Cap. 34

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TaeHyung miraba su teléfono con preocupación.

¿Que rayos pasaba con JungKook?

El mayor no contestaba mensajes ni llamadas.

Y había pasado más de un día desde que se fue.

¿Por qué no lo llamaba?

-¿Ya tienes tus cosas listas?- JiMin terminó de cerrar su mochila, guardando todas sus cosas.

En unas horas volvían con HoSeok.

Pero TaeHyung solo pensaba en JungKook.

¿Donde estaba el mayor?

-¿TaeHyung?

-¿Ah?

Se concentró en JiMin.

-¿Pasó algo con JungKook?

-¿Por qué preguntas?

JiMin se encogió de hombros.

-Ayer estuviste con él y hoy no has soltado el teléfono, pensé que estarías esperando una llamada de él o algo así.

-Sí, algo así.

-¿Pelearon otra vez?

-¿Por qué estás tan interesado?

TaeHyung estaba a la defensiva, y JiMin lo notó.

-Si quieres estar solo, dímelo, no me trates mal.

JiMin salió de la habitación, y TaeHyung suspiró.

Volvió a marcar el número del mayor.

Esperó y esperó, pero nadie contestó.

Tenía mucho miedo, y por su mente solo pasaban imágenes de desgracias.

No quería pensar en que el mayor había tenido un accidente en su viaje.

No quería pensar que el mayor le mintió.

No quería pensar en muerte.

No quería pensar en la muerte del mayor.

No.





-¿Qué es lo que puedes encontrar una vez en un minuto, dos veces en un momento y ni una vez en cien años? 

El menor pensó bien la respuesta.

Analizaba la oración en su cabeza.

Hasta que encontró una respuesta.

-¿La letra M?

-Correcto- Namjoon aplaudió -Esta es más complicada- Aclaró su garganta y habló -Cuando iba, fui con ellas. Y cuando volví, me encontré con ellas. 

-Las huellas- Seokjin contestó, mirando su teléfono.

JiMin lo miró de reojo, y aguantó la risa.

-Tengo llaves pero no cerradura. El blanco y el negro pasan por mi cintura. 

-El kárate- Respondieron ambos hermanos al mismo tiempo.

Namjoon los observó, y su rostro cambió.

-Eso es trampa, están buscando las respuestas por Internet.

-Nunca dijiste que no se podía- Seokjin rió, contagiando a JiMin.

-Es obvio que no se puede, por dios, son unos tramposos- Namjoon se quejó -No pienso jugar más.

-Oh vamos, no te enojes Nam- Seokjin se acercó al menor.

-Son un par de tramposos.

Mientras la pareja "discutía" por la trampa del mayor, el timbre sonó, y JiMin se levantó del sofá.

Caminó por el pasillo con curiosidad, y llegó hasta la puerta, abriéndola.

-YoonGi- JiMin lo miró con sorpresa -No pensé que te vería hoy.

-Quise venir a despedirme- Explicó -Y te traje un regalo, algo que sé que te va a gustar.

-Pasa, aprovecha de estar con nosotros un tiempo.

-No puedo, GeumJae me está esperando para ir al cine, así que no me puedo quedar.

-Oh, está bien- Dijo con algo de desilusión.

YoonGi le sonrió con algo de tristeza.

Levantó su mano y mostró la bolsa que traía, la cuál contenía el regalo para JiMin.

-Anda, ábrelo- El menor tomó la bolsa entre sus manos, y lo abrió con rapidez.

Sacó del fondo de la bolsa unas cajas de chocolate.

Pero no era cualquier chocolate.

Era su favorito.

El que YoonGi le daba cuando tomaba medicamentos.

Los recuerdos volvieron a su mente, como si estuviera viviendo todo otra vez.

Recordó las miles de veces que YoonGi le había regalado esos chocolates, y las muchas veces que los habían compartido, entre risas y besos.

Aquellos besos.

Los besos de YoonGi.

-Te encantaban, y cuando los vi supe que tenía que dártelos sí o sí. Quiero que los disfrutes mucho mucho mucho, y los comas todos sin importar nada más.

JiMin sonrió, mirando fijamente a YoonGi.

-Muchas gracias, no era necesario- Volvió a guardar los chocolates -Yo no te tengo ningún regalo.

-Con un abrazo me basta.

El menor abrazó fuertemente a YoonGi, oliendo el perfume de este.

Aquél perfume que le encantaba, y lo volvía loco.

-Te voy a extrañar- YoonGi habló en su oído -Llámame seguido, ¿Sí?, no me dejes sin escuchar tu voz y tu risa tanto tiempo.

-Yo también te voy a extrañar, pero nos volveremos a ver.

-Es una promesa.

-Una promesa.

Se quedaron en silencio unos segundos, solo abrazados.

JiMin apoyó su mandíbula en el hombro de YoonGi.

-Estoy más alto que tú.

-Mentira.

-Verdad, soy más alto.

YoonGi negó, con una sonrisa en la boca.

-Aún si eres más grande, seguirás siendo mi bebito.

-¿Aunque mida dos metros?

-Sí, siempre.

Ambos rieron, abrazándose con más fuerza que antes.

Se separaron, sin ganas de hacerlo.

-Me tengo que ir ya, si llego tarde GeumJae me matará.

JiMin suspiró.

-Muchas gracias por todo, YoonGi. De verdad te lo agradezco.

-Haría cualquier cosa por ti, y lo sabes.

El menor asintió.

Se quedaron mirando fijamente unos segundos, con unas sonrisas en sus rostros.

JiMin quería a YoonGi cerca.

Lo necesitaba antes de irse.

YoonGi se acercó lentamente a JiMin, con seguridad.

JiMin cerró sus ojos, sintiendo cada vez más cerca la respiración de YoonGi.

Podía sentir como sus rostros estaban casi juntos.

YoonGi apoyó su frente en la de JiMin, y soltó todo el aire que contenía en sus pulmones.

-No olvides que te amo.

Sintió un beso cerca de sus labios, en la comisura de estos.

Y luego de eso, sintió como la frente de YoonGi se separaba de la suya, y sintió los pasos del mayor alejándose.

Abrió sus ojos, solo para ver a YoonGi mirándolo desde las escaleras, antes de comenzar a bajar.

Cuando YoonGi desapareció de su vista, sintió la tristeza invadirlo.

Aferró los chocolates a su pecho, como si eso lo mantuviera cerca del mayor.

Cuando fijó sus ojos mejor en la caja, pudo ver un post-it de color amarillo pegado.

Era claramente una nota dirigida a él.

La despegó, y comenzó a leer.

"Sé que te encantan estos chocolates, y también sé que te los daba cuando debías tomar medicamentos que sabían mal. En todo este tiempo que haz estado lejos, he comido de estos chocolates, porque sentía que era la única manera de mantenerte aún junto a mí. Seguiré haciendo lo mismo hasta que vuelvas, y si no vuelves, comeré chocolates hasta mi muerte.

Te amo."

Con solo leer las últimas palabras escritas, su corazón latió con fuerza.

YoonGi lo amaba.

Estaba seguro.

Y este se lo había demostrado muchas veces durante todos los días que estuvieron juntos.

Recordó esa noche donde durmieron juntos en el sofá, abrazados, como lo solían hacer cuando eran pareja y vivían juntos.

Parecía que habían retrocedido en el tiempo, a esa época en donde eran felices juntos.

Se abrazó a si mismo.

Entró nuevamente en el departamento, cerrando la puerta y apoyándose en esta.

¿Que era lo que debía hacer?

¿Debía darle una oportunidad a YoonGi, o olvidarle?

¿Debía volver a confiar en él?


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