Capítulo cinco: Fuego.

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

"¿Mi casa o la tuya?" Solo esas palabras bastaron para estallar mi cerebro en diez mil pedazos.

Deseo en estado puro es lo mínimo que transita por mi cuerpo, siento apetito de poseso y da lo mismo en este momento, devorar o ser devorado.

—Nene, tengo tantas ganas de enterrarme bien profundo dentro de ese hermoso culo que te cargas...

—¿Y yo? Te necesito adentro cuanto antes... Me calientas demasiado —confieso elevando mis piernas a su cadera mientras busco inhalar para continuar con el arrollador beso que estamos compartiendo. Besos que bajo ningún aspecto detienen la firme toma de mi culo entre sus dedos.

—Me embriaga tu aroma. No pude dejar de pensarte en todo el maldito día, ¿tienes una puta idea de cuánto me enloqueces? —anuncia entre respiraciones forzadas mientras armoniza un delicioso roce que hace que me importe un carajo estar en plena calle, completamente preparado para que me tome aquí mismo si es de su agrado.

Continúa con húmedos besos sobre mi barbilla, lamiendo con ansias para luego descender hasta mi garganta, dejando lamparones que denotan lo vivido. Entonces, aprieto sus hombros mientras incito mi cadera hacia su abultada erección.

"¡Puto placer! Qué hermosa verga que me voy a comer" Pienso ensimismado mientras él, separa mis nalgas y yo, solo puedo gemir todo menesteroso de su tacto.

—J-Jungkook... V-vamos a mi casa...

Solo eso bastó para que inicie camino en la dirección equivocada aferrándose más a mis piernas.

—¿Hacia dónde vamos? —me separo espectantemente acalorado.

—¡Diablos nene! —clava su mirada en mi acalorado rostro —. Tu rostro es sinónimo de entrega y me calienta. No puedes mirarme así y no pagar las malditas consecuencias... Te juro que te tomaría aquí mismo sin importarme una mierda.

Me sonrojo aún mas y sonrío lentamente mientras anuncio: —Mi casa está en la dirección contraria a la que vamos, Jungkook. Si quieres recibir mi entrega, no es hacia allá —anuncio decidido. Porque sí, soy su ofrenda y quiero que me llene de diez mil maneras diferentes.

Él, emite una sonrisa ladina que derrite mi cerebro a medida que me baja y hago un puchero por sentirme abandonado.

—¡Mírate! Realmente eres un nene haciendo pucheros... "Mí nene" —remarca ésto sonriendo mientras toma mi mano para direccionarnos.

Y cuando intento acomodar mis revoltosos cabellos con mi mano libre, Jung Kook la toma y besa mis nudillos diciendo: —No te acomodes, que así te ves sexi como el infierno... ¿Y yo?  Quiero arder en ese puto fuego.

Por fin diviso mi casa. Nuestro trayecto apasionado ha mutado a una aparente caminata de enamorados.

"¡Esfuma esos pensamientos Jimin!" Me auto recrimino. Es que pasé de soñarlo despierto a sentirlo dentro mío, y hablo del órgano que palpita en mi interior.

—¿Qué tanto piensa esa rubia cabecita? Si no quieres esto, solo debes decirme...

—¡No! Digo... No es que no quiera, quiero, te quiero —¡Maldición! Maldita bocota la mía —. Digo, que quiero estar contigo.

—¿Así que me quieres? —dice sonriente mientras se aproxima -peligrosamente- a mi oreja —. Primero lo primero, y luego vemos.

Su proximidad me intoxica y dejándome llevar, me adueño de sus labios degustando a mí antojo. 

Amo que no oponga resistencia, más bien, es entrega absoluta compartida.

Llegamos entre jadeos acelerados, manos exploradoras como perdidas sin brújula y unas tremebundas ganas de fusionarnos.

Todavía no me explico cómo logramos ingresar al living, ¿en qué momento mis manos abrieron la cerradura soltando su cuerpo? ¿O es que abrí mientras me besaba sin darme cuenta?

—Te deseo mal... Te quiero abajo, arriba, de lado y como te dé la puta gana pero dentro tuyo al fin y al cabo —anuncia acorralando mi cuerpo contra la pared.

—¿Tan así? —pregunto mientras doy inicio a un camino de besos con una húmeda lengua por su barbilla, mientras desprendo su camisa botón a botón bajo su atenta inspección. Luego, desciendo húmedos toques por su clavícula mientras suspira tomando mis pelos y me dejo...

Delimito cada región abdominal con mi lengua mientras presiona mi descenso con sus manos y me caliento...

—No puedes calentarme así, nene.

Entonces, continúo mi acometida contorneando su ombligo con mi húmeda lengua en tanto abro su cremallera. El afianza su agarre a la pared con un brazo empujando mi cabeza con el otro. Y me sobre excita... 

Luego, introduzco mi mano para sujetar su erecto miembro y me arrodillo continuando con mis húmedos besos por su ingle. Siento su estremecimiento mientras amaso ese culo de Dios Griego que posee con mi otra mano.

—Me vas a matar de deseo —replica. Y aprovecho para tragarme su pene mientras lo masturbo continuamente.

Me alejo, con el único fin de enfundar su mirada en mi retina al comenzar con lamidas húmedas alrededor de su glande. Luego, lo rodeo con saliva e introduzco nuevamente esa caliente carne para mi anhelo y placer. 

-—Me gusta, deliciosa —digo observándolo.

—No podéssss —confiesa empujando mi cabeza más profundo y lo recibo gustoso...

Reiteradas lamidas y succiones explotan mi entrepierna hasta que siento que me toma acercándome a sus labios.

—Quiero acabar en tu culo, y si sigues así, me vendré en tu traviesa boquita.

Poseído y entregado, lo empujo acechando el mullido sofá que se encuentra relativamente cerca mientras Jungkook, se masturba bajo mi constante mirada.

—¿Qué esperas? —cuestiono mientras muevo mi cadera en una clara invitación a profanar cada uno de mis rincones.

—Quiero enterrarme hasta que no te puedas levantar.

Kook, se acerca sigiloso hasta acariciar mis nalgas, amasando firmemente e introduciendo su mano en mi entrepierna mientras besa mi cuello.

Me estremezco y jadeo descontrolado...

Comienza desabotonando mi camisa a la vez que lame mi oreja susurrando lo caliente que lo pongo.

El living se torna un mar de jadeos y sofocos desesperados esperando ser avasallados con nuestros cuerpos fundidos en uno, y en ágil movimiento desnuda mi cuerpo a su merced.

¿Y yo? Solo espero impaciente sentir como me abre mientras desespero de placer...










Las amito mucho❤























































Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro