocasión nos fue posible conocer a todos los personajes principales: Beau, Lasain, Arwen y Suile.

    Faltaron algunos como Louis, Mercutio y Luanne pero será más adelante que los conocerán. ¡Y aún faltan los personajes más pequeños!, pero no por eso menos importantes.

    Me es indispensable mencionar desde ahora que el final de la serie será distinto a cómo se hará aquí. Entonces, ¿es muy temprano para comenzar a hacer sus apuestas? No lo sé, no lo creo, igual conforme siga avanzando pueden cambiar quien esperan que se quede con el trono.

    Así que compartan conmigo quien de los nuevos personajes creen que sea el que debe ganar. Recuerden aún hay mucho por delante, pero poner la fe en alguno desde ahora no puede estar tan mal.

DEPOSITE AQUÍ SU VOTO.

    IGUALMENTE, he traído de vuelta la historia en domingo para coordinarla con los capítulos estreno de HOTD, y sea Domingo de GOT Hahaha.

    Si leyeron inicialmente la Primera versión de este capítulo y releyeron ahora que lo actualice bitaran algunos cambios (no solo de la sección gráfica hahahaha).

    Es todo por esta vez. Espero pronto estar actualizando, independientemente del apoyo, pero agradeceré muchísimo si dejan su voto y comentario. ¡Hasta la próxima!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro