Un nuevo día daba inicio. El cielo parecía despejado, las personas realizaban sus labores diarias, y cierta chica se encontraba muy emocionada.

¿El por qué?

Muy simple, fue seleccionada para asistir a la academia de sus sueños. Talvez la manera en que lo logró no fue la que esperaba, pero de todas formas estaba muy emocionada.

Frente a la academia se encontraba una figura femenina, el nombre de esta era Kagami Itsumi.

Kagami era una chica promedio en casi todo aspecto. Tal vez lo único rescatable sería el color de sus ojos, pero fuera de eso era promedio en todo. Eststura promedio, piel clara normal en su país, cabellos cafés y su única cualidad rescatable; ojos azules.

La chica ahora mismo se encontraba en una encrucijada mental con ella misma. 

La academia Kibougamine, un lugar donde florece el talento para dar esperanza al mañana. Su modo de selección es muy especifico, pues para llamar su atención debes ser el mejor en tu campo. Todo graduado de esta academia tiene el futuro asegurado, pero, ¿Porque fui seleccionada?, eso se debe al otro método de selección, cada año la academia realiza un sorteo y el ganador podrá asistir a pico de esperanza bajo el titulo de afortunado definitivo.

¿La suerte es un talento?. Ni idea, pero ese sorteo me dio la oportunidad de estar aquí, aunque eso también me asusta un poco.¿ estaré al nivel de mis compañeros?, ¿mi talento les parecerá inútil?

—¿HOLAAA?~

Sonó la voz de un chico.

El monologo interno de Kagami fue cortado abruptamente por una voz a sus espaldas, un poco desconcertada se dio vuelta para encontrar al responsable.

—¿Te encuentras bien?, parecías muy metida en tus pensamientos.

Preguntó el responsable de la voz con una pizca de preocupación filtrándose. 

—¿Ee?.

Eso fue lo mas inteligente que se le ocurrió decir a la chica aún aturdida.

Al parecer el chico tomó su balbuceo como una especie de pregunta.

—Si, te estuve llamando por mucho tiempo me preocupó un poco.

Kagami solo pudo avergonzarse al darse cuenta de que posiblemente se viera extraña estando de pie sin moverse frente las puertas de la academia.

—He, si. Solo estaba, ya sabes un poco metida en mis pensamientos.

Kagami explico aun avergonzada por ser vista así y dar tan mala impresión.

—Bueno, será mejor que te apresures, la ceremonia de ingreso está por comenzar.

Habiendo dicho eso el chico se apresuro a caminar dentro de la academia y perderse de la vista de Kagami, quien lo observo irse aun inmóvil en su lugar.

—Bueno, no conseguiré nada quedándome aquí.

Dijo la chica para rápidamente adentrarse en los terrenos de la academia.

Fue un largo recorrido pero al fin había llegado al gimnasio. Al adentrase en el pudo ver a los que supuso serian sus compañeros, también pudo observar a las otras clases y los que sospechaba serian sus maestros, aunque si ella fuera sincera, el que parecía estar durmiendo no le inspiraba confianza.

Kagami caminó hasta un asiento vacío junto a una chica pequeña con lindo conjunto verde y café. También pudo ver al chico de la entrada unos asientos a la derecha con ¿un árbol bonsái?. Estaba segura que no tenia nada encima cuando lo vio en la entrada. ¿De donde lo consiguió?.

Lo mas extraño era que lo estaba podando junto con un ¿hombre? No estaba segura, también pudo ver a un tipo con peinado raro discutir con otro, a una morena que tenia un paquete de donas, lo cual estaba segura de que no era saludable.

También vio  a los alumnos que investigó aunque no los pudo investigar a todos, los mas importantes como Byakuya Togami , Sayaka Maizono y Junko Enoshima  no necesitaban presentación, deberías vivir bajo una piedra para no conocerlos, eso la ponía a pensar. ¿Era merecedora de estar aquí?, ¿podía compararse su "talento" al de ellos? , podía...

—¡¡Sean bienvenidos a su primer año en pico de esperanza!!.

Las divagaciones de Kagami fueron interrumpidas otra vez, en esta ocasión fue el director de la academia, quien inicio su discurso captando la atención de las clases y sus compañeros, aunque no duro mucho. La mayoría de las clases mantenían conversaciones entre si, los maestros estaban en la misma situación, aunque uno parecía algo enojado por alguna razón, sus compañeros no eran la excepción, muchos parecían platicar o simplemente ignoraban el discurso.

—Dicho esto espero que su año en Kibougamine sea una experiencia inolvidable. Yo, Jin kirigiri, como su director me comprometeré para que eso sea posible.

Una vez terminado su discurso las clases y sus ahora oficiales compañeros se limitaron a aplaudir, unos mas por que vieron a los otros hacerlo.

Terminado el discurso Kagami y sus compañeros fueren guiados hacia la que seria su clase por el profesor con apariencia de desempleado, una vez dentro todos empezaron a sentarse. Kagami opto por el pupitre del fondo junto a la ventana.

Justo a su lado derecho estaba el chico de la entrada, quien puso el bonsái sobre el pupitre mientras se despedía de la chica junto a la que Kagami se sentó . Kagami posó su mirada en el resto de estudiantes quienes ya se habian sentado, el maestro se paró de repente y carraspeo para llamar la atención de todos.

—Bueno, como sabrán si escucharon el discurso del director, cosa que la mayoría no hizo.

Ante las palabras de su ahora sensei algunos miraron a otro lado y unos cuantos se sonrojaron, solo tres parecieron no afectados.

—Los primeros dos días serán para que los estudiantes se familiaricen con la academia, esto con el fin de que los estudiantes no se pierdan en los pasillos.. de nuevo. También es debido a las remodelaciones de la academia, las cuales serian los laboratorios definitivos, lugar donde podrán poner en practica sus talentos y disponer de los materiales que deseen para nutrir sus habilidades.

Cuando su maestro dijo eso Kagami no pudo evitar pensar en si siquiera tendría un laboratorio definitivo, ella no creía que su talento pudiera tener una forma de practica. ¿Como practicas la suerte?, ¿juegas a la ruleta rusa con 5 balas?.

—Pasando a otro tema, quisiera que se conocieran mas. Así que cada uno hará una pequeña presentación para que pueda grabarme bien sus nombres.

—¿Eso es necesario?.

Quien lo pregunto no fue mas que un rubio, a quien se notaba la molestia por tremenda situación ridícula a su parecer.

—claro que lo es.

El maestro parecía muy interesado en que se presenten.

—A pesar de ser una academia de elite Kibougamine no posee compañerismo entre estudiantes, tal vez con esto puedan encontrar personas con intereses similares y formar amistades.

Fue para algunos de los de la clase, una explicación muy lógica. Poco sabían los estudiantes de los verdaderos pensamientos de su sensei.

Espero que chisa este conforme con esto, espero que mañana todo salga bien

Fueron los pensamientos que pasaron por la cabeza de su maestro.

—Para que no estén nerviosos yo iré primero, soy koichi kizakura ex observador definitivo de la clase 61. ¿fácil ven?. Ahora, ¿quien sigue?.

—ES UNA EXCELENTE IDEA.

Exclamó un chico mientras se levantaba y alzaba la voz.

—SOY KIYOTAKA ISHIMARU BRUJULA MORAL DEFINITIVA, ESPERO PODAMOS LLEVARNOS BIEN.

Dicho eso realizó una reverencia exageradamente perfecta y se volvió a sentar.

Kagami creía que era un poco intenso. No llego a ver nada de el en el blog de definitivos, así que talvez no era relevante, pero lo mejor sería mantener distancia.

—tks ....soy Mondo Owada líder de pandilla definitivo.

Fue lo único que dijo al levantarse y volverse a sentar, Kagami escuchó de el. El líder de la pandilla numero 1 de Japón, personalmente Kagami creía que su corte era un poco ridículo, pero no es algo que diría en voz alta.

—Hola, soy Aoi Asahina, nadadora definitiva, espero que podamos llevarnos bien.

Su presentación fue energética, Kagami tenia una vaga idea de quien se trataba, después de todo salió en las noticias como medalla de oro en casi todas las competencias de natación y algunas otras practicas deportivas desde hace ya cuatro años.

—Jeje, supongo que es mi turno, soy Leon Kuwata..... beisbolista definitivo.

Aunque su presentación comenzó con entusiasmo Kagami noto que la estrella de béisbol se incomodo un poco en la ultima parte antes de volverse a sentar.

—Espero que nos llevemos bien, soy Sayaka Maizono la Idol definitiva.

Sinceramente Kagami no encontraba posible que alguien no conociera a la idol, era no solo la que lideraba el top 1 en ventas de canciones, si no que incluso llegó a ser reconocida internacionalmente con sus colaboraciones con ex definitivos ya establecidos en el mundo de la musica. 

—mmm, s-soy Chihiro Fujisaki la programadora definitiva, un gusto.

Linda, era la definición que Kagami dió de la chica que se acababa de presentar.

—Soy Hifumi Yamada, el alfa y el omega, se me conoce como el creador de doujinshis definitivo. Espero poder encontrar almas empedernidas para compartir mi sabiduría.

Kagami no estaba segura de que pensar con respecto a el, pero mantendría una muy muy muy sana distancia de el.

—Soy Sakura Oogami la luchadora definitiva, espero podamos llevarnos bien y tener un ambiente tranquilo.

su voz era calmada y un poco áspera, Kagami se sintió un poco mal por confundirla con un hombre y otro poco de calmada al posiblemente, evitar ser golpeada hasta ser papilla.

–Hoolaaa, me presento como la gran Junko Enoshima la súper modelo definitiva, ¡llevemos un super momento!.

Al igual que con Maizono, Kagami no creía posible que no la conocieran, siendo la cara de muchas revistas de moda, quien estableció modas top cada año y lo que toda chica soñaba ser.

Tras que Junko se sentara una chica peli negra con el conjunto de uniforme base de la academia se levantó y habló.

–Mukuro Ikusaba, soldado definitiva.

Fue todo lo que salió de sus labios, su tono de voz fue frio y directo. 

Kagami se sorprendió un poco con su titulo, sabia que los talentos podrían ser, extravagantes, pero nunca imagino tener una compañera soldado, y si fuera honesta la asusto un poco.

–Soy Celestia Ludenberg pero pueden llamarme Celes, apostadora definitiva un placer.

Kagami investigo un poco de ella, no exactamente por estar interesada en ella. Resulta que una empresa de la cual su padre era trabajador, quebró misteriosamente y al investigar resultó que el dueño perdió todo en una apuesta.

La responsable sería ahora su compañera. Un misterio envuelto en un velo de mentiras, era como se podía describir a la autodenominada Celestia Ludenberg.

 —Soy Byakuya Togami, heredero definitivo

Su presentación fue seca y se podía escuchar el desprecio tras sus palabras.

Kagami se preguntaba como heredar dinero se podía considerar talento, pero no le preguntaría eso al rubio en su vida. Sentía que era un riesgo.

—kyoko Kirigiri. Antes de las preguntas, si, estoy familiarizada con el director y no, no hablare de ello, soy la detective definitiva.

su mirada fría y palabras secas fueron suficiente para que Kagami se detuviera antes de hacer cualquier pregunta. No se la puede culpar, para alguien a quien le encantan los libros de misterio tener una compañera detective era emocionante.

—T-t-todos us-ustedes.—parecía que iba a decir algo, pero una mirada fugaz dirigida a el estudiante de el fondo a su derecha la hizo  cambiar de parecer. —Touko FuKawa escritora definitiva.

Kagami sabia quien era, después de todo su novela; Mientras perdure el olor a mar puso a los pescadores como objeto de captura entre las jóvenes y mentiría al decir que no estuvo en la moda de la definida pesca de amor.

La atención de repente se centro en Kagami, y los nervios la invadieron. Se levanto del pupitre de forma lenta y nerviosa bajo las miradas de todos, pensó que lo mejor era ser directa.

—Soy Kagami Itsumi .....la suertuda definitiva.

pudo ver la confusión en algunos rostros mientras se sentaba de nuevo, talvez pensaban el lo ridículo de su talento, o talvez fue por mostrarse nerviosa, o tal vez.

—Hola.

El pequeño monologo de Kagami fue cortado, el estudiante que la había sacado de su trance en la entrada estaba por presentarse y lo mejor seria prestar atención, no quería comerse la cabeza con preguntas a las que no podía hallar respuestas.

—Soy Makoto Naegi, florista definitivo. ¡Espero que todos nos llevemos bien!.

Kagami quería golpearse la cabeza. ¿Como no lo pudo reconocer?. Makoto Naegi, un estudiante que pese a ser joven fue capaz de descubrir 7 tipos de flores nuevas y salvar de la extinción a 14 especies de plantas. Era considerado como el símbolo de esperanza para quienes amaban la naturaleza y cuidaban del planeta.

También fue el único que al parecer llamó la atención de Kagami lo suficiente para fijarse en su totalidad en el. 

Pues notó que su vestimenta consistía en una capucha verde con un extraño símbolo de mascara de gas y color amarillo alrededor de cierre, pantalones negros, zapatillas rojas con detalles blancos, sobre su sudadera tenia un delantal de jardinería con unas pocas herramientas, unos guantes verdes y tenia un collar o gargantilla con la cadena asemejando a las espinas y el tallo de una flor con una rosa roja adelante.

No era secreto que el uniforme no era reglamentario. Después de Kagami y Kiyotaka nadie mas traía el uniforme. Por lo que ver estilos así no era raro.

—Bien, tras esto les entregare sus electroid. Estos aparatos serán de suma importancia en su vida diaria, además de ser las llaves de sus laboratorios definitivos.— habló el profesor Koichi mientras pasaba por cada pupitre dejando algo parecido a una tableta grafica.—Ahora son libres de explorar la academia, recuerden no perderse y pedir indicaciones al personal si las necesitan.

Tras decir eso muchos empezaron a levantarse, algo le decía a Kagami que su vida estaba a punto de cambiar.