Cap. 63

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La felicidad es relativa, diferente en cada persona. Cada mente es distinta, cada pensamiento es distinto, relativo a la persona, por eso no todos los humanos los felices con lo mismo.

La felicidad es un sentimiento hermoso, por eso la gente esperanzada la busca, porque la gente sin esperanza se rinde, y deja de buscarla.

No todos encuentran la felicidad en las mismas cosas, algunos la encuentran bailando, otros cantando, otros disfrutando del aire libre.

Cada ser humano que ha pisado la tierra ha experimentado la felicidad por lo menos una sola vez, por un periodo corto o largo por el tiempo. El tiempo también es relativo, para algunos cinco años es mucho, para otros es es poco, y para otros es un mísero segundo perdido entre otros tantos.

La felicidad es algo importante para la mayoría de personas, y cambia según sus gustos y sus aficiones. No puedes pedirle a alguien que sea feliz con lo mismo que tú, porque quizás no lo sea, y solo se deprima, o se enoje y te trate mal.

La gente que solo se dedica a encerrarse en su trabajo, nunca puede apreciar lo verdaderamente lindo de la vida, no aprecia la belleza de la naturaleza y las exquisitas emociones variadas, malas y buenas, que nos hacen sentir vivos.

Mi felicidad, por ejemplo, es disfrutar del tiempo con las personas que quiero. Es algo ñoño, lo sé, pero no puedo evitar sonreír cada vez que me reúno con mis amigos, mi familia, y sobre todo, con mi novio. Aquel compositor con un sentido de la moda propio y una sonrisa resplandeciente.

YoonGi se ha recuperado de maravilla, sigue yendo a controles rutinarios para ver como está su corazón y como se siente él, y los médico afirman que su recuperación ha ido de maravilla, lo cual me hace feliz.

Claro, él no sabe que su donante fue JungKook, y tampoco pensamos decirle la verdad en algún momento. No por ser malos, pero traten de entenderme, YoonGi odia tanto a JungKook que no sé cuál sería su reacción al enterarse que JungKook sacrificó su vida por él, quizás lo perdone, o se tire de la ventana buscando morir. Uno no sabe que esperar.

Sigo agradecido de JungKook, y cada vez que puedo paso por el cementerio a dejar flores en su tumba, me quedo un rato ahí, hablándole de mi día y de como me ha ido, como si JungKook estuviera sentado frente a mi escuchando atentamente cada palabra que se desliza desde mi garganta y sale por mi boca. Es extraño, pero cada vez que le hablo siento que él está junto a mi, prestándome atención y dándome concejos.

Hace unos días retraté la escena que me imagino, me dibujé a mi y a JungKook frente a mi, conversando en el césped, como si estuviéramos en un picnic. Picnics solíamos hacer cuando aún asistíamos a clases, a veces los hacíamos en el parque, otras veces los realizábamos en el jardín trasero de la casa de JungKook, y otras veces lo hacíamos en mi jardín. El lugar no importaba mucho, solo importaba divertirnos y disfrutar.

Trato de no pensar mucho en que todas las acciones de JungKook iban con un doble sentido malvado, prefiero pensar que él de verdad me consideraba su amigo en esa época, y no solo como una ventaja para estar más cerca de YoonGi y poder conseguirlo.

Ahora que lo pienso, ¿Que hubiera pasado si YoonGi hubiera terminado nuestra relación y hubiera empezado una con JungKook? De seguro me hubiera destrozado, pero los hubiera entendido, e incluso los hubiera apoyado en su relación, sin importar mis sentimientos hacia YoonGi. El sufrimiento hubiera sido más corto, algo temporal pequeño, no como el que tuve, que duró unos mese que los sentí como si fueran una eternidad misma.

A veces creo que uno tiene que sufrir antes de poder llegar a alcanzar la felicidad, como si la vida buscara enseñar que no todo es color de rosa, sino que existe una gran gama de colores distintos, desde los cálidos a los fríos, y desde los claros a los oscuros.

En la vida se sufre, se llora, se ríe, se sonríe y se pierden esperanzas. Yo pasé por muchos de esos estados por largas temporadas, y sé lo que se siente pasar por todo eso en carne propia, pero ahora sé que valió la pena, porque encontré mi felicidad.

O eso quiero pensar, porque me niego a creer que mi felicidad sea otra. No me lo imagino.

Hay momentos en la vida donde uno debe tomar decisiones importantes, que pueden traer una gran consecuencia según lo que elijas, donde tu futuro se va formando según las decisiones que tomes, sean buenas o malas.

Yo te tomado muchas decisiones, muchas buenas y muchas malas, de algunas me arrepiento completamente y de otras me alegro. Pero no tengo el poder de ver el futuro, no puedo saber que pasará si elijo una u otra opción.

Pero, las decisiones que he tomado me han llevado a mi felicidad, y de eso estoy orgulloso, de haber tomado la mayoría de decisiones correctas, y lograr mi propia felicidad.

A veces es bueno dejar que las cosas fluyan solas, pero también es bueno que fluyan a tú ritmo, busca oportunidades y deja que están vengan a ti.

-Amor..- La voz adormecida de YoonGi me sacó de mis pensamientos, me giré a verlo, y sonreí -¿En que piensas?

-En lo mucho que te amo- Respondí -Y en lo hermosa que es nuestra relación.

YoonGi rió, y me tomó de la cintura, acercándome más a él.

-Eres muy tierno cuando recién despiertas, ¿Lo sabías?- Rocé mi nariz con la suya de manera cariñosa, mientras reía tímidamente.

-No, pero gracias por el dato- Reí -¿Como te sientes?

-De maravilla, estoy bien. Es imposible estar mal junto a ti, bebito.

Ambos nos abrazamos, fundiéndonos entre nuestros cuerpos y la cama.

De pronto oí unos pequeños pasos, y posteriormente Ddosun saltó a nuestra cama, caminando por encima de nosotros hasta llegar a nuestros rostros.

-Buenos días pequeño- YoonGi le acarició la cabeza, y Ddosun le lamió la mejilla -¿Quieres comer algo?

Ddosun ladró en modo de respuesta, y yo le acaricié su cabeza.

-Entonces YoonGi te irá a dar comida, y preparará el desayuno, porque yo no me voy a levantar- Me tapé completamente, y YoonGi se quejó.

-Mira que aprovechado- Se tapó el también, junto a nuestra mascota -Ddosun, atácalo.

Y Ddosun comenzó a lamer mi cara, y yo reí.

Porque ellos son mi felicidad.

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