Caminaba verdaderamente lento, sin saber qué decir.

Su cuerpo temblaba por el miedo, y el nerviosismo.

Cuando sus ojos se encontraron con el cuerpo de YoonGi, a la distancia, sintió como si un balde de agua fría le cayera por encima, y lo empapara completamente.

-Como ve, no puede hablar, pero está despierto así que lo escuchará- El médico explicaba -Trate de no alterarlo o ponerlo nervioso, necesitamos que se mantenga tranquilo.

JiMin asintió, y comenzó a caminar hacia YoonGi, sintiendo las lágrimas llenar sus ojos.

Al llegar, se sentó suavemente en el borde de la camilla, preparando las palabras, midiendo sus significados.

-¿Yoon?- Preguntó con suavidad. El mayor movió levemente su cabeza y abrió un poco sus ojos -No abras los ojos si te cuesta, es por los medicamentos.

YoonGi le apretó levemente la mano.

-Por si te lo preguntas, no estoy molesto- YoonGi intentaba mantener sus ojos abiertos, pero se le hacía difícil -Solo estoy desilusionado, pensé que nos contaríamos todo. YoonGi, estabas escondiendo una enfermedad grave, no puedes hacer eso. Prometiste contarme todo y no mentirme, lo prometiste- No aguantó más y comenzó a llorar, secando sus lágrimas para no alterar a YoonGi.

El mayor solo lo observaba, con sus ojos llenos de pena, pero se sentía demasiado débil incluso para moverse.

-Quizás querías contarme más adelante, pero no alcanzaste, o pensabas buscar un tratamiento sin decirme- JiMin hablaba, intentando dejar las lágrimas de lado -Pero si vemos el lado positivo, alcancé a encontrarte y ahora estás aquí, vivo.

Acarició la mejilla del mayor, con el mayor cuidado posible.

Si era sincero, le ponía mal ver a YoonGi conectado a tantas máquinas, viendo como la vida del mayor en ese momento dependía de una máquina que se encontraba a su lado.

Deseaba, en el fondo de su corazón, que todo fuera solamente un mal sueño, una pesadilla, y que al despertar YoonGi estaría durmiendo a su lado, completamente a salvo de los peligros de la vida, sin ningún cable o máquina a su lado.

Pero sabía que las cosas no eran así, que él estaba viviendo en la realidad y la situación con YoonGi estaba verdaderamente ocurriendo, que cada minuto de vida era un peligro, que en cualquier momento la peor desgracia podía ocurrir.

-¿Sabes de tú situación?- Preguntó, y YoonGi parpadeó, como un sí -¿Y estás asustado?- El mayor volvió a parpadear.

JiMin hizo una pequeña mueca.

-Yo también, pero sé que el donante llegará más rápido de lo que esperamos. Solo hay que mantener la fe, ¿Tú tienes fe?

YoonGi parpadeó levemente, y dejó sus ojos cerrados.

-Si estás cansado puedes dormir, yo me quedaré aquí un rato más y luego me iré- Con mucho cuidado, dejó un suave beso en la mano de YoonGi-¿Sabías que los pacientes en tu condición no reciben visitas? Pero el médico me dejó entrar un rato, creo que me vio demasiado mal o preocupado por ti. Espero que cuando llegue GeumJae lo dejen pasar a verte, es tu hermano después de todo, tu familia más cercana.

Se quedó unos minutos más, hasta que el médico que pidiera que se retirara, y eso hizo, sintiendo su alma desgarrarse con cada paso que daba mientras se alejaba de YoonGi.

Quería estar todo el día y toda la noche junto a él, asegurarle que todo saldría bien, hacerlo sonreír y quitarle todas las máquinas y cables que lo esclavizaban a aquella camilla blanca.

Salió, y corrió a los brazos de su hermano, como cuando era pequeño y tenía miedo. Seokjin lo abrazó, brindándole la fuerza que necesitaba para seguir de pie, para no perder la fe, para no ver la realidad como verdaderamente era.

En momentos como estos era donde a JiMin le gustaría tener el control de todo, poder sanar a YoonGi con sus poderes, poder retroceder el tiempo y cambiar tantas cosas, proteger a su familia de toda la maldad que tiene el mundo. JiMin quería protegerlos a todos.

Pero en la realidad, no puede proteger a nadie más que a él mismo, porque JiMin no es un superhéroe, era un simple humano que fantaseaba, sin poder despegar los pies de la realidad.

-¿Como está?- Escuchó, y suspiró con dolor.

-Adormecido por los medicamentos, no puede mantener sus ojos abiertos por mucho tiempo- Respondió -Esta muy débil, ni siquiera puede mover un poquito su mano o su rostro. Tiene miedo, y lo entiendo, ¿Quién no temería al estar en la posición en la que él está? Sin saber con certeza si seguirá viviendo o sus días se acabarán en aquella camilla de hospital, entre cables y enfermeros.

-Sé que es difícil, pero debes mantener la fe. Si YoonGi te ve triste o preocupado se va a decaer, y no necesitamos eso, lo necesitamos tranquilo, no sintiéndose como una molestia.

El mayor le acarició el cabello, calmándolo un poco.

Seokjin le había prometido a sus padres que cuidaría a JiMin en todo momento, y que nunca se separaría de él, y lo estaba cumpliendo. No por obligación, sino por el gran amor de hermano que sentía hacia el pequeño que estaba entre sus brazos, llorando en silencio.

Namjoon se acercó un poco más a ellos, llamando la atención de ambos.

- TaeHyung dice que vienen en camino, llegarán en un par de horas más- Intentaba sonreír, pero solo lograba hacer una mueca parecida a una sonrisa falsa.

-Ah si, ya hablé con GeumJae - Seokjin dejó de acariciar el cabello de JiMin, y comenzó a dejarle pequeñas caricias en la espalda -Dijo que intentaría venirse mañana mismo, pero no lo tenía claro, ya que no sabía cuando salía el próximo vuelo a Corea.

-Debemos hacer algo- Fue la respuesta de JiMin -Alguna campaña por redes sociales, ir a una radio o cosas así, para que la gente sepa y podamos encontrar un donante lo antes posible.

-Lo encontraremos, déjame encargarme de eso- Namjoon asintió, y se sentó en los asiento unos metros mas allá, sacando su teléfono.

-¿Irás a tu casa?

-Sí, iré a buscar una chaqueta y a darle comida a Ddosun, pero volveré de inmediato- JiMin se separó -Me llamas si pasa algo.

-Claro. Cuídate por el camino- Seokjin vio como JiMin se alejaba de él hasta llegar al ascensor, y podría jurar que JiMin no parecía él mismo, parecía más un cuerpo vacío, de un alma vacía.