—No, no conozco a alguien que pueda ser tan cruel y matar —dije respondiendo sus palabras—. No le veo el sentido a eso, hay muchas más maneras para quitarse un peso de encima.

Sairo parecía dudar un poco de mis palabras y lo entendía muy bien, yo era la única que había ido al baño en ese momento, pero yo no la había lastimado, ella estaba completamente bien cuando le dije que le iba a cerrar la boca, solo le di una fuerte cachetada, lo que haya pasado después no es mi problema. Las clases habían sido canceladas por un tiempo, las personas tenían miedo y no querían estar en peligro, así que las clases no seguirían hasta que hallaran a un culpable, eso lo veía difícil, hay muchas personas en el colegio y cualquiera podría ser.

Sairo y yo decidimos ir a un pequeño parque a comer un delicioso helado de chocolate, estar con él me hacía olvidar del mundo completamente, tanto que ni siquiera había notado lo tarde que era. La noche había llegado y con ella algo de lluvia, Sairo y yo corrimos hacia mi casa en medio de la lluvia, pero al dar un paso en falso cai al suelo raspando una de mis rodillas, Sairo se apresuró a levantarme y en ese momento nuestros ojos se cruzaron, sus labios estaban realmente muy cerca de los míos, incluso podía asegurar que estábamos respirando muy rápidamente y no era por haber corrido.

—Creo que soy muy torpe —susurré tratando de romper el momento—, lo siento.

—No fue tu culpa —musitó con calidez—, lo bueno es que no te hiciste daño.

Sairo me ayudó a levantar y nuestras manos se quedaron unidas mientras nos mirábamos fijamente sin importanos que nos estábamos empapando con la lluvia. Sairo puso su mano en mi mejilla y la acarició suavemente, en ese momento sentí una descarga eléctrica que me hizo erizar los bellos de inmediato ¿Lo iba a hacer? En medio de mi pregunta se dio mi respuesta, el chico guapo al que tanto quería y deseaba, se estaba inclinando para besarme en medio de la lluvia, era realmente romántico y no me iba a negar.

Sus labios se unieron a los míos haciendo que aquellas mariposas de las que tanto hablaban en los libros se hicieran realidad, creí que eran solo mitos, pero sentía tantas sensaciones en ese momento, que ni siquiera me importaba la hora o el lugar, solo me importaba él y el beso. Mis manos se movieron por inercia llegando a su cuello, Sairo me tomó de la cintura acercándome más a su cuerpo, nuestros labios se movían en perfecta sincronía, como si desearan siempre estar así y si fuera por mí, eso se haría realidad.

—Eres muy bella Sailas —murmuro en medio del beso, mis mejillas ya estaban ardiendo en ese momento—. En estos días descubrí una faceta de ti que creí nunca conocer.

—No digas nada —sonreí—, solo besame.

Sairo hizo caso a mis palabras y volvió a besarme, pero ésta vez con más intensidad y fuerza, yo sentía que me iba a derretir con tantos sentimientos encontrados en ese lugar, esa noche había sido la mejor de mi vida y probablemente jamás la iba a olvidar. Había valido la pena la espera desde los rincones, había valido la pena tantas cosas que habían pasado, ahora sabía que mis sentimientos eran correspondidos y yo me encargaría de hacerlo muy feliz, era lo que había deseado mi hermana.

Gracias por leer.
Besos 😘😘✨