La lengua de Juliana se enroscaba a la de Valentina en un beso lento e intenso, haciendo que la rubia soltara su cinturón de seguridad y se sentara en el regazo de Juliana, quien rompió el beso y sonrió.
-Necesito irme, Val - Dijo, sabiendo que solo tenía 20 minutos para llegar al hospital.
-Lo sé, solo te estoy besando como debe de ser. - Susurró Valentina contra su boca.
-Siempre me besas como debe de ser - respondió Juliana, volviendo a besar a Valentina, envolviendo sus brazos alrededor de su cintura. De repente el aire comenzó a faltar dentro del carro, ya que ambas respiraban con dificultad.
-¿Me enseñarás a manejar mañana temprano? - Valentina preguntó, llenando de besos el maxilar de Juliana, que sin darse cuenta tenía una de sus manos paseándose por las piernas de Valentina.
-Mañana tempranito, sin falta - Respondió, mirándola con los ojos llenos de deseo, un deseo tan intenso que casi se podía palpar en el ambiente. Valentina asintió y volvió a besarla, jadeando contra la boca de Juliana cuando la mano de la morena apretó su pierna y con la otra atraía su cuerpo hacia ella.
Valentina, en un intento de aliviar un poco lo que estaba sintiendo, presiono su cuerpo contra Juliana y comenzó a menearse un poco, haciéndolas gemir a ambas.
-¿Val? - la llamó Juliana contra su boca, sintiendo como la rubia repetía el movimiento que, en lo personal, estaba encontrando demasiado rico.
-¿Hmm? - Murmuró Valentina, mordisqueando el labio inferior de Juliana, quien pensó un poco en si decir lo que estaba pensando, y al final decidió hacerlo.
-¿Duermes hoy en la casa? - preguntó, ayudando con sus dos manos a hacer fricción el centro de su novia contra su regazo?
-Lo haré... - Dijo Valentina rápidamente, gimiendo al sentir las uñas de Juliana arañar delicadamente su espalda por debajo de la blusa.
-Amor... - Dijo Juliana, embriagada por las sensaciones que su cuerpo le estaba proporcionando - Necesitas ayudarme a parar ahora, porque no creo que lo pueda hacer por mí misma - Dijo, echando el cuello hacia atrás y cerrando los ojos al sentir que los labios de Valentina hacían un camino de besos desde su mandíbula hasta su clavícula.
-No quiero parar... - susurró Valentina, arrastrando los dientes levemente por el cuello de la morena.
-Pero tu mamá podría asomar por la ventana de tu casa y vernos, el parabrisas no es polarizado - Valentina resopló y la miró - además tengo que irme.
-Hmm... Tienes razón - Dijo Valentina, levantándose del regazo de Juliana rápidamente - Estoy cansada hoy, Juliana. Creo que no podre ir a dormir contigo. - Juliana sintió que algo se rompía dentro de ella, sabía que a Valentina le estaba ocurriendo algo. Esa noche planeaba dar un paso más en su relación, pero si Valentina no estaba lista, no la iba a forzar a nada.
-Está bien, Val. - Dijo Juliana, inclinándose para dejar un beso en los labios de su novia, pero notó que algo no estaba bien. - Hey, ¿Qué pasa?
Valentina respiró hondo y negó con la cabeza.
-Disculpa, solo me dio un mini ataque de estrés - confesó, haciendo a Juliana entornar la boca - Si dormiré contigo hoy, no voy a descargar mis frustraciones contigo.
-¿Qué es lo que te frustró? - preguntó la morena.
-El que siempre me alejes, pero ya pasó. ¿Podemos llevar hoy a Hank? - Preguntó Valentina cambiando el asunto y la morena asintió.
-Claro. - Juliana respondió - Solo me alejé porque Elena podría vernos ahorita y porque en verdad tengo que irme a trabajar - Dijo, inclinándose hacia el asiento del copiloto - ¿Qué tal si vamos a cenar esta noche?
-¿Voy a poder abrazarte todo el tiempo? Preguntó Valentina - En las películas, las parejas se sientan en lados opuestos de la mesa, pero yo no quiero separarme de ti - Juliana sonrió aliviada al escuchar aquello.
-Podemos sentarnos una a lado de la otra. Val, en la vida tenemos que hacer lo que nos haga sentir bien, lo que sintamos correcto, así que no te preocupes por eso, ¿Está bien? - Dijo Juliana.
-Está bien, vayamos a cenar entonces. - Dijo Valentina y Juliana asintió - Amo dormir abrazada a ti. Estoy feliz por poder dormir contigo hoy. - Comentó, pasando los dos brazos al rededor del cuello de Juliana y dejando un beso en sus labios.
-Yo tenía otra cosa en mente para esta noche, además de dormir... - Dijo Juliana, mordiéndose el labio inferior para contener la risa a ver que los ojos de Valentina brillaban, bien podrían iluminar un estadio entero.
-Tú... ¿Estás hablando de lo mismo que estoy pensando? - Valentina pregunto Juliana se encogió de hombros.
-Depende, ¿Estás pensando en ver películas hasta el amanecer?
-Oh... - Dijo Valentina un poco decepcionada. La risa de Juliana hizo eco en el carro y se acercó a darle un beso a su novia en la mejilla.
-Estoy bromeando. - Dijo - Me refería a hacer el amor - susurró, analizando cada expresión de la rubia, la forma en como sus ojos volvieron a brillar podrían iluminar a toda una ciudad, y su sonrisa... esa sonrisa hacía que Juliana tuviera 1000 años más de vida. - ¿Te sientes preparada para hacerlo?
-¡SIIII! - Gritó animada Valentina - ¡Dios escuchó mis oraciones! - Juliana volvió a reír.
-¿Le pediste eso a Dios? - Preguntó sorprendida.
-Le pedí que no te negaras más, siempre me alejabas - Dijo Valentina y Juliana sonrió.
-Sabes que no fue por falta de ganas, ¿no es cierto? - preguntó, una de sus manos estaba al volante y la otra apoyada en el asiento del pasajero.
-Lo sé - respondió Valentina, llevando un mechón de cabello de Juliana detrás de su oreja - Estoy nerviosa - confesó riendo.
-No lo estés. Si cambias de idea, aunque sea más tarde, e incluso durante... tú sabes... - Dijo Juliana - Dímelo, por favor.
-No cambiaré de idea - Aseguró Valentina - Ahora dame un último beso y vete, porque yo tengo clases y tú llegarás tarde al trabajo. - Dijo, viendo a Juliana asentir e inclinarse, juntando sus labios con los de ella antes de profundizar el beso.
Valentina jadeó, amaba la sensación de tener los labios de su novia contra los suyos.
-Te amo - Juliana susurró, dándole un último beso a su novia - Paso a las 9:30 por ti.
-Yo también te amo - Respondió Valentina- Estaré lista a las 9:00 - Dijo riendo Valentina, abrió la puerta del auto y bajó.
La morena soltó el aire que retenía en sus pulmones. ¿En verdad lo iba a hacer?. Si dependiese de ella, claro que lo harían.
Se abrochó el cinturón y encendió el carro, después la radio, cantando al ritmo de la música mientras manejaba. ¿Si ella estaba feliz? Pueden apostarlo.
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Este maratón va dedicado a mi persona especial mopaju 🫶🏻
Esta historia NO me pertenece, es una adaptación y traducción realizada con la autorización de su autora JULIETEBS
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