Capítulo 52

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

POV EMMA:

Es extraño analizar como mi vida ha cambiado en los últimos meses y de verdad me gustaría decir que todo ha valido la pena, pero no sé si realmente ha sido así; he pasado por mucho en este mes y este viaje con Liam me ha dado un considerable tiempo para pensar.
No puedo describir el sentimiento que me invadió cuando lo volví a ver, fue algo así como una esperanza infinita. Después de haber permanecido sola por unas semanas y no tener contacto con nadie, ver a Liam aquél día en la puerta solo ocasionó que pensara que era un sueño y no era real. La primera cosa que hubiese deseado hacer era saltar a sus brazos, pero James se adelantó y me hizo despertar de mi letargo.  Con tanto tiempo libre en Grecia, pude finalmente darme cuenta de que a quien realmente quiero es a Liam.

Aún no me acostumbro al hecho de que Kyla sigue suelta y puede estar al pendiente de nuestros movimientos, a pesar de todo lo que Liam pueda decirme no descansaré hasta verla tras las rejas. El chico se ha esforzado bastante los últimos días para mantenerme distraída de este tema, a pesar de esto, es imposible sacarlo de mi cabeza. Él me ha acompañado y tranquilizado, aún así, es difícil.

Los pocos días que llevamos en el crucero han sido algo ajetreados, Liam ha estado muy inquieto, ya que, al enfocarse en mi búsqueda dejó pendiente gran parte de su trabajo, agregándole que ha estado colaborando al máximo posible con la policía proporcionando información sobre Kyla. 
Ayer hablamos con los chicos y nos comentaron que aún no habían avances en el caso, independientemente de eso, cuando Liam y yo volvamos del crucero regresaremos todos juntos a Londres y James a Estados Unidos. Debemos continuar con nuestras vidas, solo espero que todo se termine pronto.

Reviso el reloj sobre la mesa de noche que marca las cuatro y media de la tarde, en todo el día tan solo he visto a Liam en el desayuno y unas horas atrás en el almuerzo; en ambos si no estaba sumido en su celular, era en su computador. No me refiero a que no pasemos tiempo juntos o que no estemos disfrutando el viaje, pero desde ayer no ha hecho otra cosa que no sea trabajar.

Salgo de la habitación en su búsqueda, voy al restaurante que solemos concurrir, a la piscina, al bar, a la proa, hasta que finalmente lo encuentro en la terraza sentado en una mesa solitaria con su vista al mar... obviamente trabajando en su laptop. Está de espaldas a mí, por lo que me tomo un tiempo para observarlo. Los rayos de sol iluminan su perfecto cabello rubio haciéndolo lucir como pequeñas hebras de oro, su piel blanca está levemente enrojecida a causa del sol que ha recibido en los últimos días y puedo imaginarme como sus hermosos ojos turquesa se mezclan con intenso azul marino, sus hombros están rígidos y luce bastante tenso. Supongo que el estrés está haciendo de las suyas.

Según me comentó hace unos días, en su compañía han surgido algunos percances que está tratando de solucionar. Es increíble que apenas con veinte años estudie dos carreras y ya tenga su propia empresa estable.
Continúo en mi posición observándolo en silencio hasta que segundos después él se estira y levanta su vista al mar, me hago una leve idea de lo que debe estar pensando. Tiene mucho con que lidiar como el proceso de crecimiento de su negocio, lo que sucedió con Kyla, la universidad, su madre, ponerse al día con todos sus proyectos, su padre, Dominic y otras cosas que estoy segura que le preocupan pero que se guarda para él.

Me acerco sigilosamente a él y posiciono mis manos sobre sus hombros, comienzo a apretar suavemente su piel y le proporciono masajes en sus músculos para tratar de relajarlos, Liam suspira ante mi tacto y extiende sus brazos hasta tocar mi mejilla.

— Estás muy tenso, deberías relajarte un poco.

— Nada me gustaría más que eso, pero no puedo. Debo resolver muchas cosas— Suspira exasperado—. Yo... lo siento, se supone que te traje aquí para que nos despejáramos de todo y pasáramos tiempo juntos.

— Lo entiendo, sé que te sientes agobiado— Pauso los masajes y rodeo la silla para posicionarme frente a él, examino su rostro y lo primero que logra llamar mi atención son sus ojos rojos y las marcadas ojeras que posee. La preocupación me invade y levanto su barbilla obligándolo a mirarme—. ¿Que te pasa? y quiero que seas específico— Su rostro muestra preocupación en medio del cansancio y me observa confundido ante mi repentina seriedad.

— No pasa nada, sólo he estado ocupado— Obviamente me está mintiendo.

— Liam... estoy preocupada.

— No es para tanto Emma.

— Si que lo es— Comienza a colmarme la paciencia—. ¿Crees que no me di cuenta que anoche estuviste en el bar y tomaste más de la cuenta?.

— No...—Intenta salirse de la tangente.

— Eso no es normal Liam, las cosas serían fáciles de llevar si compartieras tus cargas conmigo— Él me mira fijamente y luego de unos segundos llego a la conclusión de que no dirá nada—. Ya veo que no confías en mí.

Con aquellas palabras me voy del lugar directo de nuevo a la habitación. Me desmotiva en gran manera que no confíe en mí, he tratado de ser siempre honesta con él, sin embargo, actos como este me hacen sentir que nuestra relación (en verdad no sé lo que tenemos) es una completa farsa. 

Liam no es alcohólico, tampoco tiene alguna adicción o problema relacionado, mas bien parece que suele recurrir a él en momentos de estrés, tristeza o tensión. Por lo que me dijo Dominic, Liam nunca se emborrachaba o tomaba de más... esta situación comenzó desde el inconveniente originado por mi causa. Lo que me hace indirectamente sentirme culpable por su estado.
Se suponía que una vez encontrara a Liam iríamos a disfrutar del crucero y pasaríamos la tarde juntos, ahora que estoy sola... no se me ocurra que hacer. Tengo la cabeza hecha un lío pensando en cómo enmendar mi error y ayudarlo.

Entre tanto pensar me viene la añoranza de mis padres y familia, estoy apunto de cumplir casi seis meses sin verles. Aunque me comuniqué con ellos cuando los chicos me encontraron, me gustaría hablar con ellos de nuevo. Extraño mis conversaciones con mi madre y pintar con mi padre, abrazarlos y compartir una tarde en familia. Mis pensamientos parecen hacerse realidad porque mi teléfono vibra mostrando una vídeo llamada de mi casi hermano, James; toco la pantalla y el rostro de mi mejor amigo aparece en el aparato, según observo... aún se encuentra en la casa y al fondo se aprecia la hermosa vista desde la terraza.

—¡Ángel!>>—Saluda efusivo, pero al instante su expresión se transforma por una creciente preocupación—. ¿Todo está bien? ¿dónde está Liam?.

— Él está... trabajando—Respondo incómoda, es increíble como me conoce este chico.

—¿Por eso estás triste? ¿la estás pasando mal? sabes que si no fuera porque se encuentran a miles de kilómetros mar adentro iría por ti, si así me lo permites—Una  tierna sonrisa adorna mi rostro ante sus palabras—. Así me gusta verte sonreír—Imita mi gesto.

— Gracias héroe, siempre logras levantarme el ánimo.

— Lo mismo digo, los últimos días no han sido divertidos... he sido un violinista en medio del romance de "Domaire". La única que se ha dado cuenta de mi presencia ha sido tu bola de pelos.

—¿Cómo está mi pequeña?.

— Está bien, feliz comiendo helado—Desvía la cámara hacia la perrita que lame con emoción una bola de helado.

— ¡James! le llega a pasar algo a mi bebé y tú, querido amigo, morirás en mis manos—Bromeo, el chico se vuelve pálido y finge estar asustado—. Hey tranquilo, solo bromeo. Sé que no hay nadie que pueda cuidar mejor a mi pequeña que tú.

— ¿Recuerdas el día que te regalé a la cachorrita?.

— ¡Claro! fue uno de los días más felices de mi vida. Sabes que durante toda mi vida deseé tener un perro, pero mi madre nunca me lo permitió... hasta el día de hoy no logro comprender como fue que lograste convencerla de dejarme tener uno para mi cumpleaños número diecisiete.

— Fue mas fácil de lo que piensas, aunque casi muero en el intento.—Hace una pausa para desviar su mirada hacia algo que debe estar detrás de la pantalla de su teléfono, esta distracción dura apenas algunos segundos y luego vuelve a mirarme—.  Valió la pena, cuando vi tu cara  ese día... no hay palabras para describir como te veías. Finalmente tenías lo que habías soñado toda tu vida.

— Y estaré eternamente agradecida contigo por hacer mi sueño realidad.

— Fue un placer mi ángel, antes gracias a ti por dejarme elegir el nombre.

— Chloe te ama y no solo porque siempre que te ve le das helado, sino que prácticamente eres su padre.

— Yo también amo a la criatura, aunque me saque constantemente de mis casillas como lo hace su dueña.

— Eres el mejor hermano mayor del mundo, ¿te lo he dicho ya?

—Si estuvieras aquí te daría un enorme abrazo.

—No te preocupes, cuando vuelva tendrás muchos. Adoro tus abrazos a pesar de estar lejos de casa, me siento en ella cuando estoy contigo.

—No sé que te está haciendo Liam pero estás hermosamente tierna, no recuerdo que fueras tan abierta a la hora de decir tus sentimientos.

—Con lo que pasó aprendí que es importante decir lo que siento, tanto lo bueno como lo malo porque no sabes cuando vas a dejar de ver a la gente que te importa.

— Me gusta esta nueva Emma, tal vez así por fin puedas decirme la verdad y admitir que vienes de otra planeta —Definitivamente él nunca deja de lado su humor por muy seria que sea la situación.

— Siempre tuviste razón, vengo de marte y te engañé para dominar tu mente y gobernar al mundo... ¿contento?—Contesto entre risas.

— Creo que has arruinado tu plan, no permitiré que gobiernes al mundo porque ya lo haces.

Con esta corta conversación James ha logrado subirme el ánimo y momentáneamente me he olvidado de mi preocupación por Liam, una sensación de alivio me invade y recuerdo porqué quiero tanto a mi mejor amigo.

—¿Ángel? ¿Emma? —Interroga ante mi letargo.

—Te quiero héroe— Le suelto sin más.

— Y yo a ti.

—No, nunca te lo he dicho completamente... 

Allí es cuando lo comprendo, si realmente deseo un futuro con Liam debo luchar contra sus muros y apoyarlo en todo, debo ser honesta con él y confesarle lo que siento. Un simple "te amo Liam" no basta, debo expresarle porqué lo amo. Siento que debo hablar con él ahora mismo y aprovechar al máximo los próximos días que tendremos juntos.

— Emma... ¿que tienes? estás muy distraída. ¿Qué quieres decir con que nunca lo has dicho?

— Que nunca te he dicho todas las razones por las que eres importante para mi y estoy agradecida contigo. Ahora mismo debo hacer algo, no obstante, quiero darte las gracias porque me hiciste entender que debo hacer. Al regresar a Atenas tendremos una larga charla porque este tipo de temas prefiero hablarlos personalmente... por ahora salúdame a los chicos y te prometo que luego tendremos miles de abrazos de oso.

— Sé que tendré mis abrazos a pesar de que no les de tus saludos —Se burla.

— Pero yo también sé que lo harás.

— Porque hago casi todo lo que me pides —Completa la frase enfatizando en el "casi".

—Así como yo lo hago por ti—Le miro con cariño.

— Te quiero hermanita y no tardes mucho porque has despertado mi curiosidad con lo que dirás.

— Yo te quiero más hermanito, cuídate— Me despido.

— Tu igual... una última cosa, si Liam te llega a hacer daño no dudes en decírmelo.

— Volvió el hermano sobre protector, bye héroe—Cuelgo la llamada después de darle una radiante sonrisa que logre tranquilizarle.

Me quedo un tiempo considerable pensando en cómo acercarme a Liam después de aquella pequeña discusión, por un lado entiendo lo ocupado que se mantiene, por otro lado quiero que se olvide de todo y disfrutemos la compañía el uno del otro.

Sentada en la cama y mirando alrededor de la habitación me siento por un momento completamente sola, con miles de sentimientos rondando. Siento como si la vida fuese tan mínima como un suspiro, como si no la estuviese disfrutando al máximo; he perdido mucho tiempo preocupándome por cosas que no son tan importantes como creía, cosas que debería poner en segundo plano.
He guardado tantas emociones, pensamientos y acciones que ahora mismo todas me acorralan y las ganas de llorar son inminentes. Lo más extraño es que no siento tristeza, al contrario, siento nervios y arrepentimiento por el tiempo perdido.

Alejo ese sentimiento y decido actuar en busca del chico, el cual no sé cómo llamar en realidad... ¿novio? ¿amigo? ¿qué es en este momento?. Es claro que le amo, decidí entregar mis sentimientos a él y darnos una oportunidad pero no sé si sus planes son los mismos que los míos, aunque... todo lo que soportó por mí sirvió para convencerme de que sus sentimientos son sinceros.

Vuelvo a la terraza con la esperanza de que aún se encuentre allí para estrecharlo en mis brazos y expresarle todo aquello que no me he atrevido, aquél momento de reflexión en la habitación provocó que me convenciera de que cada minuto es importante y hay que aprovecharlo al máximo. Afortunadamente mi chico aún se encuentra allí y sin pensármelo dos veces voy directamente y lo abrazo efusiva, él se sorprende ante mi acción repentina.

— Lo lamento— Le susurro, ante mi desesperación tomo su rostro entre mis manos—. Comprendo si no quieres hablar, de igual manera quiero que sepas que estoy aquí para ti— Reparto besos sobre su piel.

— Estoy algo confundido, pensé que sería yo el que tendría que ir por ti. También lo lamento, fui un estúpido al haberte hablado de esa manera, a parte de que te he quedado mal... se supone que este tiempo era para nosotros y el resto quedaría atrás.

— Tienes trabajo, eso es entendible a parte, solo llevamos dos días de crucero, lo que significa que aún tenemos tiempo de olvidarnos de todo y disfrutar los días que nos quedan. Hace un momento estuve reflexionando en la habitación— Su mirada cambia a burlona—. Es cierto, aunque no lo creas estoy cansada de guardarme los sentimientos e ignorar el temor que me da perder a las personas que amo.

— Tesoro, no me perderás. No sé a que viene el caso cuando sabes que me tienes completamente y locamente enamorado de ti.  Quizá nuestra química no se haya desarrollado tan bien como la tuya con James, a pesar de eso, no podemos negar que la nuestra es fuerte a su manera; tanto como para saber que la única persona con la que quiero compartir mi vida y todo lo que ella conlleva... es contigo, solo tú has logrado abrir de nuevo mi corazón a esta maravillosa experiencia y causar lo que hace mucho dejé de sentir. Eres mi razón para luchar y seguir adelante.

 — Nada es seguro, no sé lo que pueda pasar en un mañana... es por eso que decidí disfrutar al máximo y no callar lo que siento. Tú me has enseñado la verdadera forma de amar, eres mi incentivo y al igual que tú, espero poder pasar el resto de mi vida a tu lado.

— Al carajo el trabajo,eso puede esperar, pero lo que no son mis sentimientos por ti. Ve a ponerte bella porque esta noche la disfrutaremos al máximo.

— ¿Puedo saber lo que exactamente nos espera?.

— Déjate sorprender y mejor ve a arreglarte hermosa, yo me encargo del resto— Deja su portátil cerrado sobre la mesa y se marcha dejándome con dudas.

Hago como me dijo, voy a la habitación. Creí que lo encontraría aquí pero me equivoqué.  Tomo una ducha y busco en la maleta algo conveniente para la ocasión que Liam planeó, encuentro al fin un vestido veraniego de color turquesa, perfecto para esta noche y a juego unas sandalias romanas en café oscuro; recojo mi cabello en una trenza francesa y dejo de nuevo todo intacto antes de salir de la habitación. A penas abro la puerta encuentro a Liam a punto de entrar, al darse cuenta que esta se ha abierto de repente, me observa sobresaltado por mi repentina aparición.

  — Por Dios, Emma  — Es todo lo que puede decir. Para mi sorpresa ya está cambiado con un jean oscuro, una camisa azul marino y zapatillas negras.

 — Lo mismo digo, Wow Liam— Su sonrisa es auténtica y me satisface verlo de esa forma y no estresado. 

— ¿Lista para irnos?

— Si, lo estoy... estoy ansiosa por la sorpresa. Antes que todo, hay algo que me preocupa— Enredo sus brazos alrededor de mi cuello y lo acerco.

— ¿que te preocupa cariño?— Ese simple apodo causa que las mariposas revoloteen en mi estómago, uno nuestras frentes y deposito un beso en su nariz.

— Cielo... no es necesario que hagamos esto ahora, estás cansado y agobiado. Deberías relajarte e intentar dormir.

— Lo hago justo ahora— Pasa sus manos por mi cintura—. Cuando estoy a tu lado— Esconde su cabeza en mi cuello y yo repito su acción. 

— Al menos déjame darte un masaje.

— No lo necesito, pero si lo quiero aunque tendrá que esperar... debemos irnos ya. L mejor aventura te espera. 


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro