"El número al que usted ha marcado se encuentra ocupado o está fuera de servicio"

Apoyó su frente contra su teléfono, mientras suspiraba.

Nuevamente nadie contestaba el teléfono, o los mensajes.

-Yo ya dejé de intentarlo- TaeHyung hizo una mueca -Si JungKook se fue es porque quiere olvidarme, y ya no insistiré más en llamarlo o algo.

-No creo que YoonGi quiera hacer eso, ¿Cierto?- JiMin lo miró -Me lo hubiera dicho, o algo. Porque esta es la peor manera de hacerlo.

-Calma, quizás está ocupado.

-Ocupado viajando a Japón.

-JiMin...

-¿Y si ambos se fueron juntos? Primero JungKook y después YoonGi, para que no fuera sospechoso.

-¿Te estás escuchando, JiMin?

-Y quizás actuaban como que se llevaban mal, pero en realida-

TaeHyung tapó la boca de JiMin con fuerza.

-Deja de decir estupideces, ¿Sí?. YoonGi no ha salido de Corea y JungKook está solo en Japón.

-¿Como estás tan seguro?- Preguntó JiMin, a pesar de tener la boca tapada.

-Sólo créeme, tengo un sexto sentido que me lo dice.

TaeHyung quitó la mano de la boca de JiMin.

-Espera, ¿Estoy actuando como YoungSoo?- Preguntó -Oh dios, estoy actuando como él. Igual de pesimista.

-Para que veas el efecto que tiene que te juntes con él, te llena de inseguridades sobre YoonGi.

-Ya lo sé- JiMin rodó los ojos -Lo que pasa es que no me gusta echarlo cuando me viene a visitar, así que lo regaño cada vez que habla mal de Yoon, porque me molesta.

-Yo tampoco soporto cuando habla mal de JungKook, pero lo sigue haciendo porque así es él, una persona sin filtro a la hora de expresar sus opiniones.

-Yo confío en YoonGi, pero YoungSoo me hace desconfiar de él, y me confunde.

TaeHyung lo miró con seriedad.

-¿Te confunde?- Preguntó -¿En qué sentido te confunde YoungSoo?

-No en sentido romántico, pero me confunde en lo que pienso, me hace desconfiar de YoonGi y busca que le haga caso.

JiMin acunó su cabeza en su mano.

TaeHyung se acercó, y lo abrazó.

-YoonGi te dijo que te amaba y te pidió perdón de rodillas, ¿Cierto?

JiMin asintió.

-¿Y porqué desconfías de sus palabras y acciones?

-Porque tengo miedo de que lo que diga YoungSoo sea verdad, y YoonGi quiera olvidarme.

-Hazme caso, YoonGi lo que menos quiere hacer es olvidarte o dejarte. Él te ama y todos somos conscientes de eso, todos lo sabemos.

-Y si me ama, ¿Por qué no contesta mis llamadas?

-No lo sé, algo le debe haber pasado, pero nada malo.

HoSeok entró a la habitación, mirando la escena entre los amigos.

-¿Sigue sin contestar?

-Ajá, y JiMin está algo preocupado.

-De seguro no es nada malo, ya lo verás.

TaeHyung y HoSeok sonrieron.

JiMin los miró con una ceja alzada.

-¿Por qué sonríen así?¿Que están ocultando?

-¿Nosotros? No ocultamos nada.

-No les creo- JiMin los miró de manera acusatoria -Ya, díganme que ocultan.

-Bien, yo te diré- TaeHyung miró a HoSeok, antes de volver a mirar a JiMin -Lo que pasa es que ambos ya sabemos qué es lo que te mandó Jin, y estamos ansiosos por ver tu reacción.

-Es algo vergonzoso, ¿Verdad?- Preguntó, con algo de miedo.

-No son arnés sexuales, ni nada sexual, así que no te preocupes.

-¿Estás seguro, HoSeokie?- TaeHyung reía a la vez que preguntaba.

-Bastante, pero no del todo- HoSeok también reía.

-Ustedes son insoportables- JiMin se levantó de su cama -De verdad que lo son.

-Pero nos amas así- TaeHyung le sonrió -Y nos amarás todo lo que te queda de vida, porque somos tus mejores amigos.

-Aunque te molestemos con cosas pequeñas- Siguió HoSeok.

-Me iré a ver una película, lejos de ustedes y sus secretos malvados en contra mía.

JiMin salió de la habitación, y la pareja dentro estalló en carcajadas, causadas por el comportamiento del rubio.

Ya no se sentía tanto frío.

O por lo menos JiMin no lo sentía.

Como todos los días, a la misma hora, JiMin estaba en la terraza, listo para ver el atardecer.

Era algo que lo calmaba profundamente, mucho más si escuchaba música tranquila.

Se había vuelto una deliciosa rutina el ver el atardecer, pensar que aquellos últimos rayos de sol lo abrazaban antes de desaparecer para darle paso a la cálida y tenue luz de la luna, que lo acunaba hasta que pudiera conciliar un sueño profundo, para volver a empezar otro día.

Le dio un sorbo a su taza de té, sintiendo la calidez de aquella bebida relajante.

Cerró sus ojos, sintiendo la brisa casi nocturna abrazándolo, dándole el cobijo que necesitaba.

Le dejaba sus preocupaciones al viento, para que este se las llevara lejos.

Miró el mar, y recordó a YoonGi.

¿Que habrá pasado con YoonGi?

En el fondo de su alma, tenía miedo de que las palabras de YoungSoo se hicieran realidad, y YoonGi quisiera olvidarle, dejando en pensamientos las posibilidades de una reconciliación y una nueva relación.

No lo quería admitir, pero cada vez el miedo se hacía más y más grande, y mucho más posible de que se hiciera realidad.

No quería que YoonGi lo olvidara.

Quería tenerlo junto a él.

Miró el cielo, como si este le pudiera dar una respuesta correcta a sus muchas preguntas que lo atormentaban.

Nadie podía responder sus preguntas, excepto él mismo.

Pero lo atormentaba.

Suspiró, y volvió a beber de su té.

La soledad le ayudaba a pensar con claridad.

Llevaba años siendo así, incluso desde que era un niño, solía disfrutar de su soledad para pensar, o simplemente apreciar la tranquilidad y el silencio que le brindaba siempre la soledad.

Suspiró, y revisó su teléfono, con un poco de esperanza.

Pero nada, ningún mensaje o llamada.

Se terminó su té, y siguió mirando el mar y el cielo.

Entonces comenzó a sentir algo.

No podía describirlo con exactitud, era como una mezcla de euforia y emoción.

Como si algo fuera a ocurrir.

No sabía si sería bueno o malo, pero presentía que algo ocurriría pronto.

Y se asustó.

Miró el mar, y luego el cielo, en busca de respuestas.

¿Por qué se sentía así?

De pronto quiso comer chocolate, así que entró en casa nuevamente, se dirigió a la cocina, y de la nevera sacó la caja de chocolates.

La abrió, y sacó algunos, comenzando a comer de inmediato.

Sintiendo el sabor del chocolate.

Se calmó, pero no el todo.

Ese sentimiento seguía ahí, acelerando su corazón.

Molestándolo y haciéndolo sentir un poco incómodo.