Capítulo 1

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng




Era una mañana fría, algo no muy común de mi ciudad y más en ésta época del año. No pude dormir en toda la noche debido a que estaba ansiosa y a la vez triste por tener que dejar a mi madre, la cual a pesar de tener que trabajar la mayor parte del tiempo, ha sido la única que ha estado para mí en los momentos que más la he necesitado; a diferencia de mi padre el cual por el hecho de vivir en Inglaterra, solo podía estar conmigo en los veranos y a veces inviernos pero nuestra relación no es precisamente la mejor.

A las 5:15 a.m sonó mi alarma, así que decidí levantarme de una vez y organizarme para este "grandioso" día que me esperaba. mientras me vestía y terminaba de ordenar todo no podía dejar de pensar... ¿que haré en cuánto llegue?, ¿cómo sería mi primer día de universidad?, ¿qué me esperará en Londres?, hace mucho no veo a mi padre y es muy incómodo para mi tener que pasar ahora la mayor parte del tiempo con el.

—Clarisse espero que ya estés lista—dijo mi madre tras entrar en mi habitación asegurándose de esto—. El desayuno está servido, te espero abajo.

Yo solo asentí y bajamos juntas a desayunar, el desayuno iba demasiado callado ya que ambas estábamos perdidas en nuestros pensamientos.

—¿Dormiste bien?—pregunta mi madre rompiendo el silencio.

—La verdad es que casi no dormí, ya sabes como me pongo antes de viajar.

—Clari no pienses tanto en ello, estoy segura de que todo saldrá de maravilla. iré a bañarme.—dijo ella saliendo de la cocina y dirigiéndose a su habitación.

Me dispuse a terminar mi desayuno y una vez finalizado esto lavé los platos sucios que habían en el lava platos, luego mientras esperaba a mi madre decidí matar el tiempo hablando por mensajes con Sakura, mi mejor amiga. Sus padres son Japoneses pero vinieron a vivir en Colombia desde antes que ella naciera, es alta, blanca como el marfil, su cabello es negro como el ébano y lacio, como si cayese en una cascada por su espalda. Es muy animada, risueña, es lista y resalta a donde va. A diferencia de mí que soy tímida hasta que tomo confianza, no me gusta llamar para nada la atención, soy lista pero no suelo ser de las primeras en la clase; Soy también alta, mido 1.80, tengo ojos verdes como esmeraldas, cabello rubio cenizo y lacio.

A pesar de ser totalmente diferentes Sakura siempre me ha entendido y la relación que hay entre las dos es demasiado linda, de esas que a pesar de los años, la distancia, u otros obstáculos siguen en pie y nada cambia. Justo recuerdo cómo la conocí hace aproximadamente seis años, en ese entonces tan solo teníamos doce años y cursábamos el primer año de secundaria. Fue una mañana la cual iba demasiado apurada pues no me había sonado la alarma y justo era el primer día, así que llegué a la estación de metro a eso de las siete y quince a.m; tenía que estar a las siete en punto en el colegio. corría tan deprisa que no notaba lo que pasaba a mi alrededor, sin embargo, en fracción de segundos crucé miradas con una chica de tipo asiática y en ese instante choqué contra un anuncio y caí atolondrada, pronto me di cuenta de que la misma chica se estaba riendo y venía hacia mi para ayudarme, me extendió su mano y mientras me ayudaba a levantarme se chocó con el mismo anuncio, entonces terminamos en el suelo ambas muertas de la risa, y así fue como empezó nuestra gran amistad.

—Hey, " ya estoy extrañándote".—esa era nuestra frase de dicha película.

—Yo igual, espero que te vaya muy bien en el viaje. sabes que estaremos en contacto.—me responde ella al instante.

—dale. cuídate mucho y también te deseo un buen viaje, disfruta Japón.—le envió mi respuesta y en ese preciso momento entra mi mamá a la cocina, así que guardo el celular y la miro.

Mi madre me ayuda con el equipaje y ambas nos dirigimos al auto, guardamos el equipaje en el maletero y una vez ya listas nos subimos a este, me puse mis audífonos y reproduje mi música, mientras iba recordando todos los momentos vividos en esta hermosa ciudad que me vio nacer y crecer, la cual ya era el momento de dejar atrás y con ella todas aquellas personas importantes para mí como mis familiares y amistades; no lo niego voy a extrañar a cada uno de ellos pero tengo la esperanza de volver en cuánto pueda.

—¿En que piensas tanto mi vida?.—dice mi madre con una sonrisa, sacándome de mis pensamientos.

—Solo estaba recordando algunas cosas, voy a extrañarlos muchísimo a todos.— le devuelvo la sonrisa.

—Y estoy segura que todos nosotros también a ti, pero mira esto como una gran oportunidad para tu futuro, es hora de que pienses en lo que quieres para el resto de tu vida y sabes que a lo largo de ella yo estaré apoyándote.

—lo sé en eso tienes razón, espero verte de nuevo pronto. Solo estoy un poco preocupada con mi padre no tengo la misma confianza que tengo contigo, además estará su esposa y mi hermano Thomas, el cual no es ningún problema pero se que él necesita a su hermana y por mis estudios no podré estar todo el tiempo.

— Recuerda que no es la cantidad sino la calidad de tiempo que le dediques, en cuanto a tu padre es bueno que ambos fortalezcan su relación.—ella toma una pausa y continúa—. eres una excelente hija y hermana.

—Lo tendré siempre presente, tus consejos son geniales. Espero serlo realmente.

No respondió nada más así que seguí escuchando música y pensando en lo que me esperaba, el viaje no duró mucho y en cuento llegamos al aeropuerto nos dirigimos al Check In, presenté todos mis documentos y luego la señorita me indicó que tenía que estar en una hora en la salida de vuelos internacionales. mientras esperábamos mi madre y yo preferimos ir a tomar algo, compramos algunos detalles en una de las tiendas del aeropuerto y nos tomamos muchísimas fotos. Cuando ya era hora nos dirigimos a la salida de vuelos internacionales y nos despedimos; aunque odio las despedidas esta vez me permitiré llorar.

—Que tengas buen viaje, escríbeme en cuanto llegues y prométeme que vendrás a verme en las vacaciones.

—Gracias mami. claro que lo prometo, igual si no puedo espero que tu vayas—ambas nos abrazamos y yo continúo—. Te amo y agradezco todo lo que has hecho por mi a través de todos estos años, cuídate mucho.

—No tienes porqué agradecerme sabes que te amo y haría cualquier cosa por ti, ahora apresúrate te espera un vuelo largo y una vida por delante.

después de esa larga despedida llena de emociones me dirigí a la sala en donde debía esperar que anunciaran mi vuelo, cómo aún faltaba bastante tomo asiento y me dedico a mi mejor pasa tiempo, la lectura. saco de mi bolso el libro que me estoy leyendo por ahora "cazadores de sombras ciudad de los ángeles caídos" y me centro en la lectura. Estaba tan entretenida que no noté que un chico se sentó a mi lado, lo miro de reojo y se veía joven, mas o menos de mi misma edad, es bien parecido, tiene un color de cabello similar al mío, ojos de un color igual a los de Sakura y un poco achinados y a simple vista se ve que es un poco tímido; él se dio cuenta de que lo estaba viendo y volteó a mirarme, en ese instante me dio vergüenza y no pude ocultar la risa pues su rostro tiene esa pizca de humor que contagia a cualquier persona a su alrededor.

—Disculpe... ¿que es lo que le ocasiona tanta risa?.—preguntó con seriedad y la vez un poco de humor.

—No es nada, discúlpame.—le respondí sonrojándome.

—Bueno... un gusto conocerla, mi nombre es Samuel Restrepo.—me tendió su mano y yo se la estreché.

—Igualmente, mi nombre es Clarisse Sheffield Medina.

después de habernos saludado hablamos de su vida, me contó que nació en la misma ciudad que yo, es apologista y va también para Londres porque tiene un orfanato allí, además, va a estudiar psicología; También le conté de mi vida y que a diferencia de él me iba en definitivo para Inglaterra.

—Entonces... ¿vivirá con su padre?.

—No, la verdad es que quiero ser independiente, aunque, el caso es que mi papá está de acuerdo con que viva sola pero no que trabaje ya que según él debo concentrarme al cien por ciento en mis estudios.

—En eso su padre tiene razón, pero, de igual manera está bien que sea independiente. si quiere puede ir al orfanato y ayudarme cuando quiera y yo se lo pagaría.

—Si tienes razón. me encantaría ir y ayudarte cuando quieras, cuenta conmigo.—Cuando iba a responderme fue interrumpido por una de las asistentes del aeropuerto la cual estaba anunciando nuestro número de vuelo.

—Vuelo número treinta ocho setenta y cuatro con destino a Londres Inglaterra, por favor empezar a abordar.—Samuel y yo nos levantamos de nuestros asientos inmediatamente e hicimos la fila para abordar.

—Clarisse, ¿que asiento le toca?.

—El diecinueve A.— le respondo mostrándole mi tíquet—. ¿y a ti?.

—El diecinueve B.—me dedica una sonrisa.

<<Me pregunto quién irá en el asiento diecinueve C>>, pensé. Presentamos nuestros pasaportes y nos dirigimos a nuestros respectivos asientos, en cuanto guardamos nuestro equipaje de mano y tomamos asiento Samuel y yo nos fundimos en una animada conversación; de repente siento una cosa peluda moverse al rededor de mi pierna, yo solo me altero pensando que era un ratón, pero una vez miro hacia abajo me doy cuenta que se trata de una linda perrita yorkie, la cual se fue corriendo hasta la parte trasera del avión. En ese instante miré a Samuel confundida y él estalló en carcajadas ganándose miles de miradas raras de las personas que estaban a nuestro alrededor.

Ambos dirigimos nuestra vista a la ventanilla y el asiento vacío en esta, preguntándonos quién se sentaría allí. Justo en ese momento pasa corriendo a mi lado una chica de estatura media, cabello del mismo color que el mío pero un poco más oscuro y vestimenta vintage. Volteé a mirarla y luego volteé mi vista hacia Samuel quien lucía estresado ya que no le prestaba atención a lo que me estaba contando.

—¡Clarisse! ¿me está escuchando?.

—Si, lo siento... ¿que decías?.—dije distraída.

—Como te venía diciendo mi orfanato apenas se inauguró, todavía tiene poco personal y estoy preocupado por ello.

—Ya te dije que voy a ayudarte cuando pueda, además, estoy segura que te irá muy bien. —Iba a responderme, pero fue interrumpido por la chica de vestimenta vintage quien traía en sus manos la pequeña mascota que hace unos minutos me había asustado.

—Hello, I'm sorry but that is my seat—dijo refiriéndose al asiento en donde estaba sentado Samuel.

—Oh! mmm what?, this is my seat—la miró confundido, mientras que la chica estaba impaciente.

—Samuel ese es tu asiento, el de ella es el diecinueve C. ¿le darás permiso?.

—¿Hablan español?. oh disculpen es que creí que la chica era británica ya que tiene cierto aspecto.—dijo tímida.

—No te preocupes, por cierto, mucho gusto mi nombre es Clarisse Sheffield y mi amigo...

—Mucho gusto, soy Samuel Restrepo.—dijo interrumpiéndome—. adelante, siéntese aunque ese es mi asiento

—Un gusto conocerles. me llamo Emma y Samuel si es molestia mejor ocupo el asiento de la ventanilla, me gusta más—dijo acomodándose en dicho asiento con su perrita yorkie y Samuel quedándose en el que estaba, a mi lado.

A simple vista podrías pensar que era algo prepotente, pero se le ve buena chica, la verdad que yo no soy mucho de juzgar sin antes conocer a fondo a la persona. dejé de lado mis pensamientos y decidí sacar de nuevo mi libro y continuar con la dichosa lectura. El capitán nos dio la bienvenida, nos deseó un buen viaje y la azafata nos dio las indicaciones; al cabo de 10 minutos por fin despegamos.

Volteé a mirar a Samuel el cual estaba en su computador trabajando en algo del orfanato o posiblemente leyendo, Emma también se encontraba leyendo, pero, no alcanzaba a ver de qué libro se trataba y su pequeña mascota yacía dormida a su lado, desvié las vista de ambos y seguí concentrada en mi lectura hasta que caigo en cuenta de que a mi lado ha surgido una pequeña discusión.

—¡Aleje a esa cosa de mi lado!.—dice Samuel exasperado casi alzando la voz.

—Pero si no fue para tanto.—una vez dicho esto Emma mira sorprendida a su mascota la cual se ha meado encima de Samuel.

Sin querer se me escapó una carcajada y Samuel volteó a mirarme enojado junto con una Emma confundida.

—¡No es gracioso Clarisse, si usted estuviera en este asiento ya se hubiera hartado de esa rubia y su pequeña mascota!

<<Wow si que está enojado>>, pensé

—No seas gruñón, Emma no tiene la culpa de...

—Claro que si la tiene Clari—fui interrumpida, el estaba rojo de la rabia así que tomó un respiro y prosiguió —. Debió llevar a su mascota a orinar antes o por lo menos haber hecho algo al respecto pero esa rubia parece que no tiene nada en la cabeza.

—Que pena pero no voy a permitir que me faltes al respeto y... lo siento en verdad no creí que Cloe fuera a hacer algo así.—agachó la cabeza y solo recibió un gruñido por parte de Samuel.

No lo niego es molesto el comportamiento de mi amigo para con ella ya que no tiene del todo la culpa e intenta ser amable, Así que decido ponerle tema de conversación para que se sienta un poco mejor.

—No le prestes atención Emm, ¿puedo decirte así?.

—Claro que sí y gracias, es bueno encontrar alguien amable.—Samuel se hizo el aludido y la miró de reojo.

—¿Supongo que debo fingir que eso no iba para mí?.

—Tómatelo como quieras, no tengo idea del porqué tu actitud hacia mi aún cuando yo me disculpé.—le respondió esta a lo que mi amigo solo rodó los ojos.

—Mejor iré a limpiarme, Clari vigila mi asiento no quiero que esa cos... mascota se acerque ni su dueña.

—Creí que eras más cortés.—le reprendo y el solo me mira raro y se va en dirección hacia el baño.

—Igual no lo culpo, se que es molesto lo que Cloe hizo, a parte es entendible que le caiga mal ya sabes no siempre puedes caerle bien a todo el mundo.

—Lo sé pero esto no lo justifica del todo.

—Tienes razón Clari, ¿te molesta el apodo?—yo niego con mi cabeza y ella continúa—. Prefiero ignorarlo y que el discuta solo.

Cuando Samuel volvió Emma y yo dejamos de hablar y seguimos en lo de cada una, por mi parte el libro estaba muy interesante y era una gran distracción de todo por un momento perfecto para esas ocasiones en las que solo quieres dejarte ir y dejar las preocupaciones a un lado; Para mí esa es la mejor sensación.

—Clarisse lamento interrumpir su lectura, pero estuve pensando en lo que me dijo... ya sabe lo de descortés.

—No te preocupes, es solo que fuiste bastante arrogante y no pensé que fueras así te veías demasiado divertido y amable, es entendible que te caiga mal Emma pero ¿tratarla de ese modo?, no debo meterme pero es lo que me parece.

—No de hecho no es metida, valoro su opinión y tiene razón es solo que estoy un poco preocupado y nervioso por el orfanato.

—no te preocupes es justificable tu actitud, aunque, yo solo intento ser amable.—interfiere Emma.

—De igual manera me disculpo, no debí tratarla así.—ambos se sonrieron y volvieron a lo suyo.

—Chicos estoy aburrida, nos faltan 12 horas de vuelo y no sé que más hacer...—me quejo

—Creo que yo dormiré tengo que reponer energías y despreocuparme un rato ya que inmediatamente iré al orfanato.—se puso una almohada y manta, dejándose llevar por el cansancio.

—¿Que hay de ti Emma?.—la miré expectante.

—¿Quieres conversar?.

—¡Claro!—. no lo puedo negar la chica es demasiado amable y para nada arrogante como pensaba.

—Entonces... ¿qué harás en Londres?.

—Voy mas que todo a estudiar, me especializaré en cirugía general y bueno escogí Inglaterra porque siempre me ha gustado mucho y además en Londres vive mi padre.—hice una pausa pensando en esto último—. Ahora cuéntame, ¿tu que harás?.

—Pues la verdad son varios motivos, pero especialmente para terminar mis estudios en biología y ciencias naturales y a parte promover una fundación canina.

—Excelente, cualquier cosa que necesites sabes que puedes contar conmigo y ahora te dejo mi contacto para que estemos comunicadas.

Ella acepta feliz y seguido de esto intercambiamos números de teléfono y también la dirección de cada una. Al cabo de una hora de más anécdotas y charlas sobre nuestra vida ambas volteamos hacia Samuel que luce bastante calmado y como aún sigue profundo a Emma y a mi se nos ocurre la genial idea de pintarle la cara, pero esto no termina nada bien ya que cuando despierta solo obtenemos regaños y gritos por parte de el hasta que se cansa y decide cambiar de puesto con Emma, así ella y yo podamos conversar sin interrumpirle su sueño ni hacer otra travesura.

Cuando ya solo faltaban 4 horas para el aterrizaje empecé a sentirme cansada, así que, aproveché para dormir un poco y simplemente me dejé ganar del sueño no sin antes reflexionar sobre diversas situaciones en mi vida y recordar algunas tantas cosas vividas en mi país natal.

....................................................................................................................

—Hey, Emma.

—¿Que pasa, ahora si quiere hablarme?.

—Yo debería ser el enojado, sólo se la pasó molestándome.

—Es horrible ser compañeros de asientos y llevarnos mal, solo lo hice para que nos divirtiéramos un poco.

—Usted si me agrada, es solo que... algunos comportamientos suyos me molestan.

—A mi tampoco me agradan muchos de los tuyos, sin embargo, no te los hecho en cara.

—Ah no empecemos de nuevo...—Sus murmullos me despertaron, así que me removí en mi asiento y abrí los ojos lentamente.

—mmm ¿cuánto falta?.—pregunté aún agotada.

—creí que no despertaría, se veía muy cómoda, por cierto, solo falta una hora.—me responde Samuel mientras me indica en la pantalla .

—Menos mal ya me estoy aburriendo.

—Ni que lo digas...—dijeron Emma y Samuel al tiempo por lo cual se miraron raro y luego estallaron en risas contagiándome.

Faltando 40 minutos el piloto empezó a dar las indicaciones de abrochar los cinturones y alistarnos para el aterrizaje, el avión fue disminuyendo poco a poco la altura y todos los pasajeros seguimos las instrucciones, firmamos los papeles de ingreso y luego ordenamos nuestras pertenencias. Samuel, Emma y yo aprovechamos para terminar de pasar los datos y números de teléfono de cada uno y ya cuando por fin aterrizamos nos bajamos juntos y luego nos dirigimos a tomar un taxi el cual quisimos pagar entre los tres.

—Odio ser sentimental, pero espero sinceramente seguir en contacto con ustedes.—dice Emma sacándome de mis pensamientos.

—Ya ambos tienen mis datos por si cualquier cosa y estén seguros de que no los voy a dejar en paz, también quiero seguir en contacto.— le respondí con una sonrisa.

—Igual espero verlas, cuando quieran se pasan por mi casa y también mi orfanato.—Estos dos son geniales personas, las cuales agradezco haberlas conocido, pero todo tiene un fin y me tengo que bajar en la siguiente parada.

—Chicos aquí me quedo yo, gracias por todo.—me despedí y ellos igual prometiendo vernos pronto.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro