Capítulo 61

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

POV EMMA:

Los siguientes días no hacemos mucho, obligo a Liam a guardar reposo para que tenga las suficientes fuerzas a la hora de viajar a conocer a mis padres y, cuando aquél día llega, lo noto más recuperado pero con los nervios a flote

— Amor relájate, seguro les vas a agradar.

— ¿Y si no es así?

— Tendrán que aceptar que es a ti a quien quiero, no dejes que lo que sea que vayan a decir te determine o afecte nuestra relación.

En cuanto llegamos a casa mi madre abre la puerta lo antes posible para recibirnos a Liam y a mí con un caluroso abrazo de bienvenida.

— ¿Ves? te lo dije, mi madre te adora.

— Si, pero aún falta tu padre y espero decir lo mismo de él— Le acaricio el brazo para relajarlo y nos adentramos en la casa.

Mi padre está sentado leyendo el periódico en la sala, parece bastante concentrado, sin embargo alza la mirada cuando percibe nuestra presencia.

— ¡Papá!— Corro a sus brazos y me refugio en ellos, el me envuelve en ellos protectora y cariñosamente, luego me deja para darle la mano a mi novio.

  — Señor Louis, un gusto conocerle— Se estrechan la mano, aunque mi papá lo hace con un poco de desdén.

— Quisiera decir lo mismo, llegan tarde y es hora de almorzar. Pase a la mesa, en un momento los alcanzo.

Obedezco y me dirijo a esta, en cuanto a Liam... mi padre lo retiene para decirle no sé qué. Después de todo es mejor no meterme en sus asuntos, mas tarde hablaré con mi padre.
Los cuatro tomamos asiento alrededor de la mesa y comenzamos a disfrutar de la deliciosa pasta que preparó mi madre.

  — Liam... me gustaría aprovechar esta ocasión para agradecerte por lo que hiciste por nuestra hija— Comienza mi madre.

— ¿A qué se refiere señora White? 

— Fue muy heroico la forma como tú y James dieron todo por ella hasta encontrarla y me alegro también de que a pesar de lo que pasó y la indecisión de mi hija, siempre la amaste de una manera incondicional.

— No hay nada que agradecer, es más que un placer. Es mi forma de demostrar cuánto la amo— El chico toma mi mano por encima de la mesa y me sonríe sinceramente. Alzo mi vista y por el rabillo del ojo observo a mi padre, quien permanece serio y callado.

  — Louis, querido... ¿todo se encuentra bien?— Mi madre lo observa preocupada.

— Si, sólo que ya no tengo hambre. Con permiso— Se levanta de la mesa y sale en dirección al jardín. Miro rápidamente a Liam, el cual luce pálido e incómodo.

  — Perdón, iré tras él. Ustedes sigan comiendo— Mi madre se disculpa antes de seguirle los pasos a mi padre. 

  — Amor, ¿qué fue lo que te dijo? Luces algo pálido. ¿Quieres que nos vayamos?—

— No, estoy bien. Al parecer no le caigo muy bien a tu padre... justo lo que temía.

— Liam, ya sabes lo que debes tener claro lo que te dije acerca de esto. No tienes porqué preocuparte, hablaré con él mas tarde.

Mis padres no demoran en volver, aunque a regañadientes. Al parecer tuvieron también una discusión entre ellos.

— Bueno, prosigamos a comer— Dice mi madre intentando ocultar la incomodidad y tensión del ambiente—. ¿Porqué no han probado bocado?

— Estábamos esperándoles.

— Pero que considerados— Contesta mi padre con sarcasmo en dirección a Liam.

— Papá... ¿puedes dejar parar de causar más tensión en el ambiente y dejar a mi novio en paz? ¿que te ha hecho él?

— ¿Disculpa? Emma...

— No me digas nada, estoy harta de que desde que llegamos no hayas hecho más que hacerle pasar un mal rato. Supera de una vez que ya he crecido y amo a este chico, no es tan difícil de entender— Los presentes se quedan mirándose entre sí anonadados.

— Emma, por favor baja la voz y muestra algo de respeto— Me riñe.

— Papá, pero...

— Nada hija, esto está más allá de lo que sabes.

— ¿A qué te refieres?— Pregunto confundida.

— Lo hablaremos después Emma— Estoy por replicar cuando Liam pone su mano sobre mi muslo por debajo de la mesa y dirijo mi vista hasta él, me hace un gesto invitándome a guardar silencio y hago caso a su petición.

Todos seguimos comiendo en medio de un silencio bastante incómodo y gracias a la tensión se me esfuma el apetito.

  — ¿Cariño, te encuentras bien?— Se atreve a preguntar Liam.

— Si.

— ¿Cómo te atreves a llamarla así?— Interviene mi padre furioso.

— Disculpe señor, no sé que quiere decir.

— Me refiero a que no tienes derecho a siquiera llamarla tu novia.

— Louis... eso no es justo para el muchacho.

— ¿¡Y es justo para mí que mi hija casi muriera por su culpa!?— Le grita a mi madre. 

— ¡Ya basta!— Intervengo—. Liam no tiene nada de culpa por lo que causó aquella chica, déjalo en paz.

— ¿Qué le ves de atractivo hija? de verdad no entiendo porqué lo adoras tanto después de haber causado tal cosa— Estoy apunto de defenderle de nuevo, pero mi chico me retiene y prefiere hacerlo por sí mismo.

— Con todo respeto señor, yo ya no tengo nada que ver con aquella chica y si se está vengando de mí es porque le tiene envidia a su hija.... envidia de que hubiese escogido a Emma en vez de ella. Yo jamás tuve algo que ver con la desaparición de Emms como para ser acusado de tal cosa, ¿acaso yo ayudé en el secuestro?

  — No, pero...

— ¿Entonces porqué su odio?

— De igual modo por haberte conocido mi hija ha sufrido las consecuencias.

— Liam nos vamos, no vale la pena seguir llevándole la contraria a mi padre.

— Emma... por favor quédate. Hace mucho que no te veo ¿ y te vas a ir sin almorzar? 

— Lo siento mamá, pero si Liam no es bien recibido aquí, entonces no tengo porqué quedarme— Miro a mi padre recalcándole tal comentario y luego salgo de allí junto a mi novio.

Lo que más me duele es que mi padre no nos retiene, eso deja bastante claro que sí tomé una buena decisión al decirle a Liam que nos marcháramos de allí y nos quedemos en algún hotel mientras viajamos a Colombia. Estamos a punto de subir al coche cuando mi padre se decide por retenernos.

— Hija, espera— Con medio cuerpo casi que dentro me detengo y lo miro fijamente—. Lo siento, por favor quédense. Son bienvenidos cuando quieran.

— No lo estarás diciendo porque mi madre te obligó... ¿o sí?

— S... no, de verdad. 

Bajamos del auto e ingresamos de nuevo junto con las maletas para instalarnos de una vez. Mi padre le pidió perdón a Liam hace poco, de igual manera, noto que todavía no le agrada totalmente.
Espero que en el tiempo que nos quedaremos pueda darle una oportunidad y dejar de lado todo ese rencor sin motivos.

...

Los días han pasado rápido y justo ahora nos encontramos montando a caballo en la casa de campo de mis padres, el castaño y yo vamos un poco mas atrás, mientras que mis padres cabalgan mucho más adelante.

 — ¿Cómo van las cosas?— Le pregunto para sacarlo de su letargo, últimamente ha estado muy distante.

— Al menos le agrado a tu madre.

— De hecho te adora— Le corrijo entre risas.

— Si, en cuanto a tu padre... te tengo noticias.

  — Suéltalo— Lo animo.

— Ayer pasamos el día juntos— Se pone serio y empiezo a preocuparme—. Me pidió perdón de nuevo y me dijo que nos daba su bendición—La sonrisa que aparece opresivamente en su rostro me contagia y me inclino dispuesta a besarlo.

  — Parece que ya se lo dijiste hijo— Grita mi padre complacido, mientras nos observa desde su posición.

— ¡Esto es maravilloso! ¡gracias papá!— La sonrisa no cabe en mi rostro.

— Lamento que empezáramos con el pie equivocado, en este tiempo me he dado cuenta de que lo jugué mal y me alegro mucho que Liam sea parte de la familia.

No puedo creer lo que está sucediendo ahora mismo, al fin mi padre accede a aceptarlo o al menos eso intenta. Seguimos cabalgando a lo largo del terreno y, una vez anochece, decidimos regresar para encender la chimenea y ver una película en familia acompañados de unas deliciosas palomitas caseras y chocolate caliente.

Durante la película Liam y yo nos dedicamos miradas melosas, al parecer mis padres tampoco se quedan atrás porque están acurrucados repartiéndose besos. Es genial como al pasar los años este par sigue amándose, puede que no con la misma intensidad que al principio, pero sí a su manera y eso lo he admirado siempre.

La película termina con mi padre que no pudo resistir porque a la mitad de ésta ya se encontraba babeando y cabeceando en el sofá y con mi mamá dándole golpes leves para que despierte, luego se marchan a su habitación y nos dejan solos.
Ambos apagamos todo y nos dirigimos a mi habitación, dónde le ofrezco a mi novio quedarse a dormir para tener el placer de su compañía y reconfortantes brazos. Como aún no tenemos sueños, compartimos una interesante charla con la luz apagada hasta que el sueño domina a cada uno y nos dejamos llevar.

Al día siguiente, Liam y yo decidimos ir a visitar a James, ya que  no hemos tenido la oportunidad de verlo en mucho tiempo.

  — ¿Así que te toca manejar hoy tesoro?— Me dice antes de subir al auto.

— Así es, no es justo que siempre seas tú el que lo haga.

— En mi defensa, no quiero que te canses— Me sonríe burlón.

— Ni que fuera de porcelana, además... sabes que manejo mejor que tú.

— Eso no es cierto, yo soy más rápido.

— Pero yo soy más ágil— Contraataco. 

— Bien, creo que es un empate— Abre la puerta del piloto para dejarme entrar—. Creo que no me queda más opción que dejarte conducir hoy.

Le sonrío complacida y una vez se monta al vehículo, comenzamos el viaje hasta la casa de mi mejor amigo. James vive a tan solo unos minutos de mi casa, por lo que solo tardamos cinco minutos en estar ante su puerta.

— ¿James vive con sus padres?— Indaga antes de bajar.

— Sus padres son divorciados, su padre le fue infiel a su madre y desde hace alrededor de un año y medio que no se ven. James vive solo con su madre.

— Comprendo— Rodea el auto y me abre la puerta para posteriormente brindarme su mano y ayudarme a bajar.

Ambos caminamos hasta la entrada de la casa, al escuchar sonidos en la parte trasera decidimos ir a explorar el jardín. Me es inevitable recordar que todo sigue intacto, la piscina, el arenero, la zona de juegos y la casa del árbol.

— ¡James! ¿¡dónde estás!?— Grito a todo pulmón.

— ¡Aquí estoy!— Me responde, pero no logro verlo.

— ¡Oye, no te veo!.

— Por algo necesitabas lentes de pequeña, ¿no crees? Pues... si no me ves— Bromea asomándose por la ventana de la casa del árbol.

  — ¿Usabas gafas cuando eras niña?— Me pregunta Liam algo sorprendido.

— Eh... sí, se veía toda intelectual y seria con sus gafas. Era muy tierna— Le responde mi amigo antes de que siquiera yo pueda decir algo.

— Eso me lo imagino.

James baja del árbol y nos saluda efusivamente a ambos con un gran abrazo, intercambiamos algunas palabras hasta que Liam se devuelve al auto con la excusa de que olvidó sus gafas de sol, por lo que James y yo nos quedamos unos momentos a solas.

 — Es maravilloso verte de nuevo, después de lo que pasó.

  — Yo también me alegro de verte mi héroe— Me extiende sus brazos y yo gustosa me sumerjo en ellos.

— Creo que has crecido desde la última vez que te vi— Bromea—. Lamento no haber estado contigo en tu cumpleaños.

— No te preocupes, ahora estás conmigo. Además, tengo que prepararme porque sé que me harás mucho bullying.

— Sí, estás en lo cierto hermanita. También es triste que no pasemos navidad juntos.

— Te espero en verano en Londres y tal vez podamos irnos de vacaciones.

— ¿Crees que no sé cuál es la razón por la que me invitas?— Se hace el ofendido—. Es porque tienes transporte gratis— Estalla en carcajadas.

— Obviamente no es sólo por eso— Lo fulmino con la mirada.

Liam vuelve y nos encuentra en una pequeña discusión, formada por lo que James dijo hace un momento.

— ¿Volviendo a los viejos tiempos?— Pregunta divertido.

— Ver a Emma de nuevo siempre es volver a los viejos tiempos, aún no me dicen a qué debo este placer de su visita.

  — Quería visitar a mi nuevo mejor amigo y mi novia insistía en que le hacía falta su molest hermano.

— ¿Todavía me consideras tu mejor amigo?

— Por supuesto Jamesito, ¿porqué no lo haría?

— Tal vez por tus celos Liamsito.

Me quedo ahí en medio de su broma y los observo divertida, al menos puedo sacar algo bueno de mi desaparición porque sirvió para que ese par dejara de lado los celos y se volvieran buenos amigos. No hay nada que me alegre más que eso... que mi mejor amigo y mi novio se la lleven tan bien, por lo menos eso me alivia un poco después del dolor que les causé a ambos por mi indecisión.

  — Entremos a casa. ¿Ya almorzaron? mi madre preparó un rico pescado con papas fritas y ensalada, la comida favorita de Emms.

— ¿Su comida favorita no es la pizza?

— Amor... se refiere a mi comida favorita hecha por su madre.

— Exacto, y eso que la preparó sin esperar tu visita. Estará encantada de verte, últimamente me pregunta mucho por ti.

Entramos a la casa y la mamá de mi mejor amigo se asoma desde la cocina, al verme deja lo que estaba haciendo tirado y corre a recibirme como en los viejos tiempos.

— ¡Emma! que bueno tenerte acá de nuevo. Pero mírate como estás de hermosa, ya veo que Londres te ha favorecido— Me río ante su comentario y la abrazo con fuerza, la extrañaba demasiado.

— ¡Nana!— Utilizo el apodo por el cual siempre la he llamado, puesto que, de pequeña, cuando mis padres tenían que salirme dejaban en casa de James y su madre nos cuidaba a ambos—. Tú también estás muy cambiada, extrañaba tanto verte.

— Bienvenida a tu casa, sabes que puedes venir cuando quieras— Fija su vista en mi novio y me mira inquisitiva—. ¿Quién es este muchacho tan guapo?

— Ah, mamá él es Liam... el novio de Emma.

— Es un gusto conocerte querido, parece que mi niña ha venido renovada de Inglaterra y no perdió el tiempo— Nana se acerca a abrazar a Liam y éste corresponde el gesto desorientado— Y vaya... si fuera de tú edad ya me habría fijado en ti, eres muy guapo.

— Gracias señora— Responde mi novio con una sonrisa encantadora.

— ¿Hace mucho que están juntos?

— La verdad es que no tanto— Respondo sincera.

— Se les ve muy bien juntos y por como se miran, estoy segura de que durarán mucho mucho tiempo.

— Eso téngalo por seguro—Toma mi mano y me hala a su lado—. No dejaré que esta belleza se me escape—. Toma con firmeza mi mentón y me hace mirarlo directamente para luego besarme.

  — Estoy segura y me alegro mucho por ustedes— La madre de James se disculpa con nosotros y comienza a servir el almuerzo mientras los chicos y yo tomamos asiento en la espaciosa mesa del comedor.

  — ¿Alguna novedad? ¿aún no se sabe nada de Kyla?— Nos indaga en voz baja evitando que su madre pueda escucharnos.

— Pues...— Miro a Liam pidiéndole permiso para contar lo del mensaje en su celular, él asiente y toma mi mano invitándome a relatar. Así que le cuento a mi mejor amigo todo lo sucedido unos días atrás en casa de mi suegra. 

  — No puedo creer hasta dónde puede llegar esa per...— Se interrumpe debido a la mirada de inquietud que le brinda su madre, como bien sabemos, a ella le molestan las malas palabras—. Lo siento, esa chica.

— Debí haberla denunciado desde que rompimos, aquí el único que tiene la culpa soy yo— Se cubre la cara con sus manos en un gesto del estrés que guarda por dentro.

— Amigo, no es tu culpa. Sólo que intentas ver lo mejor de las personas antes de actuar y eso no está mal. Aquí la única culpa la tiene esa arpía, por no decirle el nombre que merece realmente.

La nana empieza a llevar los platos a la mesa y nosotros dejamos el tema intacto para no causarle más preocupaciones de las que ya debe tener, entonces disfrutamos el almuerzo como en os viejos tiempos y nos sumimos en una conversación que, mientras dura, nos aleja de los problemas a nuestro alrededor.

Amo volver a sentirme en familia, es que esta es y será siempre mi segunda familia. Ahora coincido con el dicho que dice: "No hay nada como volver a sentirte en casa".
El almuerzo termina en menos de lo esperado, Liam y yo ayudamos a la nana a limpiar y organizar los platos para después ir todos al jardín y disfrutar de la compañía con un vaso de café caliente y galletas .

  — ¿Recuerdan cuando se sentaban en el pasto a observar las nubes? ustedes pasaban horas en la misma posición riéndose y hablando de no sé que cosa sin importar nada más a su alrededor.

— ¿Cómo olvidarlo? ese era nuestro mejor pasatiempo— Contesto con melancolía.

— Ángel, siempre que hablamos de algo que hacíamos juntos lo describes como "nuestro mejor pasatiempo".

 — No es mi culpa, la pasamos muy bien de pequeños y tuve la mejor infancia.

El tiempo pasa bastante rápido y cuando menos pensamos, ya es hora de volver a casa de mis padres. 

Capítulo dedicado a @yolamila mil gracias por tu apoyo y ayuda incondicional, una vez más reitero que esto no hubiese sido posible sin tus consejos, ayuda y confianza en mí aún cuando ni yo tenía fe en que podría lograrlo... pero míranos  ¡lo logramos! <3  















Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro