Capítulo 11: Eso salió bien

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

En ese momento, la energía regresó a la base entera.

No me atreví ni a parpadear.

No sabía si realmente estaba cargada, no sabía si era capaz de dispararme; diablos, ni siquiera sabía si esto era real. Cada cosa que ha pasado esta madrugada me hace desear cada vez más estar teniendo una pesadilla. La pesadilla más alocada de mi vida.

Conscientemente obstruí mis fosas nasales a la vez que levantaba lentamente los brazos, teniendo que el más mínimo movimiento pusiera una bala entre mis ojos. Estaba enojada, más por la impotencia que otra cosa; estaba desarmada, vulnerable, mi paciente en el suelo incapaz de protegerse a él ni a mí.
Intenté regresar en mis pasos, preguntándome que había hecho mal, qué señales y banderas rojas no noté, me hubieran permitido evitar este problema. O tal vez no.

Tal vez si iba a morir.

Y nunca sabría porqué.

—Escucha. Esto es lo que va a pasar —me susurró quitando el cañón del arma de mi cabeza. Su voz no era amenazante en absoluto, sólo suplicante, doliente, desesperada—. No voy a dispararte, tranquila.

Olvidé que estaba aguantando la respiración, tomé una riesgosa bocanada de aire, no confiando en sus palabras.

Casi colapso en mis rodillas, un leve gimoteo escapó mis labios, y sentí un dolor en el estómago, alrededor del abdomen. Esta vez parecía que yo iba a vomitar.
Las armas no eran raras para mí, con el tiempo ganas seguridad y confianza si portas una; pero en mi caso, el miedo asociado jamás se iba, y sólo se quedaba en el fondo de mi mente, callada por todo lo demás. Jamás hubo una situación en particular en la que me apuntaran a mí directamente, no que quiera recordar. Siempre estábamos en grupo durante las prácticas, y el riesgo de que te den es bajo mientras más soldados estén acompañándote. Suena duro, pero es mera estrategia.

Me sujeté con manos temblorosas al barandal en las escaleras, mi visión se volvió borrosa, y sentí arder mis retinas.

—Todo estará bien, lo juro —acto seguido, dió unos cuantos pasos atrás, para poner más distancia entre los dos— Solo has lo que te digo y no pasará nada.

Sentí un tic nervioso en mi oreja.

—Vas a tomar a tu amigo —señaló a White con su mano libre—, te lo llevarás fuera de aquí, si quieres lo llevas a un lugar seguro, no me importa; y después de eso, asegúrate de armar un escándalo.

¿Qué?

—Les- Les vas a decir a quién puedas, que intenté matarlos, ¿Okey? Diles que... Diles que activen la alarma, o no sé; lo que se te ocurra. Sólo asegúrate de que se arme un caos.

—¿Qué diablos piensas hacer? —dije soltando una lágrima que pasó inadvertida.

—Tranquila, por favor... —no quise verlo a la cara, pero su voz resultaría tranquilizante si no me estuviese apuntando— te juro que después de hoy no me volverás a ver. Me voy a ir lejos de aquí, he fallado, ya no tengo nada más que hacer aquí. Ya no estorbaré a nadie. Esto será... Sólo un mal recuerdo, ¿está bien? Sólo eso te pido. Por favor.

Bajé los brazos con cuidado y limpié mis ojos.
—¿Qué está pasando Matthew? ¡¿Por qué?! —Troné mis dedos para calmar mis ganas de hacer algo estúpido.

—Anne, por favor-

—¡ESTO NO ES GRACIOSO, ESTE ES EL PEOR CHISTE QUE SE TE HA OCURRIDO! —grité dando un salto, sujetándome aún del barandal, lo vi levantar la mano empuñando el arma, pero no me volvió a apuntar. Yo seguía negando y negando todo, indagando sin fin por qué estaba en esta situación.

—¡No hagas esto más difícil, esto no te conviene! ¡Largo de aquí!

Antes de que me diera cuenta, me abalancé sobre él y sostuve sus brazos con fuerza, reteniendo el arma. No sería capaz de hacerme daño sin llevarse una paliza. Y yo no soy una persona violenta, pero estuve en entrenamiento de campo unos tres años, tengo mis trucos.

Intenté regañarlo con mi mirada pero solo encontré fastidio y tristeza en su expresión. Podríamos olvidar esto, podríamos llamar a un guardia de seguridad y dejarlo en buenas manos, podría ayudarlo con el problema en el que claramente estaba metido. Sólo necesitaba que me colaborara. Y el resto lo solucionamos después.

—Lo siento en serio —me dijo.

Maldita sea.

En un jale repentino, zafó su brazo de mi agarre, el brazo empuñando el arma. Como reflejo, le di una patada en la rodilla, lo más fuerte que pude.
Y entre el ajetreo, el arma se disparó.

Esa fue la última gota.

No lo pensé dos veces y salí corriendo, la voz de Matthew llamando mi nombre desesperado.
Torpemente levanté a White del suelo, Él estaba adolorido y mareado, así que tomó unos cuantos tropezones para salir corriendo de ahí. Tomé su brazo izquierdo, lo pasé sobre mí hombro y lo sostuve como pude. Corrí hacia desde donde habíamos venido; allá estaba la salida más cercana, la luz de la luna proyectando nuestras sombras en los pasillos, y nuestros pasos apresurados creando un eco imposible de ignorar. Un guardia pasaba por ahí, y en cuanto lo vi, le grité por ayuda.

Identificó al instante quien era White, con un movimiento rápido le apuntó a él con una pistola tranquilizante; ahí me di cuenta cuánta gente portaba un arma, no pensé que fueran tantas, pero ey, hacía sentido.
Lo escudé sin pensarlo, su pálido cuerpo aún tembloroso y su mirada siempre al suelo, White...

—¡Tú de aquí no te mueves! —demandó el guardia, sujetando su radio con manos temblorosas.

—¡HAY ALGUIEN CON UN ARMA! —le grité en la cara.

—Uh- ¡Sí!, ¡Ese soy yo! —se giró en su talón, llendo por el radio en el cinturón en su cadera.

¡Maldita sea!
Lo siento, pero de seguro me lo agradecerás después.
Lo empujé, y con las fuerzas que me quedaban abrí la puerta de para en par, White sujetándose a mí con firmeza.
El aire frío de la noche hizo volar mi gorra, mi nariz se arrugó por lo seca que estaba, y el frió no hacía ningún favor.
Corrí por el verde césped del campus, el latido de mi corazón retumbando como campanas de iglesia en mis oídos, sujeta a White- ¡Corre!

Lo último que escuché fue el guardia llamando mi nombre, antes de la explosión.

[...]

—Hola... Es- es hermoso verlos de nuevo....

Uno y dos se encontraban a cada lado de Robin, la tubbie naranja acariciando sus mejillas con su pulgar.
Uno, corazón de melón, estaba casi dormido a su lado, de alguna forma aún capaz de caminar junto con ella. Dos, por el contrario, aunque aún cerca de Robin, estaba visiblemente m,olesta; tal vez porque pensaba que Robin se había tardado más de lo necesario, o tal vez porque la escritora los dejo abandonados por completo, ¿quién sabe?
Los tres se abrieron paso entre los pasillos, Robin tarareando y discretamente jugando con el vendaje en la cabeza de Dos, solo por molestarla.
Ella no tenía idea de cuál era el plan después de... todo eso.
Anne no le volvería a hablar después de eso de seguro. Y Matthew... Urgh! ¿¡Por qué tenía que ser tan entrometido!? "oDiO a lOs MEntIroSoS", tch.

—La próxima vez que vea su horrenda cabellera lo voy a-

No tuvo tiempo de terminar su amenaza; una lengua de fuego salió de un tanque de gas cercano.
El contenedor estaba asegurado por tuberías, así que la llama no estalló inmediatamente. Le dió a los tres preciosos segundos de ventaja para salir corriendo al campus, donde varios otros tubbies escapaban a campo abierto.

Robin se aseguró de que los niños estuviesen detrás de ella, ya no había casi nadie en el edificio, había varias ventanas rotas, humo saliendo de los dos pisos de la base, ¿¡Que demonios pasó!?

Estaba a punto de escapar.

Al diablo la academia, al diablo con el general y sus reglas, finalmente podría... ¿Irse? Sin gente que se quejara de lo que dice y lo que no, sin miradas malas para sus niños... Estos últimos meses han sido espantosos, ¡finalmente podría hacer algo para cambiarlo-!

Si no fuese porque Anne estaba derribada en el suelo.

—¡ANNE! —Robin corrió a su lado, levantando a Anne del suelo, brazo sobre su hombro... Pero Anne se negaba a levantarse, no iba a dejar a White ahí, no iba a dejar que su paciente fuera abandonado ahí.
Había muchos gritos, desde todas las direcciones, no se podría saber quién es quién.

[...]

—White... Por favor... No me hagas esto.

Amenacé con quitarle el sombrero para que se levantara. Prácticamente tenía el rostro enterrado en el césped.

"NO!! ESPEREN!!"

Robin llegó, parecía que sí hizo lo que quería, los dos New Borns estaban con ella; pude contemplar como uno de ellos se arrodillaba ante White, tal vez por apoyo emocional, quién sabe.

"¡¡ESTO NO DEBÍA PASAR- TODOS FUERA DE AQUÍ!! ¡N-NO ME TOQUES!"

Robin... No puedo dejarlo, no puedo dejar que se vaya, no... No otra vez.

—"Annie...." —Escuché su ronca voz, sentí su mano sobre la mía, y sus pupilas brillantes conectando con las mías.

—"Cuidado atrás-"

Robin estaba apunto de correr por ayuda, o eso creía.
Parpadeé, White aún estaba inconsciente en el suelo, no respondía, no pasaba nada-.

"¡NO!"

¡B A N G!

Un disparo, un grito, un arma cayendo al suelo... Y sangre en mi costado.
Estática inundaba mis oidos, el olor metálico tan cerca de mi se sintió como miles de agujas sosteniéndome en mi lugar, paralizada, aterrada, no podía ni quería comprender que estaba pasando. Todo iba tan rápido-

Primero vi a Matthew, cerca de la entrada de la base, expresión facial que solo podría compararse a la de un cadáver, su respiración agitada parecía detener case vez más el tiempo, sus manos temblorosas que seguro dejaron caer el revólver después de esa primera y única bala.
Estaba temblando, no era por el frió. Empezó a decir lo que creo era un "No" con la cabeza. Ni siquiera él sabía lo que había hecho. A su lado estaba el guardia de antes, desmayado, al parecer el fuego salió entre el forcejeo.

Entonces, a Robin; o bueno, su espalda. Después de unos segundos de temblar de pié, sus rodillas sucumbieron y finalmente fui libre de la parálisis.

No...

¡Nononononono-!

—¡¡ROBIN!! —Como si fuese una muñeca de trapo, la tomé de los hombros y ubiqué su cabeza en mi regazo.
Robin estaba estática, con la mirada perdida, su flequillo finalmente dejando ver su otro ojo, que deliraba lejos de mi.
Ella tosía, y me forcé a ponerla de lado para que no se ahogara con su propia sangre.
—Anne- Annequé- Anne qué pas- —volvió a toser, manchando la grama verde de tibio carmesí.

Fue ahí cuando me di cuenta. De la espantosa grieta en su estómago.
Sus palmas estaban rojas, trozos de vidrio cortando su piel.

Aún estando de lado, Robin hizo lo que pudo para mirar al cielo.

Dios, las estrellas estaban hermosas esta noche ¿Por qué? No se supone que sea una noche hermosa ahora, mi amiga se está desangrado- ¡¿Por qué el mundo no se da cuenta de eso?! Necesitamos-

—¡¡AYUDAAAAAAA!! —grité a los cuatro vientos, jamás había gritado así en mi vida entera. Tanto miedo sentía que al parecer se me olvidó llorar.

Una lágrima, luego otra, y otras dos después de esa.
Grité de nuevo, pero está vez, de miedo.
Ese... Ese sujeto corría hacia nosotras.
Gritando también, llorando a mares, tropezándose y pidiendo disculpas sin cesar.
—¡LO SIENTO-! ¡LO SIENTO MUCHÍSIMO, NO QUISE-! ¡SANTO DIOS-!

Un golpe de la nada lo interrumpió, había llegado la ayuda.

Entre tres o cuatro tubbies más lo inmovilizaron y golpearon, aún recuerdo su llanto y súplicas... Como si pudiese arreglar de algún ido lo que había hecho.

—Anne me-- me duele-

—¡LO SÉ-! ¡LO SÉ, PERO POR FAVOR, RESISTE- VAS A ESTAR BIEN-.

El llanto de los New Borns finalmente fue reconocido por mi mente.
Ambos estaban escondidos, detrás de un cerezo en una colina pequeña en medio del campo.
Uno estaba gritando, su hermana amenazándolo con cabezazos para que retrocediera, no podían meterse en el fuego cruzado.

—Anne mis niñ... Un... Dos...

Logré recogerla con todo el cuidado del mundo, y ella asomó su cabeza sobre mi hombro para ver a los dos.
No me importó que mi pelaje quedará enmarcado en sangre. Yo sé... Sé que ella necesitaba eso.
No se qué ocurrió entre ellos exactamente, pero...
Cuando volteé, los dos niños habían desaparecido.

Y White sostenía las piernas de Robin.

Conté hasta tres, y ambos levantamos.
Pronto dos paramédicos se la llevaron, mientras otros se acercaron a mí para ver si estaba bien, pero al ver a White daban un paso atrás.
Mientras el equipo que atendía a Robin cada vez se hacía más pequeño, contemplé como White alzó ambas manos a la altura de su pecho, en señal de "¡Alto!"; Y al ver como guardias de las celdas se acercaban con mirada de pocos amigos, él se entregó.

Me dedicó una mirada tierna antes de irse.

Unos doctores me sentaron bajo la sombra del árbol. Me dieron una toalla, algo de comer y agua para lavarme la sangre.
Lo último que supe de Matthew esa noche fue que se lo llevaron a uno de los calabozos que se encontraban en un campus cercano, no lo vería otra vez, eso era seguro.

Quería una explicación, quería darle una paliza, ¿Por qué? ¿Por qué se escondió todo este tiempo? ¿Acaso quería matarnos? ¿Por qué puso tanto empeño en parecer nuestro amigo?

¿Por qué tenía que ser Robin? ¿Por qué en frente de mí? ¿Por qué en frente de sus niños? ¿Los dejó ir...? ¿Aún después de todo?

White.

¿Por qué tenías que ser tan confuso? ¿Por qué caí por tí en este estado? ¿Por qué no puedo dejarte ir? ¿Por qué me diste esperanza?
¿Por qué nunca dejé de amarte?

White, ¿recuerdas la noche antes de que te fuiste?, dijiste que tenías algo preparado... para mí. Dijiste, que me ayudaría a calmarme del estrés de los exámenes, dijiste que me traería calma.
Dijiste todo eso... Con tu sonrisa, con tu tono de voz tan calmante, con esa adorable forma en la que una de tus orejas se decaía cuando te ponías serio...
Aún me encuentro esperando.
Por el día en que tal vez pueda volverte a ver.
Por el día en el que me expliques todo lo que pasó.
Por el día en el que me dejes consolarte por todo lo que ha pasado.
Por el día... En el que todo salga bien, para nosotros. Para todos.

Estamos atrapados, el mundo se desmorona, las personas se desmoronan y no podemos- no podemos hacer nada.

White, ya no sé en que creer.

Los primeros rayos de sol aparecieron por el horizonte.
Una voz firme me habló.
Un fastama que rara vez aparecía.
El comandante Fury.

—Bueno... —empezó, con una mira empática que me daba asco— Eso salió bien...

-------------—-—-—--—--––——

Chapter over✨

🕙To be concluded🕙

------------—-—-—---—----—-----

Que no se note lo mala que soy para escribir acción jajaaj
No me opongo al apedreo está vez.
Me lo merezco.
Los que me conocen saben que me mudé a Tumblr, y ahora tengo un Askblog de Henry Stickmin que es i mayor prioridad.

Me disculpo nuevamente por desaparecer, si mi mente no estaba en un buen lugar el año pasado, este año es peor.
Pasé tanto tiempo sin escribir que ya "perdí mi toque" si eso tiene sentido.
Por eso se siente que los últimos dos tercios del capítulo son mierda.

En fin,,, uh.... Armen Guerra en los comentarios si quieren, desde que empezó esta historia he querido escribir este capítulo.
Porque pues.
Es el último.

Ahora. Obvio esto no acaba aquí.
Todo se resolverá en el epílogo.

Y anuncio que la segunda temporada está oficialmente cancelada. No puedo con esto- no otra vez, lo siento.
Escribiré las escenas relevantes en one shots después de que la historia principal cierre.

Durante años tuve miedo de terminar esta historia porque fue la primera que realmente tuvo algo de éxito remoto.
Creo que al dejar de ser tan sobreprotectora con ella puedo terminarla, y darles lo que se merecen. Un verdadero final.

Me disculpo otra vez por la desaparición, de seguro si les llega notificación les va a dar un ataque Jajaja

En fin, estoy decepcionada de mi misma porque no llegue ni a las 3000 palabras
Shame on me 😔🔫

En fin, hasta el siguiente amanecer!

Es la una de la mañana, por favor ayuda

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro