Alice

El coche se frena y contemplo el pueblo. Conseguí lo que buscaba, un lugar lleno de gente o al menos unas cuantas. Pongo mi mirada en cada ventanilla, anonadada por el sitio rústico. Escucho abrirse una de las puertas del vehículo, así que dejo de observar el pintoresco lugar, para notar que Asthur hace lo mismo con la mía. Bajo, entonces, lo acompaño y camino a su lado.

Entramos a una tienda y él agarra toda la ropa de mujer que encuentra mientras yo miro el mostrador de vidrio. Visualizo muchas alhajas. Alzo la vista y me cruzo con los ojos de la vendedora. Quiero abrir la boca, pero Asthur me hace una seña para que vaya al probador. Le hago caso, entonces me cierra la cortina, dejándome a solas con un montón de atuendos.

―Fíjate qué es lo que te queda, lo demás lo descartamos.

Supongo que está sugiriendo que no me ponga de quisquillosa sobre lo que me gusta o no. Para su suerte, no es como si me importara la vestimenta que utilizo. Soy bastante sencilla con ese tema. Lo que venga está bien para mí. Tiene sentido, teniendo en cuenta de que siempre he llevado batas de las instituciones en las que he estado.

Aprovecho y salgo con un vestido celeste puesto, ya que mi anterior atuendo estaba sucio. Asthur enarca una ceja, después se dispone a pagar. Luego toma mi brazo cuando salimos de la tienda.

―¿Crees que no vi tus intenciones? ―aclara.

―De hecho, sí. No quería que lastimaras a la vendedora, por eso recapacité y me callé.

Sonríe.

―Muy bien, aunque igual te lo recordaré. No tengo armas, pero poseo garras. ¿Entiendes?

Me mantengo callada. Nos detenemos en frente del auto y guarda las bolsas en el baúl. ¿Acaso esto fue una pérdida de tiempo? Estas compras fueron muy rápidas. Necesito pensar más, pero es seguro que sabe lo que hay en mi mente o como dijo, lo percibe, por lo tanto, no me sirve de nada.

―Intuyo tu decepción. ―Se ríe, entonces se gira a mirarme―. Déjame decepcionarte un poco más. Si intentas pedir ayuda, los humanos no te auxiliarán, sobre todo los que saben de la existencia de los demonios, y eso incluye a la policía. Si corres a denunciar, es probable que te regresen conmigo, no quieren meterse en problemas.

―¿Lo saben...? ―Me sorprendo―. ¿Y no hacen nada?

―Muchos, otros son ignorantes, y los que no conocen suelen ser comida. Nadie quiere estar en Norville, es cuna de demonios. Lo que me lleva a preguntarme, ¿por qué venías hasta aquí?

―Ya te lo dije, estaba... ―Hago una pausa, confundida―. Yo...

―¿Huyendo? ―termina mi frase―. ¿De quién? ¿De tu psiquiatra? ¿Hay alguna orden de búsqueda? Creo que eso es información muy importante para mí.

Me molesta el ojo derecho.

―Me duele la cabeza, no puedo pensar.

Se acomoda, tranquilo, apoyándose sobre el auto y se cruza de brazos.

―Seguro los del psiquiátrico te buscan porque escapaste, los demonios y al que le robaste el auto también. ¿Alguien más te sigue? ―se burla.

Trago saliva.

―Supongo que Tenorio.

―¿Tenorio? ―Enarca una ceja―. ¿Y ese quién es? ¿Un familiar?

―Mi prometido.

Se forma un silencio al aclararlo.

―Qué curioso, nunca lo mencionaste, debes quererlo mucho ―expresa con sarcasmo―. ¿No vas a decir nada? ―cuestiona, pues no le respondo.

―No lo he visto en un tiempo, así que no puedo opinar.

Aunque me mandaba bonitas cartas en el psiquiátrico, nunca me visitó. Además, solo puedo recordar que me engañó con Andrea. Supongo que pensé que me está buscando, porque cuando escapé, escuché su voz en el teléfono.

―Percibo muchas emociones juntas ―acota.

Mi ojo sigue molestándome, entonces observo hacia donde me guía. Estamos hablando de huir y es curioso porque he escapado muchas veces, gracias a un extraño instinto que mi adolorido órgano visual me indica el camino. Siempre he creído que son corazonadas para poder sobrevivir, pero con tantas cosas extrañas pasando a mi alrededor, estoy bastante confundida.

Como si fuera una computadora orgánica, veo unas líneas con formas de venas, haciendo un camino. Cuando ocurre esto, solo puedo comenzar a correr, es algo que no puedo evitar realizar.

Asthur no lo ve venir, su percepción ha fallado.