Capítulo 2

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng




Ingresé al hospital en el que trabaja mi padre, me registré y esperé a que me dejaran pasar a su consultorio en cuanto se desocupara; mientras esperaba decidí enviar un mensaje a Sakura.

Clarisse: Ya estoy en Londres, ¿que tal todo en Japón?.—esperé su respuesta, la cual llegó a los cinco minutos.

Sakura: ¡Genial! tienes que contarme todo, excelente en unas horas empiezo el instituto.

—Señorita, el señor Mathew la está esperando.—dijo la asistente de mi padre en cuanto le iba a responder a Sakura, así que guardé mi teléfono y le sonreí amablemente.

Pasé a la oficina de mi padre, pero él estaba atendiendo una llamada lo cual me dio tiempo suficiente para responder el mensaje de mi mejor amiga.

Clarisse: Claro te contaré todo con detalles, ahora estoy donde mi padre. Disfruta la universidad y espero que cuando puedas me cuentes todo.—En ese momento mi padre termina la llamada,  guardo mi teléfono celular rápidamente y le devuelvo la sonrisa.

—Hija te he extrañado mucho, pero estoy feliz de tenerte ahora aquí conmigo. tendrás que esperar para poder entregarte las llaves de tu departamento debido a que tengo muchos pacientes.—se acercó a mí y me abrazó fuertemente a lo que yo le correspondí.

—Yo igual te he extrañado, no hay problema yo espero hasta que termines.

—Si quieres puedes quedarte hoy con nosotros, Thomas te extraña.

—Está bien creo que iré por un rato, yo igual lo extraño mucho y si que ha crecido.—Ambos nos despedimos, ya que debía continuar atendiendo los pacientes que le faltaban.

Salí de aquel consultorio, me despedí de la asistente de mi padre y luego me dirigí a tomar un taxi. al cabo de treinta minutos al fin llegué, le pagué al taxista, me bajé junto con mi equipaje y toqué el timbre de la gran casa.

—¡Clarisse si quiera llegaste!—. Zoe, la esposa de mi padre, me abre la puerta junto con Thomas al cual cargaba en sus brazos.—Thomas no paraba de preguntar por ti, pasa; eres bienvenida.

La saludé y entré dejando mi equipaje en el salón principal, luego me dirigí hacia Zoe la cual me pasó a Thom para que lo cargara ya que no paraba de dar pequeños saltos. Mi madrastra se dirigió a la cocina para servir el almuerzo y mientras yo no paraba de jugar y abrazar a mi hermanito el cual me abrazaba de vuelta feliz de verme. Nos sentamos en la mesa y me ofrecí a darle la comida a Thom para que así Zoe pudiera descansar.

—Te agradezco tanto Clari, por fin puedo relajarme un poco. tengo que irme al hospital, ¿te importaría cuidar a Thom?.

—No es ningún problema Zoe, estoy más que encantada de cuidar a mi hermano. Ve a cambiarte, yo me encargo de todo.

—Me voy tranquila entonces, se que queda en buenas manos.—Ella se levanta y antes de marcharse agrega—. En el horno dejé tu almuerzo.

—Gracias Zoe—. Ella sonríe y yo continúo con mi labor.

En cuanto termino de darle su comida a Thom, lo dejo en su silla especial y me dirijo a la cocina por mi almuerzo. Miriam aparece de nuevo en el salón ya con su uniforme, se despide de ambos y luego sale rumbo al hospital.

Me dirijo al comedor y comienzo mi almuerzo, al cabo de aproximadamente diez minutos logro terminar, así que voy a la cocina para lavar los trastes sucios y en cuanto termino voy a ver a mi hermanito el cual se estaba quedando dormido en la sillita, lo tomo en brazo y lo llevo a su habitación acostándolo en la cuna para que descanse. Aprovecho las pocas horas que tengo de descanso mientras que mi hermano está en un sueño profundo y me decido por ver una película, bajo a la sala de televisión y escojo una película en Netflix, a la mitad de esta recibo un mensaje de Ana, mi madre.

Ana: ¿Tienes tiempo para hacer Skype?  te extraño y no me has escrito, supongo que ya llegaste.

Clarisse: Claro que tengo tiempo, perdón tuve que ir donde mi padre y luego venir a cuidar a mi hermano—.En cuanto mandé el mensaje recibí una llamada de Skype, la cual acepté inmediatamente.

—¡Hija! ¿que tal tu viaje? cuéntamelo todo, ¿cómo está Thom?.

—¡Madre! muy bien, aunque agotador y a parte conocí a dos personas increíbles. Muy bien, en este momento está dormido.

—Me alegro muchísimo cielo. cuídalo bastante.

—Sabes que eso no lo tienes que advertir, lo cuido muchísimo—.Ella lanza una carcajada lo que provoca que yo también me ría.

—¿que harás mañana?.

—Tengo que ir a la universidad a lleva unos papeles y pasar por mi horario.

—Bueno espero que me cuentes todas las novedades cada día, te dejo descansar. Cuídate mucho, te amo.

Claro que si, tu igual y yo igual te amo—.Le lanzo un beso, ella imita mi acción y así es como finaliza nuestra conversación.

dejé el celular de lado y seguí concentrada en la película, estaba tan cansada que mis ojos se cerraban por si solos, aunque luché por mantenerlos abiertos... finalmente el sueño me venció.

....................................................................................................................

—Clarisse despierta, Clarisse...—. Escuché la voz de mi padre, abrí los ojos y recordé que estaba en la sala de televisión.

—¿Que pasa?.— Digo adormilada.

—Son las once p.m, ve a tu cama. Mañana debemos levantarnos temprano para ir a tu apartamento y luego debes ir a la universidad—.Obedeciéndole me levanté, aún atontada por el sueño y me dirigí a la habitación de invitados.

Una vez allí puse la alarma para que sonara a las ocho a.m y aproveché para escribirle a Sakura, con la cual me quedé hasta las doce p.m hablando sobre los sexys japoneses que ha visto en la universidad, lo mucho que extrañamos Colombia, lo genial de Londres y Tokio, sobre nuestras familias y otros temas triviales. En cuanto terminé de chatear con ella caí rendida.

Al día siguiente mi alarma sonó a la hora estipulada, así que me arreglé rápidamente y bajé a desayunar. Al llegar a la cocina ya se encontraba allí mi padre intentando cocinar uno pancakes, pero claramente fracasando en el intento; decidí ayudarle y una vez acabado nos sentamos juntos a comer, lo cual fue un poco incómodo y silencioso.

—Termina tu desayuno, yo iré por tu equipaje—.Asentí en respuesta, el se levantó y antes de salir de la cocina depositó un beso en mi frente.

terminé mi desayuno y mi padre bajó con mis maletas para luego llevarlas al carro, aproveché para despedirme de Zoe quien bajaba con Thom en brazos para darle el desayuno.

—Gracias por todo Zoe, si necesitas ayuda con algo solo tienes que llamarme.—Le sonreí.

—Gracias a ti por todo Clari, lo tendré en cuenta y tu recuerda que esta es tu casa.— se acercó a mi abrazándome a lo que yo le correspondí—.Espero verte mucho por acá.

—Tendrás que soportarme entonces, yo igual espero su visita en mi apartamento.

—No eres ninguna molestia. tu padre, Thomas y yo estaremos encantados de recibirte siempre que quieras venir.

—Clarisse es hora de irnos.—dijo mi padre un poco cansado.

Me despedí de Zoe y Thomas, este segundo empezó a hacer pucheros, pero le prometí que pronto nos veríamos ya sea que venga o el vaya a visitarme, al oír esto sonrío y aplaudió feliz. Salí de la casa y rápidamente me subí al auto de mi padre.El recorrido fue ameno, conversamos de cantidad de temas como la universidad, anécdotas, el cambio de país, el trabajo en el hospital, temas relacionados con la medicina y por último temas amorosos...

—Hemos llegado, en este edificio está tu departamento.—Volteé a mirar hacia donde me había señalado y me quedé sorprendida, el edificio era muy bonito y se notaba que también lujoso.

Entramos y saludamos al conserje, luego seguimos por un pasillo el cual dirigía a los ascensores, al entrar en este mi padre presionó el botón quince y seguido de esto introdujo una clave la cual tuve que memorizar. Una vez llegamos, el ascensor nos dejó en un amplio salón que parecía ser la sala principal y este contenía una puerta que daba a una enorme terraza con otra sala y un jacuzzi.

—¿Qué te parece?.—Preguntó sonriente esperando mi respuesta con ansias, yo aún seguía en shock.

—No me habías dicho que compraste un penthouse. No tenías que exagerar, pero gracias enserio me encanta.—miré a mi alrededor, todo estaba decorado de manera moderna, en tonos claros y pasteles. En total el salón tenía cuatro entradas; en la primera se encontraba una amplia cocina con barra americana para los desayunos. Esta contenía otras dos puertas, las cuales una daba al cuarto del servicio y la otra a un gran comedor de cristal. En La segunda entrada se encontraba una amplia sala de televisión con sillones como los de los cinemas, pero aún más cómodos. En la tercera, un gigantesco estudio con una gran biblioteca y sofás para relajarse y por último en la cuarta estaba el living.

Volví al salón, un poco embobada por lo que había a mi alrededor y subí las amplias escaleras que conducen al segundo nivel y en este habían cuatro amplias habitaciones cada una con su baño, un pequeño salón de juegos y por último una habitación con máquinas para hacer ejercicio.

—Sigo creyendo que esto es demasiado y más para mi sola, pero gracias papá. aunque enserio no tenías que comprar algo tan costoso.

—Quería que te sintieras cómoda y se que exageré un poco, pero me alegra que te haya gustado.—Hizo una pausa mientras dejaba el equipaje en mi habitación y luego continuó—. Puedes traer a tus amigas cuando quieras para que no te sientas tan sola, eso si, nota que dije "amigas" y no "amigos".

—No te preocupes, sabes que soy responsable.

—Está bien, en tu habitación dejé todas tus cosas. Si necesitas ayuda Zoe puede venir más tarde.

—No hace falta prefiero que descanse, yo puedo encargarme de mis cosas.

—Bueno hija como tú quieras, recuerda que la señora del servicio empieza mañana. Te dejo, debo irme al hospital y tu a la universidad.

Lo acompañé hasta el salón principal, me dio un último abrazo y luego tomó el ascensor. Miré el pequeño reloj del salón, eran las diez a.m y debía estar en la universidad a las once. ordené lo que pude en mi armario y luego salí a tomar un taxi para llegar lo más rápido posible; al llegar fui directamente a la oficina de director y me senté en la sala de espera mientras me podía atender.

—Señorita, el director la espera.—me avisó la asistente, yo asentí y pasé a la espaciosa oficina e inmediatamente me senté en una silla frente al gran escritorio.

—Buenos días señorita Sheffield, para nosotros es un placer tenerla en esta universidad. sus clases empezarán mañana a las nueve a.m; mi asistente pasará sus horarios y clases asignadas y si quiere puede quedarse el tiempo que desee para conocer nuestra institución.

—Muchas gracias, con su permiso.—El director asintió indicando que podía salir y yo fui directamente hacia el puesto de la asistente.

—Aquí está su horario y asignaturas, como de seguro ya le dijo el director, puede quedarse el tiempo que quiera conociendo la institución.—dijo pasándome una ficha con todo ahí.

—Muchas gracias, hasta luego.—salí del despacho y crucé por un pasillo el cual al parecer estaba solo, iba totalmente concentrada leyendo mi ficha con el horario hasta que... choqué con alguien.

—Podrías fijarte por donde...—alcé la vista y me encontré con un chico alto, de cuerpo esbelto, cabello negro y ojos color café claros. En cuanto alzó la vista hacia mi dejó la frase inconclusa.

—Lo lamento yo venía distraída.

—No hace falta que te disculpes, yo igual venía un poco distraído. por cierto mi nombre es Adam Holmes—estrechamos nuestras manos.

—Gusto en conocerte aunque haya sido un poco cliché. Mi nombre es Clarisse Sheffield.

—Jajaja si lo creo pero bueno, ¿eres nueva?

—Emm si... hoy vine solo por mis horarios y para conocer un poco la universidad.

— mi pregunta fue bastante obvia, estoy un poco distraído. por cierto si quieres puedo enseñártela.

—Claro, encantada.—Seguimos caminando por los amplios pasillos hasta llegar a una gran cafetería, luego me enseñó la biblioteca y algunas de las aulas de clase más importantes.

—Así que elegiste medicina, una buena profesión. ¿Qué te llevó a escogerla?—preguntó él bastante curioso.

—Si, bueno desde siempre me ha llamado la atención, es mi pasión desde que tengo memoria prácticamente y a parte mi papá también es médico, entonces ese fue otro de los factores que influyeron.

—Ya veo...

—¿y tú?—. Pregunté también con gran curiosidad.

—¿Yo, qué?—Preguntó mirándome burlonamente.

—¿Que estudias?— me reí ante su mirada y luego agregué—. Deja de mirarme así.

—Está bien señorita no me miren—dijo molestándome a lo que yo solo rodé los ojos provocando una carcajada de parte de él.—Estoy estudiando administración de empresas, pero es más porque debo encargarme por más que no quiera del negocio de mi padre, pero en realidad yo quería estudiar medicina y especializarme en cardiología.

—Lamento que no hayas podido seguir tus metas, pero no creo que esté bien que tus padres no tengan en cuenta lo que tu quieres.—se le notaba bastante triste y decepcionado.

—Tienes razón, mis padres son bastante estrictos en cuanto a ese tema y aunque no quiera... debo sujetarme a ellos al fin y al cabo se esforzaron mucho para poder educarme y darme gusto. Es tiempo de que yo les corresponda.

—Lamento entrometerme, es solo que creo que todos debemos luchar por lo que nos apasiona porque... ¿de que sirve pasar el resto de nuestras vidas siendo infelices?.

—¿Sabes? de todos mis amigos, tu has sido la única que se atreve a ser sincera y aconsejarme en que haga lo que me apasione. De verdad valoro mucho eso.

—¿Tus amigos no te apoyan?.

—Lastimosamente tienen pensamientos iguales a los de mis padres, lo único que les importa son las ganancias y el poder.—yo solo me quedé en silencio, no era capaz de dar mi opinión al respecto. ¿Cómo decirle que no me agradan las personas con esa clase de pensamiento?, eso no lo es todo en la vida.

—Lamento si te puse incómoda, yo... no tenía porqué contarte mis problemas.

—No es eso, es solo que me parece que tus padres y amigos tienen una mente bastante cerrada. Quizás puedan alcanzar mucho poder y dinero, pero eso no lo satisface todo.

—wow si que eres directa y bastante interesante, ya que no piensas igual a la mayoría de chicas.

—Lamento entrometerme en tus cosas...

—Deja de disculparte, me gusta que seas así de directa. En mi vida nadie se atreve a decir lo que piensa, solo dicen que debo obedecer a mis padres.

—Y tienen razón, solo que en este sentido tus padres están actuando de manera errónea y egoísta.—miré la hora en mi reloj—. oye deberías ir a clases.

—Gracias por escucharme Clarisse, hace rato que necesitaba soltar todo esto. Debo irme, pero... ¿seguiremos en contacto?.

— Siempre que quieras puedes contar conmigo—le sonreí amablemente—. Obvio estoy segura de que nos volveremos a ver mañana.

—Bueno tu también tenlo presente, está bien nos vemos mañana chica directa—. Se despidió agitando la mano y luego se fue directo a su clase.

Salí de la universidad y esta vez tomé un auto bus que me dejara cerca de mi departamento, luego de quince minutos ya me encontraba en este y decidí terminar de ordenar todo, pero mi teléfono empezó a sonar interrumpiendo mi tarea.

—¿Hola?

—¡Clarisse!—. Gritaron aturdiéndome.

—¿Emma?

—Si, soy yo.— respondió esta vez más calmada.

—Que bueno escucharte, ¿que tal todo?.

—Muy bien mañana empiezo mis estudios, ¿y tu?.

—Igual.

—Genial, quería invitarte a almorzar mañana en Nando's.

—Claro allí estaré, ¿a las doce p.m está bien?.

—Perfecto, por cierto, Samuel también va.

—Que bueno, entonces mañana los veo. Gracias por la invitación.

—Con todo el gusto, cuídate.

—Tu igual, adiós. —Colgué la llamada continuando con mi tarea.

A eso de las cuatro ya tenía todo listo así que aproveché para llamar a mi mamá a contarle que todo iba bien, en total estuvimos una hora hablando sobre trabajo, estudios, vacaciones y hasta nos pusimos sentimentales. Cuando colgamos fui directo a preparar la cena ya que mi padre me había avisado que pasaría a cenar conmigo, me decidí por preparar pastas y ensalada, fui a poner la mesa cuando el ascensor se abre y deja ver a mi agotado padre.

—¿Que tal tu turno?—. Lo saludé.

—Bastante agotador, pero bien.

—Bueno al fin terminó.

—Que bien huele, ¿cocinaste?.

—Si, pasa al comedor. ¿Zoe vendrá?.

—No, fue a cenar con su madre y Thomas.

—y... ¿porqué no quisiste ir?

—Debo darle también su espacio, ya sabes hija.

—Claro

—Así que decidí venir a molestarte un rato—se rió.

—No eres ninguna molestia papá, me encanta pasar tiempo contigo—.Le dediqué una sonrisa.

La comida fue bastante silenciosa pero no fue incómodo ya que mi padre estaba bastante cansado y yo no quería llenarlo de preguntas. Por su parte estaba bastante feliz comiendo lo que había preparado y se ve que tenía bastante hambre.

—Gracias por la cena, cocinas bastante bien.

—No tienes que agradecer, es con todo el gusto. me alegra que te haya gustado.

—Es hora de irme, ambos debemos madrugar.

—Cuídate mucho, espero más seguido tus visitas.

—Claro que si mi amor, te amo, cuídate.

Nos dimos un fuerte abrazo, después el tomó su mochila y salió por el ascensor el cual llegó de inmediato. Fui al comedor, recogí los plato y me dispuse a lavarlos. Una vez ya con todo limpio y en orden me dirigí a la sala de televisión y puse once upon a time relajándome un rato antes de ir a dormir. En total vi cuatro capítulos de dicha serie y por fin fui a mi habitación, configuré de nuevo la alarma y por último me acosté en mi cama rindiéndome ante los brazos de Morfeo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro