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ELARIAN CONOCÍA BASTANTE BIEN la casa de Kane. Era un bonito departamento en el sexto piso de un edificio bastante llamativo del Capitolio. Todo era bastante simple y muy bien ordenado. A Kane nunca le gustó el desorden y siempre lo dejó muy claro.

Era de madrugada cuando ambos entraron. Todo estaba oscuro pero había una buena iluminación que procedía de los edificios del exterior. Había ventanales de pared completa y las cortinas estaban abiertas, así que dejaba ver una hermosa vista de la ciudad.

Elarian se adentró al departamento hasta llegar a la ventana para mirar el exterior. Todo lucía realmente bonito y tranquilo en la noche pese a que era una hora en que aún había bastante vida.

Kane se acercó por detrás a la chica, llevando sus manos a su cintura y deslizándolas suavemente de arriba abajo por sus costados. Dejó un beso en su cuello y lentamente deslizó uno de los tirantes de su vestido por su hombro. La chica permaneció con la vista fija en el paisaje dejando que Kane moviera sus manos por su piel.

El hombre se separó con un suspiro y se dirigió al mini bar para servirse un vaso de un líquido azul. Elarian no lo miró.

—¿No te gustó el vestido que te mandé para la cosecha? —preguntó desde su lugar.

La chica dio media vuelta para mirarlo y dirigirle una corta sonrisa.

—Era bonito —aseguró poco convencida— pero no pensé que fuera el atuendo adecuado. Además, quería usar algo de las gemelas ya que no las volveré a ver.

Kane asintió y fue a sentarse al sofá. Elarian no se movió de su lugar, prefiriendo mantener la distancia tanto como fuera posible.

Hubo un momento de silencio. La habitación permaneció a oscuras mientras ambos se miraban.

—Siento que me estás evitando —dijo finalmente Kane dándole un sorbo a su bebida.

Elarian mordió el interior de su labio inferior.

—No es eso. Sólo he estado un poco agotada —se excusó— no he dormido muy bien y... luego de lo que pasó esta noche...

Kane asintió y palmeó el lugar a su lado un par de veces. La chica se acercó a tomar asiento.

—Aner es un imbécil y es más cobarde de lo que parece.

Elarian dejó salir una risa sin gracia.

—Un imbécil con dinero —murmuró cruzándose de brazos— no hay mucho que pueda hacer.

—Yo podría... —

—No es necesario —se apresuró a interrumpirlo— ya estoy acostumbrada a esto y luego de esa escena no quiero que Snow se moleste. Además... sólo será una vez.

Kane asintió pero no parecía muy convencido.

—Odair parecía bastante... protector contigo hoy.

Elarian lo pensó antes de hablar.

—Somos buenos amigos. Se preocupa por mi.

—Yo también me preocupo por ti —tomó su mano y besó sus nudillos— pero no pareces tener el mismo afecto hacia mi.

—Sabes que te agradezco mucho lo que hiciste por mi, confiaste en mi cuando nadie más lo hizo y gracias a ti pude sobrevivir y volver a ver a mi hermano, así que no dudes ni por un momento que no te aprecio.

Kane dejó salir un profundo suspiro antes de ponerse de pie, dejando su vaso en la mesita de centro.

—Me adelantaré a la cama. Puedes unirte a mi cuando desees. Ya sabes dónde está tu ropa para dormir.

Elarian asintió una sola vez desde su lugar. Kane se marchó y pronto la habitación quedó en completo silencio.

La chica se quedó en su lugar varios minutos antes de ponerse de pie y dirigirse a la habitación principal. Hay una pequeña luz de noche pero Kane ya tiene los ojos cerrados.

Elarian se dirige al closet, donde hay una sección con su ropa y elige un camisón de seda color rosa bebé. Enseguida va al baño para quitarse el maquillaje de la cara y algunos de los broches que le pusieron en el cabello.

Finalmente se dirige a la cama y se recuesta a un lado del hombre. Tal vez siente que le debe algo a Kane por salvarla de alguna manera, pero no le gusta verlo molesto o triste, así que se acerca a él cuidadosamente y se recuesta en su pecho.

Kane la envuelve con un brazo con mucho gusto y ambos se quedan dormidos casi al instante. No está realmente segura de por qué quiere complacerlo de alguna manera.

Las pesadillas regresan más intensas esa noche.

🗡️

Cuando la chica abre los ojos, Kane está profundamente dormido a su lado o al menos eso parece por su suave respiración. Aún no amanece pero falta poco. Probablemente durmió tres o cuatro horas pero sabe que debe regresar a la torre de los tributos antes del desayuno.

Se levanta en silencio pero antes de que pueda salir de la enorme cama, Kane la toma de la muñeca y la jala de regreso a su lado.

—¿Podrías quedarte sólo unos minutos más?

Elarian siente culpa. Aunque no está completamente segura de la razón. Los ojos de Kane transmiten una dolorosa soledad pero el hombre no suele hablar de su pasado o de cualquier cosa que le pudiera molestar o atormentar. Elarian no sabe mucho de él más que es un hombre extremadamente rico y que trabaja como Ministro de relaciones. Aún así, no suele hablar de su trabajo o lo que hace específicamente.

La chica decide recostarse de nuevo y mira a Kane con una pequeña sonrisa que Kane le devuelve. El hombre lleva su mano a la mejilla de su contraria para dejarle suaves caricias hasta que se acerca y le da un profundo beso en los labios.

Además, ¿cómo podría negarse cuando necesita patrocinadores para Katniss y Peeta? Kane nunca se niega a nada que Elarian desee, pero debe retribuir con algo a cambio. No es que Kane le haya pedido algo específico a cambio pero ella no se puede negar cuando le da obsequios o le pide que se quede a dormir con él. Claro que no siempre "dormir" es lo único que hacen.

Pasan alrededor de cuarenta minutos cuando Elarian se levanta de la cama y va directamente al baño a tomar una rápida ducha.

🗡️

El viaje a la torre es corto y silencioso. Caminar por el Capitolio de madrugada es extraño pero agradable. Al menos no tiene agentes detrás de ella y Kane confía lo suficiente en ella para dejarla ir libremente.

Al llegar a su destino, se queda en el comedor y comienza a desayunar. Katniss es la primera en aparecer, más tarde lo hacen Peeta, Effie y Haymitch.

—Hoy comienzan con el entrenamiento —comienza Elarian— sean cuidadosos y no se metan en problemas antes de lo debido.

Katniss y Peeta asienten mientras mastican su bocado.

—Sin embargo, deberían ir analizando a sus contrincantes. Es común que se formen alianzas dentro de los juegos y sería bueno que vean con quien se pueden juntar —completa Haymitch dando un sorbo a lo que parece café con tequila. Más tequila que café.

El par de adolescentes vuelve a asentir.

—Un par de agentes vendrán por ustedes más tarde y los llevarán a la zona de entrenamiento y los traerán cuando se acabe —es Effie quien habla esta vez.

Hay una pequeña conversación durante algunos minutos y es Haymitch el primero en irse. Effie y Karniss también se retiran. Sólo Peeta y Elarian quedan en la mesa, aunque ninguno come.

—¿Estás bien? —pregunta de pronto Peeta con algo de temor— no quiero sonar grosero pero luces... cansada.

Elarian deja salir una risita de auténtica diversión.

—Es muy amable de tu parte no decir que luzco horrible.

Peeta se sonroja violentamente de pronto y comienza a balbucear una disculpa.

—Yo no... lo siento.. yo solo... no quise... —

—Tranquilo —habla la chica con calma y su contrario se relaja un poco pero sigue luciendo un poco avergonzado— no dormí muy bien. Normalmente... siempre tengo pesadillas pero es peor en estas fechas. Nunca me ha gustado estar en el Capitolio.

Decide ser parcialmente honesta con Peeta. Algo que parece agradecer el chico y deja de parecer tan tenso.

—Haymitch no parece tan disgustado por estar aquí —es más como una pregunta que una afirmación. Elarian deja salir otra risa y llena su vaso con una bebida color rosa que tiene pétalos de flores.

—Supongo que está feliz por tener alcohol gratis e ilimitado.

Eso hace reír a Peeta. Parece que quiere decir algo más pero no lo hace y en su lugar se disculpa para ir a cambiarse.

Elarian queda sola en la habitación y por alguna razón disfruta bastante de ese pequeño momento. Tiene un poco de miedo de lo que le pueda esperar esa noche pero muy en el fondo está feliz de que estará con Finnick.

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