¿Será posible? - Parte 1

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

-Han sido convocados a esta reunión debido a extraños sucesos que han estado ocurriendo en el Mundo Real.-Anunció el Comandante Yamamoto.

Todos los capitanes, a excepción de los de la tercera, quinta y novena división, se hallaban presentes y formados uno al lado del otro, en dos filas, frente a su Comandante.

-¿A qué se refiere con "sucesos extraños", Comandante?-Le preguntó el capitán Ukitake, prestando total atención junto con los demás.

-Permítame explicar esa parte.-Le pidió el capitán Kurotsuchi, con su típica máscara y su enorme sonrisa.

El Comandante le dió un asentimiento de cabeza, indicándole que prosiguiera.

-Últimamente ha habido apariciones de Hollows y Menos formados en grupos en el Mundo Real: aparecen y desaparecen a momentos, como si quisieran dar un despiste. En un viaje de investigación de un grupo de la treceava división, que acompañaron a otro grupo de shinigamis que iban de misión de reconocimiento a Karakura, notaron un comportamiento extraño en los Hollows: éstos, a pesar de que tuvieran a algún alma con gran cantidad de reiatsu en frente suyo, lo ignoraban completamente, como si no lo vieran o no les importara.

Eso sorprendió a la mayoría de capitanes, a excepción de Toshiro, quien ya se estaba comenzando a preocupar, aunque sin demostrarlo, sobre qué es lo que podría estar pasando.

-«Ojalá no sea realmente lo que creo que es».-Pensó Toshiro, con su habitual seriedad y atención.

-¿Los ignoraban?-Preguntó Ukitake, sin poder creérselo.

- Vaya, eso sí que es extraño.-Comentó Kyoraku, acomodándose el ala de su sombrero.

-Y eso no es todo...-Comenzó nuevamente Kurotsuchi.

Mientras tanto, Matsumoto se había propuesto, realmente sin entenderse a sí misma el por qué, ha prepararle, o comprarle, comida a su capitán.

-Le llevaré alubias dulces fermentadas al capitán. Aunque no lo demuestre sé que le gustan mucho.-Se dijo con una gran sonrisa confiada, mientras se dirigía, ya en la zona norte del Rukongai, hasta una de las tiendas de comercio que seguía abierta a pesar de la hora.

Se dirigió a un puesto de dulces y le pidió al vendedor que le diera alubias dulces fermentadas, dejando embobado al vendedor cuando sacudió a propósito sus pechos, logrando que el pobre hombre le hiciera un descuento... aunque no fuera muy caro.

Se dirigió hasta otro puesto donde vendían frutas y verduras y, ya que estaba de paso, cruzó hasta otro comercio donde vendían cerveza, sake y licor, comprándose unas cuantas botellas. Le pidió a unos cuantos señores que estaban cerca que la ayudaran con tanto peso y estos babosos la ayudaron con gusto, llevándole las botellas y las bolsas hasta las puertas de la casa de Toshiro.

-¡Gracias, señores! ¡Son muy amables!-Les agradeció Matsumoto con una sonrisa.

Los hombres le hicieron una reverencia y se fueron con una sonrisa boba en el rostro.

-¡Bien! Ahora prepararé las cosas para cuando llegue mi capitán.-Se dijo alegre Matsumoto.

Se adentró a la casa de Toshiro como Pedro por su casa, llevándose obviamente las botellas y las bolsas de comida, y se llevó todo a la cocina. La casa no era muy grande pero tampoco muy pequeña, fácilmente podrían vivir cuatro personas allí.

-Veamos qué es lo que tiene mi capitán.-Murmuró Matsumoto, mientras abría las alacenas.- ¡Vaya!, el capitán sí que piensa en todo.

En las alacenas había comida de sobra y no tenía escasez de tazones ni palillos chinos. Tenía todo lo que necesitaba para el momento.

-Me pregunto por qué no habrá comido en la mañana si tiene todo un arsenal de comida.-Se dijo a sí misma, sintiéndose apenada por no poder ayudar más a su pequeño capitán.

Tomó unos tazones y una pequeña olla de una de las alacenas y puso a hervir el arroz instantáneo, para luego ponerse a hacer unas ensaladas con las verduras y las frutas por separado.

Al cabo de una hora, ya tenía todo listo y sólo esperaba a la llegada del capitán. Por una vez quería complacer a su capitán, por lo que tuvo que poner mucha fuerza de voluntad para no comenzar a beber sake... al menos hasta que llegara su capitán.

En cuanto a Toshiro, éste ya salía, al cabo de una hora, de la sala de reuniones, y se dirigía a su casa. Ya no tenía ánimos de hacer papeleo, menos después de que confirmara de que era lo que más temía.

-«¿Por qué? ¿Acaso estaré condenado a sufrir?»-Pensaba desesperadamente Toshiro, aunque sin mostrar otra expresión que no sea de seriedad.

Flashback

-Y eso no es todo...-Comenzó nuevamente Kurotsuchi.

Eso captó otra vez la atención de todos.

-Hemos detectado extrañas anomalías en Hueco Mundo: los Hollows que antes pudiesen estar en el Mundo Real están llendo a Hueco Mundo sin atacar a nadie; cada vez que se abren Gargantas por donde pasan los Hollows al Mundo Real también se ven a uno o más Menos Grandes que sólo se quedan en el límite, como si estos estuvieran de guardianes. También hemos notado que parece que buscan algo, ya que revisan cada rincón del mundo pero más específicamente en Karakura.-Les comunicó Kurotsuchi, esta vez extrañamente serio.

Ni qué decir de los demás capitanes, que también se hallaban serios, así como sorprendidos y confundidos, a excepción de Toshiro.

-No tiene sentido: Karakura es el lugar con mayor cantidad de reiatsu que hay y hasta ahora no había sucedido nada parecido.¿Creen que vaya a ocurrir algo muy grande?-Preguntó Komamura.

-¿Con los Menos Grandes estando sólo de vigías?, no me sorprendería. Para mí también es extraño.-Comentó Kyoraku.

-Puede que Sousuke Aizen esté involucrado.-Dijo Unohana con su mirada seria pero su voz tranquila.

Eso dejó muy pensativos a la mayoría.

-Cómo sea, debemos estar alertas. Por el momento se continuarán las investigaciones y se continuarán enviando grupos de shinigamis al Mundo Real para continuar fingiendo que ésto no se sabe. Por cada grupo que vaya al Mundo Real de misión deberá ir al menos un capitán que investigue las anomalías; recuerden que lo que se habló en esta reunión deberá quedar en confidencialidad hasta que sepamos más del asunto.-Anunció el Comandante.

Pasaron el resto de la reunión hablando sobre las anomalías y examinando los datos que ya tenían, para saber si podrían encontrar alguna pista mientras tanto.

Fin Flashback

Toshiro dio un suspiro cansino y entró a su residencia.

Realmente no podía creerlo. ¿Realmente "él" continuaba con sus planes?. Si es así no le queda de otra más que intervenir nuevamente, pues si "él" realmente planea continuar, el futuro de los mundos, no sólo el Mundo Real, la Sociedad de Almas y Hueco Mundo están en peligro, sino que todos los demás mundos como él los conoce también lo están.

-«¿Por qué simplemente no lo dejas en paz? No quiero que todo acabe otra vez del mismo modo.»-Pensaba Toshiro.

Dejó su haori de capitán colgado en un ganchillo cerca de la puerta y se dirigió a la cocina para tomar un vaso de agua antes de ir a dormir.

-¡Capitán!-Exclamó Matsumoto, saltando sobre el capitán.

-¡Waa!-Toshiro no pudo sostenerse a tiempo por la sorpresa y el sobresalto, y acabaron los dos en el suelo.

-Se tardó mucho, capitán.-Lloriqueó Matsumoto.- Un poco más y muero de deshidratación.

Toshiro sólo la veía desde abajo con unas cuantas venas en la cabeza.

-Matsumoto.-Le llamó la atención.- ¿Qué estas haciendo en mi casa? Te dije que te fueras a la tuya.-Le dijo muy seriamente.

-Lo sé~ pero lo noté algo cansado así que vine a darle una sorpresa.-Le dijo Matsumoto con una sonrisa.

Toshiro la miró con una vena en la frente.

-¿Podrías quitarte de encima? No eres precisamente una pluma.-Le dijo malhumorado.

La sonrisa divertida de Matsumoto desapareció y apareció una macabra.

-¿Disculpe?-Se levantó y le dió un coscorrón en la cabeza a Toshiro.- ¡No se le dice gorda a una mujer, capitán!-Le reclamó con un puchero.

-«Kami-sama, dame paciencia».-Pensó Toshiro con un chipopote en la cabeza.

Se levantó del suelo y miró cómo su teniente se dirigía hasta una mesa en la cocina, donde había dos tazones de arroz y dos con ensaladas de verduras; más los palillos a un lado de estos.

-¿Y esto?-Preguntó Toshiro confundido.

-Yo lo preparé.-Le dijo Matsumoto con una sonrisa orgullosa.-Ande,¡siéntese y coma!

Matsumoto se sentó en uno de los extremos y tomó el tazón de arroz de ese lado y los pasillos. Miró a Toshiro y éste, algo perdido por la actitud de su teniente, se sentó por inercia en el otro extremo e hizo lo mismo que ella.

-Que aproveche.-Dijeron los dos, agradeciendo la comida y luego comenzando a comer... o al menos Matsumoto.

-¿Eh? ¿Qué sucede, capitán?-Le preguntó Matsumoto al verlo dudar.

-Me preguntaba si moriría por envenenamiento al comer ésto.-Le comentó Toshiro con un aura verde al picar algo negro de aspecto sospechoso en el arroz.

-Moo~ capitán, qué malo es.-Le dijo Matsumoto con un puchero.- Mire, si yo no morí al comerlo usted no morirá.-Le dijo con una sonrisa nerviosa.

Toshiro suspiró y se arriesgó. Apenas dio un bocado y dio un respingo.

-¡¿Eh?! ¡¿Tan malo está?!-Preguntó preocupada Matsumoto.

Toshiro negó con la cabeza, manteniendo sus ojos ocultos momentáneamente.

-Está delicioso.-Le dijo incrédulo, mientras levantaba la vista y la miraba.

Matsumoto se sintió muy feliz y sonrió aliviada.

-¡Bien, entonces a comer!-Exclamó contenta, mientras continuaba comiendo.

Toshiro también siguió comiendo, con su mente perdida por algún lugar de sus recuerdos.

-«Es igual que el de ella».-Pensó Toshiro, esbozando una imperceptible sonrisa.

Cuando acabaron de comer el arroz, Toshiro siguió por la ensalada pero Matsumoto sacó de quién sabe dónde una botella de sake.

-¿Por qué no me sorprende?-Preguntó retóricamente Toshiro con una vena en la frente.

-No se puede cenar sin un buen sake, capitán.-Le dijo Matsumoto con una cara de neko feliz, para luego abrir la botella y beberla de un trago.

°°°Media hora después°°°

-¿Sabe, capitán?... ¡Hip!...usted es un niño muuuuuuuuy serio....¡Hip!...-Matsumoto ya estaba ebria hasta las nubes y seguía por la botella N°50.

Mientras, Toshiro tenía varias venas en la frente por la típica actitud de su teniente.

-Ya bebiste demasiado, Matsumoto.-Le dijo seriamente Toshiro, levantándose y sacándole la botella N°51 que estaba por tomarse.

-No~ ¡Hip!... ¡Mi hijo!-Exclamó Matsumoto con cataratas callendo de sus ojos.

Toshiro comenzó a contar hasta diez mentalmente.

-Ya estás demasiado ebria.-Le espetó.

Matsumoto se recostó sobre la mesa mientras murmuraba incoherencias.

-Estás demasiado ebria para ir hasta tu casa.-Suspiró Toshiro con cansancio al ver a Matsumoto babear... como un bebé.

La sujetó de uno de los brazos y se lo pasó por sobre sus hombros.

-Te llevaré hasta el cuarto de invitados.-Le dijo, extrañamente amable, mientras la ayudaba a levantarse.

-Mmm... ¡Hip!... Capitán, ¿Desde cuándo... ¡Hip!... tiene un gemelo?-Le preguntó Matsumoto con una boba sonrisa.

Toshiro sólo emitió un suspiro.

-Anda, camina.-Le pidió amablemente, mientras la ayudaba a llegar hasta la habitación.

Pero Matsumoto lo miró como si le hubiera salido otra cabeza.

-¿Capitán?... ¿Es usted?-Le preguntó incrédula, mientras le palpaba el rostro.

Toshiro sonrió tranquilamente y la sentó sobre el futón.

-Sí, lo soy.-Le dijo, mientras iba a buscar al placard una manta y una almohada.

-¡Mientes! ¡El capitán es un gruñón malhumorado y serio!-Exclamó Matsumoto.-¡Me cambiaron a mi capitán! ¡Hip!-Gritó histérica mientras lo señalaba espantada.

Toshiro la miraba con una gotita detrás de la cabeza.

-Me temo que aún sigo aquí.-Le dijo, divertido por su reacción.

Matsumoto se dejó caer agotada en el futón y comenzó a dormirse.

-Pero el capitán no suele ser alguien que sonría.-Balbuceó.

Toshiro negó con la cabeza y le colocó la almohada debajo de la cabeza, y posteriormente la cubrió con la manta.

-De cualquier modo..... no lo recordarás en la mañana.-Le dijo, esbozando una pequeña pero triste sonrisa.

-¿Eh?-Matsumoto apenas y podía mantener sus ojos abiertos.

-Descansa... Rangiku.-Le dijo Toshiro, justo antes de que cerrara sus ojos.

Dio un suspiro triste, estando seguro de que estaba dormida, y sonrió levemente.

-Tu comida realmente estuvo deliciosa, Rangiku.-Murmuró.

Hizo el amago de irse pero sintió que algo sujetaba su hakama. Miró hacia abajo y vió que la mano de Matsumoto lo sostenía. En lugar de intentar soltarse, lo cual hubiese podido de haber querido, se acostó al lado del futón, dejando que el sueño le venciera.

-Buenas noches.-Murmuró.

—_—_—_—_—_—_—_—_—_—_—
-.- asco de capítulo pero whe~...
^o^/ Ahora sí~ 7v7 a partir de aquí tendremos que esperar a que mi compu salga del coma y podré continuar.
^ω^ Itekimasu~

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro