Temporada 2. Capítulo 10: Días de paz.

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Martes 3 de diciembre de 2024. El Castillo del Infierno.

Durante once días, esperaron en el Castillo la llegada de otros cazadores, pero al parecer solo los que habían ido eran los únicos que habían conseguido la entrada. Al menos, eso creían. No podían confiarse, podría tratarse de otra treta de esos desgraciados y más de ellos terminarían heridos. Ya tenían suficiente con lo que había pasado días antes. En especial Lilith y YoonGi. Desde ese día se volvieron paranoicos y hasta sobreprotectores con JiMin, quien pasaba por un embarazo estable y su bebé crecía sanamente. Era un pequeño milagro dentro de toda esa mierda que vivían.

Luzbel también estaba bien. Jin se aseguraba de recibir las llamadas de JiHoon para saber el estado de su bebé. JungKook odiaba que fuera él quien llamara, pero sabía que era el único que les daría un buen informe y, además, les garantizaría el bienestar de Luzbel. Sin contar que, aunque el Serafín odiara que Seok Jin hablara con JiHoon constantemente, reconocía que él no podría hablar tan fluidamente y se mantendría en contestaciones cortantes. Pero no era su culpa, era culpa de su odio. Él era inocente.

-¿Ya terminaste de hablar con la sanguijuela?-preguntó y Jin contó en su lista un insulto más para JiHoon.

-Sí, ya terminé con él-rio y pasó de largo, estirando sus músculos luego de pasar la noche en vela vigilando el Castillo.

-¿Tenía algo nuevo para contar?-Jin sonrió y negó-¿Te elogió?

-Cariño, todos me elogian sin querer hacerlo. Soy malditamente guapo para todos, desde el retrograda homófobo hasta la mujer más fría y asexual del planeta.

-También eres el más engreído-dijo haciendo una mueca, Jin rio y lo besó, mordiéndole el labio inferior.

-Pero amas a este engreído, tanto como este engreído te ama a ti-dijo contra sus labios, JungKook sonrió.

-¿Quién dice?

-Tus celos-Jin se separó divertido y volvió a emprender marcha-Iré a descansar, bebé.

JungKook asintió y decidió ir al balcón a pensar. Tenía cosas en las cuales verdaderamente concentrarse, además de su hijo, y necesitaba estar a solas.

Miró el oscuro cielo del Infierno y tocó su vientre. No había más que una lisa superficie, pero él sabía que había algo más. En los últimos tres días había sentido algo extraño, un presentimiento que le recordó a cuando quedó embarazado de Luzbel. Si tenía que describirlo no podría, solamente podría decir que era algo único que solamente lograba sentir durante los embarazos (y eso que este era el segundo). Pero era como una alarma que le permitía saber sobre su estado para cuidarse como era debido. Si Jano lo revisaba podría confirmar lo que él ya sabía. Aun así no quería contarle a Jin, por lo que dejar que Jano lo revisara quedaba fuera de discusión. Sabía que le terminaría diciendo a Seok Jin sobre el embarazo y él no quería eso, no aún al menos. El problema con los cazadores era suficiente ya como para agregar a la lista su embarazo. Bastante tenía la familia con el de JiMin.

-Todo saldrá bien-se dijo a sí mismo buscando darse ánimos.

En ese momento, realmente lo necesitaba.

Ángel&Demonio

YoonGi acariciaba el cabello de JiMin en silencio, ambos acostados en una de las habitaciones del castillo de Belial, quien había ofrecido su hogar para que ellos se ocultaran, en especial por el bebé. Los cazadores solo habían llegado al castillo de Lucifer, por lo que los demás lugares eran seguros.

JiMin se dejaba mimar, sabiendo que pedir lo contrario sería ignorado. Desde que fue herido en la pelea, su pareja no se despegaba de su lado. Su madre tampoco, pero ella al menos le daba su espacio. YoonGi...no. Él tenía miedo, lo que era comprensible, así que por ese motivo JiMin hacía un intento por no quejarse.

-¿Quieres comer algo en específico?-preguntó YoonGi cerca de su oreja, JiMin negó y se apoyó en su pecho-¿Quieres algo?

-Sí, que te calmes de una vez. Me vas a poner nervioso-dijo cerrando los ojos.

La respiración de YoonGi se fue calmando poco a poco, aunque más rápido de lo que normalmente pasaba. Tal vez la canción que JiMin había comenzado a cantar había ayudado. En esos años JiMin notó que su pareja era débil ante su voz, y no, no tenía que ver con ningún don demoniaco oculto. Era una debilidad propia de YoonGi.

Cuando se aseguró de que estuviera tranquilo, JiMin lo acostó y esta vez él lo abrazó para mimarlo. De los dos, quien más lo necesitaba era él.

-¿Quieres que te cante una canción?-YoonGi asintió, recostando la cabeza en su pecho.

JiMin sonrió y comenzó a cantarle una canción.

Ángel&Demonio

Martes 3 de diciembre de 2024. Illinois, Estados Unidos.

Luzbel esperó a JiHoon sentado en el borde de la cama. Lo había escuchado hablar con su padre, lo hacía seguido en esos días, pero a él no le gustaba. Siempre bromeaban y JiHoon sonreía muy bonitamente cuando hablaban, pero no sonreía así con él. Con él sonreía casi como si fuera un niño chiquito que hacía una travesura adorable. Él no era un niño tierno, él se estaba convirtiendo en un hombre, debía comenzar a verlo como tal.

Además...estaba ese hecho. Estaba el pasado que compartieron JiHoon y Jin. Luzbel tenía una edad "humana" donde es normal que no sepa ciertas cosas. Pero él no era humano, era demonio, y su inteligencia no era tan limitada. Él sabía que la relación que compartieron ellos fue más que de amigos, sabía que tuvieron algo sexual que molestaba a su papi JungKook...y por qué no decirlo, a él también. Había algo desagradable en el hecho de que JiHoon y su padre hayan estado juntos, porque el Ángel caído tendría que haber sido solo suyo, tendría que haberle pertenecido a él. Su posesividad lo llevaba a odiar el hecho de tener que compartirlo, así sea con su propia sangre en un pasado.

-Luzbel, tu padre quería que te recordara que te ama-fue lo primero que dijo JiHoon apenas entró a la habitación.

Su sonrisa resplandecía hermosamente, pero los celos de Luzbel no le permitían contemplar serenamente la belleza de JiHoon.

-Me lo dice todo el tiempo-dijo cruzado de brazos, mirándolo seriamente.

JiHoon se sentó a su lado, mirándolo desconcertado por su seriedad. Aunque no tan sorprendido como días atrás, cuando se mostró así por primera vez frente a él.

-¿Pasa algo?-Luzbel rodó los ojos.

-No.

JiHoon lo analizó unos segundos antes de volver a hablar.

-Sé que debe ser feo estar encerrado aquí, sin poder estar con tus padres, pero será solo por un tiempo-le sonrió cálidamente y posó su mano sobre su hombro, en señal de comprensión.

Luzbel le quitó bruscamente la mano del hombro, pero JiHoon no dijo nada. Venía haciendo lo mismo hacía días, él seguro se había acostumbrado a ser tratado así.

-¿Es necesario que hables con papá todos los días?-preguntó sin mirarlo, abrazando sus piernas.

-Bueno, sé que te gustaría hablar tú, pero es por tu seguridad. Él está muy preocupado, así que sí, es necesario.

-¿Y es necesario que hablen demasiado?-preguntó apretando los puños.

-Bueno, tu papá es muy charlatán-JiHoon sonrió agradable, pero Luzbel confundió esa sonrisa con algo más.

-¿Sigues enamorado de papá?

-¿Qué?

-Lo que escuchaste-esta vez lo miró a los ojos sin dejar su seriedad de lado-Sé que ustedes dos mantuvieron una relación. Sé también que los celos de papi no se derivaron por una simple relación, ustedes tenían sexo. ¿Acaso extrañas eso?-Luzbel comenzaba a pensar que los celos no eran para nada buenos.

JiHoon lo miró perplejo, seguro no se imaginaba que le dijera eso. Estaba seguro que él y sus padres habían pensado que eso quedaría oculto para siempre de un niño como él. Ilusos. No era idiota como los niños humanos.

-Luzbel... ¿acaso tienes miedo de que me interponga en la relación de tus padres?-preguntó JiHoon.

Luzbel creyó que era un idiota por no notar el reclamo. No lo decía por sus padres, lo decía porque le gustaba JiHoon y odiaba saber que su padre lo tuvo. Aun así consideró mejor mentir, no servía de nada explicar algo que el Ángel caído consideraría una etapa por su edad.

-No quiero que se vuelvan a separar-dijo sin mirarlo, solamente concentrándose en el suelo.

-Mira, lo que pasó con tu padre fue hace años, ni siquiera fue por amor. Fue...deseo. Pero eso se apagó hace mucho. Jin ama a JungKook y yo solamente aprecio a Jin como un amigo-dijo JiHoon sonriendo sincero, acariciando su oscuro cabello con cariño-No tienes nada que temer. No me interpondré entre ellos, pequeño.

Luzbel asintió sin mirarlo todavía, solamente concentrado en el suelo frente a él y el hecho de que seguía celoso al recordar una y otra vez el pasado que JiHoon y Jin compartieron.

Cortito, pero fue lo que salió :v

Espero que les haya gustado, nos vemos! besos!

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