Once

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Jackson ya estaba totalmente fuera de su vista, el chico al observar venir a la subdirectora salió corriendo lo más rápido que pudo para evitar problemas, un verdadero cobarde. No había rastros de Namjoon, pero al menos sabían que estaba a salvó.

La subdirectora llegó hasta ellos, por primera vez no los miro con una mirada dura y fría como acostumbraba. En el pasillo ya solo estaban ellos y unos cuantos grupos de amigos que habían observado la mini pelea de hace unos segundos.

—Jackson empezó, y Namjoon puede comprobarlo— dijo Yoongi a la defensiva antes de si quiera darle oportunidad a la señora de hablar.

—Lo se— contestó de manera calmada la subdirectora—. Sabemos el tipo de alumno que es Jackson, y ahora mismo debe estar en la oficina del director—. Jimin a veces no entendía porque Yoongi tenía el puesto de chico malo cuando había muchos peores, tal vez solo por la apariencia ruda—. Pero por desgracia ambos participaron en la pelea y no puedo dejarlo pasar.

Ahí estaba, demasiado bueno para ser verdad. Por un momento creyeron que se salvarían de cualquier castigo.

—Pero solo fue para defenderlo— se excusó Jimin, la mirada que la subdirectora le dirigió lo calló.

—Yo lo se, pero son las reglas. Solo tienen que ir a castigo después de clases, solo eso. Les prometo que Jackson recibirá una sanción mucho más fuerte y aumentaremos la seguridad en la escuela para que no vuelvan a molestar a Namjoon ni a ningún otro chico.

Ambos lo pensaron, aunque no había mucho que pensar, no podían negarse o les iría peor. Después de todo la subdirectora tenía razón y estar en un pelea dentro de la escuela iba contra las reglas.

—Entonces supongo que la veremos en castigo— le dijo Yoongi—. Pero quiero ver qué Jackson reciba su merecido por que si no me tendrán a mi rompiéndole la cara.

Jimin se preguntaba de dónde sacaba Yoongi ese valor para hablarle de esa forma tan retadora a los maestros, y cualquier adulto en general. Era un buen chico, pero no sé dejaba para nada, y le gustaba cuidar a los que amaba sin importar las consecuencias.

—Así será— afirmó la subdirectora. Seguido de eso se dio la vuelta para desaparecer por el pasillo.

Cuando ya no estaba ella y los pocos grupos de jóvenes que había ahí desviaron su vista de ellos, Yoongi volteo hacia Jimin y lo tomo sorpresivamente de la muñeca. Ante el tacto Jimin se sobresalto y miro al rubio.

—¿No te lastimó?— La voz de Yoongi sonaba preocupada. Jimin sonrió con anheló y alegría al darse cuenta que el chico estaba preocupado por el.

—Estoy bien, solo me tumbó pero no sufrí ningún daño.— Alzó sus brazos a los costados y dio una vueltecita en su lugar —. ¿Ves? Estoy como siempre.

Yoongi lo miró soltando una risita cuando dio la vuelta.

—Perfecto— dijo inconscientemente. Se dio cuenta de lo que había dicho cuando Jimin lo miro con la ceja alzada—. Me refiero a que es perfecto que estés bien.

Ambos se miraron, querían decir algo sobre el viernes. Pero ninguno sabía si era correcto tocar ese tema. Jimin quería disculparse por haber huido de su casa, pero justo cuando iba a decir algo se escuchó el aviso de entrada a clase nuevamente. Y se tuvieron que separar para ir cada uno a su salón y encontrarse con sus respectivos amigos.

Jimin soportó a Taehyung a su lado todas las clases siguientes preguntándole como había sido la pelea, él no lo había visto, ni sus amigos tampoco. Pero los rumores corren rápido en las escuelas. Había sido su primera pelea, por que Jimin siempre había sido alguien pacífico. Le dijo a Tae como sucedió todo, y como le enfureció ver qué intimidaban a Namjoon.

También le dijo que Jackson pudo haberlo destruido de un solo golpe, pero por suerte Yoongi llegó a salvarlo.

Las clases pasaron, a la salida se despidió de sus amigos asegurándoles que estaba bien, y no le había pasado nada.

Jungkook y Tae se fueron juntos tomados de la mano. Vio a Namjoon hablarle a SeokJin, platicaron un rato, se abrazaron y después se separaron.

Namjoon se fue a su casa con Hoseok, el otro amigo de Yoongi. Y Jin se fue solo como solía hacerlo siempre, disfrutando de lo silencioso y pacífico que era el ambiente.

En un momento su mirada choco con la de Namjoon, y pudo ver en sus ojos el agradecimiento por haber intervenido entre él y Jackson. Jimin le sonrió, y Namjoon devolvió esa sonrisa.

Sacó su teléfono para decirle a su papá que estaría en casa de Tae y llegaría después de salir del trabajo. Lo mismo que le dijo la vez pasada para que no supiera que estaba en castigo.

Fue hacia el ya conocido salón e ingresó a el. Estaba Yoongi dentro, en la misma silla de el otro día. También estaba la subdirectora, al parecer diciendo algo.

—Oh Jimin, al fin llegaste.— Como Yoongi estaba de espaldas a el, no se había dado cuenta que había llegado, y ante las palabras de la mujer, se giró para verlo—. Le decía a Yoongi que no tienen por qué preocuparse, se habló con los padres de Jackson y estaban muy indignados por lo que hizo su hijo. Decidieron cambiarlo de escuela.

Eso había sido una total sorpresa para Jimin, no imaginó que lo fueran a sacar de la escuela, posiblemente sus padres eran muy estrictos. Mejor para ellos.

—Bueno chicos, ya saben las indicaciones. No sé salgan del salón y esperen a que den las cinco.

Salió después de decir aquello y cerró como siempre el salón con llave. Se había portado mejor que otras veces, había tenido un buen día, supuso Jimin.

Se abrió paso entre los asientos hasta llegar al que uso la otra vez, al lado de Yoongi. Lo miró y le sonrió, pero no sé dijeron nada, quedaron en silencio viendo hacia otros lados, menos a ellos.

Jimin se animó a hablarle, tenía que arreglar lo que causó el otro día. Se giró a él, y lo encaró. Yoongi lo miro cuando notó que iba a hablar.

—Enserio siento lo del viernes— se disculpó rápidamente—. Se que no estuvo bien que me fuera corriendo como si fuera…

—¿Cenicienta cuando dan las doce?— aquello provocó una risa de ambos chicos, Jimin bajo la vista recordando las palabras de su padre, le había dicho lo mismo.

—Supongo que si me ví de esa manera— sonrió ladinamente—. Me siento mal, yo no quería arruinar la noche, seguro tus padres piensan que soy raro.

—En realidad se quedaron muy preocupados por ti.— Eso lo sorprendió—. Mi mamá cree que fue por su culpa, no fue su intención. Perdónala por favor.

Jimin se sintió mal, debía aclarar aquello, no quería que la señora Min se sintiera culpable de ese momento de debilidad que tuvo.

—Dile a tu mamá que ella no tiene la culpa, solo quería preguntar sobre mi mamá y es entendible, ella varias veces le habló a mi mamá y tenía curiosidad, pero yo me comporte así.

Yoongi lo miraba serio, pero cuando Jimin le explicó las cosas esbozó una sonrisa de tranquilidad, enserio tenía miedo de que la cena lo hubiera incomodado y no quisiera saber más de él.

—Díselo tu entonces.— Jimin lo miro sin entender—. Este fin de semana que viene iremos con mis tíos como todos los fines de semana desde que tengo memoria.— Al fin sus dudas sobre a dónde iba Yoongi los fines de semana había sido resueltas—. Y mi mamá dijo que sería un honor que nos acompañaras, ya sabes, como eres mi “novio” quieren que conozcas a él resto de la familia.

Jimin palideció ante sus palabras, creyó que solo sería una vez que fingiría ser su novio, y esa vez había salido mal, no quería estropearlo frente a su demás familia. Yoongi notó que Jimin se había quedado en silencio procesando sus palabras.

—Se que te dije que solo sería una vez lo de fingir ser mi novio y si te incómoda puedes zafarte de esto, no te lo impediré— dijo con algo de tristeza, pero Jimin negó.

—No es una molestia en absoluto— le dijo con sinceridad—. De hecho, creo que es una buena idea. ¿Salimos el sábado?

Lo que menos Yoongi esperaba es que Jimin aceptara ir con él, y que lo hubiera hecho provocaba un sentimiento de alegría y calidez que se instaló en su pecho.

—El sábado en la mañana ¿hay algún problema con tu trabajo?— Nuevamente Jimin negó, le hacía ilusión la idea de pasar el fin de semana con Yoongi, y no entendía por que.

—No trabajo los fines de semana. Así que no hay problema.

—Entonces está perfecto— hizo una pequeña pausa—. Por cierto, gracias.

El chico dio las gracias con total sinceridad, tanta que Jimin ladeó la cabeza sin entender porque daba las gracias de esa forma. Cómo era casi costumbre, parecía que Yoongi podía leer las expresiones de Jimin, pues al ver su cara de confusión leve, continúo hablando.

—Gracias por aceptar esto, fingir ser mi novio para ayudarme, mis padres ya lo aceptaron así que no debería obligarte a ir el fin de semana conmigo, ya cumpliste tu parte del trato.

—No me obligas— repuso rápidamente—. Quiero ir.

—También gracias por defender a Namjoon, no sabes lo mucho que te lo agradezco.

—No hay problema, hyung, no podía quedarme viendo sin hacer nada, por suerte Jackson se irá de esta escuela, y las cosas entre Namjoon y Jin hyung están floreciendo, la vida de Nam va a mejorar muy rápido, lo presiento.

Yoongi sonrió ante la idea, Namjoon siendo feliz y teniendo una vida perfecta. Lo que más quería era la felicidad de aquellos que amaba, y cuando veía la sonrisa de Jimin, justo como en ese momento en el que el chico lo miraba sonriendo y cerrando sus ojos en forma de media luna… también quería su felicidad.

—Ojala sea así Jimin, todos merecemos ser felices.  — Jimin lo miro pensativo.

—¿Y tú?— cuestionó—. ¿Eres feliz?

El rubio quería contestar afirmativamente, decir que si. Pero no podía, algo muy en el fondo le decía que estaría mintiendo, porque algo faltaba en su vida, algo que completará su felicidad.

—No lo se Jimin, no lo sé— se limitó a contestar —. Lo que si se, es que llevamos hablando ya muchos días, podríamos considerarnos amigos y aún así no tenemos ninguna foto juntos. Así que ven acá.

Sacó su teléfono y encendió la cámara, se levantó de su silla y se acercó a Jimin agachándose para quedar a su altura ya que el seguía sentado. Jimin apenas tuvo tiempo de sonreír, la foto fue tomada, y se oyó el “click” de la cámara. A pesar de ser tomado con rapidez, salió muy bien.

Yoongi pulso unas teclas en su teléfono, y luego el de Jimin sonó, le había enviado la foto.





...







La puerta se abrió dejando ver a la subdirectora que tenía un aura tranquila y sorpresivamente no se veía enojada. Eran las cinco, eso era lo que significaba.

Después de tomarse la foto el tiempo se les había ido volando, si todos los castigos a los que Jimin asistiría serían con Yoongi entonces le gustaría que lo castigarán más seguido.

Salieron riendo de un chiste muy malo que Jimin acaba de contar, y había sido tan malo que a ambos les había dado risa. Nunca más contaría un chiste de los que Jin le había dicho.

Al detenerse frente a la acera de la escuela, Jimin sacó su celular, revisó la hora cómo era habitual. 5:00, lo estaba guardando nuevamente cuándo recordó. Ese día era lunes. El debía ir a trabajar, más bien debería estar ya en su trabajo.

Se le había olvidado por completo, no se acordó en absoluto que tenía que ir a trabajar y de nuevo se le había hecho tarde, tenía que llegar en 10 minutos y lo veía muy imposible… a menos que alguien lo llevará en una moto negra que se le estaba haciendo costumbre viajar en ella.

—¿Qué esperas?— preguntó Yoongi, estaba arriba de su moto ya encendida mirando a Jimin esperando a que se subiera, con el brazo extendido ofreciéndole el casco.

—Nada.— Tomó el casco y se lo colocó. Subió, sintiendo esa sensación de calidez que tenía al estar cerca de Yoongi.

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