Para toda crítica literaria se necesita una estructura, un orden. Por lo que se analizará la obra propuesta desde dos perspectivas distintas. Así se realizará de manera eficiente el trabajo de exponer todos los puntos requeridos. 

 El Corazón del Tártaro es una obra escrita por la periodista y escritora Rosa Montero en el 2001. Fue, por tanto, de sus primeras historias. Según Casa Del Libro trata de Zarza quien es acosada por una voz al teléfono que le dice "Te he encontrado", Zarza inicia una huida de su propio pasado: durante 24 horas recorrerá todos los círculos del Infierno, desde el que se sitúa en los bajos fondos y el mundo de la droga hasta el de su propia infancia —tristemente— recuperada. El relato medieval en el que trabaja como editora, El caballero de la Rosa, es el contrapunto a esta...

 El Texto 

A lo largo de la obra se identificaron ciertos problemas que Zarza enfrenta, algunos más directamente colocados y otros de manera indirecta. Comenzando por los problemas de identidad de la protagonista. Al principio se nos introduce a una chica rutinaria, simple, cautelosa, solitaria; sin embargo, se nos irán relevando los matices de su personalidad. Zarza, por sus primeros momentos crea esta fachada para esconderse de su pasado, ante esto la autora deja varias pistas para que el lector descubra este asunto de fondo.

 Es imperativo desentrañar los problemas o características escondidas tras los adjetivos. La protagonista utiliza la reafirmación de quién es para esconder su verdadero ser. Con frases como: "A pocos metros de los ojos cerrados de Zarza, de la cama de Zarza, del dormitorio de Zarza, una pareja debía de estar haciendo el amor." Quienes resaltan la repetición de Zarza-que no está de gratis. Eso se interpreta como una necesidad de reafirmar la identidad de ella diciendo las cosas de su habitación. Se debe saber que específicamente son de Zarza. También, "Todo tan impersonal como un cuarto de hotel.". Señalando lo mismo; su departamento era así de impersonal. No tenía rastros de la identidad de Zarza, tal vez por otro motivo el cual tocaré, sin embargo, ese era el objetivo de la palabra impersonal. Podía ser de cualquiera, era una habitación apenas amueblada, como cuarto de hotel. Sin rasgos de la identidad de ella. O "Sí, no cabía duda de que su casa era su casa." De la misma manera, la autora casi que por orden nos dice que esa sí es su casa. De Zarza, es de ella propia. Incluso, "Ella trabajaba como editora y correctora en una gran casa editorial, tenía treinta y seis años y se llamaba Sofía Zarzamala. Se llamaba Zarza." Acá hay dos puntos importantes. 

Primero, se limita a decir: Se llamaba Zarza como si se limitara solo a eso, ni siquiera a un nombre, un apellido. El nombre es personal, es su identidad; no obstante, puede haber millones de millones con su mismo apellido. El hecho de que Zarza se apersonara de su apellido nos dice que realmente se desapersona de su nombre. El segundo es que dice: Eso era todo. Desligando su personalidad, su esencia de su nombre, de su personalidad. 

 Primeramente, la redacción es objetivamente muy esclarecedora con los buenos usos que tiene. Quisiera destacar dos detalles, primero que nada, sobre el tono que da ella. Lo peor es que las desgracias no suelen anunciarse. Esto nos dice, aparte del párrafo entero, nos tiran que Zarza es negativa, que ella espera que algo terrible pase. No comenzamos con: Lo mejor es que las cosas buenas no suelen anunciarse. No, sino con esta declaración negativa que define un rasgo muy importante de ella. 

Aquel día, Zarza se despertó antes de que sonara la alarma del reloj y enseguida advirtió que se sentía angustiada. 

Esta es la primera línea del segundo párrafo, en la que de la misma manera nos dicen algo no positivo sobre ella. Bueno, ¿qué fue lo primero que hizo Zarza ese día? ¿Tomó un café? No. ¿Fue al baño? No. De inmediato se dio cuenta de su angustia. Basta con imaginarse la escena para saber la intención. Nos dejan en claro de una vez que no es alegre y jovial.

La redacción es precisa, utiliza un lenguaje de tipo formal-informal. Describiendo de manera excepcional, con algunas palabras-verbos-con un tono más coloquial. El uso de diminutivos disminuye el impacto de la palabra: culito, zorrita. Al otro lado de tus párpados apretados, esperando con mansedumbre a que te despabiles. En esta oración recurrimos a dos tipos de palabras juntas que lo que hacen es contrastar al lector. Puesto que mansedumbre es más formal-no es fácil que aparezca en una conversación, mientras que despabiles es más informal. Lo que provoca un choque, no estamos escuchando un lenguaje formal al 100%, sino que se trata de una combinación que se siente natural para no saturar. 

La redacción de los párrafos tiene un propósito definido. La autora en gran medida optó por utilizar la narrativa para detallar al personaje. A lo largo se observa cómo Zarza proyecta en otros lo que ve en ella misma, o cosas que le pasan. Califica un reloj de anodino, dando vida a objetos desanimados, personificando y con cosas como el cubo de Rubik o la familia. Todas son alegorías a ella misma, ella termina describiéndose en la visita de la familia, con el cubo nos cuenta su historia, etc. Para el tema de la trama hay mucho material. Comenzando por la transición de Zarza. Esta es una mujer que tiene ya su base en un departamento, al salir de allí para volver donde la Reina es que se despoja de su yo actual para volver a ser aquella persona. Si bien no quiere recuerdos, no significa que haya cambiado todo. Sino que a través de la negación de la identidad propia estuvo escondiendo su identidad. Zarza menciona que, si alguien se suicida, sus hijos se matan; etc. etc. etc. Lo importante es que esto se cuenta para hacer entender al lector que ella va a ser víctima de su propio trauma. Por eso que pasó entonces Zarza es de esta manera, básicamente. Dejando claro la importancia de la infancia. 

Se nos dice que no hay cuadros o calendarios en su casa. Esto nos indica cosas. La primera, que se encuentra lejos de su familia. ¿Cómo ve las fechas importantes? Pues no tiene, pasa Navidad sola al igual que Dia de Reyes. La escena con la familia se convierte en un tema esencial. Pues trata no de ellos; sino de Zarza. Donde maneja con cautela el tema del trato intrafamiliar. Algo me llamó la atención, al decir: Se trataba de un padre y una madre de la edad de Zarza. Realiza la comparación directa entre la madre y la edad de Zarza. Mostrando ese complejo que tiene por estar en una posición amorosa con su padre. Al lado de él no coloca nada. Zarza se obsesiona resaltando a la niña linda como un foco único de energía para su padre. Por romantizar una situación de abuso que utilizaba la recompensa como minimizador de ello. Habla del padre con connotación sugerente. La palabra nínfula es una joven seductora, decir que papá devoraba con la mirada, etc. Zarza queda con un vacío en su corazón, que solo puede llenar su padre. Toma el abuso como algoque minimiza y prioriza el amor de su padre a aquello. Que no puede pronunciar debido a la vergüenza, olvido que le produce. 

En síntesis, la autora es quien entre muchas cosas tiene una forma excelente de narrar. Ella tiene el poder de tejer un hilo conductor inescapable, impecable y que se teje sobre un cuidado extremo. La redacción es espectacular en tanto utiliza las descripciones como parte de la historia, las reforma para que sean tan informativas como una presentación. Zarza en el mundo de la Reina y la Blanca. Se menciona en una frase importante que: "Ahora Zarza había cruzado la frontera, ya no pertenecía al mundo de la calle, a la ciudad nocturna, y los súbditos de la Reina la rehuían. Pero Zarza tampoco pertenecía a la ciudad diurna, a la vida redonda y relativamente satisfecha, o cuando menos a la vida aburrida." Lo cual le indica al lector que la protagonista en el presente no pertenece a ningún grupo, sin embargo, en su momento pasado sí perteneció a la calle-ya no, pero lo hizo. 

 El clima en la Zona de La Reina. 

Cuando se comienza a hablar de las entradas de Zarza a este mundo de nuevo en busca de Martillo, todo tiene un tono frío. Con frases como que el frío le acuchillaba la espalda o que las paredes estaban heladas. Igual al definir utiliza lo helada de la pistola. Hasta las últimas páginas se mantiene el sombrío tono de llamar a la Reina helada.Similitud de Nicolás y el padre. Es muy curioso cómo se entreteje la similitud del padre con Nicolás, estos son similares en varios aspectos. Zarza delató a ambos de una manera similar por crímenes que cometieron. Los dos eran su punto débil, donde iba su corazón. De ambos se apiadaba, pero le atraían. En el mismo texto nos afirman esta idea. Así "Eran tanparecidos: los mismos ojos árabes, la misma estructura ósea grande y fuerte, aunque en los últimos tiempos papá se hubiera estropeado bastante, y sus hombros empezaran a cargarse, y su barriga a hincharse, y la calvicie estuviera conquistando su cabeza. Eran tan parecidos, pero Nico tenía quince años y papá más de cuarenta." Ambos recaían a Zarza, haciéndolaentrar en recuerdos los cuales terminaban de empujarla al abismo. Su padre-culpable o no-, marcó su infancia.

 El Caballero de la Rosa. 

Esta historia no es más que otra de las incorporaciones de la autora que permiten conocer de Zarza. Entre los grandes párrafos narrativos que exhuman una calidad impecable, se encuentra la historia de estos dos hermanos. Los cuales uno de ellos se ve traicionado por el otro al mantener relaciones con su madre. Mientras que Puño de Hierro se ve consumido en ira, dando a entender que él fue quien se quedó en ese mundo manejando la situación a como le correspondía; mientras que Caballero de la Rosa se fue y aun así loreconocían de gran manera, sabiendo que este otro había dejado el lugar que le correspondía a base de un acto infame. Puño de Hierro había dejado a la Duquesa sola, encerrada y pidiendo ayuda; cuando aún su hermano le pedía que le diera trato digno. Al final nos confirman la relación de relatos con una frase: Los dos hermanastros igual de altos, los dos como gemelos, los dos partiéndose el corazón, el uno al otro, en el definitivo abrazo de la muerte.Tan clara la relación entre estos dos a Nicolás y Zarza como la narrativa misma. Eran ellos disfrazados de caballeros, claro, la autora disfraza todo en un ambiente medieval. Tratándosede estos dos. Esta motivación que maneja Puño de Hierro, el rencor, la caída, la lleva Nicolás; mientras que la huida, la redención y las ganas de enfrentarlo por su búsqueda se refieren a Zarza. 

 Al final de la obra se hace un hincapié en los finales que tuvo esta historia, los dos nada similares, pero finales a su manera. No era uno positivo y el otro no, eran como el primer tono de la novela: negativo. Así terminó, con la posibilidad de Zarza teniendo varias desgracias, pero esta vez tenía posibilidades.

El individuoZarza

El peregrinaje y el miedo. Los tres elementos se encuentran estrechamente relacionados. En la masacre de los Dupond de Ligonnés hace años, el asesino al terminar realiza un recorrido por zonas donde fue feliz, sin esconderse, rememorando su familia. Como seres sociales, dependemos del contexto, el padre hizo este recorrido por donde tuvo momentos alegres, ya que ellos estaban a punto de perderlo todo, de entrar en una situación difícil. Para Zarza, el conflicto no era la felicidad, aferrarse a ella; sino el miedo. Entra a este recorrido con temor de Nicolás y luego de un rato, más que huir, precisamente luego de ver a Martillo, cambia. Ella ya no va huyéndole como al principio, al contrario-consciente o inconscientemente-, visita lugares, personas, recuerdos, escenas, objetos que le producían miedo y los fue enfrentando. Desde su llegada donde el Duque hasta terminar en Rosa 29.

Zarza mira la casa de todos aquellos como algo representativo, como si se tratara de una metáfora de su propia vida. Daniel con su casa comenzando a repararla, Martillo con lo poco que tenía se conformaba, Urbano con su casa ordenada, Martina con la suya tan cerrada a otros como lo era ella; hasta la propia-no el apartamento-Rosa 29, entre muros desechos. 

También en este mismo peregrinaje se da cuenta de lo impersonalmente detestable que le resulta la decoración de su apartamento. Mencionando que es un castigo, haciendo referencia a la culpa que tiene Zarza. Una culpa que no la deja hacer nada más que alejarse de todo, permanecer hermética. Culpa de todo. Hasta casi el final es que derrota esta culpa, en casa de Urbano, confesándole a Miguel. 

Al final, Zarza comprende que la culpa que ella sentía por los actos imperdonables que creía haber cometido, para los ofendidos no son más que sobrepasados por su amor. Miguel le dice que la quiere igual, Urbano le ofrece de nuevo su compañía y por Nico/padre se entiende que tampoco le guardan el rencor que ella creía. Zarza y Urbano. El principio de la relación fue solo la antesala. A la primera vez que se conocen, Zarza era aún perteneciente de la noche, levemente independizada y dispuesta a volver. A este punto como había aprendido, la forma de pagarle-remontándose a los recuerdos del juego con su padre-, era su cuerpo.Al final, da igual si el padre de Zarza es o no culpable de abusarla. Lo que importa es que esto afectó a Zarza hasta la médula, quien creció creyendo que su cuerpo era moneda de cambio. Sumado a Nicolás, quien era sujeto de sus empeores. Con solo que él apareciera, todo se volvía de cabeza para la vida de Zarza, provocando caos. 

Traición.

Para ella este es un crimen terrible, condenatorio que habría cometido dos veces. Zarza en su identidad era una traidora, dejando a su hermano solo, abandonando, utilizando. Esa era su identidad formulada en gran parte por Nicolás. Se habla de cómo el traidor se despoja de su identidad, tal cual Zarza hizo ambas veces. La primera con su padre, que ya no era la niña que él quería, sino que ahora estaba sola con sus hermanos, descubriendo una máscara en la Reina. La segunda, con Nicolás que se disocia de si misma para apaciguar la culpa en una identidad falsa. Zarza del pasado. Al ver a la otra Zarza que envía el acechador, es una clara referencia a ella misma hace años, años antes. Que más que el dinero, escrúpulos, vergüenza, lo que quería era la Blanca. 

En síntesis, la autora plantea personajes muy fuertes narrados a través de una historia dudosa, que deja más preguntas que respuestas. De la cual, atrapa, duele, araña y desgarra hasta el último momento.