↝ 20 ↜

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— Gatito, ¿Porque no has comido nada?

—Es que no dejo de pensar en el martirio que Jimin paso y ni siquiera puedo descifrar quien fue porque casi todos sus hermanos le desean el mal, me siento tan impotente que ni siquiera puedo comer

—Pero debes, no has comido desde ayer y ya es hora de la comida—Jungkook tomo la mano del rubio y lo jalo hasta sentarlo en sus piernas causando un fuerte sonrojo en sus mejillas aun cuando ya para Jungkook era costumbre aquella posición.

—Alguien puede vernos—susurro abochornado, pero sin alejarse, aunque si quisiese hacerlo no iba a lograrlo por las fuertes manos del duque sosteniendo su cintura.

— ¿A quién le importa? Cuando menos lo esperes llevaras mi apellido y podre tenerte así entre mis brazos tanto como quiera, nadie podrá mirarte desde abajo y verán la gran persona que se ha robado mi corazón—el mayor trato de besarlo, pero Yoongi lo evito pues estaban en una habitación donde cualquiera podía entrar, bastante se la estaba jugando estando sentado en sus piernas.

Pero Jungkook no comprendía eso y trato de besarlo de nuevo recibiendo otro rechazo causando sus ojitos de bambi cachorro a los cuales Yoongi aun no sabía cómo decirle que no.

Ni lento ni perezoso Jungkook atrapo los labios finos del rubio deleitándose en ellos como si fuese la primera vez, era como si probara el mismo fruto prohibido y que sabia justo como lo describían. La gloria que te lleva a la perdición.

—Jungkookie—susurro en medio del beso teniendo miedo de que los descubrieran, pero Jungkook no le dio tiempo a separarse y lo apreso en sus brazos devorando sus labios, dejando en claro quién era el experto allí.

Yoongi por su parte estaba aterrado y a la vez estaba disfrutando aquel beso, el solo hecho de que fuera ese travieso duque ya le encantaba. Solo que Yoongi no mentía en que podrían verlos.

Lastimosamente ni era Jimin y mucho menos su madre, era alguien que en su vida no habia visto y que para su mala suerte lo hacía de esa manera.

— ¡¿Pero que es esta atrocidad?!

Yoongi se separó sin pensarlo viendo una señora de vestido pomposo y claramente caro, llevaba maquillaje y un peinado ostentoso. Jungkook por su parte estaba a punto de quejarse cuando vio quien era, estaba jodido.

Era su tía y a ella no se le escapaba nada.

—Jungkook, explícame ahora mismo que es esto

—Tía no tienes que alterarte, voy a explicarte—Yoongi espero ser empujado lejos por el mayor, pero más bien aferro su agarre el cual el pálido tuvo que quitar para levantarse y bajar su cabeza.

Estaban realmente jodidos.

—Este es...

— ¿Con un simple sirviente? ¡¿Como te atreves a manchar el apellido tan prestigioso de los Jeon?! A nadie le importa si quieres meterte con hombres o mujeres, pero al menos que sea de tu clase y no este aprovechado y asqueroso-

—Detente ahí, tía no te permito que le faltes al respeto a Yoongi, tiene más clase y es menos aprovechado que tu

La señora boqueo ofendida mientras que Yoongi quería desparecer de allí, Jungkook se movió ágil hasta estar en frente del pálido por si su tía lo quisiera golpear, pero ella tenía otros planes, sin pensarlo dos veces se acercó al mayor y le dio una bofetada que volteo su rostro.

Yoongi ahogo un grito de puro sorpresa y se le olvido que aquella señora era la tía del hombre que amaba.

— ¿Como se atreve a golpear al duque Jeon Jungkook? Merece tanto respeto como usted y esas no son y nunca sera la forma para hablar las cosas

— ¿Como te atreves a siquiera mirarme? ¡No eres nada!

—Puedo no ser nada como usted dice y no tener ningún valor, pero me gusta mucho Jungkook y hasta puedo arriesgarme a decir que lo amo sabiendo que él también lo hace, desde que bailamos por primera vez sabía que esto tenía fecha expiración y me negué muchas veces a siquiera sentir algo, pero justo cuando estaba por perder todo decidí intentarlo, soy la persona más feliz desde ese día

Yoongi no evito la bofetada y no iba a bajar la mirada y tampoco se callaría, tenía mucho que decir y ni mil golpes lo detendrían.

—Pensaba que no era merecedor del amor que me da Jungkook, pero lentamente él me ha mostrado una forma de ver diferente y aprendí que debo de pelear por lo que quiero, incluso si mi cabeza termina rodando o muero de hambre en una celda, peleare por un futuro al lado del hombre que me hace feliz y me hace sentir vivo como nunca me he sentido

—Eres una escoria, ¿Creíste que de verdad te ama? Solo tomara lo que tienes entre las piernas si es que aún no lo ha hecho y te dejara como la basura que eres

—Tía, basta-

—Ese es mi problema, no el suyo—intervino Yoongi causando que la mujer alcanzara colores en su rostro que nunca habia visto. —Decidí arriesgarme sin importar lo que pase y si al final me deja de lado, por lo menos no estaré deprimido hasta la muerte por no haberlo intentado

— ¿Crees que te van a aceptar? Siempre serás un asqueroso sirviente y desde que tu mamá lo sepa Jungkook, están acabados

—Lo único que me preocupa es la madre de Jungkook, los otros y usted se pueden ir a la mierda

Yoongi sabía que tan pronto como Jimin supiera lo que habia dicho estaría orgulloso.

La mujer alzo la mano para volver a pegarle, pero una voz la detuvo, congelando a todos.

—Minsu

—Mamá—susurro Jungkook y Yoongi quiso llorar sabiendo que ya no habia oportunidad para ambos, pero no se echaría atrás.

— ¿Por qué le alzas la mano a ese chico, Minsu?

—Encontré a este asqueroso sirviente sentado en las piernas de Jungkook mientras se besaban, ¿Puedes creerlo?

— ¿Es eso cierto? —la madre de Jungkook camino con elegancia hasta estar al lado de aquella insoportable señora quien se veía más que feliz al tener el juego a su favor.

—Mamá, puedo explicártelo

—Eso es lo que estoy esperando, ¿Es verdad lo que dice Minsu?

—Si, pero-

— ¿Como es esto posible? Seokjin está en un aprieto con su prometido y a ti se te ocurre que es grandísima idea besarte con este chico donde todo el mundo pueda verte, ¿Acaso quieres que este chico sea afectado por pensar con la cabeza que no es?

Jungkook sintió todos los colores subir a su rostro y Yoongi al igual que la tía del duque estaban confundidos.

—No entiendo, ¿No le dirás nada a Jungkook? ¡Se beso con un mugroso sirviente!

—Minsu, no te permito que ofendas a este chico solo por tu estatus, recuerda que tú eres quién eres ahora gracias a mi hermano, que si no fuera por eso tendrías que dar tu cuerpo para sobrevivir cada día—Minsu boqueo dispuesta a quejarse, pero la bofetada que nadie se esperó de parte de la madre de Jungkook hacia Minsu se escuchó. — ¿Con que derecho golpeas a mi hijo y a este chico? ¿Quieres que destruya tu vida con solo un chasquido? Como vuelvas a siquiera imaginar en tocarlos, volverás a las calles y morirás allá, ¿Me entiendes?

—Jihyo...

—Desaparece de mi vista, es tu última advertencia—Minsu con la mejilla roja y lo ojos en el suelo hizo una reverencia y se fue, no sin antes darle una mala mirada Yoongi, la cual ignoro al estar mirando el suelo demasiado asustado para ver a la Virreina Jeon en frente suyo.

—Mamá

—Tu, tonto niño—la bella señora se acercó a Jungkook para golpear su cabeza. —Desde ahora en adelante empezaras a pensar con la cabeza de aqui—dio un pequeño golpe en su sien recibiendo un puchero de su parte. —Ahora preséntame a este bello chico que no sé qué busca en el suelo

Las mejillas pálidas de Yoongi volvieron a colorearse, una más que otra por el golpe. Jungkook no perdió el tiempo y se acercó al rubio entrelazando sus dedos causando que Yoongi las mirara asustado y volviera a ver el suelo.

—Gatito, sube la mirada

Yoongi negó sabiendo que no podría sostenerla. Jihyo entendió la señal invisible y se acercó a él tomando su otra mano libre.

—No sé cómo has vivido, pero a mí me criaron que no importa quien, siempre debemos ver a los ojos al otro, incluso al mismo rey, aunque sea unos simples segundos, así que necesito que me veas a los ojos

Yoongi mordisqueo su labio mientras apretaba un poco su agarre en su mano entrelazada y luego de unos eternos segundos levanto su mirada dejando ver una mujer hermosa, sus ojos eran claros y tenía cierto parecido a Jungkook. Sus ojos no eran como los de Minsu, eran cálidos y transmitían la misma seguridad que los ojos de aquel duque le transmitía, tal vez por eso pudo mantener la mirada incluso cuando ella sonrió.

— ¿Como te llamas? Dudo que tu nombre sea gatito

—No, yo... —susurro avergonzado. —Mi nombre es Min Yoongi, Su Alteza

—Yoongi, lindo nombre—ella soltó su mano y dio palmaditas en su hombro. —Escuche un poco de lo que dijiste, así que se conocieron bailando debió de ser muy encantador

—Lo fue

—Bueno, sí estaban buscando mi aprobación ya la tienen, eres un chico muy tierno y por lo que dijiste realmente te gusta mi hijo y solo espero que tanto el cómo tu no se hagan daño

—Quiero casarme con él, mamá—Yoongi lo miro sorprendido, no por la declaración ya que no era la primera vez que le hablaba de eso pero que se lo dijera a su madre era otro nivel.

—Entonces mantén tus manos en tus bolsillos y deja de besarlo en una habitación donde todo el mundo puede entrar, porque las paredes de estas habitaciones tienen ojos y oídos donde menos lo esperas

—¿Puedo casarme?

—Amor, tienes 23 años ya debiste haberte casado, pero me alegro que esta vez no tenga yo que proponértelo si no que has encontrado un gran candidato como este gatito—Yoongi no sabía que se podía estar tan rojo como en ese momento. —Tienen mi aprobación, cásense cuando quieran, pero déjenme organizar la boda, eres mi único hijo

—Está bien, mamá—Jungkook soltó la mano de Yoongi y fue a abrazar a su madre. —Gracias por apoyarme

—Soy tu madre, es mi deber apoyarte y guiarte, conejito tonto—Jihyo dio cortas caricias en su espalda y luego se separaron, cuando Jungkook estuvo libre tomo desprevenido a Yoongi tomando su rostro y besándolo allí mismo, solo por unos segundos.

—Pronto te llamare, Jeon Yoongi—el pálido no pudo aguantar la vergüenza de tener de público a su suegra y abrazo a Jungkook para ocultarse escuchando la misma risa de Jungkook en su madre.

—Ay los jóvenes de ahora, son tan tiernos

Yoongi supo que, si tenían problemas después con los demás, por lo menos ya no se preocuparía por la madre de la persona que amaba, esta le habia dado su aprobación y los miraba con ternura. 

— ¡Mamá! Te traje tu té favorito, Hakyunie me dijo que estas estresada—Lore volteo a ver a su hijo menor y algo en su interior se movió, tal vez era su corazón al que pensaba que estaba congelado. — ¿Es por Jiminnie? ¿Crees que Jiminnie este bien? Me preocupa que la gente lo trate mal, ya ha sufrido mucho

—Taevin, ¿Sientes pena por Jimin?

—Pena no, empatía ha sufrido desde pequeño por no ser hijo de papá ¿Por qué es tan importante tener ambos padres? Él es una gran persona sin tenerlos, Eunwoo hyung tampoco tiene a su madre y a él no lo desprecian

—Yo también quiero saber por qué—susurro extendiendo su mano para recibir el té de flores que su hijo traía, este se lo entrego con cuidado y se mantuvo allí hasta que ella bebió un sorbo. —Justo como me gusta, con dos cubos de azúcar

—Vi que están haciendo panecillos de crema, ¿Quieres que te traiga?

—No, Taevin así estoy bien

—Bueno, te dejo mamá por favor ya no te estreses más—sin perder el tiempo el menor se acercó a su madre y la abrazo con cuidado de no dejar caer el té. Lore respondió lentamente, la última vez que habia abrazado a sus hijos eran apenas unos niños con dientes que se podían contar con una mano y aun sobraban.

Se mantuvo pensativa aun cuando su hijo habia salido, pensaba y volvía a pensar en qué momento de su vida habia dejo de siquiera preguntarle a sus hijos como estaban o darle las buenas noches. Sus cuatro hijos eran mayores de edad y el menor tenía 20, se habia preocupado más por darle hijos a su esposo y deshacerse de sus enemigos que habia descuidado a su familia.

Dejo la taza y se levantó dispuesta a ver a sus hijos, tal vez reunirse con ellos como antes y escuchar lo que habían logrado.

Antes de que diese otro paso su sirvienta abrió la puerta e hizo una reverencia.

— ¿Qué pasa, Joy?

—La dama de Lim le manda esta carta, Lady—Lore tomo la carta cuando esta se lo entrego y la abrió dejando ver una letra conocida para ella. Leyó con calma todo y sonrió encantada con el mensaje.

—Prepara mi ropa, voy a reunirme con ella ahora

—Si, Lady Lore

Ya empezaba a recordar porque no tenía tiempo para pasar con sus hijos, si quería un buen futuro para ellos y el poder para cuidarlos tenía que actuar rápido y certero con los estorbos en el camino. Todo valdría la pena cuando su hijo mayor herede la mayoría de la fortuna al igual que sus hijos.

Y nadie la detendría. Ni siquiera aquel tonto pelirrosa al cual ya habia sacado del camino al igual que a su madre y todo aquel que se interponga en su camino, terminaría acabado o muerto. 

—Una pregunta, Seokjin

— ¿Si, dime?

— ¿Cuánto tiempo seguiremos durmiendo juntos? Aun no estamos casados y tus manos parecen no conocer el espacio personal

—Buena pregunta—simplemente dijo tratando de enfocarse en los papeles que habia ignorado al estar demasiado preocupado y atraído por el pelirrosa quien lo miraba desde la cama. — ¿Deseas que me vaya? Aunque esta es mi habitación

— ¿Que hablamos sobre hablarme como un señor de 50?

—La educación no se me va en un día, pero voy a tratar

—No quiero que te vayas—dijo luego de unos segundos. —Me encanta dormir abrazado y que me beses, pero, ¿Y tu madre?

—Ella sabe que estamos en la misma habitación, supongo que lo acepta

— ¿Entonces puedo besarte cuando quiera?

—Dentro de esta habitación si, fuera no, aun no estamos casados

—Entiendo

Ambos quedaron en silencio y Jimin aprecio la espalda ancha de Seokjin desde la cama recordando la primera vez que lo habia visto de lejos, estaba entrando a la oficina de Yoonsik y le habia dado mucha curiosidad. Quien diría que ahí estaría sonrojándose, besándolo y deshaciéndose en jadeos y suspiros entre sus brazos.

En silencio bajo de la cama y camino hasta el tratando de ser cauteloso, cuando estuvo cerca deslizo sus brazos por sus hombros abrazándolo por la espalda.

— ¿Jimin?

—Préstame atención a mí, no a esos tontos papeles

—Esos tontos papeles, son importantes contratos

— ¿Mas importante que yo?

—Nada es más importante que tu

El corazón de Jimin latió emocionado y no pudo evitar soltarse y dar la vuelta para sentarse en sus piernas dejando ver los hermosos e intensos ojos oscuros del duque.

— ¿Nada?

—Nada—susurro acomodando los mechones rosados de aquel pequeño pero encantador chico que apenas vestía una camisa suya que le quedaba grande en ciertas partes y cortas en otras, como en sus piernas que seguía tratando de no mirar. — ¿Quieres dormir?

—Quiero que estes en la cama conmigo, es aburrido verte desde atrás

Seokjin quiso refutar y terminar los contratos y casi como si fuese controlado por otra persona dejo los papeles y se levantó con Jimin en sus brazos.

— ¿Como es que me convences tan rápido?

—Porque tú también quieres—dijo obvio con una sonrisita trepando el cuerpo del mayor quedando a horcadas suyo cuando estuvieron en la cama, como si ambos no se estuviesen tentando todo el tiempo. — ¿Tú también sientes el deseo de estar pegaditos y no soltarnos?

Seokjin solo asintió deleitando sus ojos con el bello rostro del pelirrosa que parecía un gatito en busca de la mejor posición para dormir.

—Tengo miedo de que esto se acabe—susurro Jimin.

—Tú lo dijiste, solo vivamos el momento déjame besarte, enamorarte y verte, como la persona más hermosa que he visto

Jimin respiro hondo negándose a llorar y prefirió cortar la distancia y besarlo que dejar salir el terror que sentia porque todo acabara tan rápido.

Los besos y las caricias del duque no le dejaron pensar eran cálidas, fuertes, llenas de sentimientos y protectoras. Le hacían olvidar lo que fuese, tanto lo que habia pasado como lo que pasaría cuando tuviese que irse.

—Quiero besarte siempre—susurro Jimin.

—Por ahora hagámoslo hasta dormir, tenemos mucho tiempo

Ambos sabían que no era así, pero solo volvieron a besar para disfrutar lo que ahora tenían. 







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—Kim ♪ 

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