Otto

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K.TH

Estaban cabalgando a caballo mientras Alejandra en alguna ocasión le regalaba una sonrisa a Taehyung, este a veces se la regresaba o bien, rodaba los ojos. Se detuvieron en un pequeño lago bajo la luz de luna, dejaron a los cabellos amarrados no tan fuerte en un árbol y se sentaron en el borde del lago.

—La guerra se aproxima, lo sé—Dijo ella, mirando al moreno preocupada. Pero este no le respondió, ahora miraba el cielo nostálgico. Taehyung no habló.

—Pero no te preocupes, te voy a proteger—Rió, pero aquello seguía sin hacer reír al moreno. Lo único que logró fue que sus mejillas se tornaran de un color carmesí pero ella no lo notó, puesto que era de noche.

—¿Tú? ¿A mi?—Rió sarcástico.

—Se ve que estás asustado—Se acercó a él lentamente—Pero no te asustes, estoy aquí.

—Alejandra—Susurró.

—¿Dime?

—Debes alejarte de mi, yo no quiero nada que ver contigo ¿sí? Me molesta tenerte cerca de mi, te lo pido.

—¿Y cuando tú vas a entender que ya no tienes dieciocho años para que...—Él le calló con un beso, empezó a mover sus labios mientras enredaba sus dedos en el cabello castaño de la chica. Estuvieron unos segundos así cuando Taehyung la empujó lejos de él.

—¡N-no! ¡Esto es un error!—Se levantó del suelo y desamarró a su caballo para después subirse en él—No vuelvas a hablarme ¡Yo no te quiero! ¿¡Está claro?!

—Tae, espera—Se levantó del césped pero solo logró que él se fuera más rápido, dejándola completamente sola—¿Cuándo cambiará su actitud?

P.JM

Al día siguiente el castaño se encontraba sentado en su trono mirando la caja de música, pero esta vez no la miraba con nostalgia. Si no con tanto odio, desprecio, y sobre todo rencor. La apretó un poco con su mano derecha y soltó un suspiro de estrés.

—Llamen a Taehyung, por favor—Pidió Jimin fingiendo tranquilidad, los guardias asintieron y se fueron en busca del ya antes mencionado, este llegó casi de inmediato.

—¿Qué necesitas?—No lo miró a los ojos, ya que no quería que se notara que no había nada, la presencia de Alejandra le estaba afectando demasiado y esperaba que se fuera pronto.

—Empecemos la maldita guerra, no aguanto más—Dijo con seriedad, mientra se levantaba del trono y se acercaba al moreno. El cual al oír aquellas palabras alzó la mirada, dejando a la vista sus ojeras, pero al castaño le importó poco ver a su mejor amigo en ese estado.

—No.

—¿Qué dijiste?—Jimin empezaba a molestarse ¿Cómo se atrevía a contradecirlo?

—Que no vamos a atacar a nadie—Dijo con seriedad—¿Qué acaso estás sordo?

—Tú no tienes derecho a hablarme así ¿No sabes que te puede pasar? Quizá seas el primero en morir—Sacó su espada e inmediatamente Taehyung hizo lo mismo, ambas espadas chocaron y empezaron a hacer presión.

—Puedes ser el Rey de este lugar pero recuerda muy bien que yo fui quién te ayudó a tener nuevamente todo esto—Y empezaron a pelear con las espadas.

—Y Jungkook no te ha matado gracias a mi, imbécil—Soltó Jimin—¿Qué no sabes que te quiere asesinar por traidor? Pon un pie en ese castillo y te mueres.

—Solo actúas por odio—Las espadas volvieron a chocar y ellos ahora se fulminaban con la mirada.

—Actúo correctamente ¿Qué pasaría si yo ataco a tu Reino y acabo con toda tu familia? ¿Como te sentirías?—Se alejó de él de repente, soltando el arma.

El contrario quiso responder pero se quedó sin habla.

—¿Acaso sabes que es quedarte sin nada? ¿Sabes el dolor que sentí al perder a mi madre adoptiva por culpa de ese maldito?—Su voz demostraba tristeza—Tú tienes a tu familia, una que te adora muchísimo y yo... Solo soy un Rey que apenas hace un año recordó su pasado ¿Sabes lo que se siente saber que la familia del chico que amas se encargó de acabar con tu gente?

—Basta.

—¿Y sabes que sentí al ver como Jungkook provocaba la muerte de mi madre adoptiva?—Lágrimas de rabia empezaron a deslizarse por sus mejillas.

—Perdóname.

—Ya lárgate, quiero estar solo—Se agachó para agarrar la caja de música y la tomó entre sus manos.

—Jimin... Hablemos—Intentó acercarse a él pero este se volteó de repente.

—¿No entendiste? ¡Lárgate maldita sea, Taehyung!—Gritó demasiado fuerte, desgarrándose la garganta.

—Como quieras—Hizo una leve reverencia y salió de la sala.

—Idiota, idiota, idiota, idiota. Cuanto te odio. Pero cuando menos te lo esperes acabaré contigo, tu reino y tu maldita familia de mierda—Acarició con sus dedos las decoraciones de aquel objeto.

J.JK

Jungkook se encontraba en su habitación mientras los sirvientes le acomodaban su traje, de repente, Alejandra entró a la habitación. Con unos pantalones negros pegados al cuerpo y una blusa blanca con botones, incluyendo unas botas negras para montar a caballo.

—¿Vas a montar?—El pálido se bajó de una pequeña mesa y se acercó a la castaña.

—Sí, quiero estar sola.

—Cuídate ¿Está bien?—Tomó sus manos y le regaló una dulce sonrisa, esas que eran exclusivas para su Jimin.

—Me sé cuidar muy bien Kook, regresaré en dos horas como máximo—Rió y salió de la habitación, Jungkook regresó al lugar donde le estaban arreglando y a los pocos minutos uno de los guardias ingresó a la habitación.

—Mi Rey, El señor Taehyung se encuentra aquí, dice que quiere verlo ahora mismo—Exclamó, mientras hacia una reverencia ante su superior.

—El traidor decidió regresar—Rió—Voy de inmediato.

Bajó de la pequeña mesa y salió de la habitación dirigiéndose al salón del trono en donde se encontraba el moreno con los brazos cruzados mientras tenía el ceño fruncido.

—Mira quién le dio la gana de volver—Rió el pelinegro mientras lo miraba con burla.

—¿Con qué dijiste que ibas a matarme, verdad? Ahora que estoy aquí ¿Por qué no lo haces de una vez? ¿Qué, acaso tienes miedo que el Rey Park inicie una guerra?

—No le tengo miedo, ni a ti y mucho menos a él.

—¿En serio? ¿Y por qué ahora que estoy aquí no te atreves a ponerme una mano encima?

Lo retó, mientras lo miraba con esos ojos llenos de bastante rabia.

—Claro, sabes que soy mucho más hábil que tú. Y sin tus guardias no eres nada, que patético Rey eres—Sonrió retador.

—Puedo vencerte si me da la maldita gana, no vale la pena pelear contigo.

—Como sea—Rodó los ojos—El Reino de Grancant y mi Reino atacarán pronto, está preparado porque cuando menos te lo esperes atacaremos.

Se volteó para irse y el azabache estaba paralizado, ¿Guerra? No, él ahora no quería pelear. No quería poner en peligro la vida de muchas personas, sí, había sido un maldito los últimos años pero ahora que Alejandra estaba apoyándolo le explicó que la guerra no era la solución.

—¿Asustado, primito?—Sonrió de lado el moreno mientras lo miraba sobre su hombro—Pobre imbécil—Salió de la habitación y se dirigió a la que antes era su alcoba, buscaría unas cosas y no regresaría allí si no, hasta que la guerra empezara. La puerta se cerró bruscamente, él volteó y era aquella chica.

—¿En serio le cumplirás el capricho a Jimin? ¡Arriesgará la vida de muchas personas en esa guerra!—Gritó.

—Tú no te metas, no sabes nada de esto—La volteó a ver y ella se acercó al chico, y tomó con suavidad sus hombros.

—Sé más de esto de lo que crees... No soy la misma niña de diecisiete años que humillaste frente a un reino completo—Acarició sus hombros mientras lo miraba a los ojos, él estaba nervioso.

—No toques el mismo tema.

Ella no le importó las palabras del chico y juntó sus labios con los de él, apoyó sus brazos en el cuello de Taehyung y este automáticamente la tomó de la cintura. El mayor dio una pequeña vuelta aún sin romper el beso y se dirigieron a la cama del ya antes mencionado. Este la recostó con suavidad y como si alguien más lo estuviera controlando dirigió sus labios hasta el cuello de la castaña, ella se aferró al cuello contrario mientras disfrutaba de aquel acto, sentía muchas mariposas en su estómago.

—¿Me amas, Tae?—Susurró sobre su cuello y esperó unos segundos una respuesta por parte de él.

—Te amo—Volvió a besarla y con sus manos empezó a quitar la blusa de la chica, dejando al descubierto su escote. Ella mientras el castaño le besaba el pecho intentó quitarle el pantalón lo más rápido que pudo—Alejandra... Te amo—Acarició su pecho con delicadeza para después, deshacerse de su incómoda camisa, dejando al descubierto su torso moreno y bien formado—Eres tan hermosa—Decía él sin quitarle la mirada de encima, ella se sonrojó un poco ante aquello. Taehyung se acercó a ella, y deslizó sus manos hacia la espalda de la chica para poder quitarle el sostén y lo logró a los pocos segundos.

¿Por fin después de tantos años él había confesado que la amaba? ¿Era verdad o solo lo decían porque estaban apunto de entregar su cuerpo al otro? Ella quería creer que Taehyung la amaba y esperaba que fuera así. La chica lo miraba con una pequeña sonrisa en su rostro y él se acercó a ella para así empezar a besarla una vez más con tanta pasión y sobretodo amor.

—¡Mgh, Ta-Tae!—Gimió ella al sentir como este apretaba sus pechos con un poco de fuerza y al igual sentir como la lengua contraria lamía toda la parte de su cuello, seguido por su abdomen.

—Me encantas demasiado ¿Qué me hiciste?—Tomó sus muslos mientras la miraba a los ojos, sus manos empezaron a deslizarse a sus bragas. Y con un poco de fuerzas las arrancó de su intimidad.Ella cerró sus ojos con fuerza y ahogó un gemido al sentir un dedo del mayor en su entrada soltándole así un gemido fuerte—Te ves mucho más hermosa desnuda—Sus labios empezaron a subir desde su abdomen, hasta su pecho hasta llegar finalmente hasta sus labios.

—Cállate que me pones nerviosa, idiota.—Él soltó una pequeña risa—Yo también quiero darte placer—Dijo ella acercándose al bóxer del chico, lo quitó rápidamente y se acercó a su miembro lentamente. Levantó un poco la mirada y notó como las mejillas del mayor estaban sonrojadas.

—Ha-Hazlo.

Ella metió el miembro en su boca y empezó a chuparlo y apretarlo lentamente, mientras lo lamía con tranquilidad. Provocándole unos gemidos graves al moreno, este cerró sus ojos y apretó las sábanas blancas de la cama. Se sentía muy bien lo que ella le estaba provocando, sentía vibraciones en todo su cuerpo.

—Oh preciosa, lo haces tan bien—Echó su cabeza para atrás y mordió sus labios con fuerza para que sus gemidos no se oyeran fueran de la habitación. A los pocos minutos se vino dentro de la boca contraria, ella se sintió incomoda pero decidió disfrutar el momento. Él al sentirse un poco mejor le ordenó que se volviera a acostar para así él quedar sobre ella y poder capturar sus labios en un beso apasionado, uno en donde sus lenguas se enredaban entre sí.

—¿Estás lista, bebé?—La acomodó un poco, permitiéndole a ella abrir las piernas. Taehyung tomó aire y lo soltó, lentamente empezó a entrar en la castaña para no lastimarla.

—¡Ah, Tae!—Gimió, mientras era penetrada por el moreno. Este empezó a dar pequeñas embestidas en su vagina, provocando gemidos por parte de ambos. Ella aguantó porque desde hace tiempo quería entregarse a él y Taehyung la quería demasiado pero no sabía como demostrarlo.

—¿Te gusta, bebé? ¿Más rápido?—Dijo él y la castaña asintió, este se empezó a mover un poco más rápido y ella gemía del placer que sentía en aquellos momentos, apretaba sus labios al igual que las sábanas de la cama con fuerza. A los pocos minutos sintió como Taehyung se venía dentro de ella, el cuerpo del mayor cayó a un lado de la castaña. Ambos se cubrieron con las sábanas, Alejandra apoyó su cabeza en el pecho del mayor y cerró un poco sus ojos.

—¿Me amas?—Preguntó ella.

—Sí... Solo qué, me siento algo confundido.

—¿Vas a iniciar guerra?—Susurró.

—No—Mentira.

—Los habitantes del pueblo no merecen morir solo porque Jimin quiere venganza.

—Perdió a sus padres y a toda su familia... Hay que entenderlo, no sé como decirle que no inicie guerra.

—Si eso sucede.. ¿Te vas a unir a nosotros?

—No lo sé, Jungkook es un maldito miserable, no haré equipo con él.

—Taehyungie—Murmuró—Si sucede algo... Prometo protegerte de todo.

—Yo soy el que te va a proteger—Besó su frente—Te quiero.

—Yo también, tonto—Cerró sus ojos y ambos se quedaron dormidos abrazados, ¿En realidad se protegerían a si mismos en aquella guerra de reinos? Que gran mentira.

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