I

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Para muchos, ser un Santo de Athena era un gran Honor.

Los Santos reciben respeto por parte de los humanos.

Los Santos reciben un gran poder gracias a Athena.

Los Santos siempre seguirán a Athena.

Esas palabras y muchas otras había escuchado desde que tenía uso de razón.

Él y su hermano habían sido abandonados en el santuario a una pequeña edad.

Habían tenido suerte, porque si no hubiera sido por el propio patriarca y los santos dorados… tanto él como Defteros podrían haber muerto asesinados por sacerdotes que los creían seres de mala suerte solo por ser gemelos.

Desde ese día Aspros le tenía una profunda admiración a los Santos y al Patriarca… lo único malo era que no podía dejar que Defteros fuera visto.

¿Pero por qué tenía que ser así? ¿Porque su hermano menor tenía que ser ocultado? ¿Por qué Defteros debía cargar con ese peso?

Siempre rondaron esas preguntas en su mente…

Fue criado ciegamente para ser un Santo…

Él quería devolver, no solo su vida a Athena, sino también la oportunidad de poder cambiarlo todo.

Después de todo, si conseguía ser patriarca Defteros podría salir de las sombras y ambos cambiarían el mundo para los futuros gemelos y gemelas que nacerían.

Claro que ese era su plan inicial…

Uno que jamás podría llevar a cabo…

_________________________________________

Era de noche en el santuario.

Todos dormían y solo algunos estaban de guardia.

Y en un punto bastante escondido estaba una persona.

Un, todavía, aprendiz a Santo.

-¿Por qué…? Sísifo tiene su armadura… Rasgardo también…- gruñía el mientras le daba puñetazos a unos árboles- Y la armadura… brillo cuando él estaba cerca…

Él no entendía.

Estaba a un nivel muy similar con sus dos amigos.

Todos lo querían.

Él era el mayor…

¿¡Entonces porque Geminis todavía no lo aceptaba!?

Se había escapado un par de veces por las doce casas, visitando a Sisifo, para ir a ver a Geminis al templo…

Se supone que el debia de vestirla.

Se suponía que la armadura reaccionaría a su presencia. Después de todo esta lo hizo cuando Sage una vez los dejó solos a él y su gemelo cuando recién llegaban al Santuario.

¿Entonces porque ella no reaccionó cuando él estuvo cerca?

Al principio pensó cosas ingenuas, como que la armadura estaba dormida. O que esa vez fue solo para proteger a los gemelos y que Sage viera que ellos debían de seguir vivos.

Luego su mentalidad cambió a que, el que no reaccionara, fue que todavía tuviera un cosmo débil y debía de seguir entrenando y perfeccionando.

Pero ahora…

"¿Pero y si no brillo por ti?"

Había una voz que le susurraba cosas así. Que la armadura no brilla por él en realidad…

Y no quería aceptarlo.

"Vamos… ¿en serio prefieres a esa sucia armadura dorada?"

A veces se sentía mal por pensar así, después de todo Athena y los santos les habían dado un hogar.

Le habían dado una razón a su existencia.

Pero…

-Vaya, vaya… que tenemos aquí…-tuvo que detener sus golpes para colocarse en guardia.
Esa voz… no era de ningún guardia o santo.

-¿Quién eres? ¡Muéstrate!-exige apretando sus dientes y puños. Seguía teniendo la adrenalina de su entrenamiento.

-Aquí arriba…-volvió a escuchar y al levantar su mirada vio que, sobre un pilar roto, estaba sentado un hombre con un traje de alta alcurnia- Ayy pequeño Aspros tranquilo, no soy enemigo-dijo esa "persona" con una sonrisa socarrona.

Aspros no dejó su postura de ataque pero por alguna razón, en su interior, sentía que ese hombre decía la verdad.

-¿A qué viniste? ¿Quien eres?-preguntó mirando con cautela como el hombre bajaba del pilar en el que estaba y se aproximaba a él.

-Hmm solo visitarte… hace siglos que no te veía- la sonrisa socarrona fue reemplazada por una más suave- Mi nombre es Youma… por ahora solo necesitas saber eso- y, antes de que el adolescente le interrumpiera, agregó- Solo te aconsejo dos cosas… Cuidate de tu hermano y si quieres superar a todos ve a Stars Hill, allí encontrarás las respuestas que necesitas.

-¿Cuidarme de Defteros? ¿Y a Stars Hill? Que mierda dices…- si, normalmente no mostraba su mal vocabulario e ira frente a otros porque se supone que un santo no debía ser así. Pero esta vez… se sentía bien.

-Ya lo entenderás. ¡Hasta la próxima función!- y con eso dicho, Youma desapareció.

Aspros se quedó confundido… hasta que comenzó a dolerle la cabeza.

¿Que se suponia que fue eso? ¿Una broma?

No entendia… ¿Cuidarse de su hermano?

Defteros era todo menos peligroso y traicionero.

Sabia que debia de avisar al patriarca de que una extraña persona lo visito. Pero las palabras rondaban en su mente.

-Mejor vuelvo a la cabaña con Defteros…-se dijo mientras luchaba con permanecer despierto por el dolor de cabeza.

Entre las sombras Youma sonrio.

La semilla de la duda estaba plantada. Solo era cuestion de tiempo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro